La tensión en el aire de la escuela se mantuvo durante varias semanas después de la conversación entre Jeongin y Felix. Aunque la relación entre ellos no estaba rota, sí era frágil. Había un entendimiento tácito de que las cosas necesitarían tiempo para volver a la normalidad, si es que eso era posible. Felix y Hyunjin continuaban con su relación de manera discreta, siguiendo con cautela cada paso, conscientes de los riesgos y el dolor que ya habían causado.

Un día después de clases, Felix decidió que era hora de tener una conversación seria con Hyunjin sobre el futuro de su relación. Ambos se encontraron en un pequeño parque cercano a la escuela, un lugar donde podían hablar sin interrupciones.

-Hyunjin, he estado pensando mucho en lo que pasó con Jeongin -comenzó Felix, sentándose en un banco de madera bajo un árbol frondoso.

Hyunjin se sentó a su lado, observando a Felix con atención.

-Yo también, Felix. No ha sido fácil para ninguno de nosotros.

Felix asintió, mirando el suelo.

-Me preocupa lo que esto signifique para nosotros. No quiero que vivamos con miedo todo el tiempo, escondiéndonos de todos.

Hyunjin tomó la mano de Felix, entrelazando sus dedos con los suyos.

-Tienes razón. No podemos seguir así para siempre. Pero tampoco quiero perder lo que tenemos. Tú eres importante para mí, Felix, y estoy dispuesto a luchar por esto, por nosotros.

Felix sonrió débilmente, sintiendo una mezcla de emociones en su interior.

-Yo también estoy dispuesto, Hyunjin. Pero necesitamos encontrar una forma de avanzar sin destruir todo a nuestro alrededor. No quiero que nuestras madres sufran, y no quiero perder a Jeongin.

Hyunjin asintió, comprendiendo la complejidad de la situación.

-Quizás deberíamos hablar con ellos eventualmente. No sé si estamos listos ahora, pero tal vez en el futuro, cuando las cosas estén más estables, podríamos contarles la verdad. No sé si nos entenderán, pero al menos sería honesto.

Felix consideró la propuesta, sabiendo que era un paso necesario pero difícil.

-Creo que tienes razón. Pero necesitamos estar preparados para cualquier reacción. No podemos predecir cómo se lo tomarán, pero podemos estar ahí el uno para el otro, pase lo que pase.

Hyunjin sonrió y acercó a Felix, apoyando su frente contra la de él.

-Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa.

Unas semanas después, la vida había comenzado a retomar un ritmo más normal. Jeongin, aunque todavía distante en algunos momentos, parecía estar abriéndose poco a poco. Había días en que la risa volvía a ser fácil entre ellos, lo que daba a Felix una pequeña esperanza de que su amistad pudiera sanar con el tiempo.

Sin embargo, un día, Felix recibió un mensaje inesperado en su teléfono mientras estaba en la escuela. Era de su padre, a quien no había visto ni hablado en años desde que había abandonado a la familia. El mensaje era corto, casi frío: "Quiero verte. Es importante. ¿Podemos encontrarnos este fin de semana?"

El estómago de Felix se revolvió al leerlo. No había pensado mucho en su padre desde que se había ido, enfocándose en reconstruir su vida junto a su madre. La idea de enfrentarse a él de nuevo le generaba una mezcla de miedo, ira y curiosidad.

Hyunjin, que había notado el cambio en la expresión de Felix, se acercó a él durante el almuerzo.

-¿Todo bien? Pareces preocupado.

Felix suspiró, mostrando el mensaje a Hyunjin.

-Es mi padre. Quiere verme.

Hyunjin frunció el ceño al leer el mensaje.

-¿Vas a ir?

Felix dudó por un momento antes de responder.

-No lo sé. Parte de mí quiere ignorarlo. Pero otra parte siente que necesita cerrar ese capítulo de mi vida, que necesito respuestas.

Hyunjin asintió lentamente.

-Cualquiera que sea tu decisión, estaré aquí para apoyarte. Pero si decides ir, creo que es importante que te prepares emocionalmente. No sabes lo que podría decir o hacer.

Felix agradeció las palabras de Hyunjin, sintiendo una oleada de gratitud por tener a alguien como él a su lado.

-Gracias, Hyunjin. Significa mucho para mí que estés aquí.

Finalmente, Felix decidió responder al mensaje de su padre y acordaron encontrarse en un café en el centro de la ciudad el sábado por la tarde. El día llegó más rápido de lo que Felix esperaba, y mientras caminaba hacia el lugar, su corazón latía con fuerza en su pecho.

Cuando llegó al café, vio a su padre sentado en una mesa en la esquina, mirando por la ventana. Había cambiado, aunque no mucho. Se veía mayor, más cansado, pero la expresión en su rostro era tan seria como siempre. Al acercarse, su padre levantó la vista y lo observó con una mirada que Felix no pudo descifrar.

-Hola, Felix -dijo su padre en un tono que no mostraba emoción alguna.

-Hola -respondió Felix, sentándose frente a él.

Hubo un largo silencio mientras ambos trataban de encontrar las palabras adecuadas para comenzar la conversación.

-Gracias por venir -dijo finalmente su padre, rompiendo el silencio.

-Quiero saber por qué -respondió Felix directamente-. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué nos abandonaste?

Su padre suspiró, pasando una mano por su cabello gris.

-No espero que me perdones, Felix. Lo que hice estuvo mal, lo sé. Pero en ese momento, sentía que no tenía otra opción. Estaba perdido, confundido... y creí que lo mejor para todos era que me fuera.

Felix sintió una oleada de ira y tristeza al escuchar esas palabras.

-¿Lo mejor para todos? ¿De verdad creíste que abandonarnos era lo mejor?

-No -admitió su padre, con la mirada baja-. Pero no supe cómo lidiar con todo lo que estaba pasando. Estaba fallando como esposo, como padre... y huir fue lo más fácil. Fue cobarde, y he vivido con esa culpa desde entonces.

Felix observó a su padre, viendo el arrepentimiento en su rostro, pero también sintiendo la herida que aún sangraba en su propio corazón.

-Nos dejaste solos, a mamá y a mí. No teníamos a nadie más. Ella tuvo que trabajar día y noche para mantenernos, y yo... yo tuve que crecer sin un padre.

Su padre asintió, claramente afectado por las palabras de Felix.

-Lo sé, y no hay nada que pueda hacer para cambiar eso. Pero quería verte, quería decirte que lo siento. He estado tratando de arreglar mi vida, y parte de eso es enfrentar lo que hice y pedirte perdón.

Felix lo miró en silencio, sin saber qué decir. Parte de él quería gritarle, decirle que su perdón llegaba demasiado tarde. Pero otra parte, la parte que aún era un niño que necesitaba a su padre, quería aceptarlo.

-No sé si puedo perdonarte -dijo finalmente Felix-. Pero aprecio que hayas venido, que hayas tenido el valor de enfrentarte a lo que hiciste.

Su padre asintió, aceptando las palabras de Felix sin protestar.

-Lo entiendo, y no te culpo. Sólo quiero que sepas que si alguna vez necesitas hablar, si alguna vez decides que estás listo para intentar construir algo nuevo, estaré aquí.

Felix no respondió de inmediato, dejando que las palabras de su padre flotaran en el aire. No sabía si alguna vez estaría listo para eso, pero al menos ahora tenía la opción. Y eso era algo.

-Gracias -dijo finalmente, levantándose-. Eso es todo lo que puedo decir por ahora.

Su padre asintió, comprendiendo que la conversación había terminado.

-Cuídate, Felix. Y si alguna vez cambias de opinión, sabes dónde encontrarme.

Felix salió del café sin mirar atrás, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Había cerrado un capítulo de su vida, aunque no sabía qué significaba eso para su futuro. Lo único que sabía con certeza era que había dado un paso importante, y eso ya era un avance.

De regreso a casa, Felix se sintió más ligero, aunque no completamente liberado. Sabía que el camino por delante aún sería difícil, lleno de desafíos y decisiones complicadas. Pero ahora, con Hyunjin a su lado y la puerta del pasado medio cerrada, sentía que podía enfrentarse a lo que fuera

Esa noche, mientras se recostaba en la cama, recibió un mensaje de Hyunjin: "¿Cómo te fue?"

Felix sonrió, sintiendo una calidez en su pecho al leer esas palabras. Respondió: "Fue difícil, pero estoy bien. Gracias por estar ahí."

Hyunjin respondió rápidamente: "Siempre lo estaré."

Felix apagó su teléfono, sintiendo una paz que no había experimentado en mucho tiempo. Tal vez, solo tal vez, las cosas empezarían a mejorar.

Read you soon...
-Mimi 🦋