Capítulo 18
¡Hola amigos!
¿Verdad que me extrañaron? (digan que si u.u )
Como ya es costumbre, vamos con los anuncios parroquiales.
Por fin el capitulo 18 esta aquí, les voy a confesar que la historia me esta gustando bastante, espero que a ustedes también, he recibido muchos mensajes de amor de parte de algunos de ustedes, recuerden que sus comentarios me ayudan a seguir escribiendo.
También quiero mencionar a una personita que me hizo la semana, @DiegoJDLC, quien amablemente realizo un fan art de mi historia.
Gracias infinitas, es la primera vez que alguien hace un fanart de alguna de mis historias. De verdad lo aprecio mucho.
No los entretengo más tiempo, ¡disfruten!
Anthony caminaba de un lado a otro, siendo observado por Arthur, luego del anuncio imprevisto de la llegada de George Bobary a la mansión, se había descolocado. ¿Cómo era posible pasar de una mañana de ensueño a sentir que todo se iba al carajo?
Solo un día estuvo ausente, y eso bastó para perderse de todo.
Entonces recordó el incidente de la carta de aceptación de Estela.
-Arthur, ¿acaso llegó una carta de mi cabaña en los días anteriores? – cuestionó Anthony, que el recordara, las únicas cartas recibidas en su cabaña eran de la familia Bobary y de su antiguo profesor, pero, luego de que Estela llegara a su mansión, las cartas dejaron de llegar.
-No señor, no se recibió ninguna carta – afirmó Arthur observando a su jefe con curiosidad - ¿pero eso que tiene que...?
-Arthur, los Bobary no saben de mi fortuna ni mi apellido, el padre de Estela fue quien me ayudo cuando hui de aquí, Estela es hija única por lo que siempre guardo la esperanza que la desposara – comentó Anthony alterado – ese hombre es inofensivo, pero, si se entera que soy rico y además que poseo un buen apellido no dejara de insistir que me case con su hija.
Sus movimientos eran rápidos y un tanto nerviosos, mirando de vez en cuando hacia la puerta con expresión de angustia, cada vez que escucha algún ruido. Cada sonido repentino lo hacía saltar ligeramente, aumentando su nivel de ansiedad. A pesar de intentar mantener la compostura, su rostro revelaba una mezcla de temor y frustración ante la inminente llegada del George Bobary, algo que podría traer complicaciones o conflictos a su vida ya complicada.
Arthur abrió los ojos como platos ante la declaración de Anthony, notando su descontento y nerviosismo
-Estoy seguro que encontraremos una forma de...
- ¡No estas entendiendo Arthur! – grito Anthony exaltado – George Bobary podrá ser un hombre común y corriente, pero, por su fortuna puede ser capaz de todo. Hasta el punto de llegar a ser tan insistente como una sanguijuela.
Arthur siguió observando a Anthony, jamás lo había visto así, ni siquiera tras la llegada de su tía.
En el segundo piso de la mansión, Estela se encerró en su habitación luego del anuncio de la llegada de su padre, su nerviosismo aumentó, al igual que la necesidad de salir huyendo del lugar, si su padre llegaba, la insistencia de su parte se incrementaría al solo notar en donde estaba parado.
También se detuvo a pensar en Tony, y en el estrés que estaría pasando, ¿Cómo podía evitarlo?
-Estela... – una voz la llamó del otro lado de la puerta, captando su atención – soy yo, Harry - Estela se acercó a la puerta, abriéndola un poco para observar a Harry, notando el nerviosismo que salía de su cuerpo en forma de sudor – solo quería saber cómo estabas, supe que tu padre viene a la mansión, no puedo imaginar lo que estas pasando.
-Es una pesadilla Harry – afirmó Estela con angustia – ¿sabes lo que es capaz de hacer mi padre?, es el hombre más gentil que conozco, pero a la vez puede llegar a ser un fastidio, incomodando a todo el que lo rodea. Lo único que desea en la vida es casarme con algún hombre en buena posición social y con gran apellido.
- ¿Y por qué no lo haces? – cuestionó Harry.
-Mi debut será este año, sabes lo difícil que es encontrar esposo en tu primera temporada y más si tu familia es nueva en sociedad – Estela dejo la puerta para que Harry entrara por completo, con tristeza fue hacia la ventana observando como los rayos del sol se alejaban con tranquilidad – quiero vivir mi vida como yo quiera, sin la obligación de estar a meced de un hombre al que no amo, en el momento en que me despose con alguien, será el día en que muera.
-No tienes por qué llegar a eso – Comentó Harry acercándose a Estela con lentitud – si te casaras con un hombre que te ame y te respete, él te dará la oportunidad de hacer lo que gustes, podrías estudiar, en clandestinidad si tu esposo te lo permite.
