Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7 ''Llamadas perdidas''

Bueno este capítulo, no me salió exactamente como yo quería, pero tampoco puedo decir que me quedó horrible xD

De todas formas espero que les guste ^^

------------------------------------------------

—¡Riley deja de chupar ese lápiz como si fuese otra cosa y ven aquí! —me llamó a gritos Amanda quién estaba en la habitación de su hermano mayor rebuscando en su armario para prestarme ropa suya sin que este se diera cuenta. Nunca.

¿Cómo si fuese o-otra cosa? ¿En serio esa loca había sido capaz de referirse a eso?

Steve que estaba al lado mío terminando de hacer la tarea al igual que yo, empezó a reírse a carcajadas. Mi rostro se volvió tan rojo como un tomate de la vergüenza.

Dejé el lápiz sobre la cama y le tiré la libreta a la cara a Steve.

—Deja de reírte, idiota—le amenacé antes de irme de la habitación de Amanda, amenaza que solo provocó que se riera aún más.

Solté un resoplido molesto y cerré de un portazo la puerta de la habitación del hermano de Amanda para luego sentarme de malas ganas en la cama.

—Ponte esto —me lanzó una camiseta de tirantes negra del grupo ‘’The Neighbourhood’’, unas botas militares y por último unos pantalones negros pitillo ajustados, muy ajustados.

—Amanda… ¿no crees que esto es muy…?

—¿Vistoso? Precisamente por eso lo escogí, vamos a ir a una fiesta a la casa de Patterson no a un cumpleaños —finalizó la frase por mí con una sonrisa.

—Ajá… ¿y eso qué tiene que ver? —puse los ojos en blanco.

—¡Con todo! ¡Es una fiesta, por dios, Riley! ¡No la tienda de la esquina! Tienes que verte bien, quién sabe quizá así te eches 5 novios—me guiñó el ojo.

—En todo caso sería novias —le corregí asesinándola un poco con la mirada—. Y honestamente antes preferiría 5 dineros que 5 novias.

—Sí, si ya…—entrecerró los ojos como gesto de ‘’ya claro’’ dirigido a la corrección que hice.

Ah… estas fujoshis que se creen que todos los chicos del planeta son homosexuales.

—Está bien —suspiré y acepté la ropa, levantándome de la cama para comenzar a vestirme—. ¿Y Steve?

—Steve no se ve nada bien con esa ropa, creéme… —me aseguró aguantándose la risa—. Mejor déjalo como está.

¿Por qué no? Aunque tampoco estaba mal vestido sencillo e informal.
Al menos él no tendría la desgracia de vestirse como un stripper.

Después de esa afirmación, Amanda salió de la habitación y me desvestí para ponerme lo que me había elegido.

—¿Ya terminaste? —preguntaron al unísono, Amanda y Steve que entraron de súbito.

—S-Sí —respondí algo inseguro de por cómo me veía.

Nunca me había vestido de esta forma… no estaba seguro si me quedaba bien o no.

—Vaya, vaya, sí que lo tenías bien escondidito —sonrió perversamente Amanda

—¿Escondidito el qué? —pregunté no teniendo idea a que se refería.

—¡A tu trasero! ¿qué si no, tonto?

—Genial…—volví a poner los ojos en blanco

—Exacto, genial ¡ese es el espirítu, RiRi! —me dio una palmada en la espalda y me revolvió el cabello, según ella para darle un estilo más ‘’salvaje’’.

¿RiRi? ¿De verdad me acababa de llamar RiRi? ¡Ni que fuera Rihanna!

—Amanda, creo que necesitas comprarte urgentemente un detector de sarcasmos —le indiqué.

—Concuerdo con él —asintió con la cabeza y cruzado de brazos Steve.

—¡Pero encima que te hago un cumplido! —se quejó infantilmente.

—No te los pedí —le recriminé—. Bueno… ya está ¿no? Ahora deberías ir a prepararte tú Amanda.

—Cierto —murmuró—, en unos minutos me paso por aquí, no tardo, eh —nos aseguró antes de irse a su habitación.

—Cuándo dice eso es porque se va a pasar  una hora y media o incluso más tan solo para maquillarse o escoger unos zapatos—me susurró Steve.

—Pues si vamos a esperar, mejor esperar sentados—suspiré volviendo a sentarme en el extremo de la cama.

—Te sienta bien este nuevo cambio —me dijo de repente tras varios minutos de silencio.

—¿En serio? Gracias…—le sonreí aunque después de eso los dos nos quedamos callados una vez más.

¿Era mi imaginación o el ambiente se sentía muy incómodo?

