Resultaba que la casa de Taehyung era como volver unos cien años en el tiempo.

La casa estaba llena de libros en una estantería completamente de madera, barnizada y bien pintada. Había cuadros de estilo renacentista por toda la casa, y un piano blanco de pared  adornaba una esquina del living.

Pero lo que llamó la atención de Jungkook fue lo estético que se veía todo. En las estanterías había adornos blancos de esculturas griegas, como el famoso "Pensador" o una escultura de la cara de Aristoteles pintada de blanco.

—Lo sé, lo sé — dijo Tae soltando una risita graciosa mientras se acercaba al toca discos viejo que había en una repisa muy bien cuidada — Es como vivir en una cápsula del tiempo.

Jungkook seguía admirando muy embobado las cosas. Entonces se dio cuenta de que Taehyung tenía un candelabro con bombillas colgando del techo.

—¿De donde rayos sacaste eso? — preguntó mientras lo señalaba. Taehyung encendió las luces y las lamparitas se prendieron poco a poco.

— De una tienda de antigüedades. No salió nada barato.

—Parece muy viejo.

—Es de 1920.

Jungkook se quedó asombrado.

—Lastima que las luces led le quiten el encanto. Me gustaría usarlo con velas como era antes, pero me da miedo que se incendie la casa.

Tae se sentó en el sillón y palmeó el lugar a su lado para que Jungkook se sentara con él. Ambos sacaron los muffins de sus bolsitas y empezaron a beber sus bebidas correspondientes. La música que Taehyung había elegido para el tocadiscos era una de los ochenta, lenta pero hermosa y melodiosa.

—¿De verdad escuchas estas cosas?

Tae asintió con la cabeza.

—Claro. La música de estos tiempos no me agrada. Quiero decir, algunas bandas de kpop son excelentes y con letras bonitas, pero no es mi estilo de música.

—Me parece que naciste en la época equivocada — dijo Jungkook admirando una vez más ese extraño hogar que tenía Taehyung.

El mayor soltó una risa. Jungkook no podía creer que se riera tanto.

—¿De donde rayos sacaste tanta energía para vivir? Todo el tiempo estás sonriendo, es como si vivieras en un cuento de hadas.

—Oh, Jungkook... los cuentos de hadas no son lo que crees. Son muy crueles a como te los han enseñado.

Jungkook se alzó de hombros.

—Aun así estás feliz y enérgico todo el tiempo. Desde el día en el que me salvaste del auto, siempre te he visto igual, con la misma cara sonriente.

—Pero también hay cosas que me inquietan, Kookie — Le dijo mirándolo con cariño — Hay cosas que me molestan, cosas que me preocupan. Pero siempre me mantengo positivo, es raro que me dé por vencido.

—Ahora entiendo por qué me tienes tanta paciencia.

Taehyung apoyó el brazo en el respaldo del sillón. Quería acariciarle el cabello a Jungkook pero no sabía sí era lo  correcto. Entonces Jungkook apoyó su cabeza en el respaldo y Taehyung aprovechó ese momento para acariciarle la cabeza. Jungkook soltó un suspiro y cerró los ojos.

— ¿Cómo te sientes ahora Kookie?

—No lo sé.

—Tienes que dejarlo ir.

Taehyung le hacia mimos en el cabello y la respiración de Jeon empezaba a apaciguarse.

— Me cuesta aceptar que mi vida ya no será compartida con una persona que he querido por poco mas de dos años. T-tae... yo de verdad lo amaba.

Tae lo atrajo hacia él y Jungkook se acurrucó mientras bebía su latte.

— Que empieces a hablar en pasado es bueno. Tu amor por Yoongi en algún momento se acabará. Solo quedará como un bello recuerdo en tu corazón y en tu cabeza.

Jungkook acabó su latte y mordió su muffin. Luego volvió a acomodarse en el hombro de Taehyung.

— ¿Y tú como lo has hecho?

—¿Hacer qué?

—Superar al tal Hoseok.

—Acepté que la vida continuaba. Intentaba distraerme y hacer cosas que me gustaran. Luego de tres meses quise vencer mi miedo e intenté conocer personas nuevas. Yo sentía que lo seguía amando, pero a medida que los días iban pasando, me "olvidaba" de ese amor. Luego de un tiempo ya no sentía mucho, claramente lo extrañaba... extrañaba todo su ser, pero Hobi ya no estaba y yo no podía hacer nada al respecto.

—¿Tuviste otras parejas luego de él?

Tae se quedó pensando por un momento.

—Bueno... fueron siete largos años, siempre tuve citas. Muchas fueron un desastre y otras iban bien, pero los chicos con los que hablaba solo querían sexo, o dinero.

—Y supongo que a ti no te interesan esas cosas.

—No. Claramente — Tae acabó de comer su muffin — He soñado con un amor romántico como de los viejos tiempos. Donde las personas eran fieles a sus parejas hasta el final. Esas épocas en donde los hombres le enviaban cartas a sus esposas mientras estaban en la guerra o donde las flores eran más importantes que los celulares. Siempre he buscado algo así, y lamentablemente todavía no le he encontrado.

Jungkook lo oía con atención. Era interesante lo que Taehyung le platicaba. Una parte de él quiso oírlo para toda la eternidad.

La música de jazz sonaba de trasfondo en el hogar.

— ¿No has encontrado eso con Hoseok?

Tae negó con la cabeza.

— Hoseok y yo estuvimos tres años, pero yo no sentía esa cosa especial. Yo lo amaba, pero no lo amaba.

—No comprendo.

—Dicen que el primer amor es insuperable y que jamás podremos volver a encontrar ni sentir algo igual. Pero yo creo que cuando amas de verdad, con toda tu alma, se siente diferente. Mmm... creo que es algo como sentir el pecho relleno.

Eso hizo reír a Jungkook.

—Eres un alma muy vieja, Tae.

El mayor se separó para verlo un poco.

—¿Te estas burlando de mi? — Dijo juguetón.

—No, lo digo porque de verdad es así. Tu alma es muy vieja. Se nota que has aprendido muchas cosas en las vidas que has tenido antes.

—¿De verdad te crees eso de la reencarnación de alma?

Jungkook asintió con la cabeza.

— ¿Cómo explicas que te gusten todas estas cosas? ¿Cómo explicas que estés buscando algo que todavía no has encontrado? Suenas muy desesperado por encontrar a esa persona.

Taehyung hizo silencio y se quedó pensando.

—Si... mi casa parece vieja porque yo tuve la necesidad de decorarla así. Me gusta pintar y aprender cualquier tipo de cultura artística. Escucho música vieja y no me gusta la nueva, excepto algunos cantantes como Ed Sheeran.

—En resumidas palabras, eres un viejito.

Taehyung le pegó un golpe amistoso en el brazo y se rio con fuerza.

Jungkook también soltó una risa, pero no porque estuviera feliz, sino porque era él quien había hecho sonreír y brillar los ojos de Taehyung una vez más.