Hey... Hola ¿Cómo están? Espero que estén bien ¿En sus países están en cuarentena aún? Por aquí todavía no se puede salir y tampoco hay nada apara hacer. Solo clases online y trabajadores esenciales pueden salir únicamente.
Pero bueno, a mal tiempo buena cara. Y por eso les traigo otro capítulo. Espero que lo disfruten ( ꈍᴗꈍ)
˗ˏ ➶ Un Mes Despues. ✧ ˚.
Los tranquilos pasos del joven rubio sonaban por el pasillo de aquel desertico lugar. El timbre había sonado hace apenas unos minutos, sin embargo el instituto ya estaba completamente vacío.
Era una extraña costumbre la cual tenía Jimin por salir último del salón de clases, todo era más tranquilo sin olvidar mencionar que todos salían como animales de un corral al momento de acabar las clases. Eran prácticamente criaturas salvajes.
Además, esta vez, al momento de terminar sus clases, Jimin había recibido una llamada de su mejor amigo para poder hablar un rato antes de que el otro entrara a clases. El anterior colegio al que iba el rubio era doble escolaridad, a diferencia del actual que tan solo tenía turno mañana.
Taehyung, su mejor amigo, debía entrar a las clases particulares de su club luego de haber estado toda la mañana estudiando. Pero tenía ganas de ha lar con su amigo recién mudado,así que decidió llamarlo. Hablaron durante vario rato hasta que Jimin salió del instituto
- Está bien Tae... Luego te llamo - Anunció Jimin con su teléfono en manos - Ya estoy saliendo del colegio y tengo que caminar a casa.
- Claro Chim. Yo también tengo que irme,mis clases empiezan pronto. Te hablo luego - Respondió del otro lado de la línea Taehyung para luego cortar la llamada.
El rubio colocó sus audífonos para luego reproducir una canción de su playlist. Se había vuelto su costumbre volver a su casa escuchando música ese último mes de clases. A diferencia de su anterior colegio, que casi siempre salía riendo y jugando con sus compañeros hasta llegar a casa.
Su padre le había obligado a hacer ese último mes en su nuevo colegio ya que según él, se acostumbraría más rápido al año próximo.
Por su parte, Jimin pensaba que era ridículo, y por lo tanto empezó las clases sin ganas ¿Qué clase de alumno se cambia de curso a fin de año? Literalmente faltaba una semana de clases y él se había unido hace no más de dos semanas. Definitivamente sus compañeros lo recordarían mal o tendrían una mala imagen de él.
Pero lamentablemente Minho no había escuchado las súplicas de su hijo por comenzar el año a principio como debía ser. Decía que se tenía que acostumbrar sin importar lo que pase, y además que al ser muy sociable no tendría ningún problema en adaptarse.
Jimin suspiró mientras observaba el cielo y caminaba a su hogar. No había tenido ningún problema en adaptarse a la nueva casa, inclusive era mucho mejor que su casa de Seúl... El problema era su vida social.
Todos sus amigos del otro colegio habían dejado de hablarle, todos a excepción de Taehyung, su mejor amigo. Estaba seguro de que Tae no lo abandonaría, sin importar la situación, el peliceniza nunca lo había dejado de lado. Siempre estaba en las buenas y en las malas, ya sea apoyándolo en sus travesuras, o para aconsejarlo cuando pasaba por momentos difíciles.
Aunque por otro lado, también extrañaba mucho a Jungkook. Todo había sido muy complicado entre ellos dos esas últimas semanas.
Los primeros días de la mudanza fueron sobre ruedas, Jimin llamaba a su novio casi todos los días para contarle sobre el nuevo entorno que lo rodeaba e incluso sobre sus vecinos con los cuales había tenido la oportunidad de hablar. Jungkook siempre lo escuchaba atentamente mientras también le contaba su día.
Todo cambió cuando un día el menor no respondió las llamadas de Jimin. El rubio se preocupó bastante y siguió insistiendo. Una parte de si mismo le decía que no debía preocuparse, pero tenía miedo de que le haya sucedido algo.
Finalmente, Jimin terminó recibiendo una llamada de Taehyung al día siguiente. Sin embargo quien estaba al teléfono no era su amigo, sino Jungkook. A Jimin le había sorprendido un poco el hecho de que el peliceniza le haya prestado su teléfono a su novio.
Digamos que Jungkook no era demasiado agradable con Taehyung y por lo tanto a este último le caía mal. No tenían una muy buena relación.
Pero de todos modos el rubio ignoró eso y preguntó que había sucedido. Resulta ser que el teléfono del menor había caído de la terraza de su casa y se había roto. Por eso no pudo responder las llamadas.
