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💋 Capítulo 9 💋

Jimin caminaba sin un rumbo fijo por las frías calles, su rostro tenía lágrimas secas y algunas nuevas las cuales sin su consentimiento habían salido, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, su cara estaba roja y carente de ánimos.

La anterior pelea lo había destrozado, ya ni siquiera podía ver a Yoongi como su lugar seguro porque lo único que sentía al verlo es una profunda tristeza, tal y como la que en estos momentos lo ha invadido.

La brisa gélida despeinaba sus cabellos de algodón y le da la impresión de que la suave ventisca le acaricia el rostro como si supiera por todo lo que ha pasado; se siente tan cansado emocionalmente y para su mala suerte nadie sería capaz de entenderlo porque si busca con quien desahogarse está seguro que le lloverán preguntas y lo menos que desea en estos momentos es mencionar a Yoongi quien es una parte esencial de su penosa situación.

Sorbe su nariz mientras camina lentamente, pasando negocios y quizás llamando la atención de personas al verlo en ese estado; pero por más que quiere no puede dejar de llorar, las lágrimas salen sin su consentimiento.

Agradeció al menos haberse abrigado bien, el cielo está nublado y sabe bien que no tarda en nevar. Su atuendo lo hace ver como un niño rico, un abrigo fino y azul le brinda el calor necesario para protegerse de las altas temperaturas, tomó el primer pantalón que encontró pues debido al calor del momento no se detuvo a elegir uno que sea de su gusto, optando por algo más cómodo, sin olvidar sus botas negras.

Estos son lujos que no pidió, pero que Yoongi quiso darle.

Se mira en el vidrio de una tienda y su aspecto llega a darle asco porque este no es él ¿dónde quedó aquel Jimin inocente y feliz que amaba ir a la iglesia y cumplir los gustos de sus padres?, ¿Era en realidad feliz en ese entonces o solo es producto de su imaginación? ¿Yoongi le hizo un favor al haberlo sacado de ahí o solo lo saco de una mentira para meterlo en otra? No lo sabe, no tiene la respuesta a ninguna de esas preguntas.

Lo único que tiene claro es que aquel reflejo luce más quebrado que cuando se veía en el espejo de su casa; el Jimin gordito y castaño ya no estaba, en realidad no ha quedado nada de él;  sin embargo las lágrimas que adornan su rostro son las mismas que lo hacían en aquel entonces, aunque ahora la causa de ellas es otra.

Su teléfono vuelve a sonar, sabe que es Yoongi y no piensa contestar, no quiere verlo, no quiere saber nada de él; quiere olvidarlo, al menos por unos días, quizá semanas, lo necesario para que las partes de su corazón herido vuelvan a unirse.

¿Pero de qué sirve?

Esto ya le ha ocurrido tantas veces, él mismo que se encarga de curarlo emocionalmente es él mismo que lo destroza haciéndolo a un lado, recordandóle que siempre será el segundo en su vida.

Suelta un suspiro tembloroso mientras seca sus lágrimas con sus manos frías.

Mete su mano en el bolsillo y saca su billetera checando sí trae lo suficiente.

Y vaya que no anda con las manos vacías, hay varias tarjetas e incluso dinero en efectivo.

A pesar de eso la expresión que se muestra en su rostro no es de felicidad, porque nada de lo que hay ahí adentro es gracias a  su esfuerzo; depende mucho de Yoongi, ya no quiere recibir nada de él, tal vez debería ir optando por buscar un trabajo, aunque eso implique descuidar un poco los estudios.

Se adentra en el interior de aquel negocio y busca una mesa que esté disponible, encuentra una pegada a la ventana y sus pies se mueven en esa dirección.

Saca su móvil y ve las incontables llamadas de Yoongi, las cuales había ignorado y lo seguirá haciendo; ¿porque no se rinde de una vez? Como si en realidad le importara, había entendido de la manera más dolorosa que nunca lo hizo, él no significa nada para Yoongi, tal vez si se fuera haciendo a la idea no le resultaría tan doloroso y difícil de llevar.

─ Jimin ─ aquella voz lo sacó de sus pensamientos, su mirada abandonó la pantalla de su celular y fue rumbo a la persona que le había hablado dándose cuenta inmediatamente porque lo había llamado por su nombre si ya lo conocía.

─ Jungkook ─ se sorprendió al ver al nombrado con aquel uniforme, ahora sabe que no mentía cuando le dijo que tenía trabajo.

El castaño arrugó el entrecejo al ver sus ojos tan inundados de tristeza, lucían tan apagados y opacos. No quiso preguntar nada al respecto por que no era ni la persona ni el lugar indicado; sin embargo la curiosidad por saber el motivo estuvo presente desde el primer segundo.

─ Hola ─ sonrió, mostrando dos paletitas delanteras que debido a su tamaño lo hicieron ver como un conejo ─ ¿gustas pedir algo? ─ Jimin incluso imaginó su voz salir con más formalidad y seriedad, después comprendió a qué se debía; Jungkook era uno de los meseros del lugar y justo en esos momentos le ofrecía el menú mientras lo miraba de una manera que lo hizo titubear.

─ Oh.. Si.. P-perdón ─ lo tomó y lo abrió dándose cuenta que la primera página era como un tipo de presentación del negoció.

No le tomó mucha importancia, tampoco se detuvo a analizar el "Jeon Restaurants" que aparecía en la parte superior, porque lo que le interesaba era pedir algo. Vio el apartado de desayunos, todo se miraba exquisito, podría pedir un omelet o un volcán de frutas bañadas en Yogurt, solo de ver la presentación de los platillos se le hizo agua la boca.

─ ¿Pedirás un desayuno a las 12:00 del mediodía? ─ la voz de su amigo lo distrajo.

─ ¿Qué? ─ no había escuchado bien.

─ A que por la hora que es dudo mucho que los cocineros quieran preparar un desayuno ─ mencionó apuntando el reloj, cuando Jimin lo miró abrió los ojos asombrado por lo tarde que era, no había sentido el tiempo; prácticamente la mañana pasó volando y fue en ese momento cuando se preguntó cuánto tiempo había pasado caminando solo y sin rumbo en las calles poco transitadas.

Hizo un puchero mientras su mirada iba de nuevo al delicioso postre de frutas. El castaño se dio cuenta y vio como sus ojitos ganaban un poco de anhelo, supo que Jimin en realidad quería pedir eso y él al ser quien es consideraba que tenía el suficiente poder para exigir que sea preparado, al menos solo por esta ocasión.

─ Pero podría intentarlo ─ cedió, estando satisfecho cuando una fugaz sonrisa surcó los rojizos labios del mayor.

─ Quiero el volcán de frutas con Yogurt ─ dijo sin dudarlo.

Jeon lo anotó en su libreta y volvió a tomar entre sus manos el menú ─ el Yogurt no es dietético, ¿no hay ningún problema? ─ aclaró, muchas personas desistían de pedir el postre pues creían que dicho Yogurt era sin calorías y como la mayoría eran mujeres a las cuales se les notaba la dieta extrema a la cual se sometían cambiaban de parecer demasiado rápido.

─ No me importa.

Quizá hace algunos días atrás si le hubiera tomado importancia, pero ahora ha perdido el interés en casi todo y lo último por lo que se preocupa es conservar su pesó, incluso si llegar a estar así le llevó meses de sacrificio.

─ Perfecto, ¿algo más a tu orden? ─ preguntó con su característica sonrisa que por alguna razón traía un poco de tranquilidad a Jimin.

─ Por el momento no.

─ En unos momentos traigo tu pedido.

Dicho todo esto Jeon regresó al área de la cocina para pasar la órden.

[💋]

─ ¿Lo hiciste? ─ la fémina de cabellos amarillentos ingresó al Despacho de su jefe sin siquiera tomarse la molestia de tocar la puerta; pues después de la confianza que el mayor le había dado aquello no era necesario para ella, sin embargo este decidió jugar un rato pues en estos momentos se encontraba un poco aburrido.

─ ¿Con qué derecho entras de esta manera? ─ habló de forma sería para darle más credibilidad a su actuación ─, deberías ser más consciente de cuál es tu lugar niña ─ soltó recargando su codo sobre el escritorio, notando como la rubia alzaba una ceja.

─ Y ahora qué mosca te pico ─ sonrió confiada ─ ¿quieres que te recuerde las palabras que dijiste mientras te venías en mi boca? ─ si las paredes hablaran Siwon no tendría el descaro de olvidarlo tan rápido.

El mayor sonrió divertido ─ nunca he hecho tal cosa, pero no me des ideas porque se escucha bastante tentador.

Irene camino hacia un costado y se sentó en uno de los sillones que adornaban el despacho de su jefe, lo hizo lentamente para después cruzar una pierna sobre la otra y colocar su ondulado cabello hacia adelante de su pecho. Era un hecho que se sentía con mucho poder, gracias a los placeres que su cuerpo es capaz de ofrecer logró tener a su jefe comiendo de la palma de su mano y haciendo que cada uno de sus deseos se cumplieran.

En cambio Siwon no la veía más allá que un medio de distracción, como un buen polvo donde podría desquitar toda su frustración que el trabajo le dejaba; porque estar al pendiente de una compañía como esa no es nada fácil, contando el hecho que su estrella masculina principal ha venido presentando varios problemas últimamente.

Lidiar con Yoongi no es fácil, ya no es el mismo de hace dos años, sus videos ya no los siente iguales, incluso ha tenido que desechar varios porque se le puede notar distraído y en cierto punto incómodo y el principal culpable de todo ello es el mocoso que tiene de novio.

Irene tiene una idea errónea y Siwon lo sabe, las decisiones que toma no son porque ella se las pida, lo hace porque a él también le conviene que Yoongi se deshaga de Jimin, necesita a su estrella de hace dos años otra vez, no a lo que queda de él, este Yoongi no le sirve.

─ Sabes que puedo hacer y dejar que me hagas lo que quieras ─ soltó la rubia astutamente ─ pero merezco mi recompensa ¿no crees?

─ Ya está hecho ─ dijo lo que Irene quería escuchar ─ está noche llevaré todo el equipo de grabación al mirador que mencionaste, tu y Yoongi darán uno de los mejores espectáculos bajo el manto de las estrellas mientras las hojas de cerezo caen capturando tan erótico encuentro ─ fue testigo de la enorme sonrisa que se formó en las delicadas facciones de Irene.

─ ¡Me encanta!, si lo dices así se escucha tan romántico ─ agregó verdaderamente emocionada y felíz porque muy probablemente esto marque un antes y un después entre Yoongi y su novio.

[💋]

Jimin terminó de degustar su postre, siendo testigo de los primeros copos de nieve que se podían apreciar descendiendo del cielo grisáceo, sus ojos lucían inexpresivos a comparación del desastre de emociones que su pecho a puras penas albergaba.

Los mensajes caían uno tras otro, cada uno siendo de la misma persona y aunque sus manos picaban por verlos fue algo que no se permitió; porque está seguro que terminará cayendo, ya lo ha hecho muchas veces, siente que no puede estar cerca de Yoongi; pero tampoco lejos de él.

Suspiro cansadamente desviando su mirada y sin querer lo vio en las notificaciones, quiere decir que no fue su intención hacerlo, pero mentiría. Fue el último mensaje del pelinegro, al menos hasta ahora.

"Quizá no lo sepas pero el GPS me dice donde estás en estos momentos, pero pienso darte el tiempo que necesitas. Intenta pensar con claridad y por favor ya no llores, cuando saliste corriendo lo note y lo hacías. Está nevando, ten cuidado y abrígate bien.

Jimin… se que en este punto ya no me crees, pero te amo."

El nudo que se formó en su garganta dolió al punto de no poderlo soportar, su respiración se volvió dificultosa e intentó retener las lágrimas mordiendo su labio inferior para que el llanto no se presentará.

─ M-mesero ─ su voz salió inestable. Esta vez uno que no era Jungkook se le acercó y con la misma cordialidad que el castaño respondió.

─ ¿Desea algo más?

─ La cuenta por favor.

─ Ahorita se lo traigo ─ dichas aquellas palabras se retiró dejando a Jimin solo y con un sin fin de pensamientos que en estos momentos no le venían bien.

Iba a apagar su celular, pero la conocida voz lo detuvo.

─ ¿Ya te vas? ─ se hubiera sorprendido al verlo sin el uniforme; pero ni siquiera le prestó atención.

Jimin asintió sin ánimos de contestar, Jungkook vio la hora, faltaban 20 minutos para la 1:PM y en ese momento una idea surcó por su mente, pues tenía toda la tarde libre y no perdía nada con intentarlo.

─ ¿Tienes planes? ─ tomando en cuenta que era sábado la posibilidad era alta; pero eso no garantiza que él pelirrosa aceptara, igual ya había iniciado y ahora tenía que terminarlo.

─ No ─ fue una respuesta simple y desinteresada.

─ Quieres pasar la tarde conmigo ─ sus mejillas ganaron un leve carmín, quizá su error fue ser tan directo y ahora temía ser rechazado de la peor manera; pero lo que escucho lo alivio y alegró al mismo tiempo.

─ Lo haré ─ en estos momentos lo que sea con tal de mantenerse ocupado y no regresar a casa, sobre todo tratar de no pensar en Yoongi lo cual en estos momentos es lo que más necesita.

La cuenta fue pagada y al momento de salir acompañado por Jungkook, el pelirrosa pudo sentir las miradas de los demás meseros en su persona, algo que no ocurrió cuando llegó e incluso juró escuchar un silbido. Jungkook por su parte miró al causante de tan ridículo sonido dándose cuenta que se estaba riendo, entrecerró los ojos y les lanzó una mirada amenazante, después se las desquitaría con sus compañeros de trabajo.

─ Sígueme ─ muy al contrario de lo que Jimin creía el castaño fue en dirección del estacionamiento, lo que lo extraño pues la parada de buses y taxis era en dirección contraria; pero no se detuvo a cuestionar tanto, al contrario hizo lo que Jeon le pidió y lo siguió.

Y después de varios pasos comprendió el motivo, Jeon Jungkook se acercó a uno de los autos más caros que había en el estacionamiento, lo hizo con tanta calma como si tuviera todo el derecho del mundo.

─ ¡Oye! ─ Jimin habló alterado ─ te meterás en problemas si lo tocas y le haces algún rasguño, Jungkook no quiero problemas con el dueño ─ regaño alejándose, habían cámaras y entre más lejos estuviera mejor.

Jungkook lo miró serio sin negar que aquello se le hizo gracioso.

─ Jimin…

─ Joder Jungkook, se que eres un chico malo pero ¿por esta vez podrías ser bueno? vamos, si no andas para el taxi yo lo pago.

─ Jimin…

─ De una vez te advierto que si nos llevan presos a los dos diré que no te conozco y que solo iba pasando.

─ Hey…

Y como si quisiera empeorar todo dio tres golpecitos en el vidrio de la ventana con su dedo medio, lo que hace que a Jimin se le suba la presión y casi le de un infarto.

─ Yo me voy ─ el mayor se dio la vuelta y antes de comenzar a caminar la voz de Jungkook lo detuvo.

─ Es mío.

─ ¿Qué? ─ su expresión fue cómica y Jeon quiso tirarse a reír.

─ El carro, el estacionamiento y el restaurante me pertenecen Jimin.























Solo una aclaración, esto no tendrá Jikook, esto es puro YOONMIN, así que no me pidan que Jimin se quede con Jungkook porque no será así.

Lo digo porque ya note varios comentarios así :(

El próximo capítulo estará emocionante, ¿creen que dicho vídeo sí se de? 👁

Estoy pensando en dejar las actualizaciones de Only for me exclusivamente para los domingos ¿que opinan?

Esta historia no será muy larga, mínimo 25, máximo 30, así que según mis cálculos en cuatro meses aproximadamente estaría terminando, ojala todo salga según mis planes 🙏

Gracias por el apoyo, se les quiere mucho.

19/12/21.

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