Dicen que cuando tienes buenos personajes solamente tienes que dejarlos hablar, y que ellos coserán la historia. Pero... ¿Cuando empiezan a hablar?

Así será...

-Naomi, di "papá".

-Red, lindo...- empezó a decir con un tono dulce una mujer - Sólo tiene dos meses. ¡No puede hablar!- le regaño

-Jajaja, tienes razón Blue.- admitió red entre risas - Ya quiero que crezca para que me pueda decir porque llora. Y que quiere porque no le entiendo... Y no duermo desde hace un mes.

-No DORMIMOS hace un mes, querrás decir.- le corrigió blue- Pero... Aunque lloré, aunque nos quite el sueño, aunque nos canse. Yo no quiero que crezca... Quiero poder ver su delicadeza, su fragilidad, su hermosura... Lo angelical que se ve. Y cuando crezca, al igual que nosotros, tendrá que dejar el nido en algún momento.

-¡No! Ella siempre será la niñita de papá, nunca se alejará de mí.- hizo un puchero - Además, grande o pequeña ella siempre será el ser más hermoso de la tierra... Ella y tú obviamente. Ustedes son mi todo. Y siempre lo serán. Y mi futuro chico será el mejor hombre de todos, incluso mejor que yo.

-Te la llevas fácil red, tu no tienes que llevar un bebé por nueve meses. Así que no asegures que tendremos otro bebé, al menos por ahora no.- aclaro Blue - Y obviamente sería otra niña que me acompañaría junto con su hermana a "comprar.- Dijo con picardía

-¡Blue! Ya tienes a Nao, no me dejes solo.

-Para nada, nos acompañarías. Sería un bonito tiempo en familia.

-Pero...

-Nada de peros, así va a ser.

-Entonces que sea un niño para que cargue conmigo y no me condenen. O que ustedes vayan a hacer su cosas de madre e hija y yo paso tiempo de calidad con mi hijo preparándolo para que sea el mejor entrenador de todos los tiempos.- Pidió red

-Claro, ahora decimos eso pero resulta que tenemos hijos como son Ruby y Sapphire.

-Bueno... Entonces será la mejor entrenadora mi Nao. Así que empezemos con su vocabulario. Haber Nao, dí... Oh, se durmió.

-Seguro le aburrió escucharnos, nos debemos estar volviendo viejos. - Dijo Blue para reír ligeramente, luego, junto a su esposo llevaron a Naomi a su cuarto y con la mayor delicadeza la dejo en su moises. Misma delicadeza con la que salieron del cuarto.

-Ahora quiero dormir un poco...- exigió red mientras se estiraba

-Yo también.- Y con eso ambos se dirigieron a su cuarto a viajar al mundo de los sueños al igual que su hija lo había hecho hace un rato.

Y tengo otra duda, me gustaría pensar que un personaje es bueno si le damos las palabras correctas. Pero... A veces, son ellos quiénes determinan si son buenos personajes o no. Tal vez el escritor solamente tiene la labor de narrar correctamente su vida. Entonces... ¿El autor que tiene que tener para contar bien una historia? Tal vez...

Te cortas el cabello, no las venas

"¿En serio creíste que estaría con una travesti? Que ilusa."

"Realmente eres fácil de usar, gracias a tu estupidez te volviste mi sirvienta y arriesgas tu vida. Pero ya me aburrí de tí."

"Te entrené únicamente para que no des pena, pero al final sólo demostraste valer menos que nada."

Y pensar que a Red, Blue y Green los consideraba parte de su familia. Pero al parecer... Todo era una farsa, una ilusión que creyó tontamente.

No estaba del todo molesta con ellos, más que nada, Yellow estaba frustrada con ella misma, por no darse cuenta. Por pensar que era parte de una familia.

Pero no todas las familias son perfectas, tal vez está sí es una familia. Después de todo comparten el lazo del Pokédex. Pero... Es una familia rota, llena de corazones que marchitan y sonrisas fingidas.

¿Qué motivación tenía ahora? Si aquellos más importantes en su vida la habían desvendado. Ella se sentía una mierda, no valía nada. Incapaz de hacer algo bien. Una decepción para el mundo.

Su eterna sonrisa se había vuelto un llanto y pena inconsolable. Sentía su vida una miseria, y cada día que pasaba el sentimiento la abrumaba más. Simplemente ya no quería sentirse así, ya no quería sentir.

Y pensó en una manera de lograrlo, con lágrimas en los ojos agarro una tijera y la acerco a su cuello.

