Una Ayudita Al Destino II |Katie McGrath|
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Las palabras parecieron sobrar en cuanto decidieron a qué hotel desenfrenar sus deseos mientras durante el trayecto que parecía una eternidad ante sus cuerpos estar en caliente y sus mentes nubladas, ninguna quiso romper con esa exquisita tensión, indagar más ellas sería marcar una clase de compromiso de la cual las dos ahora parecían temer, miedo de revivir su mala experiencia en sus relaciones.
Pero no había espacio para sus pensamientos en cuanto se dejaron llevar por sus instintos carnales, ya no querían esperar más y a la McGrath pareció iluminarse ante su floreciente idea.
Mientras __________ quien estaba en una verdadera batalla consigo misma de quedarse con la encarnación del hermoso fruto prohibido o huir de todas las repercusiones que una noche loca con alguien no tan desconocida pudieran causarle.
Aunque todo se terminó de ir al carajo en cuanto sintió su calor y aroma caramelizado emanar cerca de su oído, para luego sentir el peso de su cabeza en su hombro, donde tuvo que contener la respiración en voltear y encontrarla con los ojos cerrados.
¡¿Se durmió?! Pensó inocente hasta sentir una mano acariciar su rodilla y de forma audaz colarse entre su falda por el camino de sus muslos.
Su rostro se tiñó de rojo carmesí mientras tuvo que morder su lengua para retener el jadeo sorpresivo y una vez más voltea para toparla con su máscara durmiente.
¡Dios! Tan sólo pudo gritar en su mente al unos dedos rozar su entrada por encima de las bragas ya sin tapujos.
Notando al conductor pendiente en el camino para ya no pensar nada más que tener a Katie entre sus brazos, donde la azabache sonrió en cuanto la sintió abrir ligeramente las piernas.
Para al comprender que ya tenía el permiso absoluto de sus acciones no reparó en tomarse más tiempo de correr la prenda la cual en su gracia ya estaba humedecida, dejando sus dedos índice y corazón entrar sin mayores problemas en su centro.
Donde que tuvo que retener su risa al escucharla tocer para camuflar el evidente gemido.
Mientras _____________ no sabía cómo era capaz de seguir haciéndolo al sentir las fugaces y frenéticas penetraciones, estando ya el borde del delirio mientras se concentraba en su respiración para no mostrar signos del placer ya insoportable.
-Está en reparaciones, tendré que tomar otra calle, ¿Alguna preferencia?-la voz del hombre la hace regresar de golpe a la realidad que estaba en un maldito taxi en vez de su casa donde podría vengarse de la McGrath por ponerla en esta situación, ya que no era necesario voltear para saber que seguía haciéndose la dormida
Mierda... tuvo que morder su lengua en reprimir el grito que quiso salir a flote en cuanto su punto de placer ya palpitante fue acariciado sin tregua alguna. Y temía que si cruzaba las piernas para detener a la azabache, la chaqueta que cubría sus acciones cayera.
-To....me-jadeo por lo que tuvo que tocer y eso solo provocó que Katie comenzará a jugar con sus pliegues-el camino—se limita a decir, ni siquiera sabía dónde quedaba el hotel donde la dueña de esmeraldas se hospedaba y no quería tardar en tomar la dirección contraria al suyo
Un asentimiento fue suficiente para el hombre voltear y fijarse nuevamente en el camino mientras la menor ya sentía el orgasmo a la vuelta de la esquina por no tardar en tener los conocidos espasmos.
Aunque esa fue la señal de la azabache para detener sus acciones y "despertar" tan sólo para admirar la mezcla de sorpresa, molestia y frustración en el rostro de la joven quien tenía notoriamente la respiración acelerada mientras sus ojos llegaban a estar llorosos y sus mejillas como la punta de sus orejas sonrojada, se veía aún más bella y cautivante.
Mientras para __________ el trayecto restante pareció una eternidad que casi corrió en salir del auto mientras se detuvo en la entrada al darse cuenta que no tenía idea ni que habitación era.
Hasta que sintió una risa a sus espaldas y un brazo rodear su cintura en tomarla suavemente para encaminarla.
—Te ves angustiada, linda, ¿Qué te perturba?—Musita Katie en su oído una vez que se encuentran en el ascensor y _________ al encontrar su mirada nota como mantenía su labio inferior entre sus dientes
Antes de acercarse hasta acorralar su cuerpo entre el suyo y la fría pared que sintió de golpe al su espalda estar descubierta por el corte de su vestido.
Y aunque estaba vuelta loca en querer volver a probar esa boca rojo fuego, no se lo permitió para ser su hora de sonreír ante la desconcertada expresión de la mayor.
Para seguirla y admirar su ceño ligeramente fruncido el cual sólo la hacía ver más sexy, si es que eso era posible para la verdadera diosa de la seducción.
Para tan sólo la puerta ser cerrada y _________ enredar sus manos en el escote de su blusa y atraerla para estampar sus labios con fiereza mientras buscaba marcar un claro dominio que la McGrath no estaba dispuesta a ceder.