-Y en donde piensas que encuentre a un hombre que deje que una mujer estudie y además que no sea la sumisa que todos esperan que sea – dijo Estela con fastidio.
-Yo podría serlo - Esto tomó por sorpresa a Estela quien observó como Harry se arrodilló ante ella con una expresión sincera y decidida en su rostro. Sus palabras resonaron en la habitación, cargadas de una promesa que podría cambiar el curso de sus vidas - Estela, comprendo tu frustración y tu deseo de libertad. No puedo imaginar lo que sientes al enfrentarte a un futuro impuesto por tu padre, uno que te privaría de la felicidad que mereces. Pero, yo estoy aquí para ofrecerte una alternativa.
Estela lo miraba con incredulidad y esperanza entremezcladas en sus ojos y el corazón latiéndole con fuerza, anhelando escuchar más.
-Tu madre jamás te lo permitiría – comentó Estela con angustia –piensa que estoy aferrada a tu dinero.
-Mi madre puede irse al carajo – contestó Harry asombrando a Estela – solo deseo poder vivir un día de mi vida, acompañado de alguien que no me esté reprochando cada segundo, alguien que me entienda, que pueda ser mi compañera, sé que no me amas y estoy bien con eso, pero, espero que, con el tiempo, podamos ser amigos, un confort para el otro. Si estás dispuesta a aceptarlo, si me lo permites, quiero ser el hombre que te dé esa libertad – Harry se mantenía con su mirada fija en Estela, en busca de cualquier indicio o respuesta - No solo como una promesa, sino como un compromiso. Estela, casémonos. Permíteme ser tu esposo, y juntos enfrentaremos cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino. Somos iguales, ambos estamos a merced de nuestros padres, quien mejor para estar contigo que alguien que entienda todo tu sentir. Quiero que seas tú misma, que seas feliz, más que cualquier cosa en este mundo.
Las palabras de Harry resonaron en el silencio que siguió, llenando la habitación con una energía cargada de posibilidades. Estela lo observaba, sintiendo cómo su corazón se abría paso a través de las barreras impuestas por las expectativas de su padre y la sociedad.
¿Podría aceptarlo?, después de todo, tenía dinero y un apellido aceptado por la sociedad, no del peso de Anthony, pero, en cierto modo, su padre podría aceptarlo, ¿estaba bien tener esperanza en ello?
Finalmente, después de un momento que pareció una eternidad, Estela extendió su mano hacia Harry. Sus dedos temblaban ligeramente, pero su mirada transmitía determinación y una chispa que había estado ausente.
-Harry - dijo con voz firme – no puedo.
Quiero ser libre contigo, quiero ser yo misma, pero no puedo. El pensamiento de Estela pareció llegar a Harry, quien asintió con firmeza poniéndose de pie lentamente, sin dejar de sostener su mano, aunque esperaba compartir una vida con ella, alejados de las personas que los trataban como un mueble de decoración o algo con lo que negociar, ambos debían acatar sus responsabilidades, a pesar de añorar tener un hogar donde el amor y la libertad fueran los pilares de su vida compartida, el destino jugaba en su contra.
Estela salió a pasear por el jardín, el sol tejía sombras suaves entre los árboles. A medida que caminaba, no podía evitar que su mente divagara hacia lo que podría haber sido su vida junto a Harry. Se imaginaba en una casa acogedora, con él cocinando mientras ella trabajaba en el jardín, o tal vez, ambos descansando en la biblioteca leyendo o conversando, disfrutando de su libertad. El pensamiento de haber rechazado su propuesta de matrimonio, la llenaba de una extraña mezcla de arrepentimiento y alivio.
Justo cuando sus pensamientos la tenían más ensimismada, una figura familiar apareció frente a ella.
-Señorita Bobary, es peligroso que una dama camine sola – dijo acercándose lentamente. Era Mr. Fell, el vecino y amigo de Anthony, el hombre al que Estela realmente amaba.
-Mr. Fell, que sorpresa – comentó Estela avergonzada – ¿que lo trae por las tierras de Tony?
-Pues, de hecho, este árbol de aquí queda justo a la mitad de las tierras de Crowley y las mías – comentó Aziraphale aligerando su rostro serio – veo que en eso se parece a él.
- ¿Disculpe?
-Oh, nada importante – dijo Fell con una ligera sonrisa – y dígame, que le preocupa.
- ¿Cómo sabe...? – cuestionó Estela.
-Le diría que la edad te hace sabio, pero le mentiría, la verdad es que pocas personas caminan tanto sin darse cuenta donde están, conozco a alguien igual que usted, pero... el suele gritar.
-Que horrible persona – comentó Estela de inmediato - ¿existe gente así?
Aziraphale rio llamando la atención de Estela, parecía un hombre serio, pero al tratarlo, entendía porque Anthony se llevaba tan bien con él.
