La luz del sol se reflejaba en el cristal de la Torre de los Vengadores, iluminando el rostro de _________ mientras se miraba en el espejo, su peor enemigos y consejero, con el cual recurria cafa dia en una suerte de masoquismo.

Para al ver esos rollitos de más notarse con la ropa deportiva, la cual había cambiado por cuarta vez, sólo siendo capaz de ver imperfecciones en su piel, su cabello, sus ojos, quiso mandar todo al diablo y esconderse en su cuarto para no salir más, abrazándose a sus inseguridades y la gran cegera que le causaban respecto a su potencial.

Hecho que la misma Natasha había comprobado cuando Fury le mando a investigar a los postulantes a Vengadores, siendo la más honorable y "normal" dentro de los candidatos. Y a quien esperaba en secreto para conocer mejor.

Aunque al pasar los minutos de su hora acordada para la reunión con los demás vengadores, le estaba quitando su buen humor, ella anotó en sus virtudes la responsabilidad, para esta falta.

Llegando el atardecer en que __________ aún se debatía entre salir o no

-¿Estás lista para esto?-Se preguntó a sí misma, suspirando una negativa en respuesta

¿Cómo podría ayudar a salvar a alguien? Si nisiquiera tenía el valor de salir a conocer a estas nuevas personas por el temor de ser juzgada como esas desesperantes voces en su cabeza que siempre la hunden y hunden.

Aunque tuviera el poder de la superfeuerza, sería inútil si no tiene la confianza y seguridad que los héroes caracteriza.

Como a Natasha, oh Natasha, ella es tan hermosa, fuerte, astuta, inteligente, audaz y muchas otras tantas virtudes a las que jamás podrá aspirar a tener.

Era tan perfecta como inalcanzable, por lo que al darse cuenta que se había sentido atraída por Natalie, que es el nombre que usó para investigarla, haciéndose pasar por una maestra de su facultad, tan sólo ante ella revelarse su verdadera identidad e intenciones que pudo ententender la razón por la que se le acercó, sin correr después por su calmada personalidad, por no decir aburrida. Lo comprendió ese día, que todo se limitaría a ser un amor platónico ya que nunca tendría posibilidad de ser alguien para el corazón de Natasha Romanoff.

Acallar sus sentimientos y limitarse a ser su amiga parecía ser su mejor opción, aunque ahora parecía ser inútil.

Aunque el estruendoso golpeteo de la puerta no la dejó seguirse atormentando con sus propios pensamientos, pegando un salto por la sorpresa y apresurarse en arreglar el caos en que había dejado su cuarto.

-¿Natasha?, ¿Qué haces a...-el enfurecido rostro de la pelirroja no la dejó completar su frase, sus cejas estaban tan fundidas y su mandíbula tan apretada que parecía que se romperían en cualquier momento, mientras sus esmeraldas eran tan intimidantes como la fama que precede a la Viuda negra

Tragó en seco al bajar la mirada.

-¿Cómo qué hago aquí?, Ya pasó más de una hora de la reunión-dijo para ________ recien ver su reloj y maldecirse en su cabeza, no se había dado cuenta de el tiempo que pasó perdiendo el tiempo con sus debates mentales-Fury se tuvo que ir por que no te podía esperar más, los demás me están esperando para iniciar los entrenamientos, vamos, luego me darás una buena explicación

Dijo al tomarla de la mano y sentir esa inevitable corriente eléctrica recorrerla por completo.

-Es...pera, no puedo-dijo _________ al detenerse y una furiosa Natasha iba a reclamarle hasta ver sus ojos cristalizar y sus revoluciones bajar de golpe

-¿Qué ocurre?-preguntó con voz calmada para la joven bajar la mirada

-Perdón, pero no me uniré al proyecto de los vengadores, no cumplo con sus requisitos

-Yo soy quien analiza cada uno de esos requisitos y déjame decirte que eres la que mejor los cumple en el grupo

-Pero soy inútil para absolutamente todo, esto no será diferente, o bueno si, porque vidas correrán peligro por mi culpa

-Basta-gruñó la rusa al tomarla de las mejillas y obligarla a mirarla-En estos meses pude conocer a una gran mujer oculta entre esas inseguridades y tengo la certeza de que cuando salga de esa coraza, será aún más espléndida y la mejor heroína que este mundo haya visto, después de mi claro-agregó lo último entre risas que no tardaron en contagiarla, perdiéndose en admirarla como las suaves caricias de Natasha en su rostro

-Perdón

-Nada de perdones, ve a lavarte la cara y nos vamos, porque dejaré huir a mi mejor alumna -sonrió para la menor asentir y reunir toda su fuerza para alejarse de su ensueño y prepararse para irse

Natasha podía ser la más formidable y fría espía, pero por dentro tenía muchas capas de una personalidad tan dulce y contradictoria que era tan adorable.