Sus lenguas dieron una guerra mientras sus manos recorrían cada parte que podían del cuerpo contrario hasta que el aire comenzó a faltar y la ropa a estobar.
Separándose por lo mismo mientras se quitaban sus prendas con la ayuda de la contraria y lanzar estas a algún lugar de la sala.
Donde Katie la estampa contra la pared en medio de estos, sin dejarle tiempo a reaccionar ni reschitar a _______ cuando ya la tenía tomada por el cuello mientras hacía una ligera presión hasta comprobar su deleite por sus sonoros gemidos, siendo el permiso de ir más allá en bajar su mano libre a su intimidad donde inició un nuevo vaivén en penetrante con sus dedos mientras con su pulgar trataba frenéticas caricias sin un orden alguno.
Y cuando la joven estaba en el abismo de su liberación la mayor detuvo sus acciones de golpe y sonrió al ver su desconcierto como el gruñido estancado en su garganta.
Aunque la joven no estaba dispuesta a alejarla salirse con la suya una vez más, por lo que ahora fue ella quien tomó a la McGrath por sorpresa y en cuanto unas manos tomaron posesión de sus caderas, __________ mordió los labios de la chica con fuerza para voltearlas y empujarla contra la pared donde lleva si mano a uno de sus perfectos senos donde lo aprieta ligeramente.
Aunque la azabache no era una contrincante quien se dejara dominar por lo que llevó sus manos tras sus caderas en masajear su trasero y levantarla sobre sus caderas, soltando un gemido calado a un gruñido en cuanto sus entradas chocaron sintiendo la humedad de la contraria
Donde comenzaron un libre toqueteos como fricción sin dejar de casi literalmente comerse la boca contraria hasta tornarse infernal su nivel de excitación, en ambas.
Por lo que Elena se separó con la respiración errática mientras ladea una sonrisa pícara al ver como los ojos de la mayor se tornaron oscuros ante la lujuria, era su momento de actuar.
Katie iba a volver a atacar sus labios pero la chica se alejó, aumentando su sonrisa—Te ves urgida linda, déjame hacer algo para ayudarte—dijo en un ronroneo para morder el lóbulo de su oreja y agacharse a la altura de sus caderas sin perder el contacto visual mientras mordía su labio inferior
Donde la McGrath iba a recriminar en cuanto sintió sus pliegues ser invadidos por una húmeda contrincante, gruñendo al quedar sin palabras.
La menor se abrió camino con sus manos en la entrada de la chica para mover su lengua de arriba a abajo, viendo como el rostro de la mujer se volvía un poema, escuchando como sus palabras se transformaron en gemidos roncos y su cuerpo comenzaba a temblar ante las corrientes de placer ejercidas.
Aumentando sus movimientos para colar de vez en cuanto el frotar de su clitoris hasta hacerla perderse y en cuanto notó que sus temblores se tornaron en espasmos, detuvo sus acciones en seco.
—¿Eres así de vengativa siempre?—jadeó entrecortado la azabache mientras su pecho sudoroso subía y bajada, tornando su piel blanquecina brillante y sumirla en una nueva hipnosis
—Pero en el sexo puede ser gratificante, ¿No crees?—ronronea la menor al acercarse como un felino a su presa y posar sus manos en sus senos
—Entonces juguemos—gruñó al atacar sus labios mientras la atrae fuertemente de las caderas haciendo chocar sus cuerpos provocando gemidos simultáneos
Para no tener que decir nada para entender a la contraria en ir hasta la cama donde la McGrath la empujó para colarse entre sus piernas, sin darle paso a nada más que gritar de placer cuando se sentó en su centro golpe, uniendo sus entradas mientras las volvía a separar en pequeños saltos mientras estiraba su mano a su cuello y una a sus senos en embestirla con más rudeza y rapidez.
Mientras ________ estaba al borde del delirio, sus pensamientos de duda si es que aún quedaban como sus miedos terminaron de desaparecer en cuanto la diosa de la seducción tocó a su puerta, sólo teniendo la capacidad de gemir entrecortado y sentir sus paredes contraerse en el mejor orgasmo de su vida, donde el nombre de la azabache salió de sus labios que Katie en vez de repudiar por ser tan sólo una noche, sin compromisos ni nada que las uniera, el sonido de su nombre en su boca pareció tan dulce que su placer sólo aumenta junto a una calidez en su pecho.
Aunque no tuvo tiempo de meditar las sensaciones que estaba sintiendo cuando una nueva ola de estas la azota al ________ hacerlas voltear y enredarse entre sus piernas mientras se abrazaba a la suya.
Fue su turno de no saber cuando tocaba el cielo o el infierno cuando las estocadas iniciaron para no darle tregua alguna, sus senos rebotaban ante las fuerza de las estocadas donde la menor deleitaba ante la imagen digna de los más maravillosos sueños, estrujo sus pelones con su mano libre acariciando la piel al su alrededor que no tardó en ponerse rojiza.
Y bastaron un par de movimientos más para ambas llegar a su total liberación en reclamar sus nombres.
Así pasó la noche dedicada al placer que borró cualquiera de sus dudas e inseguridades hasta llegar la mañana y no darse cuenta cuando ya estaban en brazos de Morfeo.
