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La antesala

— Yellow, ¿te he dicho que amo tu casa? 

— Bueno, ya sabemos que la amas. Así que— Dijo extendiendo la "E".— Por extensión, también amas sus cosas, o casa. 

—¡Gold!— Se escuchó como tanto Red como Yellow le llamaron la atención -ambos indudablemente sonrojados, el mencionado rió en respuesta.

— Vamos vamos, no dejen que este niño les haga empezar con pie izquierdo el año.— Dijo Ruby, quien junto se había acercado a la entrada de la casa y había escuchado el diálogo.— Es más, para que vean que soy bueno, me lo voy a llevar como castigo a comprar los bocaditos. Y ustedes saben que me gusta elegir bien.

Con un guiño dirigido hacia Red y Yellow y un movimiento de mano como llamada hacia Gold, Ruby salió de la casa. Gold suspiró, y mientras recitaba un clase de quejas sobre cómo le es imposible decirle que no al ojirrojo se fue siguiéndolo. 

Los dos restantes en la entrada compartieron miradas que reflejaban lo mucho que les divertía la amistad que se llevaban esos dos, y luego de ello se dirigieron a la sala junto al resto de sus amigos.

Red pronto se unió a la jarana junto con Blue y Emerald, por otro lado Yellow se dió unos segundos para observar cómo su sala se había convertido en una suerte de habitación acogedora para la pijamada, aunque más parecía una zona de guerra con todas las almohadas desparramadas alrededor y los muebles que se hacían pasar por fuertes.

Y no eran ni las 9 de la noche...

— ¡Yellow! ¿Qué te parece mi obra maestra?— Preguntó con entusiasmo Sapphire, que señalaba la tienda de campaña que había hecho con sábanas, almohadas y... Espera, ¿esos no eran los tablones de su cama?— Es casi igual a las bases en los bosques. 

— Y aún más cómodo y calientito.— Acotó Silver con su voz monótona de siempre, mientras aprovechaba en acostarse cual niño dentro de la tienda.

— ¡Hey, ahí voy yo!— Dijo Sapphire, desviando su atención de Yellow y sin siquiera haberle dado la oportunidad de responder. 

Kanto, Johto y Hoenn. Los holders de las tres regiones habían decidido hacer una pijamada en la casa de la sanadora. Pero no era una ocasión cualquiera, pues en unas pocas horas empezaría un nuevo año. El plan sería principalmente esperar las 12, y no destruir la casa de Yellow en el intento. 

— ¡Oigan, todos!— Crystal llamó la atención del grupo, ella se encontraba al lado de la tele sujetando el control.— ¿Les parece si hacemos ya la elección de películas?

— Espera, espera— Dijo Blue, quien estaba sentada sobre una pila de almohadas y con una copa de vino que arceus sabrá dónde consiguió.— ¿No se supone que primero tenemos que jugar un verdad o reto, 7 minutos en el paraíso, El rey dice? Ya saben, los clásicos.

— Eso solo funciona en películas estadounidenses.— Refutó Emerald, se escuchó a alguien añadir un "Y en fanfics"— Lo más probable es que después de la primera ronda nadie sepa que preguntar.

— Si quieres preguntar algo solo hazlo, no necesitamos tanto protocolo.— Complementó Green, quien reposaba en uno de los sillones sobrevivientes al desorden.

— Ay vamos, no hay forma que Silver me diga con quién tuvo un encuentro la otra noche o que Gold y Ruby al fin pasen la fase de solo coquetearse y hacerse ojitos solo porque se los pida.— Respondió Blue, y despertando nuevamente el caos en el grupo— Perdón Sapphire.

Cualquiera hubiera pensado que ese comentario le hubiera bajado el ánimo a la chica, pues bien era sabido por todos que ella pasó mucho tiempo enamorada de Ruby. Sin embargo, se le veía más bien... ¿Sonrojada?

— ¿Gold y Ruby se gustan?— Preguntó Red, visiblemente confundido.

La pregunta fue suficiente para iniciar un debate entre todos, siendo Blue y Emerald quienes más enfrascados se veían en esta, una defendiendo fervientemente como la tensión sexual entre esos dos es desbordante mientras que el otro estaba seguro en que Gold solo era un desastre bisexual que coqueteaba con todo lo que podía y que si a Ruby le gustara ya hubiera movido sus fichas. Aunque no tan apasionados, Crystal y Green también creían que esos dos se traían algo; mientras que Silver y Yellow defendían la idea que solo eran buenos amigos. Sapphire había preferido mantenerse fuera del debate. Y Red solo estaba confundido.

