Capítulo 2
La clase transcurrió de manera normal. Sinceramente estaba muy aburrida, solo con ver matemáticas ya era signo de un gran aburrimiento para mí y para toda la clase en general.
Es que todas las materias eran fáciles para mí (por así decirlo), solo era quedarse viendo el pizarrón por horas hasta quedarte dormido, bueno, así es como aprendo yo...
Durante la clase de historia, Dahyun me sonreía y se sonrojaba cada vez que volteaba a verla. Ella se sentaba al lado mío; razón por la cual siempre compartíamos miradas.
—Oye ____... ¿Por qué aceptaste salir con Sana y Mina? —Preguntó en voz baja.
—Es que casi nunca salgo de mi casa —Respondí apenado, tomando en cuenta mi situación—. Apenas si salgo para ir con Carlos a la escuela de música.
—Pero... ¿Te gusta alguna de ellas? —Su pregunta salió sin avisar.
—La verdad no —Negué—. No me siento preparado para tener esas cosas de adultos —Hice una mueca de disgusto.
—¡Qué bien!, me alegra que pienses así —Exclamó.
—Dahyun, creo que es mejor que pongas atención a la clase, ya falta poco para el receso —Sugerí de manera amable sin apartar mi vista del pizarrón.
—Como siempre, tan serio y amargado... —Murmuró.
Aquellas palabras que salieron de su boca me hicieron recordar algo, algo que es la razón por la cual soy muy inteligente...
FLASHBACK
Año 2006
—¡____!, ¿Por qué no puede ser inteligente como tus compañeros? —Dijo el profesor muy molesto.
—¡____ no sabe nada! —Gritó un chico desde el fondo del salón.
—¡Por eso nadie quiere ser tu amigo! —Mencionó una chica.
—¡Para ser una mosca no se estudia! —Gritó el compañero que se encontraba al lado mío.
—¡Seré mejor que todos ustedes! —Grité debido a la presión ejercida por sus burlas.
—Deja de soñar ____, ¡Nunca serás nada ni nadie! —Gritó el profesor enfrente de mí.
Las burlas de todos mis compañeros provocaron que yo saliera del salón, dirigiéndome a los baño a llorar por tales actos.
—Ya verán... seré mejor que todos —Dije entre mis sollozos— N-no importa lo que tenga que hacer, seré el mejor... —Dije sollozando aún más fuerte.
FIN DEL FLASHBACK
—¡____, apúrate! —Dijo Dahyun jalándome de mi brazo derecho.
—Ya voy —Le respondí adormilado. Apenas había salido del trance en el que estaba.
Para mí buena suerte el receso ya había iniciado. La mayoría de mis compañeros ya estaban desayunando, jugando o conversando entre ellos. Yo solo quería desayunar; optando por dirigirme hacía la cafetería de la escuela.
—¿Qué vas a pedir amo... Digo, ____? —Preguntó Dahyun tras haber ingresado a la cafetería, cambiando una palabra que no escuché.
—Creo que voy a pedir unos tacos —Contesté—. ¿Y tú? —La miré en la espera de su respuesta.
—Pediré lo mismo que tú pidas —Sonrió inocentemente, recogiéndose su cabello mientras realizaba dicha expresión.
—¿Estás bien, Dahyun? —Inquirí, procediendo a tocar su frente para ver si tenía fiebre.
—Primero comamos algo, luego te lo diré —Dijo, acercándose a la fila para pedir su comida.
—Me parece bien —Accedí.
La fila no tardó mucho en avanzar, ya que todos traían un hambre que pocos conocíamos. Cuando nos dieron nuestros alimentos, procedimos en sentarnos en una de las bancas de la institución.
—¿Y bien? —Pregunté con una ceja alzada, insinuando mi interés.
—E- es.... Es que me gusta un chico... —Admitió muy sonrojada, casi como un tomate.
—¡Wow!, me alegra por ti —Le di una palmada en su espalda—. ¿Cómo se llama? —Mi emoción se encontraba en las nubes. Era la primera vez que Dahyun me hablaba acerca de ese tema del enamoramiento.
