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HOTARU

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Algo raro tenía Yoshida-kun, de eso estaba segura. Desde hace más de dos semanas que ya no lo veía con Keiko, e incluso hablabamos más ¿Qué era lo que sucedía?

—Escuchen bien compañeros, estamos a finales de noviembre y aunque aún no sea diciembre debemos ir planeando nuestra fiesta de navidad grupal—habló Sanae, nuestra delegada desde el frente del pizarrón. Siempre habia sido muy buena organizando cosas como esta.

—Propongo que nos dividamos en grupos para conseguir todo para la fiesta—propuso uno de nuestros compañeros—Un grupo puede hacerse cargo de conseguir el lugar, otro la comida y otro último los adornos navideños.

—¡Muy bien! Es una buena idea. Si todos están a favor hagámoslo.

Y asi se hizo. La clase se dividió en tres grupos y el día en el que pedimos permiso en el instituto para salir temprano a hacer los arreglos pertinentes para nuestra celebración de Navidad, Yoshida-kun estaba extrañamente cercano a mi. Se dirigía a mi en cada momento que podía, e incluso cuando hubo que separarse en grupos pidió si podía estar en el mío. Nos había tocado conseguir los adornos navideños.

—¡Hay de todo aqui! Sin duda será una gran fiesta—comentó otro de nuestros compañeros emocionado, cuando llegamos a la tienda donde vendían los artículos navideños. Yoshida-kun y yo fuimos juntos. Ni Sanae ni Tachibana estaban, pues les habia tocado comprar la comida.

—También hay cajas de música—comenté emocionada mirando un par en un estante, Yoshida-kun estaba a mi lado. Le di cuerda a la que me pareció más bella dejando escuchar su melodía.

—Aunque no creo que necesitemos esto para la fiesta.

—Si quieres tomala. Sería tú regalo de Navidad—me sonrojé ¡Un regalo de Yoshida-kun!

—No podría aceptarla—la devolví al estante y yo volví a la realidad—Keiko se molestaría.

—Yo ya no estoy con Keiko—lo miré  sorprendida ¡Tenía que ser una broma!—Es más, fue un error estar con ella. Keiko nunca fue sincera.

—Estás mintiendo—solté sin pensarlo.

—No, no lo estoy—me tomó de las manos repentinamente—Se que no es el momento, pero no puedo esperar más. Se que tú me quieres.

—¡Yoshida-kun! ¿Cómo es que...

—Eso no importa ahora. Lo importante es que yo también te quiero, ambos nos queremos. Y podríamos estar juntos si es también tu deseo. Dime Hotaru... ¿Lo es?

Habia sido tan rápido que yo apenas y tuve tiempo de asimilarlo, era demasiada información en tan poco tiempo. Pero si era lo que creía haber oído entonces yo... bueno, ¡Era el momento que tanto habia esperado desde mis días de secundaria!

—Chicos apúrense, ya vamos a pagar—era una de nuestras compañeras que se acercó interrumpiendonos. Ambos la seguimos en silencio. Yoshida-kun llevaba la caja de música con él.

—El día de la fiesta espero tu respuesta—me dijo en un susurro. Asentí ¿¡Enserio que esto habia pasado!?

Cuando llegó el momento de regresar al instituto, yo apenas y podía pensar en otra cosa que no fuera la declaración de Yoshida-kun ¡Me lo habia dicho!

—Hotaru-chan ¿Cómo les fue?—nos cuestiono Tachibana-kun en cuanto regresamos.

—Bastante bien, aunque no hubo nada interesente—se me adelanto Yoshida-kun en responder. Era cierto, ahora que lo pensaba ¡Ambos se me habian confesado! Entonces tenía que elegir a uno...

—Ya debo irme a casa, ¿Vienen?—nos preguntó Yoshida-kun. Yo ya no tenía porque quedarme a diferencia de Tachibana que debía quedarse a hacer cuentas de lo que se gasto en total con otros compañeros, pero aún asi yo...

—Aún tengo asuntos pendientes—mentí.

—Ya veo. Entonces nos vemos chicos—me sonrió antes de irse para después mirar de reojo a Tachibana. Fue casi imperceptible, pero yo lo vi.

—¿Qué asuntos Hotaru-chan?

—Tachibana-kun... ¡Yoshida-kun se me ha confesado! Me pareció justo decirte porque tú te confesaste antes, no sería justo escondertelo. Tengo que darle una respuesta el día de la fiesta de Navidad de la clase.

—¡Enhorabuena Hotaru-chan!—exclamó para mi sorpresa en cuanto termine de hablar—¿Aceptarás no es así?

Lo miré fijamente buscando algún signo de tristeza o enojo en su rostro, pero no encontré ninguno. Tachibana era tan dulce.

—Ni siquiera te he dado respuesta a ti a pesar de que ha pasado el tiempo...

—No tienes que—miró al suelo, parecía afligido—Yo sé la respuesta.

—¿Cómo?

—La supe desde el día de la reunión con Natsuhi, al verlos bailar aquella vez fue que me di cuenta—suspiró— ¿Me equivoco Hotaru-chan?

—No... no lo haces.

—Entonces no lo hagas esperar.

—¡Tachibana-kun basta!—grité frunciendo el ceño—¿Por qué eres tan amable? No tienes que...

Baje la mirada apenada ¿Por qué me sentía así?

—No porque las cosas no hayan salido como yo queria significa que deba ignorarte o tratarte mal.

Sonrió. Siempre sonreía a pesar de todo. Después de despedirnos regrese a mi hogar. Me acosté en mi cama y estuve despierta hasta muy entrada la noche. ¿Por qué me sentía tan meláncolica si ya me habia decidido por Yoshida-kun? Con quien tanto habia deseado estar...

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