CAPITULO 11
CAPITULO 11
Alexander se encontraba llamando a sus padres en esos momentos desesperados ¿Qué más podía hacer? Hace tan solo unos instantes había presenciado como su hermana de la nada comenzó a irse volando a gran velocidad con una extraña aura saliendo de sus manos y un brillo igual de extraño en sus ojos. El buzón de voz fue lo único que pudo escuchar.
-¡¿Qué puedo hacer?! –exclamó desesperado comenzando a tallarse la cabeza- está bien, está bien. Es una situación desesperada que requiere medidas desesperadas.
Comenzó arrodillarse para luego juntar ambas manos y cerrar sus ojos con fuerza.
-Querido señor, soy Alexander Anderson–comenzó a decir- mi abuela y mi mamá son amigas tuyas. Yo sé que sabes que he pasado toda mi vida negando que existes...
-Alex...
-¡Y voy a continuar haciéndolo! –Se levantó rápidamente hacia donde provenía la voz de su hermana- ¡Aurora!
El pelinegro corrió rápidamente hacia ella al verla caminando con dificultad, pero al dar un paso más, Aurora estuvo a punto de caer logrando que Alex pudiera sostenerla a tiempo.
-Tienes mucho que explicarme, pero lo harás una vez que descanses –regaño el pelinegro pasando su brazo por su cuello para ayudarla a caminar.
-Solo...no le digas a nuestros padres –dijo con voz cansada.
-Está bien, pero entremos antes de que pase algo más.
Ambos hermanos Anderson entraron a su hogar donde parecía no a ver ninguna señal de sus padres, dándoles la oportunidad de ir con más libertad por su casa.
-¿Segura que estas bien? –pregunto una vez que pudo acostar y arropar a su hermana.
-Descansare y estaré...mejor...
Segundos después, Aurora cayó perdidamente dormida y Alexander por fin pudo dejarse caer en la silla soltando un gran suspiro de cansancio.
-No entiendo lo que sucede... -murmuro para sí mismo volteando a ver a la peli azul- pero ahora sí puedo decir que eres adoptada –dijo en broma con voz divertida.
Fue entonces que recordó la reacción de Aurora al llegar, pudo notar como no se encontraba asustada para nada, así que una idea cruzo por su mente; ella ya tenía conocimiento sobre ello ¿pero desde cuándo? ¿Por qué no me lo dijo? Esas eran las preguntas que cruzaban por su mente y fue entonces que un clic hizo en su cabeza.
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Esa misma madrugada, el joven Lake regresaba a su habitación con un ligero tic, consecuencia de su reciente combate.
-Jimbo ¿estás ahí?
La voz de Toby se escuchó mediante la radio que ambos compartían.
-¿Qué pasa Tobes? Ya iba irme a dormir –dijo con voz cansada.
-¿Aun no recuerdas su cara?
-Por tercera vez, no –bostezo- ¿seguro de lo que viste? Tal vez haya sido tu imaginación.
-AAARRRGGHH también lo vio y no creo que ambos tengamos la misma imaginación, Jimbo –soltó el castaño- la hubieras visto ¡llego solo para salvarte! Al parecer ya tienes una nueva admiradora mágica.
-No lo creo, Tobes. Ya mañana podemos investigarlo en los libros de Blinky o le pregunto a Draal si hay alguna criatura como la describiste
Después a ver derrotado al merodeador, Toby rápidamente le explico lo que había pasado momentos antes de que cobrara la conciencia el azabache, pero Jim solamente se le hacía difícil de creer, pero no imposible. Así que, investigaría sobre ello en Mercado Troll o preguntarle a Draal sobre si hay uno de ellos con esas características o fue simplemente pura imaginación de su mejor amigo.
-Bueno, te dejo porque luego nana cree que hay fantasmas si hago ruidos en la noche, martillo de guerra fuera.
Jim dejo la radio en su escritorio, notando como su mochila estaba abierta a la par sobresaliendo el regalo que había recibido de la peli azul. Había pensado abrirlo por la mañana temprano, pero ahora no podría dormir hasta saber que era, así que se dispuso abrirlo.
-Es un fénix azul...
Al abrir la cajita pudo sacar un sencillo collar que tenía como adorno a un fénix extendiendo libremente tus alas, pero al quitar dicho colgante había una carta detrás.
"Cuenta vieja historia que hace tiempo existió un ave fénix, guardián de la noche, pero triste porque ya se cansado de pelear tanto. Así que, un día encontró una hermosa laguna a mitad del bosque que se encontraba repleto de flores de loto y así, se dispuso a dormir sobre ellas, sin saber que aquellas flores eran el espíritu de una hermosa mujer. Cuando vio al fénix durmiendo en sus flores, quedo encantada por la gran belleza que poseía el ave, en cambio, este reacciono de una manera reacia y se fue de ahí, pero a la siguiente noche volvió a visitar la laguna encontrándose nuevamente con aquel espíritu. Pasaron los años y el fénix iba sin falta cada noche a la laguna, pero un día de repente, esta se secó. Las flores de lotos se encontraban a punto de dejar caer su último pétalo y con ello, el espíritu desaparecería dándole unas últimas palabras a este:
¿Sabes que puedo ver en ti? Veo una gran habilidad para encontrar soluciones a situaciones adversas que les presenta la vida, no te rindas y sigue luchando.
Con cariño; Aurora
-¿Cómo es que sabes tantas historias, Aurora? –dijo divertido sonriendo hacia el collar. Volteo hacia su ventana donde podía verse un poco la ventana de la peli azul- gracias...
Los regalos de Aurora, Toby, Blinky y su madre, lo hizo pensar por unos momentos que tal vez festejar un poco su cumpleaños no sea tan malo, pero solo un poco.
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-Bular usara tus distracciones como una oportunidad para arrancar tu cabeza de tus hombros –señalo Draal mandándolo al suelo.
Jim trago en seco al escuchar eso.
-¿Qué te tiene tan distraído esta noche? –pregunto el troll azul al ver como durante todo el entrenamiento podía derribar muy fácil al muchacho.
-No lo entenderías –respondió desanimado apunto de levantarse, pero fue lanzando nuevamente por Draal cayendo boca abajo en el césped.
-Yo soy el hijo del anterior cazatroles, cazatroles –soltó el troll en un gruñido.
-Estoy un poco preocupado por besar a Aurora –respondió rápidamente.
Draal lo observo confundido.
-No lo entiendo.
-La obra escolar Romeo y Julieta, ensayaremos la escena del beso –explico el azabache sentándose en el suelo- y tengo que besarla mañana –dijo preocupado volviendo acostarse en el césped.
-¿Besarla? –Pregunto extrañado sentándose en una gran piedra frente al adolescente- ¿Qué es eso de besar?
-Es cuando dos personas se gustan, ponen sus bocas juntas y dependiendo de cuanto se gusten dura más el beso –explico el azabache tratando de explicarlo con sus manos- puede durar horas incluso.
El de cuernos soltó un sonido de asco.
-Es asqueroso. Matar suena más sencillo.
Jim rodo los ojos divertido haciendo desaparecer su armadura.
-Draal, me gusta de verdad –admitió sincero- si estropeo nuestro primer beso tal vez no haya un segundo o tercero.
-Tienes miedo –soltó el de cuernos.
-Lo se... la primera regla: siempre tener miedo –soltó un suspiro dándole la espalda al troll azul- pero eso es con troles no con chicas. Las chicas son todo lo opuesto a los troles.
Draal veía sin duda la preocupación del cazatrolles, así que como única solución que pudo encontrar y ofrecerle al humano fue el que usara un tótem que lograría hacer que todo el miedo que guardara dentro de si se esfumara, llenándolo de valentía. Jim al escuchar aquello le pareció una gran idea el usarlo sin saber que era todo menos una buena idea.
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-¿Qué te parece practicar en el bosque? –pregunto Alexander.
Desde que había despertado hace tan solo unos días, su hermano no paraba de llenarlo de preguntas sobre al parecer, los poderes de la peli azul. Aurora sin rechistar contesto cada una de ellas, desde esos sueños extraños que tuvo hace tiempo como la voz igual de extraña que a veces escuchaba en su cabeza.
¿Segura que no estarás perdiendo la cabeza? Fue una de las preguntas que hizo Alexander.
Pero al intentar nuevamente aquel poder extraño que había descubierto, el pelinegro no dejaba de estar asombrado, incitándola a que comenzara a practicar con sus poderes al finalizar la obra ya que, después de eso ya tendría mucho tiempo libre. Aurora acepto divertida aquello, ahora podía sentir un poco la carga de sus hombros desaparecer al por fin contárselo a alguien.
-Podríamos llevar algunas cosas viejas del ático para practicar con ellas –sugirió Aurora.
-¡Buena idea! Estaba a punto de ofrecer mis herramientas, pero las del ático es una mejor idea
-¡Anderson al salón! –grito el entrenador que estaba en camino hacia el aula.
-El señor gym se acerca ¡nos vemos! –se despidió el pelinegro alejándose de su hermana.
Aurora rodo los ojos divertida entrando al salón.
-El señor Strickler no vendrá hoy, lo sustituiré –informo el entrenador- me pidió enseñarles algo de historia así que, sin más preámbulos veremos Arma Robot tres –solo emocionado apagando las luces y dándole comienzo a la película.
-¿Nerviosa Julieta? –canturreo divertida Clara en voz baja.
-¿Por qué debería? –contesto en voz baja mirándola divertida y confundida.
-No me digas que lo olvidaste ¿cierto? –pregunto la castaña levantando su ceja divertida.
Aurora desvió la mirada por unos momentos extrañada ¿se le estaba olvídalo algo? Regreso la mirada hacia su mejor amiga a un sin entender.
-Tú y Jim ensayaran hoy la escena del beso de la obra.
La peli azul se había quedado en blanco por completo ocasionando que el lápiz que detenía la mano se cayera al suelo. Clara rio en voz baja ante la reacción de su mejor amiga, sin duda parecía a verlo olvidado por completo. Aurora reacciono rápidamente para recoger su lápiz del suelo y voltear hacia Núñez.
-¿Cómo que es hoy? –Clara asintió dejando de reír – lo había olvidado por completo ¿Cómo se te ocurre recordármelo? Ahora podría quedar paralizada durante el ensayo o peor ¡podría incluso vomitar de los nervios!
-Tranquila, lo harás bien –relajo dándole unas palmadas en el hombro- piensa que solo besaras al chico de tus sueños y al amor de tu vida.
Aurora la miro seriamente por unos momentos haciendo que Clara volviera a contener la risa.
-¡No es divertido! Juro que podría quedarme paralizada ahora mismo –soltó la de diadema rosa comenzando a jugar con su lápiz pasándola de una mano a otra.
Sin saber que desde los asientos de atrás, ambos chicos miraban con disimulo hacia la joven Anderson.
-Así que hoy es el gran día, el beso memorable –dijo el castaño con drama para luego darle un ligero golpe de codo al azabache- ¿trajiste mentas?
Jim volteo hacia su mochila abriéndola un poco dejando ver un pequeño collar con una piedra verde brillante, pero al escuchar a su amigo cerro esta rápidamente.
-Me sudan las manos ¿y si hago algo raro? ¿Y si no puedo respirar? ¿Cómo puede estar tranquila? –soltó Jim preocupado con nerviosismo señalando hacia la peli azul que avista de ambos chicos se veía totalmente normal, sin embargo, Aurora podía jurar que estaba totalmente nerviosa apunto del desmayo.
-No tienes que fingir corazón –intervino Mary coqueta desde el asiento de atrás de Aurora haciendo que ambas voltearan a verla- se perfectamente que es lo único en lo que estás pensando.
Clara y Mary se dieron una mirada de complicidad, la joven Anderson rodo los ojos.
-Solo es actuación chicas –dijo sin más volteando hacia el frente. No quería estar más nerviosa de lo que ya estaba- nada más.
-Si claro, nada más que un poco de esto –se burlaron ambas comenzando hacer movimientos como si besaran a alguien.
Ahora las orejas de la peli azul no estaba rojas, el color carmesí se había recorrido por completo a su rostro.
-Chicas –soltó con risa nerviosa hacia ambas. Le había hecho gracia el actuar de sus amigas.
Sin querer, en un momento Aurora y Jim chocaron miradas, pero rápidamente la apartaron sonrojados. Sin duda alguna, los estaban igual de nerviosos por el ensayo. Clara y Wang al ver la actitud de su amiga volvieron a sonreír cómplices.
-Lo que ustedes necesitan es una clasecita de química –dijo Mary levantándose de su lugar, Clara le guiño un ojo a su mejor amiga para colocarse en donde antes estaba sentada la asiática.
Aurora vio como Wang se dirigía hacia el azabache.
-Espera Mary ¡no! –grito en un susurro al intentar detener a la de ojos rasgados.
-Entrenador Lawrence, Jim está sentando en mi lugar –se quejó en voz alta apuntando hacia Lake que la miraba totalmente confundido.
-Lake, devuélvele su lugar.
El de ojos azules no le quedo de otra que irse de su asiento, no sin antes de mirar a la pelinegra con reproche sentándose en lugar que antes ocupaba Clara. Rio nervioso hacia Aurora recibiendo solo una pequeña sonrisa para centrar su atención en su cuaderno comenzando hacer garabatos tratando de disimular su nerviosismo.
Jim volteo hacia Toby esperando algún consejo, pero el castaño solo lo animo para que le hablara. El azabache volteo por unos momentos hacia la peli azul viendo como estaba concentrada en su cuaderno, un suspiro salió de su boca volteo hacia dentro de su mochila notando el tótem entre sus libros.
Espero que funcione. Rogo en su mente antes de colocarse el collar.
Los ojos del azabache dieron un ligero brillo verde para después volver a su color habitual, el miedo se había ido.
-Entonces... -hablo sin pena- es extraño ¿cierto?
Aurora volteo a verlo.
-Y dicen que la comedia es difícil –rio nerviosa dejando en paz su lápiz.
-Estoy de acuerdo.
-¿Lo puedes creer? es como si ahora a toda la escuela le interesara la obra –comento Aurora viendo como el azabache pegaba su banco a la de ella.
-Te digo algo –se acercó un poco más a la peli azul comenzando a susurrarle- Toby incluso me dio unas mentas –confeso el azabache haciendo reír nerviosa un poco a la joven Anderson.
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-¿Se encuentra bien tu enamorado? –pregunto Alex mientras esperaba a su hermana quien sacaba sus libros del casillero.
-Ha estado actuando raro todo el día –respondió Aurora- y ciertamente se ha comportado irritante.
Durante todo el día solo podía escuchar y ver como el azabache estaba dando mala imagen a todo el mundo con su arrogancia, vio como había entrado a su clase de matemáticas con la señorita Janeth para resolver un problema que estaba claramente mal elaborada, pero el azabache sonreía como si la había hecho bien. Alex y Clara incluso vieron como Lake había entrado como si nada a la sala de maestros que era, totalmente prohibida la entrada a los alumnos.
-Siempre he dicho que tiene algo raro –afirmo Clara cerrando su casillero con Alex dándole la razón.
Aurora no podía estar de acuerdo con ellos, el Jim alocado y arrogante de hoy, no era el que le gustaba y sobre todo, algo le decía que había algo más que una simple faceta de chico rebelde.
-¡Aurora!
El llamado de Toby hizo voltear a los tres amigos viendo como el castaño corría hacia ellos cansando.
-Aurora ¿has visto a Jim? Perdí su rastro –pregunto Domzalski jadeando tratando de recuperar el aliento.
-Si ¿Qué sucede? –Termino por guardar sus libros para cerrar su casillero- todos hablan de él.
-Sobre lo loco que se ha estado comportando –se quejó el pelinegro recibiendo un golpe de codo por parte de su hermana.
-Ha estado por toda la escuela dando espectáculo donde va –comento Clara- ¿Qué le ha picado esta vez?
Toby estuvo a punto de hablar, pero el sonido de los altavoces de la escuela llamó la atención del pequeño grupo.
-Hola a todo el mundo, aquí Jim Lake solo un recordatorio rápido para que todos estén irreal –la voz del azabache se escuchó por toda la escuela. Aurora miro confundida a su hermano y a su mejor amiga, pero estos también le dedicaron la misma expresión- también aprendí a tocar el bajo en el salón de la banda, esta es para mí Julieta... ¡Cuando nuestros labios se encuentran, fuegos artificiales!