Aunque su sueño no duró al sentir un estruendo a su alrededor que las hizo sobresaltar y despertar desconcertadas del susto.
—¡Feliz Cumpleaños Katie!—gritaron Melissa y Chyler al llegar con un pastel
Para el par de chicas abrir la boca sin poder exclamar nada ante ninguna palabra alcanzar a reaccionar, ________ miró a la McGrath quien estaba en su mismo estado.
—Debíamos asegurarnos que ninguna de las dos escapara, así que...—sonríe la rubia—¡¿Quién quiere pastel?!
—Estás los que más comieron fue pastel, ¿Qué no las vez?—musita con picardía la castaña rojiza al guiñar su ojo
Y las dejaron a solas en lo que iban a servir los platos.
¿Qué había sido eso?
—Feliz cumpleaños—murmura ________ con timidez tras un largo silencio
—Anoche, fue increíble—terminan de decir al unísono para al encontrar sus miradas sonrojandose y volteando en rostro
—Si quieres, podría repetirse y.... no sé tal vez mejor no yo...—_______ la vió titubear mientras la ternura que le provocó le hizo notar que estaba tan asustada como ella respecto a tener un compromiso mayor, pero como había dicho, la noche que compartieron fue inigualable y sería un completo encanto el poderla conocer aún más
—Sería un placer, señorita McGrath—sonríe la menor
1 año después.....
Habían pasado más de doce meses de desenfrenada noches, salidas y citas en hacer maratones de Star Wars como tardes de lectura en los brazos de la contraria para ambas tener la certeza del amor que se tenían, aunque ninguna se atrevía a dar el siguiente paso por miedo al rechazo como el haber esperado demasiado para ponerle nombre a su relación.
Aunque ________ decidió armarse de valor gracias al día que de aproximaba, 3 de enero y el cumpleaños de la dueña de esmeraldas quien le robó el corazón y lo reparó.
Sus manos sudaban y su mente no era capaz de pensar correctamente en preparar su sorpresa, quería que todo fuera hermoso y especial por lo que estaba poniendo todo su esfuerzo en en ello.
Así que rebusco en cada uno de sus libros en encontrar la mejor opción cuando entre un sinfín de ideas se decidió por un clásico, pero dentro de su corazón pensó en la hermosura que hay en lo simple cuando en cargado de amor, mucho más allá de cualquier lujo.
Por lo que se puso manos a la obra en preparar la fiesta y coordinar con las chicas quienes estaban distrayendo a Katie.
Suspiró al acabar.
Y cuando terminó de ponerse el traje de la princesa Leía sintió la puerta por lo que fue a abrir casi tropezando ante los nervios tal como la primera vez que se dio cuenta lo enamorada que estaba de la actriz, sus manos sudaban al tirar el picaporte y su rostro se tiñó en versos rojos al encontrar los orbes de su amada.
—Feliz cum...—no alcanzó a musitar cuando los labios de Katie la interrumpieron, sintiendo sus manos en su espalda baja donde repartió suaves caricias que la hicieron delirar ante la gracia
—Recuerden que estamos aquí—se queja Melissa entre risas al ingresar
—¡Yo vi lengua de por medio!
Sus amigas rieron al estas separarse avergonzada en dejarse llevar por el momento cuando la azabache notó la gran sorpresa a sus espaldas, reflejando en cada detalle como ________ se había asegurado de plasmar su pasión por Star Wars.
—Verte envuelta en ese disfraz no me dejo notar todo lo demás—murmura con emoción la McGrath al envolverla en sus brazos para todos los posibles nervios en _________ esfumarse por completo—Por cierto hay que estrenarlo esta noche—susurra en su oído
—Déjen de pensar en coger—se queja Chyler al tirarles un muffin
—Ustedes planearon que nos conociéramos así
—¿Bueno no es hora de cortar el pastel?—dice Melissa al haber sacado un poco de glaseado—está muy bueno
—Primero hay que cantar
Las tres comenzaron a cantarle a la McGrath a quien ya parecían brillar le aún más sus esmeraldas de la emoción que sentía, cuando esta se vió interrumpida por Chyler quien se aseguró de empujar su rostro contra el pastel tras esta haber apagado las velas.
—¡Espera!—no alcanza a advertir la menor cuando el trasfondo del regalo estaba en la nariz de Katie quien leyó la nota
"Antes de conocerte había perdido las esperanzas del amor, pero tan sólo al encontrar tus esmeraldas, ser una sola y poder conocerte mejor supe que eras lo que mi corazón siempre estuvo buscando, por lo cual...
¿Me harías el honor de ser mi novia?"
Katie no fue capaz de retener sus lágrimas al tomar a su chica entre sus brazos mientras su frenético corazón parecía querer responder por ella.
—Claro que si—musita para sellar sus palabras por medio de sus labios en el beso más dulce que hayan compartido hasta ahora
Mientras las amigas y espectadores compartían esa sonrisa envuelta en lágrimas de euforia, habían logrado ayudar al destino porque sin duda Katie y ________ estaban predestinados.
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