💋 Capítulo 11 💋
─ Amo aquí ─ Jimin miraba las hermosas luces con una inmensa alegría, sus ojitos oscuros brillaban como las estrellas en el firmamento, su sonrisa no tenía precio; era como si después de mil años en prisión hubiera encontrado su libertad y Yoongi solo se concentró en capturar aquella etérea imagen cargada de inocencia, porque hasta el momento Jimin era lo más puro que había podido apreciar.
Segunda vez que lo veía y en tan poco tiempo había logrado sacudir todo su interior como las olas del mar en una noche tormentosa; mas el sentimiento en su pecho fue cálido, como un día soleado.
─ Yoongi Hyung, quiero quedarme aquí ─ por algún motivo que desconoce estando en aquel mágico lugar (como él lo había nombrado anteriormente) se sentía liberado, como si no hubiera necesidad de fingir y pudiera ser el mismo.
Yoongi sonrió por sus palabras, porque en realidad no tenía ni una idea de lo feliz que se sentía el menor en esos momentos y aunque sus ojos lo demostraran; no era ni la mitad de las miles de sensaciones que explotaban en su interior como si de fuegos artificiales se tratará.
Aún así Yoongi lo veía embelesado, maravillado y anonadado, la sonrisa en sus finos labios era boba, pero sincera.
─ Puedes hacerlo tu lugar seguro ─ fue Yoongi quien se lo propuso ─, cuando te sientas ahogado ven aquí y grita lo que tu corazón no puede soportar, grita fuerte y que el viento se lleve aquel sufrimiento lejos de tí ─ era un buen método para desahogarse.
Jimin lo pensó y su idea le pareció inteligente. Estando en su casa, bajo reglas pesadas y padres estrictos no podía ser quien realmente era; era asfixiante tener que fingir ser el hijo perfecto, educado y sobre todo recto que sus progenitores esperaban de él; fingir que no se sentía incómodo cada vez que lo juntaban con una chica, tener que sonreír porque no le queda de otra.
A sus 17 años Jimin solo es un adolescente quien prácticamente ha vivido encerrado en una mentira y viviendo la vida que sus padres querían que llevara negándose por completo lo que en realidad quiere.
...
Jimin camina sin saber dónde está parado, la música la siente distante y sus pies pesados; pero se siente realmente cansado emocionalmente para detenerse a observar el lugar. Su rostro está sonrojado; sin embargo no es eso lo que lo hace ver lamentable, si no las lágrimas secas que opacan el carmín natural de sus mejillas.
Anteriormente había estado con Kai, este se había aprovechado de su estado de ebriedad para llevarlo a la pista de baile, manosearlo un poco y robarle algunos besos, siendo consciente que aquella escena estaba siendo grabada; pero poco le importó, el pelirrojo sabía que no era lo único que grabaría, porque la noche aún era joven y Jimin se mostraba tan dispuesto que ya podía sentirlo.
Más sin embargo con el primer descuido el pelirrosa escapó de su vista, ahora Kai lo buscaba desesperadamente; pues según los que cuidaban la entrada de la lujosa casa el menor no había salido en ningún momento, por lo que supuso aún seguía dentro.
─ ¿Aún nada? ─ Somi pregunto preocupada, pero no por Jimin en sí, sino por los problemas en los que se metería sí al chico le llegará a pasar algo.
Kai negó con la cabeza mientras miraba a todos lados, las luces comenzaban a molestarlo, había bebido tanto que debía de aplaudirse el hecho de que aún siguiera de pie y en sus cinco sentidos; pero la rubia sabía completamente que debido a la experiencia del pelirrojo ninguna bebida podía doblegarlo tan fácilmente.
En cambio con Jimin era todo lo contrario, había sido la primera vez y para colmo el idiota de Kai habia combinado dos sustancias fuertes, de ahí venía toda su preocupación.
─ Mierda Kai ─ habló alterada ─ sigue buscando joder, tiene que aparecer en alguna parte ─ comentó aunque incluso ella había buscado inútilmente.
─ Ya buscaste en las habitaciones ─ Momo mencionó mientras sostenía una botella de cerveza ─, conociendo a Kai y lo lento que es puede que alguien más le haya ganado su premio y ahora lo estén follando en algún rincón ─ el pelirrojo la miro molesto y está solo pudo sonreír con burla.
