TENEMOS CORAZÓN (31 MINUTOS)
OneShot#81 - 21
Protagonistas
Los Siniestros
(Después del OneShot Vuelven las peleas. Antes de ver su redención vamos a ver sus motivos de ser malvados).
Los Siniestros quedaron de planear su siguiente ataque después de haber sido contraatacados por sus rivales.
- Es que da miedo cuando se vuelve gigante -se quejó Blue.
- Sí, siento que nos pisa como cucarachas -comentó Black.
- No lo duden -habló Romino- a la próxima vez no se dejen intimidar, recuerden que ustedes fueron intimidantes primero.
- Sí, jefe -dijeron los dos hermanos burlones.
- Nos vemos aquí mañana -indicó Romulfo- perfeccionaremos algunos detalles.
- ¡Hecho! -dijeron todos a coro.
Se separaron y cada uno volvió para su casa, una vez cada quien en su casa dejan de ocultar sus sentimientos.
- Ya llegué... -informó Dylan a sus padres y éstos lo reciben felices- ¿pasa algo?
- Hijo, tenemos una gran noticia -dijo su padre.
- Vas a ser hermano mayor -comentó su madre sonriendo.
Dylan no sabía qué pensar, si sus padres no tenían mucho contacto con él, ahora, con un nuevo integrante a la familia, menos le prestarían atención.
Mientras tanto, Mauri regresaba a casa solo para soportar los regaños de su padre.
- No puedo creer que regreses a la hora que se te de tu gana -lo retaba- tú necesitas una buena disiplina.
- Ay, si, una buena disiplina, como no lo pensé -se quejaba Mauri.
- ¡Te enviaré con tu hermano a la escuela militar si vuelves a faltarme el respeto! -el padre lo golpeó.
- ¡Sobre mi cadaver! -exclamó el chico- ¡Yo no seré como él, y menos como tú!
Mauri corrió a su cuarto antes de que su padre pudiera soltarle otro golpe. Una vez en su pieza se tiró a su cama con un gran sentimiento de impotencia, pero al fin y al cabo, ya se había acostumbrado.
Por lo tanto, Louis llegaba a su casa, recibiendo el regaño de sus padres.
- Te he dicho que no te juntes con esa bola de vagos callejeros -le reclamaba su madre.
- Ya les dije que son mis amigos -se defendía el chico.
- Y nosotros te hemos dicho que son de clase baja, no están a tu altura -lo retaba su padre.
- Pero aún así son mis amigos, los únicos que me comprenden -Louis se fue a su cuarto.
Estar en su cuarto a solas y mensajear con su amigo Dylan lo relajaba, al menos sus padres no se quejaban de él, y eso le agradaba.
En un auto, Eustaquio se quejaba de no querer ir al lugar donde lo llevaban sus padres.
- ¡No quiero ir a casa de ese tío! -reclamaba.
- Calma, hijo, solo será un rato -su padre lo ignoraba.
- Además es una reunión familiar, todos estarán ahí -le dijo su madre.
Diablos, era lo último que le faltaba, odiaba estar rodeado de muchas personas, pero al parecer a sus padres no les importa lo que piensa y no tiene más remedio que ceder.
No muy lejos, los hermanos Black y Blue se encontraban limpiando su casa por órdenes de su madre.
- Sigo sin entender ¿porqué hacemos ésto? -reclamó Blue.
- Eso les pasó por haberse dejado intimidar por el esclavo -retaba su madre.
- Ma', ya te dijimos que no podíamos hacer nada cuando nos superaba en tamaño a los dos juntos -explicó Black.
- Pero era SU deber que ese bastardo no se fuera y siguiera siendo el sirviente de ésta casa -reprendió la señora- pero no lo cumplieron, por eso ahora ustedes pagan.
La madre se retiró.
- Maldito Pompón -replicaba Blue- ahora lo odio el doble de lo que ya lo odiaba.
- Ahora debe estar mucho mejor que nosotros -se quejaba Black.
- Y así se hace llamar el futuro protector de los derechos -murmuraba el azul.
Los dos continuaron limpiando mientras se quejaban y maldecían a su ex hermanastro.
Romulfo llegaba a su casa, y como siempre, recibía las quejas de su hermana.
- En serio, ¿no sabes hacer otra cosa que no sea molestar? -reclamaba ella.
- Mejor no digas nada, que me molesta que desde que existes, papá y mamá te prestan más atención a tí -replicó el mayor.
- Pero sabes que no por eso tienes que ser así -habló Corchetis.
- ¿Sabes qué? Mejor tú en tus asuntos con TUS amigos y yo en mis asuntos con MIS amigos -dijo él encerrándose en su cuarto.
Sus padres siempre habían querido a su hermana más que a él, y ella en cambio... parecía interesarse por él más que ellos.
Olivio recién llegaba a su casa, oh no, otra vez el mismo problema. Sus padres se gritan el uno al otro, a veces incluso llegan a agresiones físicas.
- ¡Maldito el día que te conocí! -gritaba su madre.
- ¡Maldito el día que me casé contigo! -también gritaba su padre.
- ¡No nos hubieramos casado de no ser por los niños! -reclamó ella.
Ay, siempre era lo mismo, culparlos a él y a su hermano Oliver, quien en un rincón lloraba escuchando la discusión de sus padres.
- ¡No más! ¡No! -Olivio subió las escaleras corriendo.
Tanto ruido lo desesperaba, por lo que Olivio se iba a su habitación y se encerraba. Se trataba de otro de sus ataques de desesperación.
Cuando terminaba el desorden de su cuarto, se recargaba en una pared y lloraba con la respiración entre cortada, había tenido qué lidiar con eso solo desde que sus padres empezaron a pelear, que, recordando, fue casi desde que tiene conciencia.
Luego de un rato su hermano lo buscaba y terminaban llorando juntos y abrazados.
Finalmente, Romino está en su casa, solo como siempre, pues a sus padres parece importarle más el trabajo que él, y cuando volvían, siempre le decían lo cansados que estaban y que no los molestara.
Su hermano Román parece no queree entrometerse en su vida tampoco, pues todo el tiempo está como ausente de la realidad encerrado en su propio mundo, que sería su mente.
- No entiendo -susurraba Romino una vez en su cuarto- el idiota de Danito también tiene la misma situación... pero... ¿porqué él y yo somos tan diferentes? El es más respetado e inteligente... tal vez él sea mejor que yo... No, no puede ser así, no dejaré que sea mejor.
Esa era la rutina de todos los días de cada uno, y lo peor, era que negaban sus problemas, por eso era que la señal de emergencia no los detectaba, porque ellos mismos negaban e ignoraban sus problemas.
La única manera que encontraron de tapar esas inseguridades era ser malvados con los demás, pero ¿hasta cuándo podrían seguir así?
Ni siquiera ellos mismos sabían si podían seguir soportando más sus tormentos.
- ¡¿PORQUÉ ME PASA ÉSTO?! -exclamaron en una sola voz, cada uno desde el lugar donde se encontraban.
Negar que estaban en problemas parecía una solución fácil, pero solo ellos saben en sus corazones lo duro que es su día a día.
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Hola, espero que les haya gustado, no olviden votar, comentar y compartir para más OneShots como éstos.
Pregunta: En el OneShot pasado creo que quedé a deber varias explicaciones, así que... ¿qué les cuento primero?
La redención de los Siniestros.
La reconciliación de Chasco y John.
La boda de Tulio y Bodoque.
La inclusión de Wizard y el cambio de nombre del grupo de los Elementales.
Voten.
Violett💜
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