5. Te necesito
Kong caminaba por la tierra de las estrellas en busca de algún enemigo al que eliminar, de ese modo la potencia de sus espadas subiría lo suficiente como para tener más ventaja todavía en el campeonato que al fin, se celebraría mañana. Pero los ánimos de Hongbin no estaban tan altos como los del resto de su equipo, que ese día se habían ido antes de tiempo para descansar lo suficiente, hasta su Demon había declinado su oferta de entrenar juntos, aunque esto último no era nada nuevo, y eso era lo que lo mantenía tan decaído.
Recibió un nuevo mensaje de Yeji, su mejor amiga seguía insistiendo en saber que le pasaba, pero no tenía ni idea de cómo decirle que el motivo de su tristeza era que su amistad online con Demon había decaído sin un porque, y que no le importaba en absoluto haber aprobado con sobresaliente el trabajo con Hyuk, cuando lo daba por perdido.
Intentó hablar con él a través del chat del juego, pero éste solo contestaba con respuestas cortas, y muchas negativas. No entendía que había pasado con el Demon que lo hacía sonreír en cada partida y con el cual terminaría dándole la razón a Yeji en cuanto a sus sentimientos. No podía considerarlo enamoramiento, pero sí que podía decir que le gustaba mucho más que como a un amigo, tanto así que tenía decidido contarle que realmente vivía en Seúl.
Su idea principal era llegar a quedar con él antes del campeonato, conocerse en persona antes del evento, e incluso le iba a ofrecer su casa como alojamiento, pero desde hacía dos semanas no lograba mantener una conversación de más de diez minutos, pues éste se marchaba rápidamente después de cualquier lucha en grupo.
Para su sorpresa, un aviso en la pantalla le informó que Demon estaba online, le pareció raro ya que se acababa de marchar, pero no le dio importancia, solo se alegró y rápidamente le abrió la ventana del chat.
Kong: ¡Has vuelto! ¿Te vienes a la tierra de las estrellas? ¡Estoy subiendo mucho la potencia de mi espada!
Demon: Claro, voy para allí.
La sonrisa de Hongbin se ensanchó en cuanto leyó esa última frase, y como por arte de magia se encontró mucho más animado. Imaginó que, como todos, tendría algún problema personal que ya le preguntaría en su momento, cuando ya tuvieran más confianza, cuando ya fueran amigos más allá de una pantalla.
Demon no tardó mucho en aparecer al lado de su avatar, y le gustó que volviera a ser como antes al ver como la opción de saludar con la mano era activada por él.
Kong: Te he echado de menos.
Y sí, notó su cara arder al escribir aquellas palabras, pero eran demasiado reales como para no ponerlas. Esperó una respuesta, pero Demon solo se dedicó a colocarse a su lado, y defenderle de un monstruo que iba directo a ellos.
Demon: ¡Uno menos!
Kong: Gracias, baby Demon.
Demon: No sé qué harás sin mí...
Kong: Nunca estaré sin ti...
Demon: Eso no lo sabes.
Kong: ¡Sí lo sé! Yo...
Hongbin suspiró antes de seguir escribiendo, no supo de dónde sacó el valor.
Kong: Demon, tengo muchas ganas de conocerte en persona. Quiero que después del campeonato seamos amigos, sigamos en contacto. Ahorraré para ir a verte a Jeju...
Demon: Kong, no vivo en la isla Jeju.
Debió reconocer que le sorprendió, pero no le dio tanta importancia como debía.
Kong: Ni yo en Busán... De hecho soy de Seúl.
Demon: Lo sé
Frunció el ceño, eso si no se lo esperaba.
Kong: ¿Lo sabes?
Demon: Kong, no voy a ir al campeonato.
Y esa frase fue la que más dolió, prevaleció al hecho de que él supiera que vivía en Seúl. Intentó responderle, pero no tenía ni idea de cómo expresarse.
Kong: ¿Cómo? ¿Por qué?
Demon: Le he dado mi usuario y contraseña a Ravi, él manejará mi avatar y su novio lo guiará a él durante la competencia.
