Capítulo 9 ''Cambios''
¡Por fin he actualizado el capítulo 9! :'D
En este capítulo se puede notar que Riley va a ir yendo de flor en flor por así decirlo xD hasta que se decida por uno (se enamore c:)
Este capítulo en mi mente parecía mejor e_e aunque supongo que está decente (?)
Bueno, de todas formas, espero que les guste ^^
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La sirena que anunciaba el final de clases, había sonado, indicando que todos teníamos que regresar a nuestras casas.
—Riley… ¿¡Se puede saber que ha sido eso?! —exclamó finalmente Amanda no pudiendo aguantarlo más mientras recogía su material en la mochila —¿Cómo es que Red… ESE Red, te acaba de defender delante de todo el instituto?
¿Cómo iba a saber yo eso? Ni… ni yo mismo lo entendía.
—N-No lo sé —musité encogiéndome de hombros.
—Bueno entonces… respóndeme esto, ¿es cierto que pasaste la noche con Red ? —preguntó con una sonrisa maliciosa.
No me digas que ¿se estaba pensando cosas raras?
—No es lo que tú crees —la miré mal —. Como ni tú ni Steve estabáis, Red me llevó a mí casa.
—¿Así de fácil? —preguntó incrédula —. A mí esto no me cuadra… ¿porqué Red iba a molestarse en hacer todo eso?
Porque habíamos hecho un trato en el que yo básicamente le vendía mi alma, por eso Amanda, por eso, aunque es algo que prefiero reservármelo sólo para mí mismo… ya que no creo que a Red le haga mucha gracia que se lo vaya a contando a cualquier persona, aunque, estos sean mis propios amigos.
—Bueno, no exactamente así de fácil… —No supe explicarme—. Se podría decir que me debe un favor, es todo.
No queriendo hablar más sobre el tema, ya que ni yo mismo lo terminaba de entender, agarre la camisa y el pantalón de mi mochila y se lo pasé a Amanda, la cual los recibió con un gracias.
—Entonces… ¿no hay nada entre vosotros? —cuestionó con un tono de decepción.
—No seas ridícula —bufé —¿Qué iba a haber acaso?
Steve que hace rato que no hablaba y solo se limitaba a observarnos y escuchar nuestra conversación, habló por fin.
—¿Podéis caminar más rápido? A este paso van a cerrar la puerta.
Decidimos hacer caso a Steve y dejamos el tema, empezando a caminar con más velocidad hasta que una escena , en medio del pasillo, y delante de nosotros nos hizo detenernos.
Riley… estoy completamente seguro que había escuchado mi nombre… ¿pero quién lo había dicho?
—¡Howard, te he estado aguantando toda la maldita hora! ¿¡Vas a dejar de hablar de una vez de Harris?! ¡Me tienes harto! —estalló Derek empujándole contra una de las taquillas.
Howard… el novio de Carolina y el gilipollas de antes.
—¿Qué? ¿Acaso te importa? ¿Ahora todos son los protectores de ese nerd? ¿No eras tú el que siempre le agredía? —le echó en cara.
La expresión de Derek en ese momento cambió a una de remordimiento, sus facciones suavizándose un poco.
—Por eso mismo —empezó—. Yo soy el único que puede tocar y hacer llorar a Harris, ¡¿me oyes?! —le amenazó agarrándole violentamente de la camisa.
Al ver que Derek no tenía intención alguna de soltarlo si no aceptaba, acabó rindiéndose.
—Tsk, me ha quedado claro —asintió de malas ganas quedando libre de la mano de Derek .
—Está bien que lo comprendas —dijo esto último frío y se marchó junto a Sean y Ryan dejando a Howard en el suelo intentando recuperar la respiración.
Que… ¿Qué diablos acababa de pasar? ¿Derek también me había defendido? ¿Enserio qué coño era esto? ¿Una clase de mundo alternativo en la que todos mis acosadores se vuelven mis mejores amigos para siempre y caminamos juntos de la mano sobre un prado bajo la luz de un arcoiris?
¿¡Y qué mierda era eso de que solo Derek podía tocarme y hacer llorar?! ¿Con qué derecho se atrevía a decir eso? ¡Maldito descerebrado carente de materia gris!
—Siento que he visto algo que no tenía que ver… —opinó Steve incómodo.
—¡Pues yo algo que deseaba ver! —dijo Amanda con sus ojos brillando.
En cambio yo no opiné nada, no dije nada, un sentimiento de rabia junto con otro que no podía explicar me invadía.
—Riley… estás muy rojo —mencionó Amanda preocupada —. ¿Estás bien?
¿Estaba rojo? ¿Por qué estaba rojo? ¿Era quizá por la rabia que sentía por las palabras llenas de arrogancia que había dicho Derek?
Ya... ni siquiera me entendía a mí mismo.
***
Después de haber presenciado esa escena, los tres nos separamos y fuimos a nuestras respectivas casas, desgraciadamente, no iba ni poder descansar una vez en casa, ya que me tenía que preparar para ir a la casa de la persona a la que menos quería ver en este momento , Derek Patterson, para terminar ese maldito trabajo de una vez.