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Una vez en la torre sus temores volvieron retorciendose en su estómago y cerrando su pecho hasta su garganta mientras su corazón parecia tan agitado como si deseara huir con ella. Pero aún así trató de no hacerle caso y siguió a Natasha, prácticamente ocultándose a sus espaldas mientras mantiene su mirada fija en el suelo.

Decir que estaba aterrada era poco, lo cual pareció notar la pelirroja, quien varias veces tuvo que intervenir cuando ________ era hostigada por sus compañeros, manteniéndose serena aunque tuviera la fuerza de mandar a todos al hospital con solo levantar un dedo.

Donde pudo ver al mismísimo Capitán américa golpear un saco de boxeo de un lado, a Ironman prepararse un café mientras que el hombre detrás de Hulk disfrutaba leyendo.

Y el carraspeo de Natasha hacerlos sobresaltar a todos.

-Les presento a ________ ________ la nueva integrante que les habíamos anunciado con Fury

Dice al ver a la nombrada quien tembló antes de levantar la mirada-Hola, es un honor el conocerlos y poder compartir con ustedes, deseo servirles de ayuda-dijo tan rápido que su lengua se atoró

Para ahora su rostro tornarse rojo por completo.

-Luego de un capipaleta ahora una niña tomate-rió Tony al acercarse-¿Cuántos años tienes?

-Veintidós-respondió la menor con timidez y el castaño resoplar

-¿Qué le pasa a Fury?

-Será joven, pero ha demostrado tener mucha más madurez en varios ámbitos que tu primer informe, Stark

-Touché-bufa Tony antes de ofrecer su mano a la menor-bienvenida niña tomate-sonrió de forma amistosa

Como Steve al acercarse junto a Bruce.

-Natasha me habló mucho de ti, el gusto será nuestro ________-dijo el rubio para el doctor asentir a su lado

Para la menor corresponder el saludo y sus nervios irse ante su corazón acelerarse por la mención del capitán, ¿Natasha hablaba de ella?

-Dijeron que tienes superfuerza, te puedo prestar de mis sacos reforzados para que empieces a entrenar-le dijo al invitarla a seguirlo y ella por instinto mirar a Natasha quien asintió

Observó detalladamente a Steve y escuchó sus instrucciones, concentrandose a la hora de dar el primer golpe, aunque fue en vano al terminar rompiendo la pared del otro extremo con el saco el cual quedó incrustado.

-¡Perdón!-chilló preocupada para el rubio palmear su espalda

-Ya aprenderás a controlarlo

-Y un canalizador para tu fuerza será lo primero a trabajar para tu traje-dijo Tony entre risas

¿Le haría un traje?, fue una bienvenida tan grata que se sintió mal por haberle temido tanto, a pesar de ser tan grandes no se mostraron escépticos ante su apariencia y no eran soberbios, bueno exceptuando tal vez a Tony en sus momentos.

Siguiendo a Natasha esta vez quien le mostró una serie de cuclillas y flechas, mostrandole como lanzarlas.

Aunque ella se perdió tanto en admirarla y oír su voz que se olvidó de prestarle atención a sus palabras. Para al ser su hora de tirar ella ser quien quede en blanco.

-Espalda recta y debes girar más la cadera-susurró la rusa a sus espaldas, haciéndola sobresaltar, pero se sintió al borde del infarto cuando sintió sus manos en su cadera al esta acomodarla-Puedes lanzar

Le dijo al alejarse y ella poder soltar todo el aire retenido para concentrarse en el blanco, donde una vez más no midió su fuerza y la cuchilla desapareció en la pared haciendo un hoyo de su perfecto tamaño

Aunque lejos de la pelirroja regañarla como temió, la vió alegrarse.

-Te haz desnivelado tan sólo por unos centímetros, tienes la habilidad-dijo animada para su sorpresa ser mayor al ver su entusiasmo por lo que logró

Todo había salido perfecto y más, pero esas dudas aún la acechaban, no pudiendo sentirse verdaderamente parte de este momento.