De repente, escucha como tocan la puerta, gritos de afuera la sorprenden. Y su llanto se vuelve aún más fuerte.

-No... No lo hagas... Por favor... ¡NO!- gritó ella

No quería que alguien hiciera las cosas más miserables para ella, quería terminar con todo eso. Dejarlo en el pasado, en el olvido. Ella quería dejar todo en la nada.

¿Por qué querrían salvar a un ser tan miserable como ella?

Y así, algo calló muerto.

Mechones de cabello se encontraban regados por el suelo, las tijeras en el piso y una yellow llorando mientras se miraba con desprecio al espejo.

Ni siquiera eso podía hacer.

Que triste vida.

-¡No lo hagas!

Entonces Gold vio una escena increíble. Se sentía tan frustrado de no haber actuado antes. Y él lo sabía desde hace tiempo...

Lentamente se acercó a yellow, y con un abrazo la consoló. Sintió su corazón caer y el cuerpo de ella perder fuerzas. Pero no se había rendido.

Y él, la iba a ayudar a recuperarse.

Porque había luchado, porque se había enfrentado a mucho sola, y nadie tiene fuerza suficiente para lograrlo por su cuenta. Ella le había salvado, era su turno.

"Todo estará bien niña, solamente no te cortes las venas. No exageres, yo estoy acá. No necesitas a nadie más."

Y con una sonrisa el alma cansada de yellow decidió tomar un descanso. Al fin la felicidad de verdad se estaba acercando.

Al fin, un paso más a su destino se formaba, aunque con un recuerdo no muy agradable.

Era algo con lo que yellow aprendería. Algo que valoraria, que amaría, porque le dió libertad, y vida.

Una razón más, para solamente cortarse el cabello.

Ehm, siento ser algo pesada pero es que tengo tanto que quiero saber y... No sé si mis ideas me están llevando a algo. Siento que escribo tanto y a la vez nada... Y una historia que no tiene vida, es nada.
Así que esta es la última vida que puedo dar por ahora.

Tan obvio, tan perfecto, tan roto,
Lo que una sonrisa dijo,
Lo que la vida calló esperando morir
Era inevitable que supiera fingir.

Sombra de la felicidad, hombre con miedo a amar, sentimiento fugitivo.

-Falsa luz dorada-

Es normal pensar en tí, en como engañas a las personas. Tengo miedo de tu risa, libertad mortal.

Te gusta jugar, te gusta fingir, te gusta que te siga a todos lados.

Que sepa quién eres, y a la vez no te conozca. Es algo que tienes muy presente, pero... ¿Por qué no haces algo ante eso?

No, tienes razón. No es que no quieras Gold, no puedes. Lamentable.

Y sí, soy solo una espectadora de tu vida. Me gustaría verte cambiar, mejorar.

Me gustaría que dejaras de fingir, al menos sólo por mí.

Pero dudo que eso suceda. En realidad no te interesan los regaños ni la preocupación de una chica sería como yo ¿O me equivoco?

Hablas de dar libertad, del poder hacer cualquier cosa. Pero hay mucho de lo que la vida te ha prohibido.

Te prohibió una infancia
Te prohibió no ver la crudeza del mundo
Te prohibió ser tú
Te prohibió dejarte ayudar
Te prohibió amar
Te prohibió ser sincero
Te prohibió vivir

Te prohibió morir

Estoy conciente que estar contigo es una perdida de tiempo, y quisiera alejarme. Pero no puedo, soy incluso más miserable que tú y ahora dependo de tus besos, de tus mentiras, de tí.

Pero tu tomaste malas decisiones y yo no me puedo permitir eso.

No puedo dejar que me controles.

La vida te usa de marioneta, y tú estás haciendo lo mismo conmigo, lo sé, siempre lo supe.

Pero nunca me importó, no hasta ahora...

No hasta que la vida te llevó, a que cumplas otra misión. Sé que tu alma no descansa.

Porque la mía tampoco la hace.

Yo aquí en tierra, decido que cortaré nuestro lazo, aquel que me arrastraba a tí.

Falsa luz dorada, mentirosa y engañosa, ya no más. Ahora las cosas son distintas.

Porque yo soy distinta. Y así es normal, así está bien.

El llanto predomina sobre mi sonrisa cansada.

Lloraré tu pérdida, lloraré el despertar.

Pero sonrió por tí.

Gracias, por darme tanto y a la vez nada.

Sin tí... Sería... Nada.

Por eso, gracias Gold.

-Eres mi luz al final del túnel-