Amaba despertar rodeado por aquellos fuertes brazos, sentir su respiración chocando contra su nuca y la calidez de su cuerpo cubriendo el suyo. Aquellos eran pequeños detalles de los cuales Jimin estaba enamorado y aquel amor seguía creciendo sin límites y restricciones.

Pero de la mano iba aquel dolor que lo atacaba por las noches, aquellas marcas las cuales no fueron hechas por él son las que al siguiente día le recordaban aquel martirio al cual por voluntad propia había aceptado con los brazos abiertos, los piquetazos en su pecho al ver con sus propios ojos la causa de sus pesadillas, el nudo en su garganta cada vez que la mencionaba y el tiempo limitado al cual se había tenido que conformar por miedo a quedarse solo nuevamente.

Porque hace dos años lo había perdido todo, el desprecio de sus padres al confesarles como se sentía fue algo que lo rompió emocionalmente; fue en esos momentos cuando Jimin se dio cuenta que el maltrato verbal resultó ser más doloroso que el físico y aunque las veces que su padre le puso una mano encima fueron contadas no se comparaban al daño que sus palabras causaron.

Pero fue Yoongi quien le hizo ver que lo que sentía estaba bien, qué era lo correcto y no debería sentirse avergonzado de ello; fue el pelinegro quien le dió una mano y le brindó un techo para poder pasar sus frías y tristes noches, le curó el alma mediante besos, caricias y abrazos y aunque para muchos resultó ser poco creíble Yoongi no lo tocó sexualmente hasta después de los primeros seis meses de estar viviendo juntos, lo cuido y se encargó que su primera vez fuera inolvidable.

Yoongi era casi perfecto y era exactamente por ese insignificante "casi" que su relación colgaba de un hilo.

─ ¿Por qué lloras? ─ su voz ronca llega a sus oídos de forma repentina. No quiere salir, odia las mañanas como esta, donde sin ningún motivo los sentimientos llegan como una avalancha.

Puede sentir su cuerpo tibio cerca del suyo, su piel se ha vuelto dependiente de la suya, por ello esa fría sensación cada vez que no está a su lado.

Ni siquiera se dio cuenta en qué momento la primer lágrima abandono sus ojos, lo único que sabe es que duele como cientos de espinas mutilando su cuerpo de forma lenta y tortuosa; es una dulce tortura la cual ante sus ojos es hermosa, ¿pero esta bien vivir su vida entera siendo prisionero de aquella odisea? Jimin no lo sabe, lo único que tiene claro es que ama tanto al hombre a su lado que la sola idea de dejarlo le aterra.

─ Por favor no llores, sabes que soy tuyo, siempre perteneceré a tí ─ Yoongi quiere tomarlo y abrazarlo, porque por algún motivo lo siente muy distante y aquello le incómoda.

─ S-se me hace tarde, necesito levantarme ─ sorbe su nariz y hace el intento por abandonar la cama, no contaba que la mano de Yoongi lo evitara y lo hiciera caer de nuevo sobre el colchón.

─ No, aún es temprano, es sábado y no tienes escuela; quédate un poco más ─ esta vez no pudo resistirlo y lo abrazo fuertemente ─, quédate aunque después no me hables, déjame sentir tu calor al menos unos momentos ─ el menor mordió su labio inferior, las lágrimas de nuevo estaban ahí recordándole lo patético que era.

Porque así es como se sentía, como un tonto el cual tiene que aprender a vivir con el dolor, como alguien insignificante a quien no le queda de otra que conformarse con las sobras, alguien que está condenado a ver al hombre que ama en los brazos de alguien más. Si, Jimin es todos los sinónimos existentes de un idiota.

─ ¿De nuevo las pesadillas? ─ Su voz se está aclarando, pero sigue igual de grave que siempre. Jimin recuerda que muchas veces fue su voz la que le sirvió de consuelo, la que fue como un dulce susurro en sus días grises.

Jimin negó, a diferencia de las otras ocasiones esta vez no lloraba por las pesadillas, extrañamente estas no habían llegado; lo que pasó fue algo distinto, pues al abrir sus párpados la cruel realidad llegó a afectarlo como jamás lo había hecho, el recuerdo de un lugar sagrado y una promesa la cual aún guarda como un hermoso recuerdo.

─ ¿Entonces? ─ preguntó suavemente llevando su nariz a la rosada cabellera, donde cerró los ojos y disfrutó de su dulce aroma.

─ No preguntes Yoongi, n-no me hagas darte una respuesta que tu b-bien sabes ─ habló a tropezones, sintiéndose tan agusto en el pecho del pelinegro.

El mayor no respondió porque tal y como lo había mencionado sabía a que se debían esas lágrimas. Esto se le había salido de las manos, fue un tonto al creer que no traería problemas futuros, confío en unas palabras porque le convenía, le convenía tener al menor a su lado porque solo a su lado no se sentía vacío e incompleto.

"No me importa, si eres actor porno o un gigoló, solo quiero permanecer a tu lado" palabras que claramente la persona que más ama dijo sin pensar, o en un momento de desesperación.

─ Suéltame ─ y ahí estaba lo que tanto temía.

─ Solo un poco más ─ insistió, más bien suplico.

─ Tengo cosas que hacer ─ mintió. Porque bien podía levantarse a la hora que quisiera, pero no se sentía cómodo; no después de los últimos acontecimientos, lo que Jimin necesitaba era estar alejado de Yoongi un tiempo, tenía la esperanza de que de esta forma sería menos doloroso.

Y aunque Yoongi lo quisiera seguir teniendo entre sus brazos, aunque la sensación que transmitía su cuerpo era lo más hermoso, reconocía que estaba siendo demasiado egoísta, que solamente pensaba en él y en su propio beneficio cuando es obvio que el que más sufre es Jimin.

Apretando la quijada cedió a su pedido, noto como el menor escapaba y caminaba rumbo al baño dejándolo con un horrible sabor de boca.

Y como si la mala suerte estaba decidida a joderlo desde tan temprano su teléfono celular sonó llamando su atención, sonido que se alcanzó a escuchar detrás de la puerta de baño. Jimin estaba deshaciéndose de su ropa cuando aquel conocido tono lo vino a distraer.

─ Bueno ─ escucho la voz apagada de Yoongi.

Jimin a veces se odia, porque parte del dolor que siente se lo ha causado él mismo, lo sabe porque aún teniendo el conocimiento de que dolerá lo hace. Ahora se encuentra en una de esas ocasiones, donde sabe que no debe hacerlo, que quizás termine llorando y su corazón aún más destrozado de lo que ya esta; aún así decidió asomarse y acercar su oído a la puerta, ignorando por completo la voz en su cabeza que le indica que no es una buena idea.

─ Justo acababa de despertar, ¿sucede algo? ─ Jimin quiere saber con quién habla.

Siente cierto nudo que poco a poco comienza a crecer en su garganta, no entiende el motivo; pero es como si su cuerpo presintiera que no se trataba de buenas noticias, al menos no para él o a lo mejor era algo psicológico y se estaba volviendo loco.

─ ¿Qué? ─ el cambio de voz fue drástico ─ ¿ahora?... quedamos en que sería la otra semana ─ Jimin podía jurar que se trataba de su estúpido jefe.

Su pulso se aceleró, el mal presentimiento creció y solo intentó prepararse para lo peor, que su mente y corazón estuvieran listos para lo que sea que escuchará.

─ Pero es muy repentino ─ había mucho disgusto, podía incluso imaginar la cara del pelinegro ─. No, no tengo nada que hacer hoy, es solo que me molesta el cambio tan drástico, ni siquiera me lo consultaron ─ Jimin podía sentir la tensión, de pronto su respiración se volvió pesada.

No entendía el motivo que desencadenó aquella situación, lo único que tenía claro es que quien sea que estuviera detrás de la línea telefónica tenía mucho que ver y podría apostar a que se trataba de Siwon.

Como odiaba a ese hombre.

Yoongi continuó ─ lo haré con una condición ─ habló firme ─ así como tú adelantaste dicha actividad yo también exijo que mis vacaciones lo hagan, las quiero esta semana que viene ─ aquello sorprendió al pelirosa, sus ojos se ampliaron al escucharlo.

Era la primera vez que Yoongi se ponía a la defensiva y bien justificado estaba; más sin embargo lo que escucho causó un profundo dolor.

─ Si, llegare a la hora acordada, quiero salir de eso rápido, el video en el mirador se dará hoy mismo ─ finalmente cedió, sin tener una idea que sus palabras causarían gran daño en aquel que tanto amaba.

Cortó la llamada y tiró el celular en la misma cama mientras de nuevo se dejaba caer sobre la almohada. Miro al techo y puso su brazo sobre su rostro. Últimamente todo le estaba resultando tan difícil y cansado, de verdad necesitaba aquellas vacaciones, salir un tiempo de la ciudad y despejar su mente durante esos días, obviamente Jimin tendría que ir con él, no pensaba ir a ningún lado sin su novio.