─ No seas estúpida, nadie se atrevería a hacerme algo así, todos saben que Jimin es mi presa de está noche e incluso mis amigos más cercanos tienen conocimiento del video que pienso grabar.
Somi lo miró indignada, no podía creer lo que estaba escuchando ─ ¡¿Perdiste la cabeza?! ─ dramatizo ─, ¡pensabas drogarlo, violarlo y grabarlo en mi casa! ─ era el colmo, esto le quedaba de moraleja para no volver a invitar a Kai a ninguna de sus fiestas y mucho menos a Jimin quien ya le había dado varios dolores de cabeza.
─ No sería violación sí el no pone resistencia, y ya deja de exagerar todo ─ se quejó porque en realidad todo se le había salido de las manos ─. Lo encontraré y tu no tendrás mi un problema, no seas exagerada y deja que disfrutemos.
─ Lo harán pero fuera de mi casa ─ debía hacerlo, lo que menos quería eran problemas ─, sí tanto quieres tu polvo con el pelirosa lo tendrás; pero no en mi casa, porque no más lo encuentres ambos se largan de aquí ─ declaró decidida, no permitiría que arruinen su fiesta y mucho menos que gracias a la calentura del pelirrojo ella saliera perjudicada.
─ Está estúpida fiesta me aburrió hace rato, y no te preocupes luego de encontrar a Jimin no nos volverás a ver ─ mencionó antes de darse la vuelta y continuar con su búsqueda.
...
Sus piernas se volvieron tan débiles al punto de ya no poder sostener su peso, cayó chocando con varios objetos de limpieza, metiendo ambas manos para soportar el impacto. No entendía lo que ocurría, su cuerpo estaba caliente y su estómago lo sentía raro, veía borroso y no precisamente por las lágrimas, estaba asustado y mareado.
Y aunque se sintiera en exceso caliente el cuerpo del pelirosa estaba frío, debido a eso comenzó a sufrir violentos temblores y su respiración estaba volviéndose dificultosa.
Se hizo bolita y abrazó sus piernas mientras lloraba en silencio. Odiaba la música, quería que se callara, ni siquiera sabía dónde estaba y mucho menos cómo había llegado ahí; solo sabía que estaba asustado y quería ir a casa, quería que Yoongi viniera por él y lo abrazara mientras él se refugiara en su pecho y cuello.
Los sollozos se volvieron más audibles, aunque por el sonido escandaloso de la música no sería escuchado.
Su piel se volvió en extremo pálida y el color rojizo de sus labios desapareció por completo, al mismo tiempo que los latidos de su corazón se volvían irregulares y preocupantes.
Con dificultad sacó su celular de la bolsa y con desesperación buscó el número de Yoongi; estaba tan asustado y desorientado que no recordó que anteriormente estaba molesto con el pálido, Jimin solo quería que lo llevará a casa, quería que Yoongi abandonara todo por él, quería que lo mimara y lo hiciera sentir único y especial, quería su amor y atención para el solo…
Quería tantas cosas y ninguna podía tener.
[💋]
─ Cinco minutos y al aire ─ ordenó Siwon asegurándose que todo estuviera impecable, tanto el escenario como sus actores estrellas.
Yoongi vestía casual, pues la idea del video era un encuentro entre dos amantes, un encuentro romántico pero sobretodo erótico. Los miró de pies a cabeza y sonrió porque sus estilistas se habían lucido. El pálido llevaba unos pantalones ajustados azules y una chaqueta de cuero oscura, su cabello despeinado mientras los múltiples piercings y tatuajes falsos le daban un aspecto rebelde y caliente.
Irene mantenía una imagen más delicada pero sin dejar la sensualidad olvidada, un vestido color durazno suelto de la cintura para abajo; pero ajustado en la parte superior. Sus tacones del mismo color y su cabello rubio y rizado, tan largo y sedoso, su maquillaje era sutil, pues su belleza natural le daba el realce que buscaban.
El escenario estaba listo, solo faltaba que las múltiples cámaras tomarán su puesto para dar inicio con el espectáculo.
En esos pocos minutos Irene aprovechó para acercarse al pálido, quien mantenía un aura intimidante, solo con la vista te decía que te mantuviera alejado porque no estaba de ánimos para nadie; pero Irene se sentía con un derecho superior a los demás, por eso caminó hacía él, Yoongi no estaba de ánimos para la fémina y su expresión lo dijo todo.
─ Cambia esa cara Yoonie, grabaras un video erótico, no un encuentro delictivo.
