El clima en la casa de Felix había estado tenso en las últimas semanas. Desde la conversación con Hyunjin, las cosas entre ellos habían mejorado, pero la presión seguía latente, acechando en cada momento de silencio. Por eso, cuando su madre mencionó la idea de una cena familiar con Hwang Yeji y su hijo, Felix no pudo evitar sentir una mezcla de ansiedad y curiosidad.

La cena fue organizada para un sábado por la noche. Felix pasó la mayor parte del día en su habitación, tratando de calmar los nervios que se arremolinaban en su estómago. Hyunjin y él se veían casi todos los días en la escuela, pero este era un escenario diferente, más íntimo, más peligroso. Sabía que tenía que mantener la compostura, pero la idea de estar tan cerca de Hyunjin bajo la atenta mirada de sus madres lo ponía en alerta.

Cuando la noche llegó, Felix bajó las escaleras vestido con una camisa blanca sencilla con dos botones descubiertos y pantalones skinny oscuros de cuero. La cena ya estaba preparada en la mesa del comedor, y su madre estaba terminando de arreglar la última parte del mantel cuando sonó el timbre. Felix sintió un latido fuerte en el pecho mientras observaba a su madre caminar hacia la puerta para recibir a sus invitados.

Hyunjin fue el primero en entrar, seguido de su madre, Hwang Yeji. Hyunjin se veía casualmente elegante, con una camisa azul claro y jeans oscuros. Cuando sus miradas se cruzaron, Felix sintió ese habitual torbellino de emociones, una mezcla de afecto, nerviosismo y algo más profundo que apenas podía definir.

-Felix, qué gusto verte -dijo Yeji con una sonrisa amable mientras lo saludaba con un beso en la mejilla-. Espero que hayamos llegado a tiempo.

-Sí, justo a tiempo, señora Hwang -respondió Felix con una sonrisa cortés.

-Oh, llámame Yeji, por favor -respondió ella, agitando la mano como si la formalidad le molestara.

Hyunjin saludó a Felix con una inclinación de cabeza y una leve sonrisa. La tensión entre ellos era palpable, pero ambos sabían que debían comportarse como simples hermanastros frente a sus madres.

La cena comenzó sin problemas. Lia y Yeji llevaron la mayor parte de la conversación, hablando sobre sus trabajos, recuerdos de la infancia de sus hijos, y planes para las próximas vacaciones. Felix y Hyunjin se limitaban a agregar comentarios ocasionales, concentrados en mantener la apariencia de normalidad.

Sin embargo, cuando la cena terminó y todos se trasladaron a la sala de estar para tomar el postre, la atmósfera comenzó a cambiar. Lia y Yeji seguían hablando animadamente, pero Felix no podía evitar sentirse cada vez más consciente de la presencia de Hyunjin a su lado. Cada vez que sus manos se rozaban accidentalmente, un pequeño rayo de electricidad recorría su cuerpo, recordándole lo cerca que estaban y lo lejos que tenían que actuar.

-Felix, Hyunjin, ¿por qué no van a la cocina a traer el postre? -sugirió Lia con una sonrisa, sin darse cuenta de la tensión que su propuesta había provocado en su hijo.

Felix asintió y se levantó de inmediato, buscando un respiro. Hyunjin lo siguió en silencio, y juntos caminaron hacia la cocina. Una vez dentro, la atmósfera cambió. El espacio cerrado parecía amplificar la tensión entre ellos.

-Esto es más difícil de lo que pensé -murmuró Hyunjin mientras se apoyaba contra la encimera, observando a Felix sacar el postre del refrigerador.

Felix sonrió con ironía mientras colocaba el pastel en un plato.

-Dímelo a mí. Siento como si cada palabra que digo estuviera siendo analizada.

Hyunjin asintió, cruzando los brazos.

-¿Crees que nuestras madres sospechan algo?

Felix negó con la cabeza.

-No lo creo. Están demasiado ocupadas poniéndose al día. Pero eso no significa que podemos bajar la guardia.

Hyunjin suspiró, y un breve silencio se instaló entre ellos. Finalmente, Felix se acercó a él, con el pastel en la mano, y lo miró directamente a los ojos.

-Hyunjin, vamos a superar esto. Lo sé. Solo necesitamos mantenernos enfocados y seguir adelante, ¿de acuerdo?

Hyunjin lo miró durante unos segundos, luego asintió, con una pequeña sonrisa en los labios.

-De acuerdo. Pero no te sorprendas si te arrastro a la cocina en la próxima cena familiar para un respiro rápido.

Felix se rió entre dientes, aliviado de que el humor de Hyunjin hubiera mejorado.

-Estaré listo.

Volvieron a la sala de estar con el postre, y la noche continuó sin más incidentes. Sin embargo, a medida que la noche llegaba a su fin, Lia sugirió algo que hizo que Felix se congelara en su lugar.

-¿Por qué no pasas la noche aquí, Hyunjin? -dijo con una sonrisa-. Así podemos seguir charlando un poco más, y tú y Felix pueden descansar mañana sin prisas.

El corazón de Felix comenzó a latir con fuerza. Hyunjin pasó la mirada rápidamente de Felix a Lia, antes de responder.

-Claro, me encantaría.

Felix sintió que sus manos comenzaban a sudar. Sabía que no tenía otra opción más que aceptar la idea, pero la perspectiva de pasar la noche con Hyunjin bajo el mismo techo, tan cerca, le provocaba una mezcla de emoción y temor.

La noche avanzó, y finalmente, después de un rato más de conversación, Lia y Yeji se retiraron a sus habitaciones, dejando a Felix y Hyunjin solos en la sala de estar.

-Supongo que es hora de irnos a dormir -dijo Hyunjin con una pequeña sonrisa, aunque Felix pudo ver la tensión en sus ojos.

-Sí, supongo que sí -respondió Felix, su voz sonando más calmada de lo que se sentía.

Subieron juntos al segundo piso y, cuando llegaron a la puerta de la habitación de Felix, se detuvieron. Por un momento, ambos simplemente se miraron, como si estuvieran intentando leer los pensamientos del otro.

-Bueno, buenas noches -dijo Hyunjin, rompiendo el silencio.

-Buenas noches -respondió Felix.

Pero justo cuando Hyunjin se giró para entrar en la habitación de invitados, Felix sintió un impulso repentino. Antes de que pudiera pensarlo dos veces, dio un paso adelante y agarró la muñeca de Hyunjin.

Hyunjin se detuvo y lo miró, sorprendido por el gesto. Felix sintió su corazón acelerarse, pero no podía detenerse ahora.

-Hyunjin... -comenzó, sin estar seguro de qué más decir. Había tantas cosas que quería expresar, tantas emociones que luchaban por salir, pero ninguna parecía adecuada para el momento.

Hyunjin, al ver la confusión en los ojos de Felix, dio un paso hacia él, acortando la distancia entre ellos. La tensión en el aire era casi palpable, y cuando Hyunjin inclinó la cabeza ligeramente hacia Felix, fue como si todo el mundo se detuviera.

-Felix... -susurró Hyunjin, su voz baja y cargada de significado.

Antes de que pudieran seguir adelante, el sonido de una puerta que se abría en el pasillo rompió el hechizo. Ambos retrocedieron de inmediato, mirando hacia la dirección del ruido.

Era Lia, que había salido de su habitación.

-¿Todo bien, chicos? -preguntó con curiosidad.

-Sí, mamá -respondió Felix rápidamente, su voz sonando un poco más alta de lo que pretendía-. Solo estaba despidiéndome.

Lia sonrió, ajena a lo que había interrumpido.

-Está bien, entonces. Buenas noches a ambos.

Cuando Lia regresó a su habitación, Felix y Hyunjin se miraron de nuevo, pero esta vez, con una sonrisa nerviosa compartida.

-Será mejor que nos vayamos a dormir -dijo Hyunjin, esta vez con más convicción.

Felix asintió, sintiendo cómo su corazón comenzaba a calmarse.

-Sí, será lo mejor. Buenas noches, Hyunjin.

-Buenas noches, Felix.

Se separaron, cada uno entrando en su respectiva habitación. Mientras Felix se metía bajo las sábanas, no pudo evitar sonreír ante la idea de lo cerca que había estado de algo más. Aunque no había sucedido nada, la conexión entre ellos era innegable. Y aunque la tensión seguía ahí, sabía que juntos podrían enfrentarlo.

Esa noche, Felix se quedó dormido con una sensación de esperanza en el corazón, sabiendo que, aunque el camino era incierto, estaba listo para recorrerlo, paso a paso, junto a Hyunjin.

Read you soon...
-Mimi 🦋