¡Hola! Ando con prisas ;-; así que no tengo mucho que decir aparte que haría spoiler (?)
pero en resumen, Red sigue igual de kúl, Derek sin tener cerebro y Riley huye por su virginidad (?) xDD

Espero que les guste ^^
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El camino al hospital se hizo más largo de lo que creía y prácticamente todo lo que hice de mientras fue pellizcar y agarrar varias veces la nariz de Derek ensangrentada y bueno ya que estábamos desfigurada por el golpe, logrando sacarle un par de gritos en numerosas ocasiones ya qué el descerebrado no dejaba de maldecir a Howard una y otra vez . Me tenía harto.

El ambiente para que no fuese más incómodo al menos más de lo que ya era, encendí la radio y lo primero que apareció fue If today was your last day de Nickelback.

Hacía tiempo que no escuchaba esa canción por lo que no pude evitar empezar a cantarla olvidando incluso que Derek estaba a mí lado.

Derek se giró a verme y alzó una ceja, gesto y expresión que ignoré completamente si dejar de cantar.

Cómo si hacía llover con mi voz. No me iba a detener solo porqué el estúpido de Derek se burlara.

—Eres tan gay.

—No me interrumpas mientras canto —respondí sin que me importara—. ¡¡If today was your last day!! —grité en medio del estribillo sobresaltando a Derek.

Entonces escuché cómo de repente Derek se estaba carcajeando hasta más no poder de mí canto y probablemente de mí también.

—¡Estás completamente loco! —afirmó aún riéndose.

—Tu madre también por haberte tenido —susurré para mí mismo con una sonrisa divertida.

—Aunque tampoco es que cantes tan mal —aclaró más tarde.

Me quedé sorprendido. ¿En serio me había hecho un cumplido?

—Gracias, supongo… —hice media sonrisa.

Me trataba mal y luego de un momento a otro lo arreglaba con un comentario como este.
Derek realmente me confundía, ya no sabía que pensar acerca de él, mis pensamientos estaban hechos un lío.

Sin embargo, esos mismos pensamientos fueron interrumpidos cuando vi que habíamos llegado al hospital.

Nos hallábamos en el exterior y no encontrábamos un sitio dónde aparcar, hasta que por fin pude divisar uno, la zona de aparcar de los minusválidos.

—Derek aparca allí, en la zona de minusválidos —le señalé.

—Pero… no somos minusválidos —informó lo que ya era obvio.

—No —negué —, pero tú sí —puntualicé con una sonrisa traviesa a lo que Derek me empezó a insultar cabreado.

Por alguna razón está vez sus insultos no me habían dolido o molestado, más bien todo lo contrario… me habían hecho reír.
Por primera vez.

                                                                              *   *   *

Llegamos a recepción un tanto apurados y pedimos cita que por suerte nos la concedieron de inmediato ya que a estas horas de la noche no estaba tan lleno.

Antes de entrar a la sala, nos detuvimos en la sala de espera y le pasé unos cuantos clínex a Derek para que se limpiara y detuviera de alguna forma su hemorragia por un tiempo al menos.

—¿Y cómo es que esto ha pasado? —preguntó el doctor una vez que nos sentamos en frente de su escritorio.

—Eh…—empecé yo siendo interrumpido por Derek.

—Una pelea… ya sabes… peleas con amigos que acaban mal.

—Bastante mal diría yo —rió leve y se levantó para examinar a Derek y su nariz más de cerca —. No es tan grave. Se puede arreglar. Aunque procura evitar estas ‘’peleas con amigos que acaban mal’’ como tu dices —pidió y prosiguió a coger una especie de objeto de metal parecido a unas tenacillas con las que agarró la nariz de Derek.

Sigo preguntándome… ¿Qué diablos hacía aquí? Ah sí cierto, yo y mi compasión por la gente.
Hasta por mi peor enemigo. Mira que soy imbécil.

—¿Eres su amigo? —me preguntó el doctor antes de continuar.

—¿Algo así? —mentí no queriendo explicarme y para así terminar cuánto antes.

—¿Podrías sujetar su mano de mientras?

Espera… ¿qué?
¡¿Porqué?! No, absolutamente no, ¡eso ya era el colmo!

—¿Qué? ¡¿Porqué?! —se adelantó Derek.

—Es sólo para darle fuerzas, porque aviso que va a doler… y mucho.