Yoongi rodó los ojos con fastidio, ¿tan difícil era respetar su espacio? Más ahora que lo que más quería era estar sólo, necesitaba asimilar la estupidez que estaba por hacer.
─ No quiero ser grosero ─ habló bruscamente, ni siquiera tenía ánimos de ser amable.
─ Tranquilo, guarda esa brusquedad cuando estemos al aire.
El pálido suspiro pesadamente, era inútil y ver a los demás corriendo de aquí para allá cuidando que todo sea perfecto solo hacía que su desesperación aumentara; porque no quería hacer aquello, no quería manchar este lugar y comenzaba a darse cuenta que aún estaba a tiempo para mandar todo a la mierda.
Había pedido tanto que lloviera, pero el destino quería ponerlo a prueba y ver que resuelva por sus propios méritos su situación, no por un milagro divino.
─ Yoonie ─ llamó con su típica voz empalagosa ─, disfrutare grabar este video como no tienes una idea ─ porque no era como los demás, tenía el presentimiento que las cosas cambiarían a partir de ahora.
Yoongi sintió que no podía seguir sosteniendo la máscara, porque ante aquellas palabras solo quiso salir corriendo y de seguro hubiera dicho algo, hubiera armado un escándalo y llamado la atención de todos porque continuar con esto estaba acabando con todo aquello que en realidad importaba; pero para suerte de Irene, o quizás no, el celular del pelinegro comenzó a sonar.
─ ¿No lo has puesto en silencio aún? ─ era una de las reglas, la cual todo el tiempo había cumplido, pero por algún motivo esta vez lo olvidó.
Tomó su celular y fue cuestión de segundos para que los ojos de Yoongi se ampliarán al notar de quien se trataba.
No espero ni a que el tercer tono llegara pues contestó casi de manera fugaz y el nombre que salió de sus labios eliminó la molesta sonrisa de Irene con la misma velocidad en la que el pálido había actuado.
─ Jimin ─ la emoción en su voz no se pudo ocultar, incluso su expresión cambió en su totalidad.
No escuchaba respuesta lo que lo alertó rápidamente, pero sabía que estaba ahí porque la desordenada respiración se podía escuchar del otro lado de la línea y aquello desconcertó a Yoongi, pues presentía que algo no andaba bien.
─ ¿Jimin, me estás escuchando? ─ se dio la vuelta y caminó hacia el frente alejándose de la gente, pero Irene siguió sus pasos.
─ ¡Jimin! ─ el tercer llamado y no había respuesta.
Incluso alejo el móvil de su oreja para corroborar que la llamada siguiera activa, comprobandolo al instante. Los llamados continuaron, cada uno más alto que el otro y entre tanto escándalo Hoseok lo noto y clavó su vista en su amigo, odiando el hecho de que Irene no lo dejará ni un minuto solo.
─ Yoongi, Irene a sus lugares ─ habló Siwon, quien también ya se había dado cuenta de todo.
─ ¡Jimin, contesta! ─ habló al borde de la locura debido a la desesperación, Jimin no era de jugarle este tipo de bromas y menos en estos momentos.
─ Yoon… ─ un llamado suave y débil, pero que logró desestabilizar el pulso de Yoongi.
─ ¿Estás bien?, ¿dónde estás? ─ preguntó con preocupación, no le gustaba como se escuchaba.
Hecho bolita Jimin comenzó a sollozar, ni siquiera sabía que hacía hablándole a Yoongi en estos momentos cuando seguramente lo que menos tenía era tiempo para él. Su labio inferior tembló y su corazón se estrujo como papel siendo arrugado, sus vellos se erizaron, una gélida sensación lo hizo temblar.
─ Yoon tengo frío ─ sorbió su nariz mientras se abrazaba a él mismo, cerrando sus ojos e imaginando que él calor de Yoongi lo cubría ─, gracias por cuidar de mí y elegirme a pesar de que se cual es mi lugar, sabía que vendrías y me salvarias ─ estaba delirando ─, ahora por favor no me sueltes nunca, ─ soltó el celular, porque perdió la noción del tiempo y cayó en una dimensión oscura.
No pudo escuchar los gritos de Yoongi llamando a su nombre.
─ Yoongi dame ese maldito celular ─ exigió un enfurecido Siwon por tercera vez, pero a Yoongi poco le importó, ahora tenían varios ojos encima.
