Min Yoongi más conocido artísticamente como Agusd, es uno de los mejores actores de la pantalla adulta. Comenzó a la edad de 18 años y hasta la fecha dicha carrera le ha abierto muchas puertas en el mundo de la pornografía, recibiendo varias propuestas de agencias reconocidas y millonarias que estarían dispuestas a pagar una fortuna por él.

Claramente el hermoso pálido de ojos grises y cabello negro como la noche ha rechazado cada una de ellas, pues no se sentiría cómodo abandonando la compañia que lo recibió cuando aún era un adolescente con deseos de triunfar; la única compañia que soporto su timidez e inseguridad debido a la falta de experiencia en el ámbito sexual.

La lealtad es la principal causa que lo hace no querer abandonar.

Su profesionalismo ante las cámaras y hermosa apariencia es la causa principal para tener a la mayoría de jóvenes locas al ver sus videos; chicas pubertas y con las hormonas alborotadas. Sus redes sociales están saturadas; hombres y mujeres se encargan de dejar uno que otro mensaje, unos donde simplemente lo felicitan por su excelente trabajo y otros un tanto vulgares y morbosos donde le dicen que darían lo que fuera por ocupar el lugar de su compañera.

"Erotic dreams" tiene dos actores estrellas, Min Yoongi y Bae Joohyu; una joven estadounidense de ascendencia coreana, conocida artísticamente como Irene. Juntos hacen los mejores videos, obtienen millones de visitas en menos de un día; likes, suscriptores, y mucha ganancia financiera. Por eso el ceo de dicha compañía decidió dejarlos juntos, ningún otro modelo tocaba a Irene y tampoco una modelo tenía la suerte de grabar vídeo junto a Yoongi, ellos eran exclusivamente para el otro, así lo hacía constar su contrato.

Claro eso era solamente ante las cámaras, porque Yoongi tenía una vida, una donde no tenía que actuar o seguir órdenes, había alguien que lo esperaba en casa, y corría a él para recibirlo.

Yoongi dejó un último mensaje al número de su hermoso novio y espero impacientemente una respuesta. No mentiría, esto lo tenía más que intranquilo, su corazón dolía al estar peleado con su pequeño, haberlo visto tan molesto esta mañana le dolió en demasía, fue difícil cuando esté ni siquiera le dirigió la palabra, lejos de eso solo lo ignoro dejándolo solo a la hora del desayuno.

No había respuesta, pero seguía manteniendo la esperanza, aun cuando ni siquiera lo había visto.

Era normal en Jimin ignorar sus mensajes, siempre lo hacía cuando estaba molesto, sin embargo Yoongi no se rendía y le dejaba audios y hasta sticker con tal de contentarlo.

─ Yoongi, dos minutos y comenzamos a grabar ─ anunció Siwon preparando el set de grabación.

El nombrado solo asintió con la cabeza para después escribir otro mensaje. Es verdad Jimin puede ser un niño caprichoso pero trata de ponerse en su lugar, hoy no tocaba vídeo por lo tanto ya había planeado quedarse en casa junto a su novio, quizá ver una película y comer palomitas, arrullados por una sábana mientras se reparten mimos y caricias; a Jimin le encantaban las tardes así. Pero a última hora le avisaron que tenía que presentarse si o si, pues harían un en vivo y obviamente no podían hacerlo sin él, echando a perder todos sus planes con su pequeño.

Jimin se molestó tanto, le dijo que prefería su trabajo antes que a él y le dolió, le dolió porque no era así, lo que pasa es que no tiene permitido negarse, fue uno de los primeros puntos que se habló a la hora de firmar el contrato.

Sintió unas suaves manos subir por su espalda desnuda hasta llegar a sus hombros, miró hacia atrás encontrándose con la sonrisa de Irene. ─ estás tenso ─ dijo ella con un tono dulce y un tanto seductor.

Yoongi se apartó y sonrió forzadamente ─ aún no inicia la grabación, guarda ese tono meloso cuando estemos ante las cámaras ─

Irene sonrió. Si Yoongi estaba así de malas solo podía significar una cosa y ella lo sabía perfectamente ─ ¿problemas en el amor? ─ acomodo su largo y rubio cabello atrás de sus hombros, esta vez el labial que usaba combinaba perfectamente con esa bata roja, haciendo resaltar su piel lechosa y extremadamente suave.

─ Algo así ─ suspiro cansado; era inútil, no habría mensaje.

La mujer al observar su decaimiento quiso decir algo pero la voz de Siwon la detuvo ─ es hora. Irene ve a tu puesto, Yoongi tu esta al pendiente de nuestra señal.

Tras escuchar eso Yoongi dejó el celular en sus cosas y resignado camino hasta su puesto, no sin antes ser tomado de la mano por Irene, esta le sonrió mientras despeinaba  un poco su cabello, para darle una imagen más rebelde y caliente ante las cámaras ─ cambia esa cara Yoonie ─ ella se encargaría de que Yoongi se olvide de Jimin, aunque sea por unos minutos.