Eso le hizo quedarse más tranquilo, pero de todos modos estaba algo triste. No quería dejar de hablar con su novio. Pero aparentemente no había otro modo de solucionar eso, el técnico se tardaría bastante en arreglarlo ya que había sufrido daños internos.
Y la única persona con la que se hablaba era con Tae. No tenía amigos en su nuevo curso ya que todos los grupos estaban armados, habían sido hechos en un principio y nadie se molestó en intentar integrarlo. Tampoco había chicos de su edad en las casas vecinas.
Extrañaba salir de fiesta. Extrañaba a sus amigos. Extrañaba su academia de danza.
Su profesor le había sugerido seguir las clases de manera virtual ya que tenía un rango alto en ese lugar, pero Jimin se negó. No sería lo mismo que estar en la sala de ensayos y reír junto con sus compañeros.
Tecnicamente tuvo que comenzar una nueva vida partiendo desde cero, como si todo lo que hubiera logrado en Seúl se hubiera borrado automáticamente al llegar a Busan.
Ya estaba cerca de su casa y se sintió algo aliviado de que su padre aún esté trabajando en casa. Trabajaba en una agencia de turismo y por ahora todo el trabajo que tenía que hacer, era mediante la computadora. Así que Jimin aún podía pasar tiempo de caridad con la única persona en la que podía confiar plenamente. Su padre nunca le había guardado un secreto y era como su mejor amigo en estos tiempos difíciles.
Después de todo, ellos dos eran lo único que tenían. Nadie más.
Una vez llegó a la puerta, abrió y entró dejando su mochila a un lado del sofá. Luego se lanzó sobre este escondiendo su rostro entre los cojines.
Escuchó pasos cerca y colocó su cabeza de lado para poder observar quien era. Aunque ya no era necesario preguntárselo, era obvio que se trataba de su padre ya que no había nadie más habitando la casa.
- Llegaste temprano Jimin - Anunció el mayor mientras se acercaba y se sentaba a su lado - ¿Qué tal te fué?
Jimin se acomodó en el sofá para dejarle más espacio al mayor y se sentó abrazando sus piernas algo triste.
- Aún no tengo amigos... Te dije que sería mejor si comenzaba el año próximo - Comentó haciendo un puchero el rubio.
De pronto sintió la mano de Minho acariciando sus cabellos con una pequeña sonrisa.
- Tranquilo hijo. Ya todo mejorará. Además... ¿No es está la última semana de clases? Ya estarás de vacaciones - Dijo sonriendo el mayor tratando de consolar a su hijo. Tenía que pensar en algo para hacer sentir mejor al más joven - Podrás invitar a Jungkook o a Tae. No estarás solo.
- Eso también será un problema...
- ¿Por qué?
- El teléfono de Jungkook está roto... No creo que podamos vernos por unos meses - Comentó el rubio mientras se dejaba caer en el sillón.
Minho se quedó callado unos segundos... Pensando en cómo animar a su hijo. Pero nada parecía ir bien en su mente.
De pronto se levantó del sofá con una sonrisa y miró a Jimin. Este le devolvió la mirada, aunque más bien lucía confundido.
- ¿Qué?
- Ya se que puedes hacer... Cuando yo tenía tu edad y me sentía triste iba a un lugar especial que siempre me hacía sentir mejor - Comentó para luego caminar a la cocina - Ven... almorcemos y luego te enseñaré como ir... Con tan solo estar allí te sentirás mejor.
Jimin se encogió de hombros y se levantó de su lugar para ir tras su padre a la mesa.
- Si tú lo dices...
- Solo tienes que tomarte un tiempo para tí mismo y de seguro te sentirás mejor - Continuó insistiendo Minho con una gran sonrisa mientras servía los platos de comida.
Y sin más, padre e hijo se sentaron en la mesa para comenzar a comer tranquilamente. No había ningún apuro ya que ambos habían terminado sus días laborales por hoy. El rubio tan solo saldría luego para ir a ese lugar que tanto le había dicho su padre.
Una vez terminaron su almuerzo decidieron volver cada quien a sus cosas. Jimin simplemente tomó su teléfono y salió de la casa siguiendo las indicaciones que su padre le había dado.
Según él, no quedaba muy lejos. Tan solo debía caminar unas cuadras y luego doblar. No parecía difícil y no creía que sería capaz de perderse.
La dirección era la contraria hacía la carretera o hacia su instituto, hacía ese lado había más casas y también el camino era en subida.
"¿Y todo esto por un lugar especial?" Pensó Jimin mientras caminaba pesadamente "Espero que valga la pena".