— Por ejemplo, Gold no ha flirteado con nadie desde hace tiempo, y eso solo pasa cuando está interesado en alguien.— Dijo Crystal, aún parada pero ya completamente desenfocada de su propósito inicial. 

— Pero eso no dice nada, tal vez está interesado en alguien más.— Dijo Yellow, sin tanta intensidad pero igualmente decidida a defender su punto.

— Ajá, además, el otro día lo ví mensajeandose con Yasmine, y tú bien sabes que significa eso Crys.— Agregó Silver, quien ya había salido completamente de la carpa improvisada dispuesto a defender su punto.

— ¿Pero si has visto cómo se miraban la reunión pasada? Parecía que se iban a comer con los ojos.— Respondió Green, quien había dejado su postura holgada para pasar a sentarse con ambos pies plantados en el piso y la espalda inclinada ligeramente hacia delante.— No me vengas a decir que así se tratan dos personas que no se gustan ¡Tendrías que decirme también que Red y Yellow no se gustan!

— ¿Qué tengo que ver yo en esto?— Preguntó Red, y siendo brutalmente ignorado.

— No no no, ya te fuíste completamente. Yo miro a Red como si fuera el ser más bello del universo, esos dos se miran como niños pequeños planeando una travesura.— Dijo Yellow, ignorante de que prácticamente se le había confesado al chico que le gusta— Son dos feeling muy distintos.

— Espera, Yellow ¿Qué quieres decir con— Intentó preguntar Red, pero siendo interrumpido.

— ¡No sean ciegos! Esos dos se desean con pasión y yo...— Empezó a decir Blue, pero su voz se fue apagando.— Hola chicos.

Ahí, en la entrada de la sala estaban los dos debatidos en cuestión, en unas pintas cuánto menos... Cuestionables. Ambos tenían la ropa y el cabello hecho un desastre; sumado a ello, Gold tenía en el cuello unos chupetones que obviamente no estaban ahí antes y a Ruby se le veía con los ojos rojos y ligeramente hinchados. Poco cabe mencionar el hecho que tenían ambos unas caras de incomodidad y molestia bien plantadas.

— Oh por dios...— Se le escuchó decir a Crystal. Ruby aclaró su garganta.

— Por favor dejen de teorizar sobre Gold y yo.— Pidió Ruby.— Y sin comentarios. solo... Elijamos una película.

Instaurando nuevamente el pesado silencio en la sala, ambos mencionados se fueron cada uno a una esquina diferente. Ruby cerca de Silver y Emerald y Gold al lado de Red y Yellow.

— Entonces...— Dijo Crystal, intentando recuperar el ánimo.— ¿Elegimos una película? Aún quedan un buen par de horas hasta las 12.

— Claro.— Le siguió Yellow.— Yo quiero algo de terror.

—¿Eh? No me hagas esto Yellow.— Dijo Sapphire.

— Mejor hay que ver una comedia.— Continuó Emerald, ya con el ánimo más recobrado.— Siempre son entretenidas.

De esa forma se inició toda otra discusión sobre qué película escoger, logrando así también eliminar por completo la incomodidad anterior. Llevó casi como media hora el lograr decidir por medio democrático -y un poco de influencias de Blue- una película que contente a todos.

— No puedo creer que realmente vamos a ver de nuevo Avengers.— Dijo Crystal mientras buscaba la película en Disney+.— ¿En inglés, no? ¿O doblada?

— Inglés.— Respondió Blue rápidamente.— Nunca falla, además me hace recordar a mis días de gloria salvando el mundo.

— Lo dices como si fuéramos viejos ya.— Dijo Red luego de reírse.— ¿Llegaremos a acabarla antes de las 12?

— Aún falta media hora para las 10, no veo porqué no.— Dijo Silver mirando a su celular.— Solo no nos hagan pausar a cada rato para ir al baño o cosas así.

— Ustedes empiecen la pela. yo voy preparando el pop-corn.— Dijo Yellow, para luego pararse y voltear a ver a Gold.— ¿Me ayudas por favor, Gold?

— Uhm, claro.— Respondió Gold, quien aún se le veía algo incómodo y afligido. 

Así ambos fueron para la cocina, sabiendo que el resto aunque les harían caso muy probablemente estarían preguntándose qué es lo que hablarían.

— Ehm, Yellow... La verdad es que no quie— Empezó a decir Gold, aunque fue interrumpido.

