Sus párpados pesaban horrorosamente, la intensa luz no ayudaba a que pudiera mantener sus ojos abiertos, estuvo batallando por casi un segundo para que la incomodidad pueda ser soportable y así distinguir dónde demonios estaba porque desde que despertó esa fue su mayor curiosidad.

El sonido de los aparatos le dio una pista, pero lo confirmó varios segundos después cuando se vio a él mismo acostado sobre la cama y conectado a varios aparatos del hospital.

Pero lo que más llamó su atención fue ver a Yoongi dormido a su lado, su cabeza estaba recargada sobre la cama, escondida en el hueco de sus dos brazos, mientras que el resto de su cuerpo sobre un sofá que él mismo había acercado para no estar alejado del menor. A Jimin se le hizo un nudo en la garganta cuando recordó todo lo ocurrido, claro que no había olvidado que Yoongi había ido por él, que lo había salvado y lo había traído de emergencias y Jimin no estaba para nada feliz con su comportamiento, le avergonzaba su nivel de inmadurez y falta de responsabilidad.

Se puso en riesgo, no pensó en su integridad y su salud, si Yoongi se molestaba tendría toda la razón; ni siquiera fue cuidadoso, bebió una sustancia que no conocía, que nunca había probado y todo por no ir a casa, por querer jugar a ser algo que no era, casi muere y si no hubiera sido por Yoongi no imagina que hubiera pasado con él.

Suspira al mismo tiempo que toma sus cabellos bastante frustrado con la situación y molesto consigo mismo.

─ Bebé ─ la voz ronca de Yoongi lo hace mirarlo, el pelinegro apenas estaba despertando. Jimin siente mucha ternura al verlo con el rostro adormilado y algunos mechones negros estaban pegados a su frente y mejilla, sus ojitos más pequeños e hinchados, quería besar las ojeras que alcanza a ver bajo de ellos, siente que están ahí por su culpa.

─ Yoongi… ─ mencionó en un hilo de voz, porque los sentimientos hechos puño lo están afectando.

El nombrado se enderezó y se acercó hasta su novio para tomar sus mejillas y besarlas con parsimonia y cariño. Jimin se sintió tan pequeño que sus ojos se aguaron sin poderlo evitar, no entendía el porqué estaba tan sensible; pero la delicadeza con la que era besado calentó su frágil corazón.

─ No llores ángel, aquí estoy ─ con ambos dedos pulgares limpio las rebeldes lágrimas que acaban de salir.

Jimin pucherío y sorbió su nariz, estaba siendo un niño en esos momentos, un niño muy avergonzado y lastimado.

─ Y-yoon… Yoo-ngi ─ su labio inferior temblaba y el mayor quiso besarlo, deseo al cual no pudo resistirse. Beso su belfo con mucho cuidado, como si fuera algo que pudiera romper y dañar. Sus dedos recorrieron sus húmedas mejillas retirando las lágrimas, no le importaba si salían más, él las quitaría las veces que sea necesario.

─ Hey tranquilo, no llores ─ lo abrazó, inmediatamente sintió como los brazos lo rodeaban y la nariz del pelirrosa se ubicó en la unión de su hombro y cuello, buscando su calor y apoyo.

Yoongi sonrió cálidamente mientras llevaba una de sus manos a su espalda para acariciarla, así estuvo un par de minutos siendo testigo de cómo su pequeño se desahogaba y poco a poco los sollozos se volvían más débiles, hasta quedar solo suspiros entrecortados que le indicaban que había dejado de llorar pero que seguía igual de sensible.

Los siguientes minutos se dedicó a acariciar su cabeza, sintiendo la suavidad de su cuero cabelludo y deleitándose con los soniditos de satisfacción que salían de la boquita del más pequeño. Era obvio que este gesto siempre lo había tranquilizado.

─ Bebé, ¿quieres que hablemos? ─ mencionó suavemente cerca de su oreja.

Jimin trago y cerró los ojitos, estaba muy agusto en su escondite y no quería salir de ahí; pero era hora de hablar sobre ellos, más bien era necesario.

A regañadientes se separó, más sin embargo su vista estaba en sus manos, en ningún momento miró a Yoongi.

─ Perdón… ─ jugó con sus manos ─, fui tremendamente irresponsable, me puse en peligro y casi muero por una sobredosis; caí muy bajo ─ a Yoongi no sólo le partió el alma escucharlo hablar así de él mismo, si no darse cuenta de cómo luchaba para mantenerse estable y no romper en llanto nuevamente, su nariz y párpados estaban rojos, era una imagen deprimente y que definitivamente no le gustaba.