Al final tal como predijo Steve y supuse yo, Amanda tardó como hora media en vestirse y terminar de arreglarse.

Acabó por escoger un vestido negro corto pero tampoco exageradamente corto y unos tacones lo suficientemente altos del mismo color.

Tenía que admitir, que se veía bien, era ella la que se veía realmente bien…

—Bueno, bueno, limpia el charco de babas —bromeó Steve cuando notó que me quedé embobado mirándola.

—¿Estáis listos? —nos sonrió cómplice.

Me pregunto qué estaba pasando por su mente… ¿Qué tenía planeado? ¿Por qué tanto interés en ir a la fiesta de un tío que nos caía mal a todos? Seguro que nada bueno…

—En realidad desde hace horas —terminé por decir, sarcástico.

                                                                          

                                                                                 *   *   *


Ya estábamos aquí y tenía unas inmensas ganas de salir corriendo.

No podía, no podía, simplemente no…

Estaba temblando de los malditos nervios.

—Te doy los honores RiRi para entrar primero —se ofreció Amanda.

—Mejor guárdate tus honores y también el apodo de RiRi —la miré con cara de pocos amigos.

—Bueno, tampoco te pongas así, Riley… —hizo puchero—. Ya paso yo primero.

Mierda... tal como pensaba había mucha gente, demasiada de hecho… Apenas y  recuerdo cuál es el color del sol de lo poco por no decir nada que salgo de mi habitación para que encima vaya a una fiesta de uno de los chicos más populares del instituto.

Tan sólo habíamos llegado a la entrada y ya se podía escuchar  la música atravesando tus oídos de lo alto que sonaba, y tampoco faltaban las bebidas alcohólicas esparcidas por todas partes, gente liándose en medio de entre toda la gente bailando y más gente subiendo las escaleras para liarse.

Lo repito, ¿Qué cojones hacía yo aquí?  Esto definitivamente no era lo mío, Y otra cosa que me pregunto… ¿Dónde rayos estaban los padres de Derek? Ese quizá sea el mayor misterio.

Amanda no perdió tiempo y enseguida se fue a por unas bebidas, Steve para su suerte o desgracia estaba siendo acosado por una rubia sin neuronas borracha. En cuanto a mí…  me quedé haciendo compañía a mi mismo en el gran sofá del salón lleno de otras personas por supuesto... liándose.

A este paso iba a vomitar y no por beber  alcohol precisamente.

Es por eso que no me di cuenta cuando de un momento a otro una chica linda de cabello castaño rizado y ojos claros se me acercó con una sonrisa.

Joder, joder, creo que el atuendo vistoso de Amanda realmente había tenido efecto.

No dudé en devolverle la sonrisa y en unos segundos ya estábamos manteniendo una conversación. No muy entretenida como pensé en un principio pero era mejor que quedarse solo. Todo iba más o menos bien hasta que la chica en cuestión me ofreció una bebida alcohólica.

Bebida que acepté de lo atontado a.k.a desesperado que estaba con la chica, tomé la copa de su mano y cuando estaba a tan solo un centímetros de mis labios, sentí como alguien puso su mano sobre mi hombro.

—¿D-Derek? —lo nombré sorprendido al girarme a ver quién era.

No, un puto holograma, imbécil —me susurró irónico—. Carolina, este chico no bebe... y no queremos que el nerd tenga una resaca del demonio en un lunes a plena mañana y que falte a clase, ¿no? —le sonrió de una manera muy falsa.

—¿Es un nerd? —repitió horrorizada sin ocultar su expresión de disgusto para luego levantarse y marcharse espantada como si yo fuese la mismísima peste.

—Creí que me ibas a dejar en paz —le miré con rabia.

—Lo acabo de hacer, te acabo de dejar en paz, porque con ella solo estarías en guerra, ojos de pez muerto —me agarró la bebida para bebérsela él—. No esperaba que vinieras—acabó por decir.

—Créeme que yo tampoco…—desvié la mirada y seguidamente suspiré.

—¿Entonces?

—¿Tú qué crees genio? fui obligado, obviamente.

—Aún así tenías derecho a elegir sí ir o no, así que deja de quejarte —me ofreció esta vez él la bebida—, y no te preocupes no es muy alcohólica al menos podrías probar un poco.

Aún inseguro al principio acabé dando un sorbo a la bebida.

Mientras bebía de la bebida que me ofreció, noté su mirada clavada en mí, no era como las otras veces, era una profunda.

¿Porqué me miraba de esa manera? Me ponía aún más nervioso de lo que ya estaba.

—¿Eres virgen, cierto? —preguntó de repente causando que escupiera toda la bebida.

