Creía en ti y en tu amor que tanto decías profesarme, ahora ya no importa, he despertado de aquel sueño que tanto me torturaba, por fin he caído en cuenta que esto no podía durar.

Tus ojos jamás me mirarían y se darían cuenta de lo que sentía, tus labios solo pronunciaban mentiras, la forma en que decías mi nombre era falso y yo que tan idiota no se dio cuenta.

El amor se demuestra por pequeños detalles y eso a mi me falto, ahora tu no estas aquí y es cuando más anhelo tenerte a mi lado.

¿Por qué no miras donde estoy?, ¿por qué solo me pisoteas y no me ayudas a levantarme?, ¿por qué de tus labios solo mentiras escuche?.

Se que jamás nada volverá a ser igual pero aunque sea contesta mis preguntas ¿o acaso disfrutas de verme tirado?.

No me ayudas a levantarme de donde me dejaste tirado, al contrario me hundes más, te ríes y me humillas, ¿no piensas en como me siento? Sí, lo se, te mentí, te hice llorar, y yo solo te veía, no te dije que estaba a tu lado, que podías contar conmigo. ¡lo se! Pero te animaba, aun cuando no te dabas cuenta, así que no tienes porque ser tan cruel conmigo.

Ran, perdoname.

Soy humanos y lo que hice fue para protegerte aunque es obvio tu no lo entenderías, sabia que no eras débil, podías defenderte de cualquiera, pero temía que te dañaran. ¡y mira!, ¡eres tu quien me hace daño!
Eres tu la que sin tu presencia me lastimaba, me mataba cada vez que él te hacia reír...
Pero hoy he conocido a alguien mejor, alguien que, aunque le temía, él me ayudo a levantarme de donde tu me dejaste.

Atentamente: El detective que encogió.