El set de grabación consistía en una tina grande, con algunos pétalos de rosa bailando sobre el agua, una ventana con cortinas rojas y extendidas dejando entrar un poco de luz natural.

El en vivo comenzó. Iniciaba con Irene caminando hacia la tina mientras lentamente dejaba caer la bata dejando ver su espalda y trasero, poco a poco las visualizaciones iban subiendo, convirtiéndose en millones de personas viéndolos en todo el mundo.

Irene se metió a la tina, mirando finalmente a la cámara, una sonrisa pícara se formó en sus rojos labios mientras comenzaba a mover sus caderas y atrapaba su labio inferior entre sus dientes.

Poco a poco la intensidad iba subiendo, un suave y sensual baile deleitaba a todos los que la veían, cada movimiento iba cargado de erotismo y seducción. Sabía que más de algún hombre detrás de una pantalla ya se estaba tocando, sabía que causaba miles de reacciones gracias a su belleza, sabía que era una de las mujeres más deseadas en toda corea y el mundo, sabía que era la envidia de muchas chicas al ser la única que tenía sexo con Yoongi, todo eso solo alimentaba su ego.

El primer gemido retumbó en aquella habitación, se estaba tocando en sus partes más sensibles, comenzaba a sentir la humedad en sus dedos.

Sus mejillas tomaron un tono carmín, mientras gimoteos y jadeos escapaban de su boca, sus piernas temblaban a causa del placer, pero ya no veía la hora de que llegará su parte favorita de cada vídeo, necesitaba sentir otros dedos que no sean los suyos y algo más grueso que ellos.

Su pezón era pellizcado mientras su otra mano jugaba con su clítoris y frotándose de vez en cuando, todos los hombres presentes ya presentaban una erección; pues era imposible no reaccionar cuando miraban en persona una escena como esta.

Yoongi se encontraba a un costado, esperando su momento de entrar, y comenzar esto de una vez.

Intento no pensar en Jimin y concentrarse sólo en su trabajo, los en vivos eran los trabajos más serios, debía concentrarse solamente en lo que hacía, si se mostraba incómodo miles de personas alrededor del mundo lo notarían y metería a su jefe en problemas; ya una vez le pasó hace un año, no quiere que esto se repita, por eso trato de pensar lo más profesional posible.

─ Ahh A-agusd… ─ su señal vino en forma de gemido. Suspiró hondo e hizo su entrada apareciendo no de frente, si no al lado derecho de aquella habitación. Totalmente desnudo entró a la tina donde Irene ya era un mar de gemidos y clamaba por él.

Ambos estaban ahí en situaciones diferentes, pues mientras que Irene no necesitaba fingir y todo le salía de forma natural, cada gemido y lágrima de placer era real y auténtica, Yoongi sabía muy bien lo que era actuar, porque nadie se daba cuenta de que esos jadeos y gruñidos eran más falsos que cada uno de los rumores que se habían corrido sobre ellos.

Pues tanta era la naturalidad y profesionalismo en cada vídeo que anteriormente se había creído que ellos dos eran pareja.

Pero fue el mismo Yoongi quien lo desmintió.

Por eso mientras Irene le realizaba un oral, Yoongi daba una de las mejores actuaciones de su vida.

Lastima que un adolescente en otra parte de la ciudad no pensaba lo mismo.

Cuando le llegó la notificación de un nuevo video estaba haciendo su tarea; pero como le gustaba lastimarse así mismo viendo esas cosas decidió ir hacia ese sitio web y lo que se encontró le sacó más de una lágrima traicionera, ¿y es que a quien no le dolería ver a su novio follandose a alguien más?

Apretó el lápiz tan fuerte debido a la cólera que sin querer lo terminó quebrando.

Los gemidos de la tipa le parecían desagradables, la odiaba, y la odio aún más cuando Yoongi la comenzó a penetrar salvajemente y su cara se deformó en una mueca de placer puro.

Eso era algo a lo que después de dos años de ser novios Jimin no se acostumbraba.

[💋]

Después de grabar aquel vídeo el cual no había estado en sus planes desde un principio decidió regresar a casa y pasar lo que restaba del día con su lindo novio, el cual en estos momentos debería estar odiandolo y encerrado en su habitación hablando con alguna de esas amigas raras que tiene.

Cerro la puerta con seguro quitándose los zapatos en la entrada, se deshizo de su chaqueta de cuero y la dejó sobre el sofá mientras husmeaba el interior de la casa buscando señales del pequeño pelirrosa; pero no se escuchaba ni un solo ruido que advirtiera su presencia, confirmando sus sospechas de que estaba arriba.

Subió con ansias las escaleras, deseando que Jimin ya estuviera más tranquilo y dispuesto a dejarse mimar, pues el pequeño  era un consentido de primera y ¿de que se queja?, si no puede resistirse a ninguno de sus berrinches consintiéndolo en casi todo.

Abre la puerta y se sorprende por el inmenso silencio que inunda la habitación, otra cosa que lo sorprendió es ver la cama hecha y arreglada, el menor no suele arreglarla tan temprano.

Ignora ese detalle y se dirige al armario, necesita ponerse algo cómodo, su pijama era una excelente opción.

─ Jimin cariño, ya estoy en casa ─ avisa suponiendo que este se encuentra en el baño.

No hay respuesta. Se deshace de sus pantalones reemplazandolos por unos más suaves y flojos, lo mismo pasa con su camisa, se coloca una cómoda y simple.

─ Jimin ─ vuelve a llamar, se dirige al baño para confirmar si este está ahí adentro.

Pero sus movimientos son detenidos cuando Jimin abre la puerta de golpe. Porta solamente una camisa la cual le pertenece a él, razón por la cual le queda un poco grande y larga cubriendo perfectamente sus muslos gorditos, su cabello está húmedo y cubre sus ojos; pues su vista se encuentra en dirección al suelo.

─ ¿Jimin? ─ lo nota raro, hay cierto rubor en sus mejillas, su respiración es agitada, su cabello húmedo está en todas las direcciones, sus lindos pezones pueden notarse duros aún debajo de la camisa de tela suave, acaso él…

Camina hacia él y Yoongi espero miles de reacciones, espero que lo pasaría por alto ignorándolo, imagino que le haría la ley del hielo, imagino que lo golpearia, que lo miraría con resentimiento, que sería cortante con el; Yoongi esperaba miles de reacciones, lo que jamás esperó fue que los brazos de su pequeño lo rodearan en un abrazo necesitado, apoyando su cabeza en su firme pecho.

Inmediatamente el mayor lo rodeó y correspondiendo al gesto que él creyó era porque lo extrañaba, cuando en realidad habían otras intenciones detrás de dicha acción.

─ No sabes cuanto quería estar así ─ dejó un pequeño beso en su cabellera rosa ─ pero hable para que me dejaran el fin de semana libre, ya sabes; por haber tomado una decisión tan apresurada, ¿y que no adivinas?, Aceptaron ─ confesó con emoción, ignorando la fuerza de aquel abrazo, Jimin parecía que se quería volver uno con Yoongi a través de aquel gesto. ─ ya estoy pensando los lugares a los cuales saldremos solo tu y yo, nos divertiremos ─

Cuando comenzó a encontrar raro el hecho de que Jimin no salía de su escondite fue cuando el menor comenzó a avanzar hacia adelante, llevándose a Yoongi a empujones junto con el.

La espalda del pelinegro cayó de lleno sobre el colchón, rebotando un poco por la brusquedad en la que cayó, Jimin no le dio tiempo de reaccionar; pues cuando quiso decir algo este solamente se sentó en su regazo, fue ahí cuando se dio cuenta que Jimin no andaba nada debajo.

Finalmente levantó la mirada y lo que vió en sus ojos lo estremeció completamente; lujuria, celos, resentimiento, enojo, deseo y hasta tristeza, todo eso junto provocó un escalofrío en la espina dorsal del mayor.

─ J-jimin… ─ nunca se sabía que esperar con él.

El mencionado solamente dejó salir un suspiro. Tiró su cabello hacia atrás, dejando ver las perladas gotas de sudor que adornaban su níveo cuello. Yoongi sintió que se derretía con tan jodidamente sexi imagen, ver a un Jimin con el cabello húmedo, labios y mejillas rojizas y esa mirada dominante en sus ojos no tenía precio.

Comenzó a torturarlo al mover sus caderas lentamente sobre su regazo, restregando su trasero en su miembro el cual a este paso se pondría duro más rápido de lo esperado.

─ Gigi~ ─ soltó con voz dulce y seductora, el pálido amaba cuando ese apodo salía de esta forma de su dulce boquita, era lo que más lo prendía.

─ ¿Quieres jugar rudo pequeño? ─ Yoongi sonrió pícaro, le estaba gustando el rumbo que llevaba esto.

─ Gigi tiene la culpa, por dejarme solo cuando yo solamente quería jugar ─ mordió su labio, le gustaba la dureza bajo su trasero, sus movimientos ya estaban surgiendo efecto.

─ ¿Quieres jugar? ¿A qué quiere jugar mi bebé? ─ se distrajo cuando Jimin levantó su camisa a propósito dejando ver su pene rosado, duro e hinchado, el cual descansaba sobre su abdomen.

La tensión sexual era palpable, ambos cuerpos se exigían y llamaban a gritos, la forma en la que Jimin se restregaba descaradamente sobre la erección de Yoongi, la cual rogaba ser liberada de aquel molesto pantalón. Jimin era un chiquillo travieso, amaba provocar a su Hyung y a este le gustaba ser provocado por Jimin.

─ Quiero que Gigi me llene una y otra vez, que me de tan duro hasta olvidar que hoy se portó mal conmigo ─ espetó con una mirada oscurecida y cargada de deseo que volvía loco a Yoongi.

Primer capítulo de esta historia, ¿que les pareció? 👀

Por el momento las actualizaciones serán semanales, cuando tenga más tiempo libre tal vez les traiga dos a la semana, así como hago con "virgen a los 30"

Espero se queden hasta el final.