POV Narradora:

El día de ayer fue tan extraño tanto para los jóvenes ninjas como para la señorita Smith y el sensei Wu.

Caracterizando ese día con una fortuna para llorar a moco y baba, ya que ninguno estaba ni cerca de lograr sus objetivos.

Vayamos por partes, vayamos junto al sensei Wu. Quien partió justo en la mañana a buscar al siguiente ninja, y habiendo realizado toda una odisea en busqueda del siguiente ninja, falló en su totalidad.
Siendo que no había encontrado nada, finalmente se le ocurrió buscar en la ciudad, a ver si había algún joven talentoso en aquel lugar.

Y siendo que su fortuna era la misma, siguió sin rendirse. Sin embargo, decidió detenerse un poco para recuperar fuerzas, en un lugar tan peculiar como la cima de un rascacielos.

El sensei iba tan tranquilo tomando su té, que apenas y había notado la existencia de un muchacho que paseaba por allí.

"Muy bien, este es el octavo intento de Jay Walker para crear un artefacto capaz de hacerme volar. ¿El joven Walker lo logrará? ¡Claro que lo hará!". Gritó el tal Jay, cosa que finalmente llamó la atención de Wu.

El vio como el joven se lanzó desde la cima con un extraño paracaídas, y finalmente parecía que su obra dio frutos. Ya que el chico gritaba con toda la alegría '¡Puedo Volar!', y el sólo disfrutaba de su éxito.

Claro que no contó con lo difícil que sería el manejar ese raro artefacto, cosa que terminó con el joven estrellando se contra la cima del edificio de nuevo.

POV Jay:

¡Con un demonio! Ya van 8 veces que el resultado es el mismo, tal vez debería hacer más cambios en los planos o revisar la mecánica de las alas.....

Pero no he tenido tiempo, ya que escuché aplausos detrás de mí. No se si era sarcasmo o que era, pero me asusté demasiado cuando noté que alguien vio mi intento fallido de volar.
"¡¿A-ah?!". Sí, eso fue lo único que salio de mi boca, noté que era un anciano con un bastón, y luego comenzó a hablar el también.

"Ese es un gran artefacto, ¿Cómo lo has hecho?". Preguntó el viejo, yo me quedé pasmado cuando eso pasó.
"... solo use cosas del basurero en el que trabajan mis padres, estos eran un prototipo de alas. ¡Yo quisiera volar alguna vez!". Dije, y sí. Es mi sueño, y el de millones de personas en el siglo XX.

"Mmm... yo creo que algún día podrás lograrlo". Habló el anciano.

"¿Quién es usted?". Pregunté mientras recogía mis alas, que iría a reparar esa noche.
"Al igual que tú, yo soy un soñador. Si algún día quieres ayuda para cumplir tu sueño, puedes venir conmigo. Pero yo también quiero que me ayudes". Dijo aquel hombre.

Un trato así suena tentador, pero creo que por ahora no necesitaré ayuda...

¿O sí?

"Mmm... ¡Lo pensaré!". Dije respondiendo rápido, aunque esta vez si era cierto.
"Se que lo harás, me retiraré. Pero puedes encontrarme en el monasterio que está subiendo la montaña". El viejo se despidió, yo todo lo que hice fue despedirme con la mano...

¡Ay, que día! Voltee a ver a mis alas, y estaban muy estropeadas ahora, que solo podría salvar la tela.
"Tal vez si requiera algo de ayuda...". Pensé antes de bajar otra vez del edificio...

POV Narradora:

Mientras Jay se planteaba el pedir ayuda, y Wu ya estaba caminando de regreso al monasterio totalmente seguro de que Jay aceptaría la propuesta...

Dentro del monasterio, los jóvenes ninjas la pasaban muy mal.

"¡No puede ser! ¡Morro, te dije que no salieras tarde en la noche y que hacía frío!". Gritaba Kai, Nya hacía y deshacía cualquier cosa mientras Morro permanecía totalmente agripado en la cama.

"¡¿Pero qué le pasó?!". Preguntaba Nya mientras cambiaba el trapo que Morro tenía en la frente.