¿Porqué supone eso? ¿¡Y por qué lo pregunta así tan de repente?!

—¿¡Q-Qué? ¿¡A qué viene eso?! —le exigí avergonzado, limpiándome la barbilla con la mano.

—Eso lo dice todo —se le dibujó una sonrisa un poco burlona en los labios—. Siento haberte estropeado la ‘’cita’’ entonces.

Sentirlo, vaya, quién diría que Derek Patterson podía sentir o tener empatía por alguien…

—Demasiado tarde,  ¿no crees? —le espeté y me levanté del sofá para alejarme de allí.

Gilipollas.

¿Dónde estaba Amanda? ¿O Steve?

No era muy alcohólica mis cojones… por alguna razón me sentía más ligero de lo normal y también me sentía muy cómo explicarlo... parecía que era capaz de hacer cualquier locura.

Después de ese pequeño sorbo, no pude parar. Fui a por más hasta que finalmente acabé perdiendo mi conciencia, no supe que hacía ni a dónde iba.

Sólo sabía una cosa, la vejiga me iba a explotar como no fuera al baño en cuánto antes.

Sentía que me iba a caer por cada paso que subía las escaleras y cuando por fin logré subir las escaleras sin necesidad de alguna tragedia, acabé chocando contra el pecho de alguien, literalmente , y desgraciadamente no uno femenino.

Solté una especie de gritito ahogado y mis ojos se abrieron como platos al ver contra qué pecho me había chocado. El de Red Waters.

En un segundo, prácticamente tan rápido como un rayo me aparté.

—Oh, eh, lo siento yo eh se supone que tenía que ir al baño… mierda, esto no tenía que pasar—empecé a reírme y excusarme nervioso.

—Apestas a alcohol—dijo con voz profunda, era muy profunda aunque sin parecer un violador de bosques tampoco.

Tú a tabaco y no digo nada.

—Ahora si eres tan amable tengo que ir a ori--

Antes de que pudiera completar mi frase me tambaleé y me di un golpe contra la pared lo que hizo que me cayera al suelo aunque para mi sorpresa, Red logró alcanzarme justo a tiempo.

Mis ojos abiertos se abrieron aún más al darme cuenta de nuestra cercanía, un intercambio de miradas entre ojos verdes y negros.

—Creo que voy a vomitar…—me tapé la boca al sentir unas arcadas.

Red me lanzó una de sus miradas asesinas y después de soltar un suspiro en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba en sus brazos.

—Por el favor que te estoy haciendo ahora serás mi lacayo antes de lo previsto y por más tiempo—sonrió con suficiencia.

—No creo que te sirva mi riñón después de todo, he bebido mucho alcohol —murmuré para ver si había suerte y cambiaba de parecer.

—No quiero tu riñón —hizo media sonrisa divertido.

—¿Qué? ¿acaso quieres dinero? —insistí.

—No estoy interesado en tu dinero —negó pareciendo molesto.

—¿Qué quieres entonces, diamantes? Si es eso, te recomiendo ir a África porque yo no tengo ni para pasta de dientes —le miré desconfiado.

—Gracias por el consejo y recomendación, pero tampoco.

—¿Qué coño quieres entonces?

—Pronto lo sabrás —terminó por decir sin darme muchos detalles.

Llegamos a una de las habitaciones que había y Red me dejó sobre la cama.

—¿De quién es esta habitación, de todas formas?

—Quién sabe —respondió sin interés—. ¿Es la primera vez que te emborrachas, nerd?

—Q-Que te den —solté sin darme cuenta por lo borracho que estaba—. No soy un nerd y bebo todo el tiempo.

—Deja de hacerte el chulito te ves patético, más de lo que ya estás… —me avisó mirándome amenazadoramente—. Haré como si no hubiera escuchado eso y más bien un ‘’sí’’ ah y si vas a vomitar hazlo en el suelo, preferiblemente en la puerta de la casa, un regalo ideal para Patterson el alma de la fiesta —finalizó sarcástico.

—Si lo odias tanto, ¿qué rayos haces aquí?

—Lo mismo digo.

Allí la había clavado.

—Y ya que estás vete al baño que está pegado a la habitación, no quiero tener que cambiarte de pañales.

Posiblemente porque estaba completamente borracho lo que me dijo Red no acabó afectándome tanto y fui corriendo a meterme al baño.

Una vez que terminé salí corriendo del baño para lanzarme a la cama que ni me había molestado en inspeccionar por si había algo extraño, de lo cansado y fuera de sí que estaba.

—¿Te vas a quedar a dormir aquí? —alzó una ceja como gesto de extrañeza.