Jimin no hizo algo bueno, pero tampoco lo puede culpar cuando fueron sus propias acciones los que lo empujaron a tomar una decisión así, si tan solo hubiera sido un buen novio y le hubiera dado la atención que merecía nada de esto estuviera pasando.

─ Ya pasó bebé, lo importante es que tu estas bien y que estoy contigo ─ tomó sus manos y la llevó a sus labios para besarlas.

─ Pero me puse en peligro ─ hizo un puchero.

─ Y gracias al cielo estas bien.

─ ¿No estás molesto? ─ preguntó con temor.

─ ¿Porque debería estarlo? ─ no tenía ningún derecho cuando el que debería estarlo es Jimin, Yoongi seguía creyendo que era el peor novio y que debía hacer mucho más que besos y caricias para recompensar todo el sufrimiento de su bebé.

─ Pienso que me ves como alguien inmaduro, que no ha dejado de ser un niño y se pone en peligro debido a sus caprichos ─ así es como se sentía, pero Yoongi no lo veía de ese modo.

─ No bebé, parte de lo que te paso es mi culpa… yo no he sido el mejor novio, ni siquiera te doy tu lugar y sufres a causa de mi y mi trabajo ─ Yoongi se mordió el labio, era momento de hablar, diría por fin aquello que no lo dejó dormir bien; después de pensarlo por horas y horas había tomado una decisión muy difícil, algo que cambiaría su vida completamente y la de Jimin también; pero era necesario, si no hace algo ahora después será demasiado tarde y puede que su decisión lo haga infeliz toda su vida.

Al escuchar aquello Jimin se tenso, su trabajo era la principal causa de su sufrimiento, algo a lo cual Jimin se sometió, por otros y desesperación sin tener una clara idea de los problemas a futuro que está agitada decisión le traería.

─ Y-yo… ─ soltó las manos de Yoongi y las llevó a su pecho, pues le dolía mucho ─, no creo po-der seguir r-resistiendo más esto Y-yoongi ─ confesó, su pecho no lo pudo contener más, dolía demasiado mantenerlo encarcelado.

Yoongi mordió su labio, le partía el alma ver a su novio así, Jimin era todo para él y no soportaría perderlo.

Jimin continuo ─ Se que dije que no importaba ─ sorbió su nariz, su rostro ya estaba siendo humedecido por las lágrimas ─, p-pero no sabía que dolería tanto ─ levantó el rostro y con sus ojos aguados miro al mayor, Yoongi se estremeció al ver tan hermosa mirada inyectada en sufrimiento y se sintió aún peor al saber que el causante de todo ese dolor era él ─, y siento que no puedo soportarlo más ─ hipo, estaba quebrándose.

Con ambas manos limpiaba sus lágrimas mientras Yoongi seguía en un pequeño trance, no se había dado cuenta que también estaba llorando, ni siquiera sintió en qué momento comenzó a lagrimear.

─ De verdad lo s-siento ─ a Yoongi le dolió qué fuera Jimin quien se estuviera disculpando ─, lo s-siento… lo siento ─ sollozó con fuerza ─, lamento no poder aguantar m-más, lamento ser tan débil y egoísta ─ Jimin había llegado a su límite.

Yoongi suspiro profundamente y con una fuerza asombrosa, era como si estuviera pidiendo fuerza al aire.

─ Jimin ─ se preparó para lo que diría. El nombrado levantó el rostro cubierto de lágrimas y lo miró con pesar mientras sollozaba ─, he sido un idiota todo este tiempo; decir que lo siento sería en vano si no hago algo para cambiarlo ─ jamás se había avergonzado tanto de él mismo, ni mostrarse desnudo frente a millones de personas lo apena tanto como ser él causante de las lágrimas de la persona que más ama en este mundo ─. Estuve pensándolo, todo esto me hizo recapacitar y pensar en las cosas que de verdad lo valen y las que no ─ decir todo aquello se sentía bien, sincerarse de una vez.

Jimin arrugó su nariz, sorbiendo sus mocos y prestando atención.

Con un pequeña pausa de por medio Yoongi prosiguió ─, terminaré con todo esto Jimin, tu me importas más, a ti si no soportaría perderte ─ soltó finalmente.

Jimin se le quedó viendo con sus grandes ojitos húmedos y sorprendidos, incluso creía que no escuchó bien porque aquello se había escuchado muy bonito para ser verdad.

