Capitulo 42
¡PONGAN LA CANCIÓN DE MULTIMEDIA!
—¿Sabes bailar, Koo? — le preguntó de pronto Tae.
—Depende qué. Kpop sé un poco, es un ritmo que me gusta bastante.
—Bailar lento, así pegaditos.
Ah, eso sonaba tan bien. Sonaba tan genial.
— Un poco.
Tae lo separó y lo llevó hasta el comedor. Eligió un disco de tantos que había y lo colocó en el toca discos.
— Estoy seguro que conoces esta canción.
Y cuando el disco empezó a reproducirse, la música llenó el ambiente. Se trataba de nada más ni nada menos que "It's been a long, long time" de la película de Capitán América.
A Jungkook se le curvaron los labios en una sonrisa y se dejó guiar por Taehyung. Era un bailecito simple, en donde Jungkook apoyaba la cabeza en el hombro del mayor y él lo guiaba lentamente.
Taehyung alzó sus manos como en esos bailes de príncipes y comenzó a moverse. Era lindo, estaban a gusto y se sentía bien. La mano libre de tae estaba en la cadera de Jungkook, pero luego cambiaron de posición y se abrazaron.
Y bailaron así, pegados, sintiendo el corazón y el palpitar del contrario, hasta que la canción llegó a su fin.
Ambos se separaron y se quedaron viendo por un momento en el que empezaba a sonar otra canción que Jungkook no conocía, aunque creía que la había oído en otro lado.
"Put Your head in my shoulder..."
Los ojos de Tae estaban oscuros y ansiosos. El mayor sonreía mientras Jungkook tan solo lo miraba. Otra vez sentía esas mariposas en la panza. Jungkook llevó sus manos detrás de la nuca de Tae, otra vez se sentía raro tener a alguien de su altura así de cerca.
Taehyung no era precisamente bajito.
Y esos hombros anchos y varoniles. Esa voz grave y ronca.
Esos ojos. Esos malditos ojos celestes.
Y todo él. Su alma vieja desesperada por un amor de película, por un amor inalcanzable e imposible en el siglo XXI. Sus gustos musicales raros, la decoración de su casa, sus dones.
Taehyung, simplemente Kim Taehyung.
Jungkook fue quien se acercó y cerró los ojos. Tae le apretó la cintura al ver que se acercaba. Estaba emocionado.
Entonces Jungkook lo besó y en el preciso instante en el que sus labios rozaban los del mayor, supo que sería capaz de amar otra vez.
Supo que podía ser reparado. Que no todo estaba perdido.
Los labios de Taehyung eran tibios y dulces, nada a comparación de los de Yoongi que eran fríos pero suaves.
No había nada para comparar, nada para extrañar.
Pero sí muchas cosas nuevas para descubrir.
Taehyung lo atraía cada vez más hacia su cuerpo con toda la dulzura de su alma mientras que la música no paraba de sonar y de llenar el ambiente con esa melodía hermosa, tierna y vieja. Jungkook no pudo evitar soltar alguna lágrima, pero no dejó de besarlo y de pasar sus labios necesitados de cariño por los ansiosos del mayor. No dejó de acariciarle la nuca ni de juntar su frente con la suya. Nunca dejó de recorrer con la punta de su lengua los labios de Taehyung.
No dejó que la tristeza le ganara por ultima vez.
Había sido un largo, largo tiempo...
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