Y sinceramente que estuviese allí Red también, no sé si vaya a mejorar o empeorar la situación, pero teniendo en cuenta mi suerte, seguramente la 2ª…
—¿Riley vas a salir hoy también? —preguntó Ian mientras almorzábamos los dos en la mesa de la cocina.
—Sí, tengo que ir a casa de Derek a terminar el trabajo —murmuré apenas probando bocado.
Hoy el almuerzo que había preparado Ian sabía peor de lo normal.
—¿Derek Patterson? —lo nombró con desprecio—. Ya te dije que pensaba sobre ese tipo…
—Lo sé —le interrumpí —, pero es mi compañero de trabajo y no puedo cambiarlo por otro, además, ya decidimos que una vez sería en mi casa y la otra en la suya y la última vez fue aquí.
Y esa fue la última vez que hablamos. Al no tener nada de qué hablar como siempre, seguimos nuestro almuerzo en silencio.
Cuando los dos terminamos, Ian, fue al trabajo y yo subí a mi habitación para cambiarme, pillando cualquier cosa que encontrara y una vez que terminé, salí de casa, comenzando a caminar en dirección de la casa de Derek.
Esperando encontrarme con Derek cuando me abriesen la puerta, me llevé una sorpresa al ver quién me había abierto, sí, era Derek pero a su lado, el que me había abierto era probablemente su padre.
—H-Hola —saludé tímidamente a su padre y a Derek.
Sin embargo la mayor sorpresa fue cuando el hombre pasó largo de mí, sin devolverme el saludo y sin ni siquiera dirigirme la mirada, cruzó el umbral de la puerta y se subió a su coche.
Esta vez dirigí mi mirada a Derek quién llevaba en su rostro una expresión de melancolía y frustración.
—Puedes pasar —me invitó a entrar.
—C-Claro —salí de mi especie de trance y entré adentro.
Esta situación se me hacía demasiado incómoda… definitivamente vine en un mal momento.
—¿Escuchaste algo? —habló Derek de repente.
—No, nada —negué confundido.
—Bien —dijo simplemente.
Justo cuando iba a dar el primer paso para subir las escaleras, una chica de la misma edad de Derek apareció por ellas.
—¡Derek! ¿Cuántas veces te tengo que decir que dejes de hablar con él? ¡Ya sabes que es un caso perdido! —le gritó la chica —. Posiblemente… a este punto, tenga una amante y todo.
—¡No digas eso ni en broma! —le gritó de vuelta cabreadísimo.
La chica iba a seguir hablando pero se quedó con las palabras en la boca al verme.
Aparentemente no se había dado cuenta de mi presencia.
—Mierda —murmuró —Eh… siento que hayas tenido que ver esto… eh----
—Riley —le respondí sin necesidad de que me preguntara el nombre.
Si el ambiente antes se sentía tenso, ahora se podía cortar con un cuchillo…
—Riley gusto en conocerte —se obligó a sonreír —. Derek… hablamos más tarde —terminó de hablar y subió las escaleras.
Derek, soltando un resoplido se fue a sentar al sofá.
—Supongo que te debes estar preguntando qué demonios acaba de ocurrir, ¿cierto? —preguntó con media sonrisa dolida.
Antes de que pudiese a dar una respuesta, Derek volvió a hablar.
—Ese hombre que viste antes… era mi padre —empezó —. Por lo que has podido ver y escuchar no es un padre que esté muy unidos a nosotros, ni a sus hijos ni a su esposa… ¿sabes? Ni siquiera entiendo porque te estoy contando esto. Quizá porque quiero liberarme de esa forma y también porque en parte tú tienes que ver con esto…
¿Yo? ¿Qué rayos tenía yo que ver con todo esto?
—¿A qué te refieres? —mascullé sentándome a su lado.
—Te tenía envidia —dijo tras un largo silencio —Antes de que me contarás que tus padres habían fallecido, siempre veía lo unida y feliz que estaba toda tu familia, tu vida para mí era perfecta… tenías buenas calificaciones, una familia que te adoraba, la chica que yo quería, por eso te odiaba tanto.
—‘’Te odiaba’’… ¿acaso ahora no? —interrogué mirándole fijamente a los ojos, curioso por su respuesta.
Ya era la segunda vez que se lo preguntaba…
—No sabría decirte… pero sigues pareciéndome un nerd ojos de pez muerto —sonrió con suficiencia.
Eso me hizo pensar… ¿Por qué yo tampoco sentía que lo odiaba? ¿Cómo es que tan de repente no me caía tan mal si tan solo hace unos días le odiaba a muerte? ¿Qué diablos me pasaba?
Dando por terminada la conversación, ambos subimos a su habitación y nos pusimos a esperar a Red.
—Red cómo siempre llega glamurosamente tarde —se burló a regañadientes.
—Tendrá cosas qué hacer supongo… —miré hacia el techo aburrido.
No realmente…
Justo en aquel momento, Red entró dentro de la habitación.