Escucho él sonido de la regadera, supuso que Jimin se estaba duchando y lo comprobó después de varios minutos cuando lo vio salir tan solo con una toalla en su cintura. El entrecejo del mayor se juntó al ver sus ojos exageradamente irritados y no solo eso si no también su nariz, Jimin intentó evadir su mirada todo el tiempo pero simplemente el mayor no lo resistió más.

─ ¿Qué tienes? ─ joder que Jimin quería que se callara, no quería escucharlo; de ser posible no quería verlo, en estos momentos sentía que lo odiaba, que solo mirarlo le enfermaba.

─ ¿Te importa? ─ respondió tosco, su voz salió congestionada por el llanto dentro del baño. Se había quebrado, había perdido toda fuerza en sus piernas las cuales había abrazado cuando sintió el frío piso, había llorado de forma silenciosa y desgarradora sintiéndose patético, sabiendo que su dolor a Yoongi no le importaba, sintiendo que las fuerzas de seguir luchando acababan con cada día que le recordaba lo ridícula que era su vida.

─ Jimin ─ de nuevo otra de sus peleas, algo a lo que aún no se acostumbraba.

─ ¡No me hables joder!, ¡me irritas! ─ explotó ─. Ve y folla con ella cuantas veces quieras, hazlo donde se te dé la regalada gana; pero no vengas a mi con cara de preocupación cuando obviamente jamás te he importado ─ su rostro estaba rojo a causa del enojo.

─ ¿Escuchaste? ─ se levantó y caminó hacia él pero Jimin lo empujó.

─ ¿Y que si lo hice?, ¿Eso cambiará algo?, ¿Cambiarías de opinión si te pido que no lo hagas? ─ incluso si preguntaba ya sabía la respuesta, pues toda esperanza murió cuando lo escucho aceptar sin dudarlo.

─ ¡Ya hablamos de esto! ─ se escuchó realmente desesperado y a pesar de haber hablado fuerte sus gritos no eran tan altos como los de Jimin.

Silencio, lo único que recibió después de aquello fue silencio.

Cada segundo era más doloroso que el otro, la brecha que los dividía se fortalecía con cada discusión. Jimin a veces se preguntaba qué hacía ahí si no era sano para ninguno de los dos; una relación dañina y tóxica no lo llevaría a ningún lado, lejos de eso los estaba desgastando emocionalmente.

Lágrimas resbalaron, aquellas que quiso detener; pero le resultó imposible, lo que sí hizo fue tomar su ropa y salir de la habitación, no le importó los gritos de Yoongi llamándolo, tampoco los pasos detrás de él que le decían que estaba siendo seguido, él lo único que quería era alejarse de Yoongi, ¿era mucho pedir eso?

─ ¡Jimin! ─ sintió el agarre en su muñeca y forcejeo para ser soltado.

─ ¡Suéltame maldita sea! ─ no veía con claridad, las lágrimas le estaban nublando la vista.

─ Estás actuando de forma inmadura ─ aquello fue la gota que derramó el vaso. Reunió toda su fuerza y logró liberarse, Yoongi vio un brillo diferente en su mirada, algo que logró estremecerlo de pies a cabeza.

Limpio de forma brusca las lágrimas, mientras su dura mirada se posaba sobre la del mayor.

─ ¿Con que eso es lo que piensas de mí? ─ sonrió, una sonrisa quebrada.

─ No Jimin… me exprese mal ─ quiso tomarlo de la muñeca otra vez pero el pelirosa no se lo permitió.

─ Pues por hoy te librarás de este inmaduro ─ comenzó a caminar rumbo a otra de las habitaciones ─. Hoy saldré, no sé si vendré a dormir  ─ aquello disgustó al mayor ─, en cuanto a tí haz lo que se te dé la gana.

Porque estaba tan cansado, por primera vez haría algo diferente, haría lo que un chico de su edad acostumbra y aquella fiesta a la que fue invitado no era una mala opción, en realidad era lo que necesitaba.

Emborracharse y olvidarse de Yoongi.

[💋]

Esto se me esta saliendo de control...

Perdón por la inactividad, me esta costando mucho esta historia, pero siempre me acuerdo de ella unu.

Opiniones sobre el capítulo aquí 👉

Muchas gracias por leer. ❤

12/12/21.