Vi entonces como Derek tragó saliva y después su mano extendida, supongo que para que la tomara. Suspiré y acabé tomándola.

El doctor empezó una pequeña cuenta atrás hasta finalmente soltar el  tan anhelado ‘’ya’’ seguido de un grito que había oído casi todo el hospital por parte de Derek.
Y quizá también un gritito mío, por la fuerza increíble con la que me había apretado la mano. Me había dejado sin mano derecha.

Joder, ahora yo sí que era el minusválido aquí.

El doctor terminó de vendarle la nariz como ‘’toque final’’.

—¡Mierda, joder! ¡DUELE! —se quejó a voces Derek mientras caminábamos hacia el coche.

—¡Yo debería estar diciendo eso! ¡Me has dejado sin mano, tío! —le grité harto de sus quejas infantiles.

—¡Y yo me he quedado sin nariz! —me gritó de vuelta asesinándome con la mirada.

Lancé un resoplido molesto y me adelanté al coche.
Me sentí como un tonto al llegar, ya que no podía entrar al coche por no tener las llaves.

—Estúpido Derek…—murmuré para mí mismo.

Al llegar Derek a la zona en la que aparcamos, los dos subimos  al coche y con eso me regresó a casa para luego de despedirse de mí  y volver él a la suya.

Milagrosamente no había llegado tan tarde por lo que no tuve ningún problema con Ian, quién me había recibido como siempre.

Sintiéndome agotado tanto física como mentalmente, dejé Arkforce para mañana y me fui temprano a la cama.

                                                                                    *    *    *

Desperté a la hora de siempre. No diría que 'fresco como una lechuga' pero tampoco me podía quejar.

Tras haber tenido unos pequeños contratiempos al despertar a Ian, por fin me encontraba en la entrada del instituto, dónde divisé como siempre a Steve y  a Amanda quiénes me saludaban desde la distancia.

  —¡RiRi! —exclamó agarrándome del brazo —. Cuéntanos que pasó ayer con todo lujo de detalles.

—¿Ayer? ¿Que queréis que os cuente? —pregunté extrañado. No entendía a que se refería Amanda.

—Pues... a eso nos referimos —señaló Steve a Derek cuando lo vio pasar.

  —Ah. Eso —caí finalmente en la cuenta —. Una pelea que tuvo con Howard aunque nada grave... excepto por el dolor, claro.

¡Brr! Ni quería imaginarme como lo tenía que pasar.

Aunque ese sentimiento de empatía se esfumó al instante de ver como un grupo de chicas fue corriendo hasta llegar a Derek para empezar a usar lágrimas de cocodrilo manchando todo su rimel de furcia barata y pegarse a él tomándolo del brazo. Las demás al ver que Derek no tenía más de dos brazos no tuvieron de otra que seguirle.

—Tsk, zorras interesadas  —murmuró Amanda, a lo que Steve y yo reímos de lo tan acertado que había sido su comentario.
        
                                                                       

                                                                                  *     *    *

A la hora de salida, caminando lo más rápido que podía a casa para no hacer esperar a Derek y Red cuando llegasen, me vi sorprendido cuando este último vino por detrás mía y comenzó a hablarme.

  —Chico virgen, quiero hablarte de algo ¿tienes un momento? —preguntó de un modo y con una cara que no iba ni quería aceptar un 'no' por respuesta.

  —Eh... sí claro —accedí poniéndome un tanto nervioso.

  —Es sobre lo del trabajo... no voy a poder venir hoy debido a un asunto. Tú no dirás nada ni tampoco harás nada para impedirlo. Esa es tu primer tarea como mi lacayo.

Me quedé sin palabras. ¿Primer tarea como lacayo? ¿Cómo? No, más bien,
¿Desde cuándo? Mira que era un maldito egoísta.

 —Esta bien —mascullé al rato, no teniendo otra opción más que aceptar.

Él sin embargo no dijo nada, se marchó por dónde vino dejándome con las palabras en la boca.
Palabras que ni yo mismo sabía como formular en primer lugar.

Hoy si no me equivocaba Ian no tenía trabajo, lo cual no me venía para nada bien ya que lo tendría todo el día en casa. Y justamente hoy venía Derek a hacer el trabajo.... Resultado: Nada bueno.
 
—¡Ya he llegado! —exclamé cuando entré a casa.

—Bienvenido Riley —me saludó  para luego guiarme al comedor donde estaba sobre la mesa un almuerzo de aspecto no muy sabroso.

