OneShot#51
Para iniciar éste OneShot remontémonos a unos... 10 años en el pasado aprox.

Segurito no siempre fue ese adulto responsable al que todos respetan, de adolescente era responsable, pero no todos lo respetaban aparte de los profesores.

Con 17 años era el mejor estudiante del instituto, pero por lo mismo que era un nerd con el único propósito de ir a la universidad.

Profesora: Como proyecto final, cada uno me va a traer un ejemplo de cómo dar primeros auxilios.

Todos los estudiantes anotaron y tocaron la campana, señal de que era hora de salida.

Alumno: ¡Oye, taradito! -lanza una bola de papel- me vas a pasar la tarea de la clase pasada.

Segurito: No lo haré.

Alumno: Tienes qué pasarmela, idiotito.

Segurito: ¿O qué? -voltea sin miedo.

Alumno: O mis amigos y yo te daremos una paliza.

Los dos amigos de aquel estudiante rodearon a Segurito.

Alumno: Ahora te ves muy "Insegurito".

El de gafas huyó de los abusadores, quienes no paraban de perseguirlo, luego, Segurito ve un taller de robótica, ahí se ocultó hasta que pasó el peligro.

Miró a su al rededor, le parecía fascinante lo que veía.

Encargado: Jovencito ¿qué haces aquí?

Segurito: Emmm... pasaba por aquí y me interesó mucho su taller -dijo un poco tímido.

Encargado: Mmm, ¿te gusta la robótica?

Segurito: Algo -afirmó nervioso.

Encargado: Bien, pues entonces te muestro el lugar.

El señor le explicó a Segurito que el propósito de aquel taller era crear máquinas que pudieran realizar algunos trabajos, en eso, el chico vió una caja con varias piezas amarillas.

Segurito: ¿Y esas partes?

Encargado: Ah, se planeaba fabricar un robot con esas piezas, pero no se ha realizado por estar trabajando en otros proyectos.

El adolescente miró aquellas piezas y se le ocurrió una idea.

Segurito: ¿Cree que pueda llevarme las piezas? Es para una tarea escolar.

Encargado: Claro, muchacho, si en tu escuela necesitarán esas piezas puedes llevártelas.

Segurito: Gracias -sonrió y salió del taller con la caja de piezas.

Cuando llegó a su casa se instaló en el garaje, revisó todas las piezas y tenía una idea de qué podria crear.

Con ayuda de su papá, llamado Prudencio, (hermano de su tío Imprudencio), el cual sabía de robótica, construyeron al robot que acompañaría a Segurito por el resto de su vida.

Prudencio: Verás que éste invento quedará bien.

Conectaron unos cuantos cables y terminaron de ensamblar aquel androide.

Segurito: ¡Lo llamaré Dami! -exclamó feliz.

Dami: ¡Oh! ¡Gracias! -habló.

Segurito no sabía qué reacción poner, estaba feliz, pero sorprendido, tal vez un poco asustado.

Prudencio: Creo que ahora tienes un nuevo amigo -puso su mano en el hombro de su hijo.

Segurito: ¡Y será mi mejor amigo! -saltó a abrazar a su padre- ¡Gracias por ayudarme!

Prudencio: De nada, hijo -corresponde a su abrazo.

Con un par de arreglos más, lograron que Dami tuviera un tono de voz normal en vez de uno robótico, que usaba como sistema de defensa cuando su creador más joven se ponía un poco histérico.

Tras el ensamble de Dami, Segurito olvidó que debía llevar de tarea un ejemplo de cómo dar primeros auxilios, vió al androide y se le ocurrió una idea.

Llevó a Dami a la escuela como "maniquí de ensayo" y explicó la manera adecuada de dar primeros auxilios. La profesora le aplaudió y los alumnos se quedaron con la boca abierta.

Meses después, Segurito se mudó a la gran ciudad, alquilando una pequeña casa, adoptando un gato, e ingresó a la universidad donde conoció el amor...

Segurito: -pensando- es tan... perfecto...

Su nombre era Antony, y era el chico más atractivo de la escuela.

Dami: ¿Enamorado?

Segurito: Podría decirse... verás, yo nunca tuve pareja en el pasado.

Dami: ¿Qué probabilidad hay que él pueda ser tu primer pareja?

Segurito: La misma probabilidad de que en el futuro tenga un vecino tranquilo y responsable.

El de casco se hizo amigo de Antony y pronto comenzaron a llevarse bien, cada vez Segurito se enamoraba más de él, y estaba decidido a declararle su amor.

Dami: ¿Estás seguro de ésto? -preguntó sosteniendo un cartel.