Kong: Demon...No puedes... Tienes que venir, necesito que vengas.
Hongbin notó una lágrima caer por su mejilla, todo lo que había imaginado se estaba esfumando como si nada. Escribió varias veces lo mismo, intentando que su Demon cambiara de opinión, pero no hubo manera.
Kong: Sabes igual de bien que yo la buena conexión que hay entre nosotros... Y no puedes negarla.
Demon: ¿Y si no soy como tú piensas?
Kong: Me daría igual.
Demon: Créeme que no... Lo siento, Kong...
Kong: Por favor, vamos a hablarlo bien, esto no será lo mismo sin ti.
Demon: ¡Mucha suerte!
Demon se desconectó
El golpe que dio Hongbin a su escritorio, casi tirando el ordenador portátil, hizo que su madre apareciera rápidamente asustada en su cuarto. Encontrar a su hijo con la cabeza entre las manos y llorando casi como el día que perdió a su padre, no le hizo ninguna gracia. Quiso preguntarle, pero sabía que no era buena idea, cosa que Hongbin agradeció enormemente. Le había hablado a su madre incontables veces sobre su equipo, y más de su Demon y de esa buena amistad que los unía, por eso ella lo comprendió todo a la primera, cuando al fin decidió explicarle la situación.
.-.-.-.
A la mañana siguiente quien lo despertó no fue su teléfono, si no su mejor amiga saltando sobre su cama. Intentó abrir los ojos, pero le fue muy complicado, pues esa noche no había dormido casi nada. Yeji le quitó la almohada que usó para protegerse de los rayos del sol que entraban por la ventana.
- ¡Hongbin! –Gritó. – ¡Hoy es el día!
Su cabeza por un momento no cuadraba que fecha era exactamente, pero por desgracia todo llegó a su mente rápido, lo suficiente como para no tener ganas de que fuera ese día. La ilusión que había tenido desde que decidieron participar en el campeonato, se había ido ayer por la noche, así que no tenía ningún interés en saber que ropa había elegido su amiga para que se pusiera.
- Yeji... no me importa. – Y dicho esto, giró su cuerpo mirando a la pared, dándole la espalda.
- ¡Claro que importa! ¡Hoy vas a conocer a tu Demon, y surgirá el amor, debes estar presentable! Es normal que estés nervioso y tengas miedo, pero igual que algo nació a través del videojuego, pasará lo mismo en la vida real.
- Deja de decir tonterías. – Hongbin habló con la voz muy bajita, pero no lo suficientemente como para que no fuera escuchado. Yeji no respondió, solo espero a intentar saber de nuevo por qué su amigo estaba de tan mal humor. – Demon no va a venir.
- ¿Qué?
Y con total desgana, comenzó a contarle todo, desde los días que llevaban sin jugar a solas en el juego, hasta la conversación de ayer. Yeji lo miraba sorprendida, pero con una expresión que ni el mismo Hongbin comprendía. La muchacha estuvo un rato sin decir nada, y aunque la oyó maldecir a alguien por lo bajini, tampoco le dio importancia.
- Está bien, comprendo que tu ilusión se haya esfumado, pero... al menos ayúdame a mí a cumplirla. – Hongbin la miró. – Disfruto igual que tu jugando, y hacerlo junto a vosotros en persona, conocer a Ravi y a Goochi, aunque tú ya sepas quien es, mal amigo – Le dio un golpe amistoso. - Sé que no es lo mismo que lo que tú tienes con Demon, pero me gustaría ir y pasar un buen rato con vosotros.
Hongbin suspiró, luego se levantó para sentarse junto a ella y la agarró de las manos sonriendo. Por mucho que no tuviera las mismas ganas, no era nadie para impedirle a su mejor amiga, que disfrutara de algo que realmente le gustaba, así que olvidó todo por unos instantes, y durante el camino al campeonato se centró en la inolvidable experiencia que viviría junto a Faby, Ravi y Goochi, e intentó no pensar en el miembro del equipo que les faltaba.
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Mmm... Creo que uno más y el epílogo... Intentaré que sea mañana, si no el jueves ^^
Besitos!😘😘
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