Jimin podía ser una persona super atlética, nunca se cansaba de bailar. Pero no quería caminar, no le gustaba y tampoco iba a gustarle. La única excepción era si había algo que lo incentive.
Llegó a dónde debía doblar, su padre le había dicho a la izquierda... Pero para ese lado tan solo había una calle que terminaba en unos árboles. Para la derecha no había calle, así que supuso que sería para el lado contrario.
Caminó lo poco que le quedaba y por instinto se adentró entre los árboles. Todo era muy bonito, parecía un lugar abandonado pero cuidado al mismo tiempo. Había una especie de lugar donde el pasto era lo suficientemente largo como para cubrir tus pies.
Jimin siguió caminando por ese agradable lugar hasta llegar a una parte donde el pasto comenzaba a desaparecer y era reemplazado por una especie de arena y luego no se veía nada.
Se acercó y se asomó por ahí. Simplemente quedó maravillado, lo único que se veía era la pequeña ciudad. Al no ser una ciudad tan grande como Seúl, los edificios eran sustituidos por casas y no había tantas estructuras.
La vista era simplemente magnífica.
El rubio se sentó ahí mismo en el suelo mientras el viento movía sus cabellos suavemente, como si de una caricia se tratase. Era realmente relajante. Ya entendía porque su padre se sentía bien en ese lugar.
Decidió sacar su teléfono y tomar algunas fotos al paisaje. Luego se las enviaría a Tae o a Jungkook para que puedan apreciar la bella vista de su nueva ciudad.
Sonrió mientras ponía algo de música acorde al lugar que se encontraba. Algo tranquilo para poder relajarse.
Pasó bastante rato hasta que finalmente decidió utilizar ese lugar para pensar. Ya que era un lugar especial, tal vez se sentiría más inspirado en encontrar una manera para hablar con su novio.
Pensó en darle su antiguo teléfono... Pero sería inútil, tendría que viajar hasta Seúl a dárselo y dudaba que vaya a aceptarlo. Kook era bastante quisquilloso con ese tipo de cosas.
Tampoco podía llamarlo al celular de su padre, mucho menos al de su casa. Probablemente lo atendería alguno de sus molestos mayordomos y le negarían la llamada.
De todos modos... Tampoco es como si fuera a morir por no hablar con el menor por unos meses. Eso los ayudaría a medirse como pareja, los ayudaría a ver cuánto pueden aguantar sin estar con el otro.
Luego de que todo se arregle probablemente volverían a hablarse con mucho más amor que antes.
Con ese pensamiento, y sus energías renovadas se levantó dispuesto a ir a su casa.
Jimin volvía con dos bolsas colgando a ambos lados de su cuerpo.
Resulta que en cuanto llegó a su casa su su padre no estaba y tampoco daba señales de contestar su teléfono.
Fué entonces que Jimin decidió ducharse, no había tocado un jabón desde que terminó de almorzar y sentía sus manos sucias por haber estado sentado en la tierra. Nota mental, llevar alcohol en gel cuando vaya a ese "mirador"
Estaba fresco y tranquilo en su cuarto mirando una serie cuando su padre apareció de la nada, abriendo la puerta de un portazo.
El rubio asustado preguntó que había pasado y Minho le dijo que había ido al supermercado, pero había olvidado comprar las verduras. Así que le pidió a Jimin si podía ir él hasta el pequeño mercado que quedaba a unas cuadras de su casa mientras aún sea temprano.
Refunfuñando, el menor fué a dónde su padre le decía y actualmente se encontraba volviendo. No tenían las cosas que el mayor quería en ese mercado,así que tuvo que ir a otro, alejándose unas cuadras más de su casa.
De todos modos tomó y compró unas latas de energizante. Si lo había obligado a ir a comprar por lo menos llevaría algo para él.
Una vez en la entrada de la casa, tomó las bolsas como pudo y con su mano libre abrió la puerta con sus llaves. Empujó la puerta con su cadera para luego entrar y cerrar con su pie.
Con la vista fija en la cocina se dirigió a ese lugar.
- Ya traje... - Estuvo a punto de decir el rubio cuando observó que en la cocina se encontraba su padre.
Pero no estaba solo
Wuuuu. Segundo capítulo. Kskxk estoy emocionada y no sé porque. Supongo que simplemente estoy feliz jajaja.
Bien, espero que vaya gustándoles la historia. Cualquier consulta o duda pueden preguntarme que no me molesta en lo absoluto.
Y no tengan miedo de comentar, amo leerlos❤️ Nos leemos pronto (~‾▿‾)~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro