Capitulo 3
El día no mejoraba. Había salido del trabajo dos horas después del horario habitual, se había tenido que quedar a lavar los pisos del comedor ya que hubo varios niños vomitando. Sus compañeros habían consultado sobre lo que había sucedido y le habían comentado a Jeon que al parecer el día anterior varios habían asistido a una fiesta de cumpleaños y al parecer, el pastel estaba en mal estado.
Jungkook había dejado el piso reluciente, lo había limpiado tan bien que hasta podía ver su propio reflejo.
Jungkook cruzó la cuadra que lo separaba de la parada de taxis y cuando estaba por tomar uno, su celular sonó entre medio de la multitud. Jungkook tenía puesto un tono con la banda sonora principal de Avengers, por lo que un niño se giró a verlo y le gritó a su madre que ese chico era uno de los vengadores.
La madre del niño le sonrió a Jungkook y le dijo que su hijo siempre tenía ocurrencias de ese estilo. Jungkook no se rió, ni siquiera hizo una mueca, simplemente contestó su teléfono y esperó a que la persona que estuviera del otro lado saludara.
— ¡Hola Kookito!
Era su amigo, Park Jimin. El joven de cabellos rubios que había sido su único amigo en toda la secundaria y aún se seguían hablando (de vez en cuando)
— Hola — dijo Jungkook en un suspiro mientras se alejaba de la parada de taxis, no le hacía gracia que otras personas escucharan su conversación, así que simplemente siguió caminando y decidió hacer el camino hasta su casa a pie. Después de todo eran solo quince cuadras, podía con ello.
Al otro lado de la línea Jimin se percató de que su amigo no estaba teniendo un buen cumpleaños.
— ¿Qué tal va tu día? —le preguntó en vez de felicitarlo, algo le decía que no podía darle "el feliz cumpleaños" a Jeon.
Jungkook suspiró.
— No sé, normal supongo — Jungkook pasó de largo una panadería y se le ocurrió que podía comprar un pequeño pastel, pero cuando se acercó a la vidriera para ver los precios, no había pastel que comprar. Él siguió de largo apurando el paso, suponía que compraría unas galletitas Oreo en el supermercado abajo de su edificio como reemplazo de pastel de cumpleaños — ¿Qué quieres, Jimin? —le preguntó ya decidido a acabar con la conversación y que el mayor lo dejara en paz.
Jimin, al otro lado de la línea, se aclaró la garganta.
— Más tarde pensaba salir a cenar, ¿por qué no vienes? podemos ir por una pizza, o sushis... también soju.
— Ve tú, a mi no me apetece.
Jimin hizo un puchero, y luego se dio cuenta de que Jungkook no podía verlo, pues solo le estaba haciendo una llamada no una video llamada.
— Es tu cumpleaños, Kookito.
—¿Y qué tiene? No me apetece y ya — le dijo cruzando la calle sin darse cuenta que el semáforo había cambiando, al tiempo que Jungkook cruzaba un auto iba a toda velocidad en su dirección.
— ¡Oye cuidado! — le gritó un chico desde atrás al tiempo que lo empujaba con toda la fuerza que podía hacia su lado. El celular de Jungkook casi sale volando, pero lo sujetó a tiempo.
Un chico lo tenía agarrado contra su pecho al tiempo que todos los autos frenaban a mitad de la calle por su culpa. El chico separó a Jungkook para mirarlo y asegurarse de que estuviera bien.
Por un momento sus ojos conectaron y no existió más nada.
Hasta que las bocinas de los autos rompieron la ensoñación. El chico acompañó a Jungkook al otro lado de la acera mientras el menor se despertaba del shock temeroso en el que se encontraba.
—Ay, Dios... — le dijo el chico apoyandose en sus rodillas y luego se enderezó para verlo —ten más cuidado la próxima ¿sí? —le dijo con una voz gruesa y ronca.
Jungkook miraba la calle desconcertado. ¿Casi lo atropellaron?
Efectivamente.
— ¿Te encuentras bien? — volvió a preguntarle el chico de intensos ojos azules y cabello rubio enmarañado.
—Sí... — le dijo apenas viéndolo de reojo —gracias.
"supongo" fue lo que no le dijo.
Jungkook al ver su celular se percató de que la llamada se le había cortado, luego se giró para ver al chico y al semáforo.
— Creo que no me di cuenta — le dijo.
El otro chico le dio una palmadita en el hombro.
— No vuelvas a cruzar la calle estando con el celular, por favor —fue lo ultimo que le dijo antes de alejarse — ¡Ten lindo día! —le dijo con una sonrisa gigante y energética.
Jungkook no estaba teniendo un buen día.
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