Ew.

—Debería dejar de cocinar —opinó para si mismo mientras suspiraba al probar bocado.

—Yo también lo creo —concordé mirándo con miedo lo que había preparado.

 —Si no te gusta no lo comas —me reprendió.
 
 —Si no como, moriré de hambre —puse los ojos en blanco y me llevé un poco de esa "cosa" a la boca.
 
Bueno, ¿al menos era comestible?

—Lo siento —volvió a suspirar —, por la noche pediré sushi, tu plato preferido —sonrió ampliamente.

Hace tiempo que no veía sonreír así a Ian, sintiéndome feliz al verle así terminé por sonreír yo también.

—Gracias.  

 —Hoy... viene ese tipo... ese tal Patterson ¿cierto?

  —Sí ¿Problema? —empecé a molestarme.
 
Ya no quería seguir hablando de Derek más con él. Estaba cansado de discutir.

—Sí —confesó —, muchos, aunque prefiero reservarmélos para mí mismo.

Una vez que terminamos de comer, yo me quedé un rato en el salón esperando a Derek que llevaba unas horas atrasado, mientras que Ian fue al baño a darse una ducha.

Entonces en la mejor parte de la película que estaba viendo, oí la voz de Ian que me estaba llamando.

—¿Qué quieres? —grité lo mas alto que pude para que me escuchara.

 —Mi toalla. Está en mi habitación, traeméla —Hizo lo mismo Ian.
 
  —Sí, espera no tardo —prometí yendo a su habitación dónde encontré la toalla que había olvidado encima de su cama. 

—¡Listo! Abréme Ian —anuncié exclamando.

Sin decir ni una sola palabra y sin parar el agua que caía de la ducha, caminó hacia mí empapado y desnudo, tomó la toalla de mis manos y dejándome en la parte de "¿Qué haces tan cerca?" Me robó un beso.

Un beso. Un maldito beso. De nada más ni nada menos... ¡que mi jodido hermano!

—¡Ian, sueltáme! —lo aparté de un empujón, huyendo inmediatamente del baño.

Que había sido eso. ¿¡Qué diablos había sido eso?! Mi mente estaba completamente confundia y hecha un lío. Incluso más que antes...

                                                                                  *    *    *
 

—Ojos de pez muerto... ¿me estás prestando atención acaso? ¡Te estaba hablando!
 
Mierda. No me había dado cuenta.

—No, si eso ya lo veo —respondí sarcástico.

—Te dije que ya había terminado por hoy. Ya es tarde así que me vuelvo para casa —me contó levántandose del suelo después de haber suspirado frustrado.
 
—¡Espera! -lo detuve agarrandólo del brazo —. ¿N-No podrías quedarte a cenar?

Espera... ¿Porqué le había pedido eso?
¿Era quizá porqué no quería quedarme solo cenando con Ian?
Si, era definitivamente por eso.

Aun confundido y inseguro al principio, aceptó y ambos bajamos al comedor donde ya estaba la cena servida.

Ian al vernos por poco dejaba caer los vasos al suelo.

—¿Qué hace este aquí? —exigió arqueando una ceja.

—No sé... eh... ¿estoy aquí para cenar por ejemplo? —le respondió sarcástico Derek.
 
Quizá invitar a Derek no hubiese sido la mejor opción después de todo...

Sin recibir nueva respuesta de Ian, los tres no sentamos, Yo al lado de Derek, y Ian y Derek juntos.

—¿Qué miras narizon? —se burló Ian.

  - Nada, Pedobear, no hay mucho que mirar de todas formas -contraatacó con una sonrisa triunfante.

A lo que Ian se quedó mirandóle con ganas de sacarle un ojo con los palillos.

—Cómo sigas con esa actitud te ju---

—¿Qué? ¿Me echarás a patadas de tu casa? Riley es el que me ha invitado a quedar así que en todo caso él tendría que ser él único en echarme —repuso interrumpiéndole Derek. 

Vaya. La primera vez que mencionaba mi nombre.

 —Tsk —chasqueó la lengua Ian, irritándose más de lo que ya estaba.

Ian quedandóse callado había sido una completa satisfacción para Derek, a quién se le había formado una sonrisa triunfante y satisfecha aún más amplia.

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No tengo mucho más tiempo para escribir una nota final
en condiciones D;
Espero que les haya gustado el capítulo ^^