- ¿Porque no la acompaño a la mansión Crowley?, en el camino podemos conversar, así talvez, pueda darle un consejo – Aziraphale extendió su brazo para darle el pase a Estela y está encabezara la caminata - ¿cómo estás hoy? - preguntó Aziraphale.
-Estoy... bien – comentó Estela con la cabeza baja.
- ¿Sabes que una mentira mal contada puede llevarte a muchos problemas? – dijo Aziraphale mirando a Estela – yo no te juzgare.
-Yo... - Estela dudo en contestar, jamás alguien le había preguntado sobre sus sentimientos, y ahora, Mr. Fell, un completo desconocido, la trataba mejor que su propia familia – no quiero decepcionar a mi padre.
Aziraphale asintió, Anthony tenía razón, la joven tenía sobre sus hombros mucho peso, algo que Fell entendía de primera mano.
-Si tu padre te ama, nunca se decepcionaría de ti – comenzó Aziraphale con tranquilidad – por el contrario, si le exige a su hija, algo que no está en sus capacidades, sería mejor que se olvidara de pedir, todos cometemos errores señorita Bobary, la diferencia es como los afrontamos.
Aziraphale había traído consigo una sensación de paz, que Estela no había sentido desde hace tiempo. Hablar con él, le recordaba por qué había tomado la difícil decisión de rechazar a Harry. Mientras caminaban juntos regreso a la mansión, las dudas y el arrepentimiento se disiparon lentamente, reemplazados por la certeza de que había seguido su corazón, aunque eso significara renunciar a una vida más cómoda.
-Usted es muy bueno Mr. Fell – comentó Estela – ahora veo porque Tony lo estima.
- ¿Qué te hace pensar eso? – cuestionó Aziraphale levantando sus cejas asombrado.
-Tony no es de los que tienen amigos – aclaro la joven con una sonrisa – de joven no frecuentaba a más personas, más que a nosotros, en todo el tiempo que lo he conocido, jamás lo había visto tan cómodo como cuando esta con usted – Estela miraba el cielo recordando al joven Anthony caminando por el pequeño pueblo, con sus libros bajo el brazo, sonriendo por aprender algo nuevo día a día – nunca supe de algún amigo o.... jovencita que le llamara la atención, debo confesar, que siempre guarde la esperanza que eso era porque, en algún lugar de su corazón, no quería lastimarme, que tonta - Aziraphale sonrió con suavidad, agradecido por las palabras de Estela. - parece más relajado aquí, más feliz.
-Anthony es un gran amigo – dijo Aziraphale, desviando un poco la mirada -Me alegra saber qué puedo hacerlo sentir así.
Después de un breve silencio, Estela continuó con voz temblorosa.
-Siempre he estado enamorada de Anthony - confesó Estela con vergüenza - pero nunca encontré el momento adecuado para decírselo - Aziraphale asintió con comprensión.
- A veces, el amor toma formas inesperadas. No siempre es como lo imaginamos, pero eso no significa que sea menos significativo – comentó Fell volteando su cuerpo hacia la joven - Hay muchas maneras de amar y ser amado, señorita Bobary. No se cierre a la posibilidad de encontrar felicidad en otras formas de amor.
Estela se sintió reconfortada por las palabras de Aziraphale. Había compartido algo íntimo y vulnerable, y él la había escuchado y apoyado con amabilidad. Juntos continuaron caminando, hasta tener a la vista la gran mansión, fuera de ella la tarde caía, pintando el cielo con tonos dorados mientras Ms. Meryton se preparaba para partir, acompañada de Harry.
Desde la distancia, Harry divisó a Estela y Aziraphale caminando hacia ellos por el sendero que llevaba a la entrada principal. Estela llevaba puesto un vestido verde que ondeaba suavemente con la brisa, y Aziraphale caminaba a su lado con una expresión serena.
Con una sonrisa, Harry se despidió de Estela con un gesto de la mano, agradecido por los momentos compartidos durante su estadía en la mansión. Estela le devolvió el gesto con una cálida sonrisa y un leve movimiento de la cabeza, entendiendo el significado de ese adiós.
En la puerta principal de la mansión, Anthony observaba cómo Ms. Meryton finalmente abandonaba su casa con alivio. Durante años, había sido una presencia dominante en su vida, pero ahora, sentía que un peso se levantaba de sus hombros. A lo lejos, divisó a Aziraphale junto a Estela, Fell llevaba un gesto sereno en el rostro mientras Estela se mostraba algo preocupada.
Después de despedir a su tía con un gesto respetuoso, Aziraphale y Estela se acercaron a Anthony, quien los recibió con una sonrisa.
-Fell, no esperaba verte hasta mañana – comentó con sorpresa.
