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💙 Chapter Fifteen: Unexpected consequences 🤍

El tiempo pareció detenerse cuando Jeongin se quedó inmóvil en la puerta, observando a Felix y Hyunjin con los ojos abiertos de par en par. La tensión en la habitación era tan densa que parecía que el aire mismo se había detenido, incapaz de fluir entre los tres jóvenes.

Felix sintió su corazón latir con tanta fuerza que pensó que iba a explotar. El pánico lo invadió, mientras buscaba desesperadamente una manera de explicar lo que acababa de ocurrir. Hyunjin, por su parte, no podía quitar la vista de Jeongin, su rostro una mezcla de sorpresa, miedo y algo más que Felix no podía identificar.

-Jeongin... -comenzó Felix, su voz temblorosa-. Esto no es lo que parece...

Jeongin parpadeó, como si hubiera salido de un trance, y retrocedió un paso. Su expresión cambió de incredulidad a algo que Felix nunca había visto antes en su amigo: dolor.

-¿Cómo puedes decir eso, Felix? -su voz sonó rota, pero también acusadora-. Yo... no puedo creer que hayan hecho esto a escondidas.

El aire en la habitación se volvió más espeso, mientras el silencio se prolongaba. Felix sabía que cualquier cosa que dijera en ese momento sería insuficiente. Las palabras se quedaron atascadas en su garganta, incapaces de salir.

Hyunjin, que hasta entonces había estado callado, dio un paso adelante, tratando de calmar la situación.

-Jeongin, por favor... no es lo que piensas. Nosotros... -comenzó, pero Jeongin lo interrumpió con un gesto brusco.

-¿Cómo no va a ser lo que pienso? -exclamó Jeongin, su voz subiendo de tono-. Esto... Ustedes dos... Yo confiaba en ustedes. Felix, eres mi mejor amigo. ¿Cómo pudiste ocultarme algo así?

El dolor en la voz de Jeongin fue como una daga en el corazón de Felix. Sabía que no tenía ninguna excusa que pudiera justificar lo que Jeongin había presenciado. El miedo de ser descubiertos había llevado a Felix y Hyunjin a esconderse, pero ahora, la verdad estaba ahí, desnuda y cruda, frente a alguien que jamás quisieron herir.

-Jeongin, lo siento... -logró decir Felix, sintiendo un nudo en la garganta-. No queríamos lastimarte.

-¡Pero lo hicieron! -replicó Jeongin, retrocediendo otro paso-. Y ni siquiera sé por cuánto tiempo ha estado sucediendo esto. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Qué se supone que debo pensar?

Felix abrió la boca para responder, pero las palabras se le escaparon de nuevo. Sabía que lo que había entre él y Hyunjin era complicado, y que había muchas cosas que aún no entendía por completo. Pero también sabía que no podía dejar que Jeongin se fuera con la idea equivocada.

-Jeongin... por favor, escúchame -pidió Felix, avanzando un paso hacia él-. No planeamos que esto sucediera, y tampoco planeamos ocultártelo. Es algo que... simplemente ocurrió. Y estaba asustado, Hyunjin y yo estábamos asustados. No sabíamos cómo manejarlo.

Jeongin lo miró, su expresión suavizándose un poco, pero el dolor seguía ahí, tangible.

-Felix, ¿por qué no me dijiste nada? -preguntó, su voz más baja esta vez-. Si realmente eras mi amigo, ¿por qué no confiaste en mí?

La culpa golpeó a Felix como una ola, dejándolo sin aliento. Sabía que Jeongin tenía razón. Habían cometido un error al no hablar con él desde el principio, pero el miedo los había paralizado. Y ahora, ese miedo se había hecho realidad.

-No quise herirte -repitió Felix, sintiendo cómo se le quebraba la voz-. Sólo... no sabía cómo decírtelo. Y me asustaba perderte.

El silencio que siguió fue pesado, cargado de emociones que ninguno de los tres sabía cómo manejar. Hyunjin observaba la escena con una mezcla de culpa y preocupación, sabiendo que cualquier cosa que dijera podría empeorar las cosas.

Finalmente, Jeongin suspiró, pasándose una mano por el cabello en un gesto de frustración.

-Necesito tiempo para procesar esto -dijo, su voz más tranquila, pero aún tensa-. No sé qué pensar ahora mismo. Simplemente... necesito estar solo.

Felix asintió lentamente, entendiendo la petición de su amigo. Quería arreglar las cosas de inmediato, pero sabía que no podía forzar a Jeongin a aceptar lo que había ocurrido tan rápidamente.

-Está bien -dijo Felix suavemente-. Tómate todo el tiempo que necesites. Sólo... por favor, no nos alejes de ti. No quiero perderte.

Jeongin lo miró por un largo momento antes de asentir.

-No sé lo que va a pasar, Felix. Pero necesito pensar.

Con eso, se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Felix y Hyunjin solos en un silencio que parecía aplastante. Cuando el sonido de la puerta al cerrarse llegó a sus oídos, Felix sintió que sus piernas comenzaban a temblar, y se dejó caer en la cama.

Hyunjin, viendo el estado de Felix, se acercó y se sentó a su lado, colocando una mano en su hombro en un gesto de consuelo.

-Esto no es tu culpa -dijo Hyunjin en voz baja-. Ninguno de nosotros podía prever esto.

-Pero lo lastimé -respondió Felix, su voz quebrada-. Lo traicioné. Él tenía todo el derecho de saberlo, y yo lo oculté. ¿Y si nunca me perdona?

Hyunjin lo miró, con una expresión de tristeza y empatía.

-Lo único que podemos hacer ahora es darle espacio. Sabía que esto sería difícil, pero no imaginé que lo descubriría de esta manera.

Felix asintió, cerrando los ojos mientras trataba de calmar sus emociones.

-Tienes razón. Necesitamos darle tiempo.

Hyunjin permaneció en silencio, sosteniéndolo mientras Felix intentaba controlar sus sentimientos. Ambos sabían que no había vuelta atrás, que el futuro era incierto y que las consecuencias de esa noche podían cambiarlo todo. Pero también sabían que no podían controlar lo que vendría. Solo podían esperar que, con el tiempo, las cosas se calmaran y que Jeongin pudiera encontrar en su corazón la forma de entender y perdonar.


Reflexiones y Temores

Los días siguientes fueron un verdadero desafío para Felix y Hyunjin. Jeongin, que normalmente se sentaba con ellos durante las comidas y pasaba tiempo con ellos después de clases, ahora mantenía la distancia. Aunque Felix intentó acercarse a él en varias ocasiones, Jeongin siempre encontraba una excusa para evitar una conversación.

Felix sentía una angustia constante en el estómago cada vez que lo veía. No había forma de saber qué pensaba Jeongin, y ese silencio era más doloroso que cualquier confrontación directa. Hyunjin también estaba afectado, pero sabía que tenía que ser fuerte por los dos. Si Felix se desmoronaba, todo lo que habían construido podría colapsar.


El Momento de la Verdad

Una semana después del incidente en la fiesta, Jeongin finalmente se acercó a Felix durante el almuerzo. Felix sintió un nudo en el estómago cuando su amigo se sentó frente a él, pero trató de mantener la calma.

-Necesitamos hablar -dijo Jeongin, sin preámbulos.

Felix asintió, su garganta seca.

-Lo sé.

Jeongin lo miró con una mezcla de emociones que Felix no podía descifrar del todo.

-He estado pensando mucho en lo que pasó -comenzó Jeongin, eligiendo sus palabras con cuidado-. Al principio, estaba furioso. Me sentí traicionado, como si nada de lo que habíamos compartido fuera real. Pero luego, me di cuenta de que eso no era justo. No puedo decirte cómo sentirte ni a quién amar.

Felix sintió un atisbo de esperanza en sus palabras, pero no se permitió relajarse del todo.

-Jeongin, lo siento tanto. Nunca quise ocultártelo. Sólo... tenía miedo.

Jeongin asintió lentamente.

-Lo sé, Felix. Pero lo que me duele es que no confiaste en mí lo suficiente como para decírmelo. No sé si podré olvidar eso fácilmente.

Felix bajó la mirada, sintiendo la culpa como una losa sobre sus hombros.

-Lo entiendo. Y lo acepto. Sólo quiero que sepas que, pase lo que pase, tu amistad significa mucho para mí. Más de lo que puedo expresar.

Jeongin lo observó en silencio durante un largo momento antes de suspirar.

-Voy a necesitar tiempo, Felix. No puedo simplemente volver a cómo eran las cosas antes. Pero tampoco quiero perderte como amigo.

Felix levantó la mirada, sintiendo que una parte de la carga se aliviaba.

-Gracias, Jeongin. Haré lo que sea necesario para que las cosas mejoren entre nosotros. Y estoy aquí, cuando estés listo.

Jeongin asintió, y se acercó para dejar un abrazo en su amigo, porque sí, aunque le duela que Felix haya desconfiado de él. Felix siempre iba a ser su mejor amigo, en las buenas y en las malas, nunca podría dejarlo de lado, ni en los peores momentos, nunca podría enfadarse con él. Y aunque se pelearán siempre buscaría y encontraría la forma de arreglarlo. Jeongin amaba mucho a su mejo, lo apreciaba demasiado, era su como su hermano, su familia.

Read you soon...
-Mimi 🦋

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