Hoy va a ser un buen día para Red, después de todo va a encontrarse con Yellow.

Siempre acuerdan para pasar tiempo juntos, a veces uno visita la casa del otro o deciden pasear por algún lugar de la bella Kanto, siempre se la pasan muy bien.

Es por ello que Red se levanta temprano al saber que va a ver a Yellow.

Adora estar con ella, bromear, hacer que sus mejillas se tiñan de un hermoso rojo, jugar o molestarla un poco. Red disfruta y agradece la presencia de Yellow.

Lo malo es que el día termina increiblemente rápido, odia tener que despedirse de ella. Ojala pudiera verla todos los días, ser lo primero que vea al despertar y lo último al dormir.

Ese es su mayor deseo.

Después de todo, ama a Yellow. Y no tiene miedo de aceptarlo. Aunque sí de decirlo, no quiere que ella lo rechace y menos perder esa confianza que se tienen.

Pues no fue nada fácil llegar al punto que su amistad se encuentra. Al momento que él se enteró que ella era una chica tuvo que empezar de cero prácticamente.

Cambió la forma en que tuvo que tratarla, o el hecho de tener que evitar realizar tanto contacto físico con ella. Sin contar que ella al inicio se sentía muy insegura y temía que Red la odiara o algo así.

Lo cual era imposible, después de todo él ya la amaba, no importaba si Yellow era hombre o mujer. Su corazón solo latía por ella, la persona que se había apoderado de sus pensamiento.

Así que va a aprovechar todo el tiempo que tenga con Yellow, para poder transmitir siquiera un poco de su amor.

Red ya está listo para encontrarse con Yellow como todos los miércoles, y al igual que siempre, se alistó con muchas horas de anticipación.

La emoción desborda para el luchador, no puede evitarlo.

Quiere buscarla, pero tal vez ni este despierta, es bastante dormilona su amada.

¡Qué más da! Va a ir a su casa y si tiene que, la va a sacar de la cama. Hoy a diferencia de otros días no puede contener sus ansias.

No se explica el porque, pero tampoco importa.

Quiere ver al amor de su vida.

¿Acaso debe haber una razón lógica para eso?

Determinado y con una sonrisa radiante y esperanzada, se encamina a casa de Yellow.

Hoy va a ser un buen día para Red, después de todo es miércoles de Yellow.