Jungkook llegó a su casa y le dio de comer a sus peces. Se fue a sentar al sillón y se quedó mirando la televisión apagada. 

Le dolía la garganta. Quería llorar. 

De vez en cuando lloraba y lo detestaba porque se le tapaba la nariz y eso no lo dejaba respirar correctamente y cuando no podía respirar le daban ataques de ansiedad. Él vivía solo por lo que no tenía a nadie que lo ayudara a calmarse. 

Le estaba temblando el labio otra vez. Se sentía mal y lo único que quería hacer era llorar y gritar.  ¿Por qué Taehyung se había tomado la molestia de regalarle algo? apenas lo conocía de verlo. No sabían nada el uno del otro. 

"Un tonto regalo". Bueno pero quizás ese regalo significaba otra cosa. "interés" pensó Jungkook y luego su mente volvió a maquinar que nadie estaría interesado en él. 

Pues él tampoco quería estar interesado en nadie, y que Taehyung tuviera la apariencia de un súper modelo no ayudaba demasiado. 

Jungkook subió las rodillas hasta su pecho y escondió su cabeza. Ya había empezado a llorar y a pensar en Yoongi una vez más. Hacia un mes que no lo lloraba a diario, creía que se le había pasado, pero evidentemente la herida seguía abierta.  Jungkook creía que jamás sanaría y él tampoco se tomaba muchas molestias para sanarla. 

Estaba bien con su vida de amargado. 

Pero en realidad Jungkook tenía miedo, mucho miedo. Se culpaba por la muerte de Yoongi, pues él le había pedido que fuera a comprar las estúpidas palomitas al estúpido supermercado. 

Había sido su culpa que Yoongi se desviara del camino. Si él no le hubiera pedido que fuera a comprar las palomitas, nadie lo hubiera atacado. Nadie lo hubiera llamado de malas maneras y nadie lo hubiese asesinado a sangre fría y por nada. No le habían robado, pues hubo un testigo que estaba en un departamento cercano a donde ocurrió el incidente. El testigo le dijo todo lo que había pasado y Jungkook se enojó porque no había llamado a la policía antes de que esos idiotas terminaran de sacarse la bronca. 

El testigo le dijo que no tenía por qué defender a un "maldito travesti".

A partir de ese momento Jungkook empezó a pensar que el mundo era cruel, muy cruel. Se cerró por completo a cualquier emoción que no fuera la ira y el hartazgo y así había vivido durante seis malditos meses  quizás lo que restaba de su existencia. 

Jungkook se creía un asesino por haberle pedido a Yoongi que fuera a comprar las palomitas. Había sido su culpa y eso se le había quedado grabado en la cabeza desde el momento en el que vio el cuerpo tapado en las noticias. 

Lo había reconocido por los zapatos. Esos tontos zapatos sin lustrar y gastados de tanto uso.

Jungkook soltó un sollozo en medio de su solitario hogar. El cuerpo le temblaba y ya estaba hiperventilando. Su angustia no se iba y no se iría con nada. 

En eso su celular sonó y Jungkook lo tomó con los dedos como gelatina. Le costó mucho apretar el botón táctil de "contestar". 

Jungkook hizo silencio y esperó a que Jimin le hablara:

— Hola Kookie — Jungkook seguía sin hacer ruido, no quería que supiera que estaba llorando — Oye, escucha, más tardé iré al Árcade de juegos con Jennie. Vamos a pasar un buen rato y habrá descuentos ¿no quieres venir?

Jungkook se quedó mirando el celular y luego le cortó la llamada. 

El corazón le dolía, su cuerpo temblaba y tenía frío, mucho frío. El menor miró hacia la ventana, pero estaba cerrada, no había viento dentro de la casa, era él y sus gélidas emociones.

Estaba tan roto y lo peor era que en parte culpaba al pobre Yoongi por sentirse así. Sentía que lo había abandonado. Ellos tenían una vida entera planeada, incluso habían hablado sobre adoptar un niño en unos cuantos años. Yoongi se había mostrado un poco reacio con la idea de adoptar a una criaturita, pero finalmente Jungkook lo había convencido dos meses antes de que falleciera injustamente. 

Su amor había sido único y Jungkook sabía perfectamente que si no se casaba con Yoongi, pasaría a convertirse en su peor ruptura amorosa (si algun dia terminaban). Para él no había amor igual a ese que había sentido. De hecho, pensaba que era incapaz de volver a amar o incluso a querer a alguien. 

Sentía que las emociones se le habían agotado. 

Para él era imposible volver a enamorarse. No habría nadie igual a Yoongi...