El de frenos junto con Clara y Alex miraron incrédulos hacia la Aurora que en esos momentos parecía estatua, no podía creer lo que estaba escuchando por los altavoces, ahora es cuando quería que la tierra la tragara en serio.
-¡¿Cómo entraste aquí?! -el regaño de un profesor se hizo presente dando comienzo a un severo regaño hacia el azabache que podía escucharse que no le importaba.
Aurora cubrió su cara que se había tornado roja al escuchar las risas para que por fin pudiera irse de ahí con Clara a la par de ella. Alex volteo hacia Toby.
-Dile a tu amigo que lo quiero a 150 millones de kilómetros lejos de mi hermana –advirtió el pelinegro antes de ir con Aurora.
-Esto es malo –soltó desanimado el de frenos viendo por donde se habían ido los tres amigos.
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-Oh sea otro nombre ¿Qué es un nombre? Lo que llamamos rosa tendría el mismo perfume con otro nombre –recito Aurora colocando su mano en su pecho y la otra mano alzada.
-No tan dulce como el suyo, mi Lady –prosiguió Jim entrando en escena- y Romeo está aquí y listo para traer toda la emoción –dijo arrogante abrazando a Aurora por los hombros.
La peli azul aparto la mano de Jim.
-Esa no es la frase, Jim.
-Sí, tuve algunas ideas respecto al libreto –dijo el azabache comenzando a entregarles el nuevo guion que había hecho.
-¿Re-escribiste Shakespeare? –pregunto incrédula la de diadema rosa.
-Le puse más comedia y aumente la acción, inclusive le agregue un poco más de...romance.
Clara hojeaba el libreto sin poder creerlo.
-¡Re-escribiste Shakespeare! –grito Núñez volteando hacia la profesora que miraba sus hojas con una cara de sorpresa- ¡Esta loco!
-¡Persecución de autos! –exclamo Eli con emoción ganándose la mirada de todos extrañados.
-Bueno, después de unos cientos de años la obra de sentía anticuada ¿saben? ¿Y para que tantas muertes? ¿Qué es esto? ¿Una tragedia?
Clara y Aurora se voltearon a ver estupefactas ante los comentarios y la actitud de su compañero.
-Sea como sea señor Lake –interrumpió la profesora levantándose de su asiento- hemos estado meses ensayando las paginas anticuadas.
-Entonces ¿Qué te parece si lo hacemos como se escribió originalmente? –comento la peli azul con voz tranquila, tenía que tener paciencia, pero Lake se lo estaba poniendo difícil en esos momentos.
-Claro ¿y si aburrimos al público con tu actuación? –respondió con burla el azabache.
Los presentes no pudieron evitar sorprenderse por lo dicho, Aurora frunció el ceño molesta.
-¿Qué es lo que te sucede? Eras de lo más amable, pero ahora haces fiestas, destruyes la casa de Clara y ahora esto –hablo extrañada dándole un manotazo cuando este puso su mano en su hombro- así no eres tú, Jim.
-Soy yo, totalmente yo –respondió con una sonrisa de arrogancia- solo que un yo mejor.
-Para nada –soltó Clara hacia Lake que no paraba de mirarlo molesta cruzada de brazos.
Aurora suspiró.
-Sé que crees que eres genial, pero...
-Es cierto, es cierto, no soy genial –interrumpió Jim- yo soy irreal.
Entonces que el de chaqueta azul comenzó acercarse hacia Aurora con la intención de darle un beso y para la peli azul fue la gota que derramo el vaso. Cuando tuvo al azabache demasiado cercas lo tomo por brazo dándole una vuelta colocándose ahora ella detrás del mientras le doblaba el brazo.
-Dile como quieras, pero estas siendo un idiota –soltó Aurora enojada para después soltarlo logrando que Lake soltara unos quejidos de dolor e irse lejos de él.
-¿No hay beso entonces?
Aurora detuvo su andar para comenzar acercarse a el nuevamente, pero esta vez con ganas de golpearlo no sin antes de lanzarle el libreto en su rostro.