—Ahí está el problema —Me interrumpió—. Me gust...
—¡Hola ratitas! —Nos interrumpió Nayeon, quien había llegado por sorpresa.
—¿Ahora qué quieres, Nayeon?, estamos ocupados —Exclamé serio, mirándola directamente a los ojos.
—Solo quería hacer algo —Sonrió malévolamente.
En ese momento, Nayeon me arrebató mis anteojos, azotándolos fuertemente contra el piso, rompiéndolos con sus pies.
—¡¿Qué te pasa?! —Me levanté de la banca como si nada, confrontándola por su mala acción.
—¡Eres un descarado cuatro ojos! —Escupió para luego darme una cachetada.
—¡¿Por qué hiciste eso?! —Cuestionó Dahyun a la dientes de conejo.
—¡Es la verdad! —Recalcó sin dejar de mirarme.
Por mi parte me sentía destrozado, un gran nudo en mi estómago y en mi garganta se formaron; provocando una ansiedad en mí que pocas veces había sentido.
No tardé ni 10 segundos cuando ya me encontraba corriendo hacia el salón de Carlos. Él era alguien con quien podía desahogarme y contarle mis problemas.
Llegué a su salón con lágrimas en los ojos junto con la marca de la cachetada que me había dado Nayeon.
—¿Qué te pasó? —Preguntó en un tono de alta preocupación luego de haber visto la marca de la cachetada.
—N-a-nayeon me dio una cachetada, y-y duele mucho... —Sollocé.
—Tranquilo amigo, no has hecho nada malo —Me calmó con un abrazo.
—Gracias Carlos, por ser mi mejor amigo —Mencioné, correspondiendo a su abrazo.
Narra Dahyun
—Otro día atormentándolo —Rio Nayeon al ver como ____ se alejaba llorando.
—¿Por qué molestas a ____? —Cuestioné queriendo golpearla, rechinando mis dientes debido al coraje.
—Es un cuatro ojos, y un llorón —Agregó entre risas.
—Pero eso no tiene nada que ver, todos somos seres humanos y debemos respetarnos —Acoté.
—Eso dices tú, pero ____ no merece estar aquí —Declaró.
No dudé ni dos veces cuando le di una cachetada.
—¡Deja de defender a tu novio! —Gritó en mi cara.
—¡No es mi novio, pero algún día lo será! —Confesé mi secreto por error, rayos.
—El nunca será tu novio —Me miró de arriba abajo—. Él no se fijaría en alguien tan fea como tú. Quiero que ____ se valla de aquí, muy lejos de aquí —Concluyó.
—¡Si tanto quieres eso está bien! —____ habló detrás de mí, dejándome paralizada por unos segundos.
—Tú... oíste...
—No oí todo, solo escuche las últimas palabras de Nayeon —Observó a la susodicha. Una tristeza recorrió su rostro, derramando unas lágrimas.
—No llores ____, yo te quiero a mi lado por siempre —Confesé indirectamente, besándolo en sus comisuras mientras lo abrazaba.
—Wow... Dahyun... gracias —Sonrió mientras yo solo lo observaba.
—¡Ya te dije, Dahyun! —Vociferó Nayeon, alejándose de nosotros.
—Es bueno tener amigas como tú en este mundo —Dijo el chico que me había flechado con una tierna sonrisa que me derretí al verla.
—Me alegra ser tu mejor amiga... —Hice una torpe sonrisa.
En ese hermoso momento, el timbre de la escuela sonó; indicando que debíamos regresar al salón de clases.
—Parece que ya es hora de volver al salón —Comentó—. Si no quieres que el profesor te regañe —Agregó mientras reía.
—Bien, vamos... Te quiero mucho, ____ —Lo abracé nuevamente.
—Yo igual te quiero —Esas palabras me sobresaltaron de gran manera—. ¡Me alegra que seas mi mejor amiga! —Besó mi frente en un abrir y cerrar de ojos.
—Mejor amiga... —Murmuré.
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