CAPITULO 24
CAPITULO 24
—Muy bien, tú puedes Aurora.
Se animó a sí misma antes de hacer una bola de energía en sus manos, había colocado 4 botellas en línea frente a ella y trataría de levantarlas o romperlas, lo que ocurriese primero. Las horas habían pasado y solamente pudo levantar dos con éxito, al parecer usar su telequinesis era un poco mas sencillo de usar que la magia de ataque, puesto que las dos restantes botellas se mantenían como al principio, intactas. Al lanzar aquella energía esta logro mover solamente un poco ambos objetos ¿Por qué había sido tan fácil usar esa magia en el campo de futbol? Se preguntó, pero esa respuesta fue contestada por su hermano aquella noche que regresaron después de conseguir la roca.
—Hay un patrón cada vez lograr usas tu magia de combate -Aurora espero que continuara- y es que cada vez que sale a flote, es por qué quieres proteger a alguien o algo.
—Entonces... en pocas palabras, la magia al ser de ataque esta solo puede usarse para proteger. y no para lastimar deliveradamente
—O protegerte también.
Quien diría que Alexander se acomodaría muy bien ante el nuevo descubrimiento de la magia para la peli azul fue sin duda increíble que su hermano, al ser un chico de la ciencia y tecnología, se aceptara casi fácilmente el hecho de que la magia exista.
— ¿Cómo es que conseguiste dominar la magia Diana? —se preguntó en voz baja, ahora no tenía ninguna duda de que tenía un lazo con aquella guardiana antigua ¿pero de qué forma? La única respuesta que se le ocurría fue el relato que le conto su madre hace tiempo sobre el tener una antepasada que era una diosa o algo así, pero no podía ser— ¿Qué tengo que ver contigo? ....
Rendida y cansada de usar su magia, la joven Anderson se dejó caer al suelo. El cielo se encontraba casi despejado con solo unas pequeñas nubes sobre él. El cantar de algunos pájaros se lograba escuchar cerca de su casa. El césped debajo de ella, aunque daba un poco de picazón, no hubo queja alguna por parte de la peli azul, pues se encontraba más sumergida en sus pensamientos.
Magia
La voz de una mujer
Símbolos en sus hombros
Sueños fragmentados
Antepasada Magica
Esas era la lista que mejor resumía las cosas que le ocurrían Aurora ¿Una posible antepasada mágica? Posiblemente. Sin mencionar que si Diana y su antepasada en verdad son la misma persona...eso sin duda será una completa locura, pero por el momento era lo único coherente que tenía en esos momentos, aunque posiblemente la coherencia ya no sea necesaria en estos momentos.
— ¡Mi cabeza explotara! —suspiro estirando sus brazos hacia arriba para luego dejarlos caer, tantas cosas sin duda la volvería loca y eso que no contaba los sueños que hace tiempo no ha tenido.
El sonido de su teléfono la saco de sus pensamientos.
— ¿Bueno?
— ¡Aurora!
La voz de Jim la hizo sonreír.
— Te escuchas feliz ¿paso algo bueno?
—Ni te imaginas —respondió— ¡Blinky se transformó en humano! Tienes que verlo por ti misma, ven a mi casa en 5 minutos. Avísales a los demás también ¡adiós!
Al colgar, Aurora no pudo evitar extrañarse ¿acaso había escuchado bien? ¿Blinky humano? Los segundos pasaron tratando de procesar la información, pero justo cuando les enviaba un mensaje a Toby y Clara fue que al fin su cabeza dio un ding ¡Blinky se transformó en humano!
— ¡Debe ser una broma!
Envió el mensaje y rápidamente corrió hacia el interior de su casa por su mochila.
-.-.-.-.-.-
Aurora entro corriendo a la casa del azabache, logrando captar la atención de todos, menos de alguien que mantenía la cabeza metida en el refrigerador.
—Ahora...podrías explicarme eso...que me dijiste...por teléfono ¿Cómo es que...?
— ¡Hay tanto que quiero hacer, tanto que no he visto —exclamó con emoción aquella persona que salía de la nevera, Aurora se quedó estática en su lugar, conocería esa voz en donde fuera.
—No era una broma... —soltó sorprendida caminando hasta la par de Jim— ¿de verdad es él?
