Capítulo 30
Narra el señor Im
Una semana había pasado, y tal como se lo había ordenado, ____ volvió a la escuela en tiempo y forma, todo gracias a mi léxico he de decir.
Ese día había salido del trabajo una hora antes de lo previsto, debido a que tenía otras cosas que hacer, cosas importantes.
Quería comer un helado en el parque, eso era lo importante.
Tras haber comprado aquel dichoso helado de sabor vainilla, me senté plácidamente en una de las bancas que se encontraban esparcidas por todo el parque.
De la nada, un recuerdo invadió mi mente, un lindo y a la vez mal recuerdo...
Flashback
—No te alejes mucho, princesa —Le dije a una Nayeon pequeña. En ese entonces ella solo tenía 5 años de edad.
Nayeon solo me sonrió inocentemente, ya que, en ese entonces, aquella parlanchina todavía no había dicho su primera palabra.
—¿Crees que haya sido buena idea haber traído tanta comida? —Mi mujer me preguntó, a lo que yo solo asentí sin decir ni una sola palabra. Estaba tan distraído que no le puse atención.
—Vaya, parece que no debimos de haber traído tanta comida —Recapacité.
—Eso mismo te acabo de decir —Acotó algo enojada mientras colocaba en el suelo una cesta, en la que en su interior estaba toda la comida.
—Estoy muy cansada, el trabajo me está matando —Expresó después de haberse acostado en el suave césped.
Nos encontrábamos en aquel lago a las afueras de la ciudad, relajándonos tras haber estado más de un mes en constante trabajo, debido a los nuevos grupos que habíamos debutado.
—Ya merecíamos un descanso —Reí en un intento por romper el hielo que se había formado segundos atrás.
—La verdad es que si, ser parte del staff es agotador —Admitió con un sándwich en sus manos.
—¿Quieres que te cambie de puesto? —Quise saber, ya que no quería que ella se esforzara de más.
—No, estoy bien —Respondió—. Me gusta estar en la acción —Agregó carcajeando.
—¿Cómo que "En la acción"? —Inquirí, haciendo énfasis en las últimas palabras.
—No lo entenderías, tu solo estas sentado en una silla —Dijo sin dejar de reír.
—Ok, Lo que tú digas —Alcé los hombros sin dejar de observar a mi preciosa hija, la cual yacía observando unas flores.
—¡No te vayas a alejar mucho, Nayeon! —Exclamó, sosteniendo autoridad en sus palabras.
Nayeon solo asintió varias veces en ese mismo instante.
Hubo un momento de silencio en el lugar, momento en que mi esposa aprovechó para decir algo, algo que hasta el día de hoy me sigue causando una profunda tristeza en mi corazón.
—Oye... —Dirigió mi atención hacia ella.
—¿Hmm? —Volteé, quedándonos viendo fijamente.
—Sé que esto te va a doler, pero... —Se quedó callada por un minuto, esto ya no me estaba gustado—. Y-ya no te amo como antes... —Detonó, provocando que yo casi me ahogara con el pedazo del sándwich que tenía en mi boca.
—¿Q-qué?... —No podía creer lo que ella me había dicho.
—Y-ya no te amo —Dijo por segunda vez, y por segunda vez no podía creer sus palabras.
—No te creo, no te creo en lo absoluto —Negué rotundamente.
—Créeme, ya no te amo, Im —Expresó, esta vez con una gran seriedad en su confesión.
Fin del Flashback
—¡Señor Im! —Una voz masculina me había sacado del trance en el que estaba metido.
Alcé la mirada para ver de quien se trataba, dándome cuenta de que se trataba de alguien familiar.
—____ —Exclamé con una sonrisa en mi rostro.
—¿Qué hace por aquí? —Me quedó viendo extrañado por verme en un lugar público, sabiendo que yo soy un hombre algo famoso.
—S-solamente quería pasar un tiempo lejos de mi empresa —Contesté, debido a que esa era la razón principal por la cual salí de mi zona de confort, al menos por unos momentos.
—Oh, ya, que bien —Comentó.
—¿Acabas de salir de la escuela? —Le pregunté tras notar que llevaba puesto el uniforme de la escuela.
—Así es, ¿Cómo lo supo? —Rio de manera sarcástica.
—¿Me estas llamando tonto? —Reí junto con él, a lo que el ya nombrado negó rotundamente.
—N-no, para nada —Empezó a mover su cabeza de un lado a otro en señal de negación.
—¡____! —Una chica lo llamó desde la lejanía, no la pude ver detalladamente debido a que no tenía mis anteojos en esos momentos.
—¡Espérame, ya voy! —Le contestó.
—Ya me tengo que ir, hasta luego, señor Im —Posteriormente a esas palabras, ____ salió corriendo en dirección hacia aquella chica, la cual como lo vuelvo a repetir, no distinguí.
—Hasta luego... —Fue lo único que alcancé a decir.
Estuve un rato más en ese lugar, sentado, como si nada me preocupara.
Narra ____ [Ryu Méndez]
—¡Ya estoy aquí! —Dije tras haberla alcanzado.
—Te tardaste mucho, ¿O quizá yo camino rápido? —Recalcó Dahyun de manera graciosa.
—Quizás camines rápido —Sugerí.
—¿Quién es ese señor con el que hablabas? —Inquirió sin dejar de caminar.
—Es el padre de Nayeon —Respondí.
—¡¿El señor Im es el padre de Nayeon?! —Clamó impactada.
—Ehh, si —Volví a responderle.
—¡Necesito su autógrafo! —Gritó alocadamente.
—Luego te lo consigo —Bufé.
—¡¿De verdad?! —Se reclinó hacia mí, haciendo un leve puchero en el acto.
—Sí —Volví a decir—. Apúrate —Dije a secas.
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