Era extraño, aún con ellos no se sentía parte, ¿Realmente podria convertirse en una de ellos?

Miró a su alrededor y vio a los demás Vengadores. Steve Rogers, era un hombre maduro y experimentado donde su honor y esfuerzo habia traspasado generaciones. Tony Stark, era un genio millonario con una armadura de alta tecnología, como el genio de Bruce Banner el gran y filantropo doctor detrás del imponente Hulk, sin hablar de la gran Natasha quien a pesar de ser la única mujer y sin poderes se nivelaba e incluso sobresalia entre sus compañeros por su ingenio y destrezas.

Y luego estaba ella, _________. Una joven de apenas veintidós años, con una apariencia que no exactamente inspiraba confianza. Se sentía como una niña pequeña en un mundo de adultos.

Aunque no pudo subirse en sus pensamientos cuando la voz de Natasha la interrumpió.

-¿Estás bien?-le dijo suave y despacio, peocupandose de no sobresaltar más a la menor-Pareces un poco nerviosa

_________ se sintió sorprendida por la pregunta, pero trató de mantener la calma.

-Sí, estoy bien-respondió rápidamente-un poco...nerviosa, supongo

Natasha la miró con una sonrisa comprensiva, siendo la tercera que le dedicaba en el día y una gran maravilla al tratar de la rusa.

-No tienes que estar nerviosa-le calmó -Eres una de nosotros ahora. Y te aseguro que no te vamos a juzgar por tu edad o apariencia, si no me avisas y pongo en su lugar a quien lo necesite -susurró lo último guiñando una de sus esmeraldas

Para sentir como el regocijo por sus palabras y ternura al decirlas, terminan por acallar sus miedos de una vez, porque si Natasha confiaba en ella, tenía todo.

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Pasaron los meses desde que unió y comenzó a vivir con los Vengadores avanzando cada día en conocer más de si misma y conectar más con sus poderes. Todo con el apoyo de Natasha quien no la dejaba en ningún momento, con quien cada vez estaba más cerca.

Convirtiéndose en su mejor amiga, siendo una gran virtud como su peor condena al no poder ser nada más.

Lo que confirmó una noche de pijamada y algunas copas de más en que la rusa le confesó que gustaba de Bruce.

Fue como si un balde de agua fría le cayera encima a sus escasas esperanzas. No se lo esperaba. Siempre había pensado que Natasha no se interesaba por nadie. Pero que siempre hay alguien que puede cambiar eso y para su mala suerte no fue ella.

Mil y un sentimientos la atacaron a la vez, ganando entre ellos la tristeza y los celos. Aún sabiendo que no tenía derecho a sentirse así porque Natasha era libre de gustar de quien quisiera, por más que le doliera.

Natasha pareció notar su repentino cambio de humor y se acercó a ella.

-¿Estás bien? -le preguntó con sus cejas parecer juntarse por la preocupación.

Y _________ trató de sonreír y fingir que todo estaba bien.

-Sí, estoy bien -mintió-Me alegro por ti Nat, Bruce es un gran hombre-dijo tratando de no desmoronarse con sus palabras y sonreírle como la pelirroja hizo con escepticismo, pero no insistió.

Siguió alisando las hebras rojizas en silencio hasta acabar, mientras una distancia no dicha se comenzaba a formar entre ambas.

-Gracias, lyubov-le dijo para _______ asentir al no poder volver a hablar sin el riesgo de ponerse a llorar

Guardando la plancha y aprovechar de encerrarse en el baño a lavarse la cara en un desesperado intento de evitar sus lágrimas.

Observando su reflejo y reír con tristeza, ¿Cómo se había ilusionado con esa cara? Y bueno su personalidad no era como si ayudara. Suspiró en secar una lágrima rebelde y juntar todas sus fuerzas en volver al cuarto.

-¿Qué película quieres ver?-dijo para ella tardar un buen tiempo en responder

-La que desees esta bien-musita al acomodarse en el otro extremo y abrazarse a las palomitas qué habían preparado, el dulce parecía ser su mejor consuelo en estos momentos

No pudo prestar atención a la película que no notó hasta que se acabó, viendo a Natasha durmiendo a su lado y una débil sonrisa posarse en sus labios con gracia, ver películas parecía ser el mejor somnífero para la pelirroja.

La tapó con cuidado antes de levantarse con un suspiro, no podría dormir.

Así mejor salió a buscar aire puro, necesitaba despejarse de alguna forma del huracán qué se desataba en su corazón.