Segurito: Si ésto sale mal dejo de llamarme Segurito.

Dami: Y yo te llamaré Segu.

Segurito: ¡Que ni se te ocurra!

El chico llegó a donde ellos, Dami esconde el cartel y Segurito habló.

Segurito: Antony, sabes que llevamos mucho tiempo de ser amigos -toma aire- y... bueno... yo... tú me gustas mucho.

Antony: ¿En serio?

Segurito: Sí, y la verdad... yo estaría más que feliz si tú aceptaras... -Dami saca el cartel con la frase "¿Quieres ser mi novio?"- si aceptaras ser mi novio... -dijo sonrojado y nervioso.

Antony: Emmm... Segurito, sabes que te respeto y te aprecio, pero... -dijo algo incómodo- no puedo corresponderte, a mí me gusta una chica.

Segurito: Ouh... entonces... -no supo qué decir- bueno... tal vez podamos seguir siendo amigos...

Antony: Si no te sientes incómodo podemos seguir siéndolo -afirmó con una sonrisa.

Segurito: Bien... entonces... como amigos será -dijo apunto de llorar.

Antony: Pero no te sientas mal -pone su brazo al rededor de su cuello- se que algún día encontrarás a la persona indicada.

Segurito: sí -rió falsamente- tal vez...

Dami: Mira la hora, tenemos una ocupación, si no te importa debemos irnos -se lleva a Segurito, quien en cualquier momento dejaría salir las lágrimas.

Antony: Está bien, adiós Segurito -se despide.

Segurito: Adiós -dice con una sonrisa falsa para después romperse al lado de su amigo.

Dami: Tranquilo, quizá el tenga razón y en el futuro encuentres a una mejor persona -lo abraza.

Segurito: No lo se -sollozó- es que...yo quería que él fuera mi persona.

Dami: Ven, volvamos a casa y preparemos algo rico de comer, ¿qué opinas?

Segurito: Bien -dijo limpiándose los ojos.

Por primera vez había sido víctima de un corazón roto, tanto que aseguró no volver a enamorarse.

Luego de graduarse, obtener su título y un trabajo estable, con 25 años decidió mudarse de aquella gran ciudad y se fue a alquilar un departamento con Dami a una ciudad donde se daba el mejor noticiero de todos los tiempos.

Desafortunadamente no pudo llevarse consigo al gato, así que lo dejó en casa de Antony, quien seguía siendo su amigo.

Segurito: Dami, prepárate porque aquí comienza nuestra nueva vida -dice bajando las maletas.

Dami: ¿Qué podría salir mal?

A los meses siguientes, en los que Segurito aprendió a tocar la guitarra, el destino les mandó algo que acabaría con la paz en sus vidas, o mejor dicho, les envió a alguien.

Guaripolo: -cayendo de la ventana- blaaahh.

Segurito: ¡Guaripolo! -exclamó asustado y enojado.

Respecto al amor, luego de un año, el de casco creyó sentir amor por una chica llamada Rita Socorro, sin embargo ella tampoco correspondió.

Ah, pero, pero, pero, comenzó a sentir un cariño fraternal por un niño que vivía en ese mismo edificio, el cual terminó adoptando luego de que sus padres perdieran su custodia.

Y eso no es todo... pues déjame que te cuento que antes de eso...

Guaripolo no respondió, agarró a Segurito del cuello y le plantó tremendo beso en la boca que a ambos los dejó sin aliento.

Ahí, Segu...rito, se dió cuenta de que estaba secretamente enamorado del vecino irresponsable y holgazán que nunca imaginó tener, y sin saberlo, éste le correspondió.

Segurito: ¡Cómo odio tu irresponsabilidad! -reclama enojado.

Guaripolo: Pero me amas a mí, blaaahh -contesta burlón.

Segurito: Ah -suspiró- siempre encontrando una forma de ganar.

Guaripolo: Porque se que me amas, blaaahh -se le acerca coqueto haciendo que el de gafas se sonroje.

Dami: Ay, el amor.

Monstruino: Otras 15 o 16 retadas más y tengo papá nuevo -ríe.

Al parecer, después de todo, Segurito logró encontrar lo que siempre había querido desde que era joven... alguien a quien retar... digo... alguien a quién amar.

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Hola, espero que les haya gustado, no olviden votar, comentar y compartir, que también tenemos OneShots del pasado de los personajes, tengo en mente uno demasiado emotivo pero no se si debería escribirlo y subirlo (si me dan ganas gracias a Starlex).

Pregunta: ¿Cómo estás? También me peeocupo por ustedes.

Violett💜