Sin saludar ni decir una sola palabra, se sentó a mi lado al igual que lo hizo Derek y los tres cogimos nuestros portátiles.
Soy yo… ¿o estos dos estaban demasiado cerca? Parecía que estábamos en una maldita lata de sardinas.
—Derek, ¿no podrías alejarte un poco? —pedí.
—No —negó al instante —. Tengo que estar cerca tuya por si tengo que preguntarte algo —aclaró sin dejar de escribir.
Pues yo no veía que tuviese ningún problema…
Me fijé en Red ahora, aunque a él me daba miedo pedirle… Al final viendo que no tenía otras opciones, me rendí y seguí escribiendo.
—Chico virgen—me llamó Red —¿Me puedes explicar qué coño es esto? —preguntó viéndoselo irritado.
¿Acaso este va a ser mi apodo ahora?
Pude escuchar una risa contenida de Derek que hizo que me avergonzase y me sonrojase más.
—¿Q-Qué es lo que no entiendes? —pregunté ignorando su comentario acercándome a su pantalla del portátil.
Con suerte al explicárselo, enseguida lo había entendido.
Inmediatamente después de terminar, al subir mi mirada me encontré con el rostro de Red a tan solo unos pocos cm del mío.
¡J-Joder! D-Definitivamente este tío está muy cerca.
Él en vez de apartar su mirada, se quedó mirándome fijamente y al ver que me había puesto nervioso, se le dibujó una sonrisa burlona.
¿Eh? ¿Por qué me sonreía así?
—Ojos de pez muerto —me nombró esta vez Derek—. ¿Me puedes explicar esto? No lo entiendo...
¿Eh? ¿¡Por qué mierda tan de repente los dos tenían dudas!? ¿Acaso no se están dando cuenta lo nervioso que estoy? Espera… ¿¡Porqué estoy nervioso en primer lugar?!
Terminé de explicárselo y volví a mi pantalla, pero para mi desgracia las preguntas no cesaron, Red preguntaba y seguido de él iba Derek, era un ciclo interminable, como si estuviesen compitiendo o algo.
Solo pude descansar cuando habían terminado ellos dos sus partes.
Hice como si yo también lo hubiese hecho y los tres salimos de la habitación.
—Ya es tarde —habló Derek cuando ya estábamos fuera de la casa — ¿Quieres que te acompañe?
Justo cuando iba a responder diciéndole que no era necesario, Red se me adelantó hablando primero.
—¿Acompañarle? —repitió con burla Red—. No es como si fuese una chica.
—Casi —murmuró apenas audiblemente Derek.
He escuchado eso imbécil.
Cuando por fin iba a hablar, me vi nuevamente interrumpido, pero esta vez por alguien diferente.
—¿Howard? ¿Qué haces tú aquí? —le preguntó extrañado.
—Quería hablar contigo sobre lo de hoy… —usó un tono lleno de culpabilidad.
—C-Claro —aceptó y caminó con él, alejándose de la entrada.
—¿Realmente se ha tragado las palabras de ese gilipollas? —me quitó las palabras de la boca Red.
—Desafortunadamente…
Después de pensárnoslo por más de 40 segundos acabamos siguiéndole y al parecer había sido la mejor decisión. En ese mismo momento en el que habíamos llegado, Red y yo pudimos ver como Howard había golpeado en la nariz a Derek al cogerle desprevenido.
Cuando vi que su nariz empezó a sangrar, alarmado, le sujeté para que no se cayese, aunque enseguida, este se soltó y fue directo a Howard, a quién le devolvió el puñetazo con suma brutalidad dejándolo en el suelo.
—Esto… no te lo voy a perdonar nunca, maldito hijo de puta —le escupió por encima y se agarró la nariz que no paraba de sangrar.
—Veo que sigues siendo el mismo chismoso de siempre, Harris —dijo con una sonrisa de suficiencia.
—Veo que aún no se te ha caído la nariz —contraataqué sarcástico logrando que se callase —. Tienes que ir a un hospital, idiota —acabé por decir agarrándole del brazo.
—Yo ya me voy —habló Red y se alejó del lugar antes de que me diera tiempo si quiera de despedirme de él.
—Venga ya pero si no es nada----
—Sí, claro, nada más que un rasguño —volví al sarcasmo —. Si de verdad no quieres quedarte sin nariz hazme caso y ven conmigo.
—¿Cómo? A pie claramente no se puede ya qué esta lejos... y no tienes coche.
Me quedé sin argumentos.
—P-Pues iremos en tu coche—dije al instante.
—¿Sabes conducir?
—¡Por supuesto! Que no…
Se llevó la palma de la mano a su rostro como signo de frustración.
—Ah… no tienes remedio… mira que obligar a un persona gravemente herida a conducir... —se hizo la víctima.
—¿Ahora la herida si que es grave, eh? —le miré mal.
Ah… Tan solo espero que no tardemos mucho en el hospital, ójala, porque si no esta vez Ian seguro que me iba a matar.
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En los anteriores capítulos, brilló Red, esta vez le tocó a Derek (?) sí, con esto estoy poniendo algo difícil lo de los teams xDD
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