Yoongi colgó el celular y comenzó a alejarse de la cerca ignorando completamente a Irene y Siwon, algo que los molestó a ambos.
─ ¿Yoongi a donde crees que vas? ─ el mayor no podía creer lo que estaba ocurriendo.
─ ¡Me largo! ─ respondió dirigiéndose a la tienda para tomar sus cosas e ir a buscar a Jimin. Siwon lo siguió pues por ningún motivo permitiría que el pálido lo dejara plantado, no cuando ya todo estaba listo y miles de personas esperaban la notificación de un nuevo video.
Yoongi puso sus pertenencias dentro de su bolso y se deshizo de la molesta chaqueta que solo lo apretaba.
─ No saldrás de aquí hasta haber cumplido con tu trabajo ─ ante lo dicho Yoongi encaró a su jefe.
En estos momentos no podía pensar en otra cosa que no fuera Jimin, No lo había escuchado bien, tampoco sabía dónde está y porque hablo como si él hubiera estado ahí, era como si no fuera consciente de la realidad.
─ Lo siento Siwon, pero está vez no puedo cumplir ─ siempre había sido dedicado a su trabajo, dejando muchas cosas de lado para cumplir incluyendo la felicidad y bienestar de su bebé; tantas veces había traído un rato de satisfacción y morbo a miles de personas al costo de las lágrimas de Jimin.
¡Pero ya no!
─ Apártate ─ demandó al ver que el mayor obstruía su paso.
─ ¿Quieres perderlo todo por un mocoso que no sabe separar la realidad del trabajo, que no te apoya en lo que haces y controla prácticamente todo tu tiempo?
Yoongi apretó el puño, no permitiría que hablara así de su novio, ni a él ni a nadie ─. No sabes lo que dices, no vuelvas a hablar así de él o se me olvidará que eres mi jefe ─ después de eso prácticamente lo empujo y camino a toda prisa cuesta abajo.
Irene observaba todo con lágrimas en los ojos, lágrimas de rabia, esta humillación no la pasaría por alto.
Yoongi siguió bajando dejando atrás al equipo de grabación, con su linterna del celular alumbraba él oscuro camino. Jamás lo había bajado tan rápido, pero esta vez era movido por la desesperación y angustia, miles de ideas cruzaron por su mente y ninguna era buena.
Su auto había quedado abajo y ahora agradece haberlo traído, pues le servirá de mucho.
Marco muchas veces él número de su novio pero cada una de ellas fue ignorada, Jimin ni siquiera las escuchaba.
─ ¡Maldición! ─ se quejó sintiendo su cuerpo sudoroso por la carrera, llegar abajo le había tomado al menos unos 20 minutos; pero lo había hecho en tiempo récord dado que según los guías él recorrido era de cuarenta minutos.
Mas sin embargo no lo hizo solo.
─ ¡Yoongi!, ¡Yoongi esperame! ─ Hoseok venía apareciendo a toda velocidad, en realidad es que había perdido el control de sus piernas y si no hubiera sido por un enorme árbol dónde pudo sostenerse se hubiera dado un buen golpe contra el suelo.
─ No intentes detenerme Hoseok ─ dijo inmediatamente.
─ No pienso hacerlo, en realidad pienso echarte la mano.
Yoongi abrió la puerta de su coche y antes de entrar lo miró incrédulo.
─ Vuelve arriba, notarán que no estás y te meteras en problemas.
─ ¿Crees que así como están de alterados se darán cuenta que un simple camarógrafo hace falta cuando claramente tienen problemas más importantes? ─ honestamente lo dudaba ─. Piénsalo, no llevas ni gorro, gafas o mascarilla que encubren tu apariencia, serás blanco fácil para la prensa si te llegan a ver y creeme que así como están las cosas con Siwon lo que menos conviene es otro escándalo.
Yoongi supo que tenía razón, quizá no lo hiciera tanto por su jefe si no por su privacidad y la de Jimin.
─ Está bien ─ aceptó, fue demasiado rápido en realidad; pero no quería perder más tiempo ─ sube y vámonos. Mientras tú manejas yo busco a mi novio por medio del GPS.
[💋]
Hola, espero estén teniendo un lindo día.
Comenten que les pareció el capítulo de hoy :3
Ya somos 13K de ojitos, estoy muy feliz y agradecida 💖🥺
Nos leemos el otro domingo, felíz fin e inicio de semana.
9/01/22.
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