Era una bella noche de luna llena, en teoria la noche perfecta para pasar con quien amas. Ese fue el plan de Gold y Yellow, al querer pasarla con sus respectivas citas. A su pesar uno se olvidó y el otro le dio más importancia a un trabajo repentino.

Pero esos dos se habían encontrado por obra del destino, lastima que no estaban de buen humor.

-Al parecer una linda chica ha sido olvidada por aquí.- Dijo Gold burlón, llamando la atención de una desganada Yellow.

-Y parece que un caballero no encontró a su princesa.- Devolvió Yellow, acercándose a él.

-¿Te diriges a casa? Todo es perfecto para que se vuelva el mejor momento de la vida de uno.- Gold no pudo evitar preguntar lo obvio, y Yellow solo sonrió agotada

-No vale la pena si no estás con la persona adecuada.

-Estoy de acuerdo, aunque sigo pensando que es una pena desperdiciar esta noche, podría conformarme contigo. Para tí debería ser todo un honor de seguro.- Con un sarcasmo obvio, Gold no se resistió a hacer la propuesta, no estaba de más intentar. Y la verdad es que solo quería callar a su corazón que le rogaba que la noche con Yellow no terminase.

-Cualquier otra chica caería encantada con tu sonrisa pícara y tu mirada apasionada. Pero en este caso el honor lo tienes tú de que te permita salir conmigo.- Aceptó Yellow, siguiéndole el juego sin saber porque. Ella no tendía a actuar así, las respuestas socarronas y sarcásticas las guardaba para ella misma, con miedo de no caer bien por esos comentarios.

Sin coordinar el destino se encaminaron a la ciudad en busca de algún lugar donde puedan continuar con su repentina cita.

Había cierta burbuja de comodidad entre ambos, la cual mantenían con un silencio que no querían romper. Esa sensación volvía a ellos, estaban concientes de que había alguna clase de fricción entre ellos, incluso si no se lo habían contado a alguien. No sabían lo que era exactamente, tal vez una mera atracción que no se terminaba de romper al no hablar lo suficiente.

Tal vez esta era su oportunidad para aclarar las cosas.

-Esta realmente es una situación que cualquier otro chico y cualquier otra chica encontrarían muy romántico. Pero dejame aclarar que no eres mi tipo, me caes bien, solo eso.- Intentó convencer a Yellow y a él mismo.

-Pues soy yo la que debe decir eso, después de todo es una bella noche. Pero no me enamoraría de tí, ni siquiera en una situación donde el ambiente está tan cargado de romanticismo. No siento nada.

-¿Segura?- pregunta burlón para ocultar su decepción.

-O podría sentir menos que nada.- Reafirma intentando que no se noten sus nervios.

-Pues me alegra que estemos de acuerdo.- Sonríe mientras mira a Yellow fijamente, ambos tenían un claro sonrojo en sus rostros.

-Es un desperdicio de una bella noche.- Dice mientras sonríe llena de alegría. Habiendo ambos ya olvidado que no se encontraron con su primera cita. Y totalmente satisfechos de estar con el otro. Su irónica conversación daba paso al florecimiento de algo más que mera atracción.

Sin embargo por el momento solo estaban aprovechando esa bella noche.