— Solo faltan un par de horas para que acabe el año, ¿se ha pasado rápido, verdad?— Dijo Yellow, a su vez se le veía encargándose de preparar la canchita al buscar la olla y colocarla sobre el fuego.— Si nos pusiéramos objetivos, en realidad no hay nada de especial en lo que va a pasar. Después de todo, el tiempo en realidad es más bien relativo y más una construcción social que otra cosa.

— ¿A qué quieres llegar con eso?— Preguntó Gold, para luego escuchar a Yellow vaciar media taza de maíz sobre la olla.

— Para no ponernos tan filosóficos. El punto es que— Yellow hizo una pequeña pausa.— Si bien en teoría no hay nada de especial, también podemos verlo como la oportunidad para cambiar y enmendar cosas. Ya sabes, como una siguiente oportunidad. La gente tiende a pensar que no hay espacio para el cambio o los errores, pero la verdad es que lo más hermoso de nuestra humanidad es esa capacidad de evolucionar y adaptarse para ser mejores.

El silencio inundó el lugar, Gold se daba verdaderamente el tiempo para procesar e interiorizar las palabras de Yellow ¿Cómo es que ella siempre sabía qué decirle? Gold a veces creía que ella también podía leer la mente de los humanos, y no solo la de los Pokémon. 

— Así que, si hiciste algo mal aún puedes reparar tu error.— Volvió a hablar Yellow, dedicándole una sonrisa dulce y amable. 

—  Gracias, siempre tienes las palabras correctas.— Dijo Gold sintiendo como unas cuantas lágrimas rebeldes se resbalaban por su rostro. Yellow se acercó a él y lo abrazó con fuerza, logrando así reconfortar mucho más a Gold. Después de un par de minutos se separaron y Gold depositó un beso en la frente de Yellow como agradecimiento. 

— Ahora sí, devuélvanme a mi amigo risueño por el resto de la noche y que me va a ayudar a servir este ollón de pop-corn.— Dijo Yellow, ya con un tono mucho más animado.

— Como usted ordene.

Lo siguientes minutos se la pasaron terminando de preparar los bowls de pop-corn entre bromas y risas. Y así eventualmente volvieron a la sala con el resto del grupo, quien en su mayoría estaban entretenidos viendo la película. 

— ¡No hay refill así que no se lo coman todo de una! Te estoy viendo Sapphire.— Bromeó Gold, despertando una serie de comentarios que se disiparon rápidamente para no interrumpir lo que veían. Luego de que terminaran de repartir bowls por toda la sala para que compartan entre todos, al fin Yellow y Gold se sentaron dispuestos a engancharse también al televisor. Además, ver al oji-dorado de mejor humor también había ayudado a revitalizar el ambiente.

El siguiente par de horas transcurrieron con relativa calma, algunos comentarios aquí por allá y algunos distraídos en el celular también. Era más un película que tener de fondo, así que cuando se escuchaban mini conversaciones de rato en rato de alguna otra cosa no generaba alguna molestia. 

— Una parte de mi siempre pensó que hubiera quedado mejor si realmente hubiera muerto.— Comentó Emerald una vez que ya habían empezado a salir los créditos, se encontraba recostado debajo del fuerte de almohadas construído.

— Para eso está Endgame donde se— Quiso decir Red.

— ¡No spoilers! No queremos arruinar la experiencia de ningún espectador.— Interrumpió Gold, haciendo con su mano la seña de silencio. 

— ¿Pero si todos ya la hemos visto...?

— ¿Cuanto tiempo quedan para las 12? Mi fono ya se quedó sin batería.— Preguntó Silver.

— Si quieres te presto mi cargador, está ahí en la mesa de comedor.— Respondió Yellow, Silver asintió con la cabeza y se paró dirigiéndose a buscar el cargador.— Faltan exactamente 13 minutos.

— Que rápido.— Dijo Sapphire, alargando la "O" y mientras se tiraba dentro de su tienda de dormir improvisada.

— ¿El año o que ya casi sean las 12?— Preguntó Ruby, quien estaba sentado entre una pila de almohadas cerca a Sapphire.

— ¡Ambos! Todo es rápido.— Dijo Sapphire en un tono que parecía una queja. 

— ¿Ya pensaron en cuáles serán sus propósitos de año nuevo?— Preguntó Gold, desviando el tema de conversación.

Hubo unos segundos de silencio mientras se veía a la mayoría pensando en la pregunta del criador. 