—En carne y hueso —respondió el azabache viendo extrañado como Blinky comía sin querer parar encantando.
—Hola joven Aurora —saludo recibiendo un leve saludo por la peli azul— ¿saben? La comida humana nunca me ha gustado —llevo otro bocado a la boca—pero el sabor, la textura. Ojala tuviera mis dos brazos más para comer más rápido ¿Cómo dices que se llama esta cocina?
Ambos adolescentes intercambiaron por breves momentos la mirada.
—Son...sobras —respondió Jim.
—Ni siquiera puedo mirarte —soltó divertido NoEnrique desde el fregadero— tu cuerpo es como una salchicha vieja que estuvo demasiado tiempo en la parrilla.
— ¿Te has mirado en un espejo? —contrataco la peli azul con ironía ganándose un puchero por parte del cambiante— a todo esto ¿Qué haces aquí?
— ¿Y quién lo invito? —pregunto Blinky con molestia.
—Oigan, es aburrido estar en una cuna todo el día —se quejó—cuando oí que cambiaste, no sabía que serias un flan de caramelo gordo y calvo —se burló el cambiante entre risas, Blinky solo se limitó a mirarlo mal mientras se llenaba la boca de crema batida.
La joven Anderson y el azabache negaron en dirección hacia el troll verde.
—No tuve tiempo de decirte —interrumpió Draal ganándose la atención de ambos— mientras buscabas la roca, ese cambiante Strickler dejo a tu madre aquí afuera.
—Sí, lo sé —suspiro con molestia el azabache dejando su cuchara en el tazón— me lo tope cuando salía.
—Pero tal vez, lo que no viste fue que el... —comenzó a balbucear Draal al tratar de encontrar la palabra para describir aquella escena que vio.
Jim solamente le miraba algo extrañado.
— ¿El...? —cuestionó Aurora tratando de que el gran troll prosiguiera.
—Restregó su cara con...la Barbara.
— ¡¿EL QUE?! —grito el azabache al escucharlo, olvidándose por completo que tenía un tazón en sus manos que no dudo en dejarlos caer, pero estos fueron tomados rápidamente por la de diadema rosa con su magia que, estaba igual de sorprendida.
—Esto no es bueno... —murmuro Aurora regresándose el recipiente al de ojos azules.
— ¿Cuál es la palabra que usan? ¿Besar? —pregunto con duda Draal. Jim azoto su plato en la mesa con enojo— debí haberlo acabado —se dijo así mismo con molestia.
—Sí, debiste —concordó Jim molesto.
—Lake—le reprocho Aurora al ver como Draal había bajado la mirada con pesar.
Jim volteo a verla por unos momentos para suspirar al final, no había razón alguna para enojarse con Draal, él no había hecho nada malo.
—Quiero decir no, no. Hizo un hechizo, si alguien lo lastima, lastima a mi mamá —soltó un quejido de irritación— está asediando a mi mamá.
—Está tratando de enfurecerte, cazatroles —dijo Draal.
—Tiene razón, no puedes caer ante sus provocaciones, Jim —apoyó Aurora colocando su mano en el hombro de este.
El azabache toco con delicadeza la mano en su hombro dándole leves caricias, tenían razón, no podía caer ante los juegos del cambiante.
—Cabeza semi-solida, pero el exterior es muy suave y esponjoso —la voz de Blinky lo hizo voltear hacia él, viendo como este se encontraba viendo su reflejo en un cucharon de la cocina— ¿Cómo mantiene todo dentro?
Ambos adolescentes negaron divertidos, pero el sonido de un gruñido proveniente del estómago de Blinky los hizo fruncir el ceño.
—Creo que mi estómago quiere comunicarse conmigo —NoEnrique rápidamente se acercó a él.
—No es tu estómago, compadre. Después de comer un buffet así, ese tubo interno carnoso está a punto de echar la basura —le explico el pequeño cambiante con una sonrisa divertida.
Aurora y Jim no dudaron en hacer una mueca ante la mención de ello, viendo como Blinky no dudo en perder más tiempo y comenzó a correr hacia el baño.
— ¿Creen que estará bien? —pregunto la peli azul.
El sonido de un golpe se escuchó.
