Como cuando un escritor quiere desahogarse, o cuando quiere contar algo sea bueno o malo, o quiere mostrar su forma de pensar.

El escritor se inspira, y crea vida.

Hace suyo los diálogos de otros, transmite emociones a sus personajes.
Rie con su final feliz, o llora con el desenlace que sus personajes buscaron.

Porque una vez crean a esos seres ficticios sólo tienen que dejarlos fluir.

Y ahora yo intento extender el final, evitar lo inevitable y rogar por no existir.

Porque sin él...

Las cosas van mal, muy mal. En especial porque yo busqué eso.

Y no puedo borrar la historia, no puedo cambiar el final. No puedo hacer nada...

Yo sola permití que esto sucediera, el destino solo nos encontró. Pero yo decidí atarlo a mi, decidí obligarlo a seguirme. Yo poco a poco busque su aprecio. Porque él ya tenía todo el mío.

Me gustaría pensar que yo no tengo la culpa, que fue su decisión atraparse con reshiram, retar a N... Salvar a todos.

Pero si yo... Tal vez hubiera hechos las cosas de manera diferente... Tal vez...

Tal vez ahora no me habría quedado sin inspiración.