"Fácil, señorito intrepido se salió en la noche a entrenar, sin nada para protegerse del frío y ahora está enfermo". Explicó Kai, totalmente furioso.
"Grandísimo idiota". Murmuró Nya de manera que nadie la escuchó.

"...e-estoy... b-bien...". Morro farfullaba de manera muy débil, y apenas audible para los demás.

POV Nya:

¡AY, Y YO QUE PENSABA QUE EL IMBÉCIL ERA MI HERMANO!

Pero miren, aquí está el cabrón que se creía inmortal y ahora está en cama totalmente mal.

Le he cambiado el trapo como 2 veces solo esta mañana, y eso significa que la fiebre es muy alta. Luego lo vimos temblar como si estuviera en el Himalaya.
"...te-tengo... frío... ¿N-no tendrán... una... manta m-más por allí...?". Morro seguía temblando tanto que por unos momentos he sentido algo de pena.

"¡Pero literalmente estás ardiendo vivo? ¡¿Cómo puedes decir que tienes frío?".  Exclamó mi hermano.
"Está delirando de nuevo ¿La sopa ya está lista?". Pregunté, creo que ya debería estar lista.
"Ya he apagado el fuego, ya debería servirla". Respondió Kai, el fue a la cocina por un plato de sopa.

Seguía viendo a Morro hiperventilar y en su rostro se notaba mucho la molestia que seguro sentía en todo el cuerpo.
"Ya te pondrás bien... ay, solo espero que el sensei Wu tarde en llegar". Murmuré para mi misma, y es que en serio no quiero saber como se pondrá el sensei si se entera que su alumno, el que va a salvar el mundo está.... pues... ¡Cómo está!

Kai llegó con la sopa, que a duras penas Morro podía comer.

"¡Si he seguido la receta al pie de la letra! ¡No puede ser tan terrible!". Alejaba Kai, creo que años de vivir sin padres no le han servido para saber como funcionan las enfermedades.

"Kai, ¿No ves que ahora no puede ni con su alma? No se va a apresurar, y mucho menos si gritas". Contesté, completamente estresada con los interminables gritos de mi hermano, un enfermo y con el pendiente de que Wu llegue en un momento inoportuno.

¡¿Qué sigue?! ¡¿Qué se valla la luz o qué se queme la casa?!

"Hay que traerle agua, y también otro cambio de trapo". Dije, así que yo fui por un vaso con agua y Kai le ha traído un trapo....

¡No puede empeorar!

POV Narradora:

Y mientras Kai y Nya se partían en mil pedazos por aquel asunto y Morro murmuraba y se quejaba de las molestias que sentía. Por otra parte, Jay ya estaba en el lugar donde trabajaban sus padres, y resolviendo su problema con las alas.

"¡Ya lo vi! Un ala está mal acomodada, y el material que estoy usando no es apto... ¡Nadie me avisó de lo frágil que es el poliéster!". Decía Jay mientras volvía a reparar su invento.

Cuando ya lo tenía listo, volvió a intentarlo aventandose desde uno de los montículos de basura más altos del basurero, y esta sería ya su novena vez intentando volar.

"¡Esta vez no puedo fallar!". Se decía Jay a sí mismo, sin embargo lo había dicho tan alto que su madre, que estaba afuera logro escucharlo hablar....

"¡¿Jay?! ¿Qué haces encima de allí?". Preguntó la señora Walker.
"¡¿Mamá?! ¡Nada! Es solo que ya estoy apunto de lograr mi gran hazaña". Aseguraba Jay antes de aventarse, y la señora no pudo decirle nada más. Pues su hijo volvió a intentarlo, no hay mucho que decir.

Su intento volvió a quedar en eso, en un intento fallido de volar, pues en un principio parecía que domaba los aires, y como siempre volvió a caer.

"¡Oh, Jay querido! ¿Estás bien?". Preguntó la mujer, y por los gritos apareció su esposo.
"¡¿Edna?! ¿Algo ha pasado?". Preguntaba su esposo.
"¡Ed! Es Jay, creo que se ha lastimado". Aseguraba la señora.
"No... solo mi orgullo salió magullado". Había dicho su hijo después de ver como su invento le había vuelto a fallar.

"Hijo, se que en serio quieres hacer que tus alas vuelen... ¿Pero no crees qué sería más fácil si pidieras ayuda?". Preguntó aquel hombre, el joven lo pensó un poco y parecía volver a recordar algo.

"¡Eso es! Hoy se me apareció un sujeto, parecía que sabía de lo que hablaba y me ofreció su ayuda. Está en el monasterio que queda subiendo la montaña... ¡Iré a preguntar, gracias por el consejo!". Jay se levantó alegremente, tomó sus alas y se fue corriendo hasta el monasterio.

"Pero... cuando dije ayuda me refería a nosotros". Dijo Ed de manera entrecortada.
"Parece que sabe de lo que habla, cariño". Afirmo Edna, poca importancia volvieron a tomarle los señores y volvieron a lo suyo.

Mientras tanto, Jay corría sin pena ni preocupación hacia el monasterio, hasta que uno de sus pensamientos le ha detenido.

"Cierto... ¿En qué montaña queda ese lugar?". Se pregunto el joven castaño, suponiendo quedar perdido. Y decimos perdido porque ya para ese momento había corrido mucho y tampoco sabía en que lugar había quedado su hogar.

"Claramente... debí esperar un poco más... ¡¿Porqué me pasa esto a mi?! ¿Existirá otro que sea tan desgraciado como yo en este mundo o solo soy imbécil?". Y este pudo ser el comienzo de una duda existencial, hasta que alguien que no se esperaba se le ha aparecido allí mismo. Y se trataba nada más y nada menos que de...

"... ¡Un momento! ¡¿Es aquel ese hombre viejo que se me ha aparecido de nuevo?!". Gritaba el joven castaño.

Efectivamente ese era el sensei, solo que en ese momento Jay no sabía que aquel hombre era un maestro, si nisiquiera sabía cual era su nombre.

Wu también se sorprendió de verle de nuevo, supuso que lo vino siguiendo y se perdió.

"Oh ¿Tu eres el muchacho de esta mañana?". Inquirió el sensei Wu, totalmente pasmado.
"¡Claro! Pero es que me he perdido buscando su monasterio, yo solo iba a pedirle ayuda para mi proyecto. Como usted me había dicho que haría si lo buscaba en su monasterio". Eplicaba Jay, totalmente desesperado por ayuda.

"Claro, pero falta demasiado para llegar. Y yo buscaba un lugar para dormir esta noche, y me parece que este lugar cerca de un manantial se me hace un lugar muy bonito en medio de tanto desierto". Afirmó Wu, Jay ni siquiera se había percatado de la existencia de aquel manantial lleno... de...bueno, esta obvio que eso era agua.

"¿Cómo ha llegado eso allí? Que yo sepa, ese manantial no existía apenas ayer". Jay estaba sorprendido, Wu al escuchar esto se alarmó un poco.
"Así que un lugareño como usted no sabía de la existencia de este lugar. O es usted alguien muy distraído... o lo que estamos viendo es una trampa". Murmuró Wu.

"Tres cosas, por favor no me hable de 'usted' que me hace sentir viejo, dos... ¡¿Me está llamando inepto?! Y tres, no creo que sea una-". Los reclamos de Jay fueron interrumpidos por completo debido a un claro sonido de gente riéndose de ellos. Como si fuera el mejor de los chistes.

"¿Q-qué es eso?". Jay comenzó a tartamudear.
"¿Joven Walker? Dejeme decirle que no estamos solos". Habló el sensei, cuando Jay escucho esto comenzó a alarmarse aún más de lo que ya se encontraba, y justo después aparecieron aquellos que generaban esas risas.

Varios hombres grandes y fuertes aparecieron, quienes llevaban armas de todo tipo y comenzaron con su monologo clásico de los villanos para amenazar a aquellos desafortunados con los que se encontraban por las noches.

"¡Ja! Sabía que armar ese manantial atraería a muchos de los ineptos que cruzan por este desolado lugar". Habló un hombre que llevaba un bate de softball.

"¡Joven Walker! Quedese detrás de mi". Hablo de nuevo el sensei Wu, Jay estaba demasiado asustado para prestar si quiera atención a lo que el anciano le iba diciendo.

"¡¡¡AAAAAHH!! ¡SON DEMASIADOS!". Los gritos de Jay resonaban por todo el lugar, cosa que hizo reír a los hombres armados.
"¿Qué? ¿En serio crees que tus gritos incesantes de princesa te van a salvar? ¡Lo hemos visto todo, niño!". Aseguró otro hombre, y comenzaron a atacar les a diestra y siniestra.

Claro, no contaban con que Wu sería un maestro en el spinjitsu. Lo que los ha tomado por sorpresa.
Más estos hombres eran fuertes, y además eran demasiados. Tanto que no bastó solo de Wu para acabarlos, pero Jay estaba tan asustado en ese momento que ni siquiera veía como Wu era destrozado en batalla.
Y uno de los armados se dio cuenta de la existencia de Jay, lo que lo hizo asustarse aún más.

"¡Hey! Eso de allí se ve que tiene valor". Dijo el hombre para si mismo, tomó a Jay del brazo y trató de quitarle a la fuerza sus alas.

"¡NO POR FAVOR! ¡NO SE LLEVE MIS ALAS!". Imploraba el castaño, pero sus suplicas no hacían si no divertir a aquel hombre armado.

En ese momento el estaba tan asustado que ni siquiera tenía el valor de abrir los ojos... de no ser por un pequeño detalle que lo obligo a abrirlos de nuevo.

"¡Auxilio! ¡QUE ME ATACAN DEMASIADOS!". Se escucho como incluso Wu sucumbió a tantos ataques, lo que es sorprendente si sabemos de quien hablamos.

Aunque claro, eran 15 hombres adultos en total y armados contra un anciano cuyo poder estaba ya bastante deteriorado.

Jay al notar esto, ni siquiera se reconoció a si mismo.

Cuando un rayo salió directamente de su mano a atacar a los hombres, cosa que hizo retroceder a todos.
Ya que el rayo alcanzó a uno de ellos u este no lo dejaba.

No ha de ser una experiencia muy agradable el ser electrocutado por 500 voltios, y más aún que no te deje tranquilo.

"¡Joven Walker! ¡Ya sueltelo!". Importó Wu, al ver como un hombre era directamente cocinado.
"¡NO PUEDO! ¡NO ME QUIERE DEJAR!". Incluso Jay se iba asustando, el resto de los armados se alarmó tanto que salieron todos corriendo despavoridos por todo el desierto.

Al estar Wu, ya en plena libertad. Le dió un ataque por detrás a Jay para librarle de su propio ataque, dejando así que el rayo terminara, el hombre que a duras penas podía moverse. Se fue tan rápido como sus piernas chamuscadas se lo permitían.

Jay salió totalmente asustado de su propio poder, y aunque Wu también se llevó un susto, el ya estaba plenamente convencido que ese era el ninja del rayo.

"¡¿Qué ha sido eso?! ¡Oh, ha sido una experiencia terrible! No quiero volver a hacer eso nunca... ¡¿Y mis padres?! No me lo perdonaría jamás en la vida si salieran lastimados por culpa mia y-". Las palabras de Jay fueron interrumpidas por Wu, quien trató de calmarle.

"Si te preocupa demasiado ese detalle, es justo por lo que te pido ayuda. Quiero entrenarte, junto a un grupo más de jóvenes con esas habilidades especiales, y podrás dejar de preocuparte por poner en peligro a tus padres ¿Qué dices?". Preguntaba el sensei Wu.

"¡Acepto! Solo dejeme ir a despedirme de mis padres, no quiero irme sin dejar rastro". La propuesta de Jay fue aceptada, y los dos se fueron de regreso a la casa de los Walker. Para que Jay se despidiera de sus padres....

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¿Nya y Kai podrán cuidar bien de Morro y hacer que se recupere antes de qué llegue Wu?

¿Cómo reaccionarán Ed y Edna al ver qué su hijo se va?

¿Jay será capaz de controlar sus poderes?

¡Descubranlo en una nueva y emocionante transmisión de Radio Orange!