-Solo acompañe a Ms. Bobary, señorita, espero que le haya servido nuestra plática – dijo Aziraphale dando una reverencia a Estela.
-Sin duda, le agradezco Mr. Fell, por acompañarme – Estela respondió la reverencia para disponerse a ir a su habitación – Tony.
-Gracias, por acompañar a Estela - dijo Anthony, expresando su gratitud con un tono cálido. Aziraphale asintió con humildad.
-Es un placer, Ms. Bobary y yo hemos estado disfrutando de una agradable tarde juntos – Estela subió las escaleras al segundo piso, dejando a los hombres en la entrada.
Anthony se volvió hacia Aziraphale con una mirada interrogativa.
- ¿Dónde ha estado Estela? – cuestionó observando la sonrisa de Aziraphale.
-Si, me gustaría una taza de té - Aziraphale río suavemente, jugando con un mechón de cabello – vayamos a un lugar más privado.
Aziraphale y Anthony se dirigieron hacia la biblioteca de la imponente mansión, buscando un lugar privado para hablar.
Los estantes llenos de libros antiguos y el suave resplandor de las lámparas de lectura, creaban una atmósfera de calma y privacidad.
- He estado ocupado últimamente, pero hoy fue una excepción. Aproveché para visitarte y ponerme al día - comenzó Aziraphale tomando asiento en uno de los sofás, Ms. Jones entro con una bandeja llena de galletas y dos tazas una de café y otra de té, tras recibir el agradecimiento de parte de los hombres salió, no sin antes lanzar una mirada de cuestionamiento a Crowley.
- Me alegra verte por aquí, Siempre eres bienvenido - comentó Anthony sentándose en uno de los cómodos sillones de cuero, con gesto preocupado y nervioso. Aziraphale, siempre sereno, se acomodó frente a él, esperando a que Anthony compartiera lo que le pesaba - Fell - comenzó con voz tensa - George, el padre de Estela, está por llegar y.... estoy realmente nervioso por eso.
Aziraphale asintió con comprensión, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de Crowley.
-Entiendo por qué te sientes así, Anthony. Pero recuerda que no estás solo en esto. Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites - Crowley exhaló lentamente, sintiendo un poco de alivio al saber que tenía a Aziraphale a su lado.
- Gracias, Fell. Es solo que... – Anthony suspiro sobando sus cienes con frustración - no sé cómo manejar esta situación. Estela es la luz de sus ojos, desde que era niña, trazo planes meticulosos para su futuro. No busca simplemente un buen partido; buscaba al mejor partido posible, alguien que pudiera asegurarle a Estela la vida que él considera que merece – Aziraphale tomo asiento junto a Anthony sosteniendo su mano con suavidad – Tengo miedo de que tan lejos llegue su obsesión por casar a Estela - Aziraphale le sonrió tranquilamente.
- Lo importante es que te mantengas fiel a ti mismo. Todo lo demás se irá resolviendo con el tiempo. Confía en mí.
-Por cierto, ¿Qué hacías tu con Estela? – preguntó Anthony levantando una ceja.
-Simplemente la acompañe de regreso a la mansión, me doy cuenta que los residentes de aquí, tienen la costumbre de caminar cuando algo les preocupa – contestó Aziraphale con seguridad - ¿estas celoso?
-Sí – Anthony contestó con velocidad haciendo reír a Aziraphale - Llámame egoísta si quieres. Pero por favor entiende que no me voy a reflejar en otros ojos si no es en los tuyos.
Aziraphale tomo la barbilla de Anthony, acercándose con rapidez, depositando un beso ligero en sus labios.
- Si en algún momento la duda llega a tu corazón y te preguntas si te quiero, recuerda que, por mis ojos, todo es gris y solo a ti te veo a color. – comento Aziraphale con amor.
Anthony volteo escondiendo su rostro que empezaba a sonrojarse. La conversación continuó entre risas, caricias discretas y susurros, mientras el sol se ocultaba en el horizonte. Anthony se sentía ligero y todo gracias a Aziraphale.
A lo lejos una figura masculina veía la escena entre las sombras, con ojos fríos y una sonrisa retorcida, sin evitar sentir una mezcla de fascinación y malicia al descubrir el amor entre los hombres. Ver a Anthony tan vulnerable ante el afecto de Aziraphale despertaba un interés siniestro en él.
Con una sonrisa cínica, el hombre se cruzó de brazos, sus ojos brillaron con satisfacción. Había encontrado una nueva pieza en el juego que estaba dispuesto a jugar, una debilidad en Anthony que podría explotar para alcanzar sus propios objetivos. La sonrisa en su rostro crecía con cada instante que contemplaba la escena, saboreando la idea de cómo podría usar el amor de aquellos hombres en su beneficio.
Fanart de Diego
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