-Wow wow wow Aurora calma –intervino Clara colocándose frente a ella evitando que diera un paso más. Si había algo ha que tenerle miedo, era a Aurora cuando se enojaba.
-¡Piérdete!–grito la peli azul tratando de llegar a él.
Clara no tuvo más opción que sacarla de ahí casi arrastras, dejando a todos en un ambiente incómodo.
-No me interesa –bufo- de todos modos no quería –dijo con molestia para salir también de ahí.
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Con el pasar de las horas, el tótem había logrado cambiar totalmente a Jim que incluso había entrado a las alcantarillas en busca de Bular, gracias a la información de NoEnrique. No duro mucho tiempo para logran encontrar al gran troll oscuro y comenzar a retarlo a un duelo hasta la muerte dando comienzo a una batalla por las alcantarillas. El azabache había logrado herir en el rostro a Bular ocasionando que este soltara un rugido furioso dándole un gran golpe que lo mando lejos de él. Los gritos de preocupación de Toby lograron hacer que despertara de su trance por el gran golpe.
-¿Perdiste algo cazatrolles?- Jim volteo a verlo asustado viendo como el troll aplastaba como si nada el grit-shaka. Ahora ya no podía sentir solo miedo, el pánico comenzó a recorrer todo su cuerpo- bien, el miedo suavizara tu carne.
-¡JIM!
-¿Tobes? –grito Jim mirando hacia la tapa de alcantarilla que tenía arriba suyo- ¡¿Dónde estoy?! ¡¿Qué está pasando?!
Con todas las fuerzas que pudo tener, el de frenos logro abrir la alcantarilla a tiempo haciendo que el sol entrara por esta hacia el azabache, logrando salvar por poco a su mejor amigo del gran troll oscuro.
-¡Jim toma mi mano! –grito el castaño estirando su brazo.
Lake trato de saltar para alcanzarlo.
-No logro llegar, la armadura es muy pesada Tobes –grito Jim sin dejar de ver a Bular que no paraba de caminar alrededor de el con espada en mano.
-Patético que encuentres tu fin en una cloaca, joven Atlas –se burló con malicia Bular con una sonrisa siniestra en su rostro. El rostro de Jim se quedó en blanco ya que, la única persona en el mundo que lo llamaba así era el profesor Strickler, recordó todas las veces que el mayor siempre lo llamaba así.
Toby tenía razón; Strickler era un cambiante.
-¡Maese Jim! ¡Tiene que salir de ahí! –grito Blinky- ¡Use su miedo!
El azabache pudo reaccionar a tiempo evitando un golpe de espada por parte del troll y los que seguían de este sin salirle del círculo de la luz del sol. Aunque evitaba los golpes con torpeza para el joven Lake todo parecía ir en cámara lenta, podía incluso escuchar los latidos de su corazón.
No te rindas y sigue luchando.
Recordó las palabras escritas de Aurora y toco con cuidado su pecho logrando sentir el collar que le había obsequiado. Fue entonces que miro con decisión al gran troll.
-Puede que haya perdido el grit-shaka –exclamo quitándose el amuleto haciendo desaparecer la armadura- pero sé que aun puedo ser valiente.
Bular soltó un rugido furioso, pero cuando estuvo a punto de elevar su arma el azabache aprovecho para impulsarse con su espada y dar un gran salto, logrando tomar la mano del castaño que no dudo en sacarlo rápidamente de ese lugar.
-¡Tápala! ¡Tápala! –grito asustado volviendo a colocar la tapa de la alcantarilla.
Cuando por fin estuvo cerrada, ambos se tiraron al suelo cansados. La habían librado a lo grande.
-Strickler es un cambiante –revelo Jim con la respiración agitada.
-Yo... sabía... que no era de fiar -trato de agarrar aire- además de que fuiste un insoportable hoy.
El azabache se sentó en el suelo.
-Y huelo así también –agrego sarcástico para después soltar un suspiro de alivio- gracias por salvar mi cuello, te debo una.
-Si bueno, solo nunca vuelvas a decir irreal –pidió suplicante Toby haciendo reír a su mejor amigo.
-Trato.
Ambos chocaron cinco más relajados antes de escuchar un claxon y el grito de una señora para que se quitaran del medio.
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