Capítulo 36
—¡Buenos días, dormilón! —Dijo Carlos de manera amistosa al verme bajar las escaleras.
—B... Buenos días, Carlos —Bostecé.
—Tienes más sueño de lo normal, eso es raro en ti —Comentó—. ¿Dormiste tarde? —Preguntó, dejando dos platos con cereal en la mesa.
—Creo que si... —Afirmé—. Estuve practicando mis técnicas de guitarra, pero creo que me desvelé —Reí, sentándome para comer el cereal que Carlos me había preparado.
—Agradece que te levantaste a tiempo para ir a la escuela —Acotó con una ligera sonrisa—. Aún tenemos 30 minutos de ventaja —Dicho eso se dispuso a comer.
—Vaya, creí que me había levantado tarde —Exclamé.
—Y... e-eso hiciste —Respondió con la boca llena, a duras penas pude entender lo que decía.
—¿Por qué dices que me levanté tarde? —Cuestioné, alzando una ceja en el proceso.
—Olvídalo —Bufó—. Mejor apurémonos que se nos hace tarde.
—Tienes razón —Asentí a la vez que comía rápidamente con tal de no llegar atrasados.
Tras haber desayunado como cualquier persona en el mundo, fui a ducharme y Carlos fue a arreglar su mochila. Carlos siempre dejaba todo para el último momento.
—¿Ya estás listo? —Se dirigió a mí con nerviosismo, puesto que faltaban 10 minutos para que las clases empezaran.
—Ya —Contesté—. ¿Y ahora porque estas nervioso por llegar tarde? —Inquirí. Siempre llegábamos tarde y a él no le preocupaba, hasta ese día.
—Pues hoy tenemos examen —Respondió el, dejándome pálido.
—¡EL EXAMEN! —Grité a todo pulmón, saliendo de la casa en un pestañeo.
—¡Hey, no me dejes! —Vociferó Carlos enojado.
Corrí velozmente como si no hubiera un mañana. Seguido por Carlos, el cual también se le notaba apurado, aunque nos tranquilizamos al haber ingresado al plantel.
—¿Vez, Carlos?, te dije que llegaríamos a tiempo —Reí tras ver como su expresión de preocupación se iba.
—Tengo que confiar en ti más seguido —Espetó.
—Bueno, a lo que venimos —Dije al habernos recuperado por completo del esfuerzo físico que habíamos hecho minutos atrás.
—¿A que venimos? —Preguntó mientras se rascaba la barbilla.
—No te acuerdas, ¿Verdad?
—No, para nada.
—El Examen... —Dije la razón.
—¡EL EXAMEN! —Reaccionó, corriendo a su respectivo salón. Dejándome completamente solo.
—Era de esperarse de ti... —Hablé conmigo mismo, rodando los ojos mientras decía esas palabras.
Después de eso, simplemente tomé dirección a mi respectivo salón, topándome con unos conocidos por el camino.
—Vaya, hasta que nos volvemos a ver, ____ —Dijo aquel chico de forma amistosa.
—____, hasta que te dejas ver —Rio.
—Mylo, Min, ¿Cómo están? —Hice una reverencia al verlos, esto debido a que no los había visto desde hace un buen tiempo.
—Mejor que nunca —Respondió Mylo.
—Lo mismo que dijo el —Min señaló a Mylo.
—Hoy tienes examen, ¿Verdad? —Preguntó Mylo, a lo que yo respondí con afirmación.
—Entonces no te interrumpiremos más —Exclamó Min haciéndose a un lado—. ¡Ahora ve y derrota a ese feroz dragón llamado examen! —Dijo con un tono excéntrico y heroico a la vez.
—Jamás debí prestarte mis libros acerca de la historia de los caballeros medievales —Arrepintió Mylo, golpeándose levemente la frente.
—Bueno, tengo que irme —Empecé a caminar—. ¡Nos vemos luego! —Me despedí de ellos.
—¡Nos vemos luego! —Dijeron al unísono.
Al llegar al salón, fui recibido amablemente por Nayeon, quien estaba sentada en mi pupitre.
—Creí que no vendrías hoy —Exclamó al verme.
—¿Y perderme del examen?, claro que no —Respondí, riéndonos segundos después.
—¿Estudiaste, cierto? —Me preguntó a la vez que se levantaba de mi pupitre para que yo me sentara.
—¿Crees que no? —Pregunté de vuelta.
—Conociendo lo inteligente que eres quizás hasta te memorizaste toda una enciclopedia —Mencionó.
—Tampoco es para tanto —Reí con un rubor en mis mejillas.
—"Ustedes dos deberían de intentarlo" —Las palabras de Carlos resonaron en mi cabeza.
—¿Estas bien, ____? —Preguntó, agitando alocadamente sus manos enfrente de mí.
—S... sí, estoy bien —Respondí a medias.
—Ya me voy a mi silla, suerte —Hizo una reverencia, seguido de eso me abrazó tiernamente.
—Nos v-vemos jeje —Dije apenado y sonrojado.
—"Ustedes dos deberían de intentarlo" —Volvió a resonar en mi mente.
—Deberíamos de intentarlo... —Murmuré.
—¿Intentar qué? —Preguntó intrigada. No me había dado cuenta que ella seguía enfrente mío.
—Eh... Y-yo, e-este... —No sabía que decir, estaba realmente nervioso.
—Me lo dices después —Sonrió, alejándose de mí, sentándose en su lugar.
Unos momentos después de esperar, el profesor llegó, entregándonos nuestros exámenes.
Y no solo era uno, eran varios exámenes de distintas materias. Jamás me enteré que sería más de un examen ese día, quizás porque no puse atención, o porque simplemente se me olvidó.
Pero de alguna u otra manera, logré resolverlos sin ninguna complicación, siendo uno de los primeros en salir del salón.
La primera en salir fue Dahyun, cosa que me sorprendió demasiado. Debió de haberse estresado mientras estudiaba.
Fui a la cafetería para darme un breve descanso de tantas fechas, ecuaciones y números rondando por toda mi cabeza. Acompañado de eso, me puse a pensar en lo que le diría a Nayeon más tarde.
—"Quizás sea hora de intentarlo..."
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