Soñaba que estaba con él. Que podía volver a abrazarlo y a besarlo, pero sobre todo, soñaba que le decía lo mucho que lo seguía amando. 

Soñaba que le decía todas las cosas hermosas que jamás se había atrevido a decirle por vergüenza o por no sonar demasiado cursi. 

Soñaba que veían una película vieja después de la marcha lgbt. Soñaba que comían las dichosas palomitas y que luego iba a la cama a dormir y soñaba que Yoongi lo pateaba como siempre solía hacer cuando tenia el sueño pesado. 

Soñaba que estaba ahí, que todavía estaban juntos. 

Y por esa razón se despertó llorando. Por que no quería abandonar ese sueño. Quería quedarse ahí para siempre. 

Jungkook jamás había estado tan mal en esos casi seis meses. 

¿Cuántos días faltaban ya para que se cumplieran los seis meses? Jungkook tenía una laguna mental impresionante. No parecía registrar fechas ni el lugar en donde se encontraba. 

Aunque al abrir los ojos y ver el suero que tenia en el brazo se dio cuenta que estaba en un hospital. ¿En que momento había llegado ahí? pues él no recordaba haber salido de su casa. No recordaba nada, ni siquiera a Jimin al otro lado de puerta. 

Jungkook respiró profundo mientras inhalaba ese olor a medicamentos y hospital. ¿Le habían dado anestesia? ¿Por que se sentía tan tonto?

Él intentó incorporarse pero le dolían todos los músculos, posiblemente de haber estado llevando las cajas con la frutas en su trabajo. Aunque ya no recordaba eso. 

¿Porqué su vida tenía que resultar tan tétrica?

Jungkook vio a una enfermera pasar por el vidrio templado de la puerta y luego otra y otra. Se veía que estaban ocupadas y no había nadie a su lado para avisarle a algún enfermero que ya había despertado. Miró a su alrededor y tampoco vio ningún botón de llamada o lo que fuera. 

Se ve que tenía que esperar a que alguien se decidiera a entrar y lo viera despierto, porque apenas se podía mover y el suero que tenia en el brazo no lo ayudaba de nada. 

Jungkook notó que su celular y su billetera estaban en la mesa de luz.  Quería tomar agua  y allí no había ningún vaso de agua. Todavía sentía la garganta seca y el dolor de la angustia en su pecho. 

Alguien giró el pomo de la puerta y la abrió, Jungkook pensó que se encontraría con Jimin, pero no. Era Taehyung que venía con un ramito de flores en la mano. 

— ¡Ah estás despierto! — exclamó el mayor con una sonrisa de oreja a oreja y luego pasó al cuarto cerrando la puerta. Se sentó en una silla frente a Jungkook y le sonrió —Jimin me llamó para que viniera a cuidarte, es que lo llamaron del trabajo y no puede estar aquí. Pero no te preocupes que vine a relevarlo. 

¿Por qué Taehyung siempre tenía que oírse animado? Jungkook lo aborrecía. 

— Agua — hasta Jungkook mismo se sorprendió de lo ronca que había salido su voz. Empezó a toser al instante y Taehyung se levantó para servirle un vaso de agua que estaba en una mesa al lado de la puerta, se lo alcanzó y lo ayudó a beberla.

Jungkook bebió con tranquilidad, no quería atragantarse, así que luego le devolvió el vaso a Tae y el mayor lo dejó en la mesa de luz y se sentó otra vez en la silla. Jungkook cerró los ojos por un momento pero luego los volvió a abrir. 

— ¿Jimin te dijo que me gustan las Amapolas? — le preguntó señalando las flores que Taehyung había traído. 

El mayor negó con la cabeza. 

—Son mis flores favoritas — le contó el mayor y las dejó en la mesa de luz — por la escena en la película de...

— El mago de Oz — terminó Jungkook la frase —el campo de amapolas que hace dormir a los personajes, sí... 

Tae sonrió. 

— Es una película muy hermosa. 

— En realidad el trasfondo de la película es una mierda — Jungkook no tenía ánimos para hablar pero su cerebro no le obedecía — Los actores y los productores abusaban a la protagonista entre las escenas. Por eso prefiero la película nueva. 

Tae se quedó con la boca abierta. 

— No lo sabía. 

—Yoongi me lo contó — le dijo y quiso no hacerlo. 

Se sentía extraño pronunciar ese nombre en voz alta. Yoongi no estaba y él no tenía porque decir su nombre. 

Jungkook cerró los ojos otra vez y se le cerró la garganta. Quería llorar de nuevo y estaba haciendo todo lo que podía por controlarse. 

— Aun así me gustan las Amapolas. Huelen bien — dijo Tae —son relajantes. 

— En realidad asocias las amapolas con algo que te relaja por culpa de la película. Me hacen el mismo efecto, pero las personas que no vieron la película simplemente dicen que huelen mal. 

— Son exquisitas. 

—Lo son. 

Se hizo un silencio en el que Taehyung se levantó y se retiró para llamar a algún enfermero que atendiera  a Jungkook. El mayor volvió a entrar y le dijo:

—Ahora vendrán a verte ¿sí? Parece que tuviste un ataque de ansiedad cuando Jimin te encontró en tu casa. 

— Es posible. 

Tae se sentó en la cama a su lado. 

— Hoy por la mañana tampoco te veías muy bien. 

— Nunca me veo bien — replicó el menor mirando para otro lado. Taehyung le puso la palma de la mano en la frente para saber si tenía fiebre, pero el menor estaba bien.

Un medico entró y Taehyung tuvo que retirarse. 

— Más tarde te llevaré a tu casa, Koo —le dijo antes de salir por la puerta.