—¿Entrenar más? Tal vez viajar. No estoy seguro.— Respondió Red para luego rascarse el cuello.— No tengo costumbre de hacer propósitos, ¡yo solo acepto lo que venga!

— Yo los haría, pero como nunca los cumplo...— Dijo Emerald, mientras levantaba los hombros en señal de indiferencia. 

— Yo sí los hice, el otro año estoy decidida a completar toda la pokedex de hoenn.— Dijo Crystal con bastante emoción, Ruby -que estaba sentado cerca a ella- le dió unas palmadas en la espalda y le dijo "suerte"— ¿Tú Gold, harás propósitos?

— Supongo que podría llamársele así...— Dijo mientras inconscientemente desviaba la mirada hacia Ruby, quien estaba sentado hacia el lado derecho superior de la sala.— Pero es un secreto.

— Quedan 4 minutos.— Acotó Yellow.— ¿Servimos las uvas o alguna bebida?

— Ya no importan, te vas a perder el año nuevo si vas a servir.— Le dijo Red, para luego levantarse de su asiento de almohadas.— Mejor hay que salir al bosque a recibir las 12.

Haciéndole caso a la sugerencia de Red, el resto de holders dejaron los bowls y las bebidas en el piso y se de manera caótica -como todo lo que hacen juntos- lograron salir de la casa. Una vez fuera, a todos les encantó la vista, pues a pesar de los árboles el cielo aún era visible. Lo cual permitió que se pudiera observar una hermosa noche estrellada que parecía salida de una pintura. 

— 1 minuto.— Anunció Yellow emocionada.

— Se que es cursi, pero quiero agradecerles a todos por ser parte de mi vida este año. Y a pesar de todo, realmente espero que lo sigan siendo el siguiente.— Dijo Ruby, su voz se escuchaba aunque alegre también algo temblorosa. Y a pesar de ser algo dirigido para todos, su mirada se enfocaba específicamente en cierto pelinegro. 

Tal vez fue la emoción del momento que nadie lo notó o porque nadie quería arruinar el ambiente, pero todos vitorearon ante las palabras de Ruby e ignoraron la indirecta. 

— ¡10 segundos!— Gritó Yellow quien sostenía la mano de Red, comenzando así el conteo junto con el resto que también gritaban la cuenta regresiva.

—¡Feliz año nuevo!— Se les escuchó gritar a todos, luego de unos segundos más de gritos y festejo se empezaron a abrazar entre todos y darse felicitaciones personales.

Todos estaban felices, después de todo no solo estaban recibiendo al nuevo año, sino que además lo hacían al lado de las personas que más querían. Sabiendo que sin importar los problemas y dificultades, seguirían estando los unos para los otros.

Había una emoción y nostalgia desbordante en sus corazones. Ver todo el atrás y el cómo viajó tan rápido hacia el hoy, casi anhelando poder repetir todo nuevamente. Pensar en lo que podría ser y también en lo que no será, aunque todo sea imaginación... Los hacían sentirse vivos.

Y este ni siquiera era el gran momento ni mucho menos un final, era solo el primer paso hacia algo mucho más grande.

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Podría decir que quise publicar este oneshot antes de año nuevo mas no me alcanzó el tiempo, pero la verdad es que recién se me ocurrió la idea unos días después. Sea como sea... ¡Ya está! Este libro está oficialmente completado. Después de unos ¿4 o 5 años? se han completado los 100 oneshots.

Me costó bastante elegir la idea, le tuve que dar vueltas a los conceptos que quería incluir en este capítulo final, fuese lo que fuese, sabía que tenía que incluir a todos los del grupo principal. Y a decir verdad, me ha gustado bastante este resultado, lo siento bastante personal e igual intenté mantenerle el ritmo animado. No quería tener un final super angsty o tristón. 

Agradezco a todos los que han llegado hasta acá, en serio. Leer 100 capítulos no es cualquier cosa -en especial porque los primeros tienen muchos errores de calidad-. A pesar de ello, no cambiaría ni uno de los capítulos publicados; después de todo, son la demostración de mi evolución como escritora y eso es algo que atesoro bastante.

Luego de esto no estoy segura si haré alguna otra historia de pokespe, a lo mucho es probable que termine TIB (eyewearshipping), luego de ello, creo que mi aporte al fandom de pokespe en lo que respecta a fanfics ha terminado. Pero quién sabe, nunca digas nunca. 

Con esto, Âmesthar o Maripositasenlawata les dice muchas gracias y ¡Nos leemos!


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