— ¡Esto es absurdo! ¿Cómo funcionan con solo dos ojos? —se quejó Blinky a lo lejos.
—Lo estará —contesto Jim para después voltearse hacia Draal— por casualidad ¿no sabes quien trajo Strickler de con él o sí?
—Como un troll de dos metros con cuernos grandes y un bastón extraño —explicó Aurora con un poco más de detalle.
—Lo siento, eso no lo sé.
—Sí, bueno tampoco nosotros —contesto el azabache algo desanimado.
El sonido proveniente de la puerta llamo la atención de todos.
—No creo que sea tu madre, tal vez solo... —pero el sonido de la puerta de auto cerrarse la callo— oh no...
— ¡Mamá llego, escóndanse todos! —grito Jim hacia ambos troles que ahora solamente les miraba en pánico.
Draal sin pensarlo fue a esconderse al sótano, Aurora se dispuso a recoger las cosas que Blinky había sacado de la nevera y tirando la basura que había dejado al momento. NoEnrique comenzó a entrar en pánico comenzando a mirar hacia todos lados tratando de encontrar un escondite.
El sonido de la cadena del baño hizo paralizar por unos segundos al azabache.
—¡Ay no, Blinky!
Jim tomó rápidamente al pequeño cambiante para intentar esconderlo dentro del refrigerador, pero este se negaba por completo esconderse en ese lugar, dando comienzo una pequeña pelea entre ambos.
— ¡Solo escóndete! —reclamo la peli azul en un susurro comenzando ayudar al de ojos azules al tratar de meterlo a la nevera.
Cuando por fin lograron esconderlo, la paz no duro tanto para ambos pues ahora se escuchaban quejidos de dolor y varias amenazas de ser cinta naranja en la entrada.
— ¡Por favor, no más mujer violenta!
— ¡Señora Lake!
— ¡Mamá! Espera, está con nosotros —Jim rápidamente se interpuso entre el mayor y su madre, Aurora se acercó rápidamente a este para ayudarlo a levantarse.
— ¿Jim? —dijo extrañada Barbara—espera, espera lo siento ¿Quién es?
—Él es... —comenzó a balbucear el menor tratando de encontrar alguna respuesta.
—Soy...—le siguió Blinky mientras tallaba sus ojos.
— ¡El señor Blinky! —exclamó Aurora rápidamente con una sonrisa, ambos hombres la voltearon a ver sorprendidos. La joven golpeo disimuladamente el brazo del azabache, logrando que este captara al instante. Barbaba comenzó ayudarlos a levantar al hombre del suelo.
— ¡Exacto! Mamá, él es el señor Blinky —presento Jim.
Al escuchar aquello, la mujer rápidamente soltó al hombre logrando que los tres cayeran esta vez al suelo, coloco sus manos en sus costados con seriedad.
—Muy bien ¿Qué hizo Jim ahora?
Blinky negó rápidamente.
—Jim no está en problemas, vine aquí a... ¡ayudar! —respondió el hombre poniéndose de pie al igual que ambos adolescentes poniendo una sonrisa inocente.
—Sí, es nuestro asesor académico de la escuela —concordó el azabache.
— ¿Desde cuándo los asesores académicos atienden en casa?
—Es que es nuevo, señora Lake —respondió Aurora.
—El director Strickler lo acaba de traer.
Los tres se dieron una sonrisa en complicidad con disimulo, pero la mayor solamente levanto su ceja no muy convencida.
—¿Le importa si hablamos a solas?
Ambos adultos se apartaron un poco de los jóvenes, el hombre comenzó a dar un pequeño discurso sobre como había sido Jim al comienzo, su conducta y lo que pensaba sobre ello. Ambos adolescentes le hacían señales de aprobación desde atrás, al parecer estaba manejando muy bien la situación, pero de repente saco el tema sobre el padre de Jim haciendo que este comenzara a negar ante la mención y Aurora no pudo evitar sentirse un poco incomoda, sabía que el tema de su padre no era algo que le gustara hablar al azabache, pues para él no podía importarle menos el hombre.
Ambos dejaron de hacer señas cuando la pelirroja volteo a ver a su hijo. La peli azul entendió aquella mirada que le dedicaba al azabache así que se hizo a un lado para darles espacio.
—Cariño, si necesitabas hablar con alguien...
—Bueno, es que... siempre estás trabajando...
— ¿Por eso es todo esto? —cuestiono Barbara colocando sus manos en los hombros del menor— los problemas en los que te has metido, regresar tarde y la conducta extraña.
—La carta —le recordó Jim, una idea había cruzado por su mente— no estaba seguro de cómo decírtelo y tenía que decírselo a alguien, y el señor Blinky me ha ayudado con muchas cosas.
— ¿Señor Blinky? —pregunto la mayor extrañada.
—Es búlgaro —respondió el hombre— se pronuncia Blink G.
Madre e hijo no dudaron en darse un abrazo, llevaban demasiado tiempo peleados que para ambos esto, ya era un gran respiro y alivio, las cosas estaban arregladas al fin. Aurora al ver la escena, no pudo evitar sonreír un poco ante el momento.
—Se lo agradezco mucho, señor Blinky —agradeció Barbara volteando hacia él.
—Blink G —corrió el hombre amablemente.
—Y lamento haberle dado esa patada.
—El dolor es tolerable ¿verdad, señor Blinky? —pregunto Aurora haciendo que este asintiera.
—Bueno, si puedo ser de alguna ayuda ¿sabe qué? Le anotare mi teléfono —la mayor comenzó a dirigirse a la cocina con una sonrisa— puede llamarme en cualquier momento —dicho esto desapareció en la cocina, dejando a los tres nuevamente.
—Eso salió bien —sonrió Aurora.
—Pero saben que no me interesa mi padre —susurro el azabache.
—Ahora si —respondió Blinky.
Al ver regresar a la mayor los hizo callarse de inmediato.
—Si esto ayuda a Jim a resolver ya sabe, lo que esta... bueno, lo que estemos pasando —comento Barbara entregándole el papel con su número— solo quiero ser un apoyo y... avíseme si hay algo que pueda hacer.
—Bueno, ya que es doctora, tengo un problema en el estómago...
Ambos adolescentes le dieron un codazo haciéndolo callar al instante, ya sabían lo que le iba a decir a la mujer y lo que menos querían eran más preguntas. La puerta principal fue abierta de repente, mostrando la llegada de otros dos adolescentes entrando a la casa.
— ¡Aurora, Jim! ¿Es cierto? ¿De verdad es cierto? —pregunto Clara incrédula.
—Vinimos tan pronto Aurora nos mandó el mens...—iba a continuar, pero Toby se percató de la presencia de la mayor— Hola doctora L.
Sin embargo, Clara no pudo evitar expresar su asombro al ver el hombre frente a ellos.
—Así que es cierto —soltó impresionada la castaña, pero detrás de la pelirroja vio como Aurora le hacía señales recordándole la presencia de la mujer— es cierto... que puedas llegar de aquí a la escuela en menos de diez minutos.
Domzalski comenzó acercarse con asombro y soltando un pequeño chillido hacia Blinky, comenzado a tocar su cara para luego mover los brazos de este en varias direcciones inspeccionándolo con emoción.
—Solo le estaba presentando a mi madre al señor Blinky, nuestro asesor académico ¿verdad Aurora?—dijo Jim con una sonrisa forzada, la peli azul asintió. El de frenos capto la pequeña mentira guiñándole el ojo.
—Mucho gusto —saludo Toby.
—Gusto en verlo otra vez —intervino Núñez llegando a la par del castaño mientras sostenía al cambiante, en su forma de bebé y temblando de frio, en brazos.
Barbara la miro confundida.
— ¿Le importa si nos llevamos a los chicos y al señor Blinky? —pregunto Clara hacia la mayor.
—Si claro, adelante... —contesto sin dejar de ver al hermano de la castaña con extrañez ¿acaso se estaba perdiendo de algo? Se preguntó.
El azabache fue el primero en acercarse para abrir la puerta, dejando salir a todos primero.
—Cielo —llamó Barbara— ¿Clara entro con ese bebé?
—No, el entro caminando y nos pidió que lo llevemos —respondido divertido— por favor ma —dicho esto, dejo un beso en la mejilla y corrió hacia lo demás.
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