Prendió su cigarrillo e inhaló profundo antes de soltar el humo con un sólo suspiro.

Tenía que hacerse la idea de ver a Natasha coquetear con Bruce y estar para ella para apoyarla en su relación, ya que para que Romanoff se lo haya confesado y abierto su corazón eran prueba de la gran confianza que le tenía y la cual le debía corresponder. No podía dejarse llevar por sus emociones y correr el riesgo de herir a su amiga.

Sólo su amiga, debía repetírselo a sí misma de ahora en más, tantas veces como sea necesario para convencerse.

-¿Qué haces?-chilló una voz gruesa de la nada para ella sobresaltarse y soltar el cigarrillo qué fue aplastado por una zapatilla qué reconoció de Rogers

-Ay Steve, casi me das un infarto-dijo en un hilo de voz al tratar de recuperar el aliento

-Eres muy jovencita para andar fumando tanto-recriminó al cruzarse de brazos y ella no poder evitar reír por su expresión, parecía un abuelo regañandola

-Lo siento, necesitaba distraerme-se disculpo ___________ al encogerse de hombros

-Hay muchas formas más saludables para distraerse-recriminó-como correr, yo lo hago cada mañana y noche y duermo perfectamente, vamos acompáñame

Dijo tomándola del brazo antes de pudiera negarse.

Steve también se había convertido en alguien cercano, quien siempre era tan carismático que la hacía tener confianza de sólo verlo. Sumado a que la apoyaba en los entrenamientos, cuidaba en las misiones y aconsejaba en la vida, terminaba por contagiarse de su seguridad

Como parecía ser en esta ocasión, para hacerle caso y correr, tratando de olvidarse de todo por al menos un segundo.

Y funcionó, aunque sus pulmones terminaron maldiciendola por el sobre esfuerzo, faltandole el aire y sus piernas faltarle a la vez.

Cayendo al suelo sino fuera por Steve quien alcanzó a tomarla, ayudándola a sentarse y palmear su espalda, susurrando palabras de calma hasta que poco a poco recuperaba la compostura.

-¿Te sientes mejor?, no debes sobreexigirte-recriminó al extenderle una botella de agua

-Gracias, funcionó la distracción-rió tímidamente ___________, temblando de frío una vez que el sudor se enfrió

Sintiendo una cálida tela taparla y ver cono Steve se había sacado la sudadera para cubrir sus piernas al desnudo por tan sólo tener su short del pijama.

-No te vayas a resfriar-dijo con una cálida sonrisa

-Me tratas como si fuera tu hermanita-rió la menor antes de cruzarse de brazos-No olvides que le gané a Hulk a pulso, no es como si fuera muy vulnerable aunque a veces lo parezca

-No es por eso que soy un tanto sobreprotector contigo-dijo el rubio al sus mejillas ruborizar y _________ no ser capaz de notar la repentina timidez en el capitán

-Entonces peor-bufa-Me ves como un cachorrito al cual cuidar

-Me gustas-confesó Steve sin más rodeos para _________ romper en carcajadas

-Casi me la creo-dijo en un suspiro antes de seguir riendo, pero se detuvo al ver que su reacción no pareció hacerle gracia alguna al rubio

-Es de verdad, ¿Por qué crees que es una broma?-dijo completamente serio

-¡¿Qué no me haz visto?!-chilló ___________al tratar de reír por los nervios, nisiquiera había pidifo imaginar una confesión tal, no pudiendo evitar ver a Steve y sus inseguridades hablaron más fuerte en negarse a la posibilidad de gustarle a alguien, recordando cada momento en el que fue rechazada por su apariencia y sensibilidad desde que era una niña

Recordando también a Natasha y terminar por deprimirse hasta ya no poder contener sus lágrimas, las cuales cayeron sin filtro alguno como el llanto estancado en su garganta.

Para Steve acunar sus mejillas entre sus manos, secando el rastro de sus lágrimas a su paso.

-Yo sólo veo a una mujer tan bella como esa dulce sonrisa que puede iluminar cualquier día

Dijo para a _________ dolerle los ojos y la boca por tanto abrirlos ante la sorpresa, aún no podía creerlo y mucho menos saber cómo sentirse al respecto

-perdón, pero yo no sé cómo tomar tus palabras-confiesa con pena

-Esperaré tu respuesta, lo que más tengo es paciencia-rió el capitán al apretar ligeramente su mejilla antes de marcharse, al igual que una furiosa rusa espectadora a la distancia ...