─ ¿Qué dijiste? ─ exclamó incrédulo.

─ Pienso renunciar a mi trabajo Jimin, hablaré con Siwon cuando te recuperes ─ confirmó.

Jimin abrió su boca pero no hubo palabra alguna, solamente su cerebro intentaba asimilar las palabras dichas; pero parecía una mentira y en su cabecita no cabía algo tan hermoso e irreal, porque inconsciente rechazaba la información, como si se negara a emocionarlo para no ilucionarlo.

─ ¿No dirás nada? Aún estoy a tiempo de intentar arreglar esto ¿verdad? ─ pregunto con temor.

Jimin se vio obligado a reaccionar cuando los primeros segundos se convirtieron en un minuto, Yoongi lo miraba con angustia en sus ojos gatunos y oscuros.

─ Es que… yo había perdido toda esperanza ─ admitió y aquella revelación no hizo sentir bien a Yoongi.

─ No. Mereces más, quiero darte más.

Poco a poco la felicidad se iba instalando con una fuerza abrumadora dentro del Interior de Jimin y se vio reflejada cuando por primera vez se pudo deslumbrar una débil sonrisa donde sus ojitos desaparecieron, su sonrisa también creció así como el cálido sentimiento de alivio dentro de Yoongi.

─  Es que quise escuchar estas palabras tantas veces, que ahora que por fin lo hago parece irreal. Júrame que no es un sueño ─ soltó con la felicidad burbujeante, creciendo cada vez más.

─ Lo prometo, jamás he sido tan sincero ─ acarició sus mejillas con ambas manos, estaban húmedas; pero al menos ya no había más lágrimas.

Ambos juntaron sus narices disfrutando de tan hermoso momento, donde sus corazones latian con fuerza y sus labios se juntaban de vez en cuando; era la plática que necesitaban para que el sufrimiento comenzará a mermar y su relación fuera tan linda y hermosa como sus primeros días, donde el dolor no los había manchado y sus sonrisas eran auténticas y genuinas.

Saborearon el sabor salado de las lágrimas en los labios del otro, esta vez Jimin  estaba feliz; como lo ha mencionado, muchas veces soñó con escuchar esas palabras salir de la boca de Yoongi y si de un sueño se trataba de no quiere nunca despertar porque estando dormido se siente bastante bien, su corazón no duele como cuando está despierto.

O eso es lo que imagina, porque todo es real, nada es producto de su imaginación.

La enfermera entró sin tocar la puerta lo que los obligó a separarse, pero no demasiado, solamente del beso que antes los unía.

─ Buenos días ─ saludó amablemente la enfermera.

─ Buen día ─ respondieron ambos al unísono.

─ ¿Cómo amaneció nuestro paciente? ─ preguntó la mujer de delgada figura y marcadas curvas.

─ Me duele un poco la cabeza, pero es soportable ─ solo era una pequeña incomodidad.

─ Es normal después de lo que te ocurrió, no te preocupes, solo debes comer un poco, lo demás lo harán los medicamentos ─ mencionó escribiendo algo en una especie de libreta.

─ ¿Cuando puedo llevarlo a casa? ─ preguntó Yoongi, recordaba que anteriormente mencionó que estaría unos días en el hospital; pero habían sido dos días desde ese entonces, tenía una pequeña esperanza de que con eso hubiera sido suficiente, Jimin se veía mejor, él podría cuidarlo desde casa.

─ Haremos unos análisis y depende de los resultados responderé a su pregunta ─ miró fugazmente al pelinegro ─, mientras tanto es mejor que ambos coman algo ─ ella era testigo que no solo había sido difícil para el paciente, el pelinegro también la había pasado mal estos días, de milagro lo había visto salir por un cambio de ropa, eso fue tan solo una vez, pues Yoongi no se ha despegado de Jimin en ningún momento.

─ Traeremos la comida del joven Park, necesita alimentarse y tomar mucha agua ─ anunció la joven mujer despidiéndose y regresando por donde había llegado.

─ Yoongi tu también comer algo ─ demandó firme Jimin, no quería que el pelinegro se enfermara.

Y Yoongi no pudo estar más de acuerdo, pues su mala alimentación durante los últimos días comenzaba a pasarle factura.

[💋]

Hola, espero hayan tenido un bonito fin de semana.

¿Les gusto el capítulo?, Yoongi dejará de ser tan menso a partir de ahora.

Pero no la tendrá fácil con la renuncia, lastimosamente.

Gracias por leer ❤

23/01/22.