—Si —murmuré apenas audiblemente.

—No creo que a el jock o a sus padres les haga mucha gracia.

—¿Y qué se supone que quieres que haga entonces? —pregunté incrédulo y fastidiado

—No sé, arréglatelas como puedas nerd, pero como tu antes me recomendaste yo lo acabo de hacer —abrió la puerta para salir.

Amanda de lo borracha que está no creo que pueda conducir y Steve supongo que se habrá ido con esa rubia demente.

 Me había quedado solo y atrapado en este lugar.

—Espera… tú, ¿no podrías si acaso llevarme a casa? —pedí inconscientemente.

No sólo yo me vi sorprendido, incluso él, aunque no se le notó mucho que digamos, su expresión ahora más que nunca me resultaba aún más aterradora.

—Ahora sí que me debes más de un favor como mi lacayo —volvió a recordarme con una sonrisa un tanto sádica que daba miedo—Me pregunto cómo y de que forma podrás pagarme tanto…—volvió a usar este tono y sonrisa solo para intentar asustarme.

Já, ¿asustarme yo? Para nada… tan solo era un delincuente, ¿qué me iba a hacer? Aparte de herirme a golpes, claro...

Él ya había dicho ‘’Pronto lo sabrás’’, sólo me quedaba esperar, no había de otra.

Inmediatamente después los dos salimos apresurados de allí y como suponía, al echar una breve ojeada a los alrededores ni Amanda ni Steve se encontraban y Derek tampoco.

Lo último que recuerdo fue un ‘’agárrate fuerte’’ por parte de Red cuando me subí a su moto. Después de eso ya nada.

                                                                              
                                                                                    *    *    *


¿Eh? ¿Qué era eso? Se escuchaban como pájaros afuera… y voces, voces muy alborotadoras y agudas, como las de los niños pequeños.

Cuando abrí los ojos todo quedó más claro.
Al menos el porqué de las voces y los pájaros. Era por la mañana y me acababa de despertar hasta ahí todo bien, luego cuando ya me levanté y miré a mi alrededor me dí cuenta que todo fallaba, empezando por la habitación, que NO ERA MÍA.

Y sobretodo la persona que estaba al lado mía, ya despierta aparentemente.

—Veo que ya estás despierto —comentó como si nada.

Evité soltar un grito como al estilo ''Psicósis'', y que no faltase la cara que se me había quedado al ver a Red al lado mío en la cama. No había tenido precio.

—¿Q-Q-Qué haces aquí? No, ¿Qué hago yo aquí? —comencé a preguntar tocándome la frente adolorido por la resaca—¿¡Y qué mierda hago sin mi ropa?! —noté que tenía puesta una camisa que me quedaba algo grande y unos pantalones deportivos.

Eso significa que me ha tenido que ver medio desnudo… como me gustaría que la tierra me tragase en este momento.

No me mires así, ni que fueras una chica, no tienes nada que yo no tenga, nerd —sonrió divertido al ver mi reacción—. Ayer  hubo una fiesta en la casa del jock, bebiste mucho alcohol, tus amigos se fueron, no tenías como regresar, te desmayaste por medio del camino y no te pude llevar a tu casa ya que no tengo ni puta idea de donde vives y por último en cuánto a tu ropa, está manchada de vómito, el tuyo —relató quizá a punto de estrangularme por obligarle a hablar más de una sílaba—, ¿Te acuerdas ahora?

En definitiva el hermano de Amanda me iba a matar a ella y a mí.

—Creo que sí, ouch… ¿qué hora es? —pregunté por si ya habían empezado las clases.

—¿Tienes pensado ir así a clases? Bueno no es que me importe.

—No lo sé, tengo que ir pero no sé si pueda con este dolor de cabeza… y ni siquiera tengo mi ropa, joder.

Aunque eso era el menor de mis preocupaciones. Ian.
Verifiqué mi móvil de inmediato viendo que había como 5 mensajes de texto y voz y 18 llamadas de Ian.

Vale, con esto ya me había quedado claro que estaba jodido y castigado de por vida.

Tomándonos desprevenidos, de pronto, unos tres niños y una niña entraron a la habitación y se arrojaron como si fuesen un balón de rugby a los brazos de Red.

Todos con cabello lacio azabache, tez un poco morena y ojos negros al igual que Red, excepto uno de ellos que los tenía color miel.

¿Eran… sus hermanos?

----------------------------------------------------

Red tan kúl que kulifica hasta a sus hermanos (?) okya :v xDD

Aunque por otra parte, tan solo pensad en las posibilidades,
Red vio semidesnudo a Riley ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro