(el sonido de la molesta alarma sonó, anunciando un nuevo día de burlas...)

oh, cierto! disculpen mi descortesía mi nombre es aome higurashi tengo 16 años de edad, voy en tercer bimestre de preparatoria.

Mi ex-novio era inuyasha, si tal como lo leyeron era, pensaba que al estar a su lado todo lo que me hacían cesaría pero fue todo lo contrario a lo que me imagine...

(Me vestí con un uniforme azul naval, demasiado oscuro y una corbata roja, obviamente la blusa seria blanca.
Zapatos negros y calcetas negras o azul...siempre tenia el cabello suelto, me sentía mas cómoda, es color negro.)

Una vez que me he puesto el uniforme, bajo tranquilamente a desayunar, mis padres no se encuentran ya que salen demasiado temprano a trabajar y no se a que hora regresen no tienen una hora en especifico.

Salgo de casa tranquilamente ya que no hay prisa, al paso de 25 minutos por fin me encuentro a mi destino.

Sinceramente no quería, ni tenía ganas de entrar pero no podía huir.

Entre, camine con la vista gacha... El pasillo era un total silencio, que después eran murmuyos...

-Escuche
que se acostó con el profesor de
trigonometría solo para pasar esa materia...-

-Enserio!? Valla que puta...-

- y pensar que el sexy de inuyasha estuvo con ella.-

-na! De seguro que le tenia lástima a la pobre...-

- Jajaja-

(Risas y mas risas eran escuchadas por los pasillos, trate de ignorarlo no quería que me afectara tanto.)

Fui a mi casillero por mis cosas y tocaron la campana, era hora de entrar al salón...como todos los días me senté en la segunda fila en frente de la pizarra.

Los cuchicheos no pararon, yo solo mantuve mi vista cerrada y no ponía atención a lo que los maestros decían.

La clase transcurrió como siempre, burlas... Inuyasha era unos de los que ya me hacia la vida imposible, para el solo fui un juego, una más en su lista.

Salí de la escuela para dirigirme a mi casa en silencio, estando frente a la puerta escuchó a mis padres reír de alegría, entro saludo, pero  que no notan mi presencia... Abrazo mi maletín contra mi pecho y los observo por unos leves segundos con tristeza.

-ya llegue padres-

Subo a ni habitación en silencio, abro la puerta y esta rechina un poco... Me quedo unos minutos ahí parada sin entrar contemplando mi cama, esta era mediana con sabanas blancas y la almohada del color mismo.

Me lanzo a mi cama, cierro los ojos y las lágrimas amenazan con querer salir, y por fin quedo dormida...

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Me encuentro sentada en la obscuridad con mis piernas dobladas mientras mi barbilla se recarga en ellas.

-¡porque a mi!-

De un momento a otro todo se obscurece...

Alzo mi vista un poco borrosa, para encontrarme con un muchacho quien me extendía su mano.

Él me sonreía, una sonrisa completamente hermosa, ojos dorados, hermoso cabello plateado, piel blanca, alto, y por mas raro tenia algunas marcas en su mejilla.... Mencione que va vestido de traje negro y lo hace ver demasiado sexy?

Una ventisca me azotó haciendo que cerrara los ojos, y una vez que los abrí estaba en un lugar completamente diferente, era simplemente hermoso...

Aquel joven con solo un chasquido de dedos ya estaba vestida de diferente manera, una falda negra larga, blusa blanca de mangas largas, zapatos negros un listón en el cuello rojo, mi peinado estaba recibido en una cebolla.

Tomo mi mano y me mostró una hermosa puerta..

-mi nombre es sesshomaru

Me sonrió, para luego soltar mi mano

-nos volveremos a ver señorita

Se despidió, yo solo asentó y avance hacia la puerta, lo ultimo que escuche fue el rechinillo de esta misma cerrándose.