En una alta montaña nevada se encontraba un joven de unos diecitantos años con chullo azul y mirada sería, este se escondía tras unas rocas y se asomaba de vez en cuando para ver si algún infectado se encontraba cerca, ya era extraño que hubiera tanta tranquilidad. En eso se alertó y cargo su escopeta al oír un chillido, y apuntando con mucha precisión le disparo dos veces en la cabeza, matandolo en el acto y asegurándo el área.

—¡Agh, por dios! sabía que no estábamos solos — exclamó un chico rubio de edad similar, el cual se encontraba escondido detrás de otra roca cerca y también sostenía un arma.

Ambos jóvenes salieron de su escondite y se acercaron a ver el infectado en el suelo, uno de ellos hizo una expresión de desagrado mientras que el otro lo veía con tranquilidad.

—Ngh, cómo odio a estas malditas cosas — expresó con asco y evitando verlo.

—También yo, pero sigamos a ver si hay más adelante — dijo el chico con simpleza y avanzando.

—Ngh craig ¿estás seguro de que es por aquí? — pregunto el rubio tras de él.

—Si tweek, ya te lo dije, no es la primera vez que exploró está zona — respondió.

—Es verdad. Mm... Tienes una muy buena memoria, me dijiste que había sido hace cinco años.

—Tampoco es que haya cambiado mucho este lugar, sólo... Hay más arbustos es todo.

Tweek y craig siguieron corriendo hasta que se encontraron con una base abandonada, la cual se trataba de una vieja tienda de ropa. Cuerpos infectados por hongos y sin vida se hayaban tirados en el suelo y uno que otro cerca de los árboles.

—El infectado que quiso atacarnos hace un momento, posiblemente era el sujeto que cuidaba estas armas — supuso craig mientras tomaba varias municiones de la barra y un revolver — fue mordido por uno de sus compañeros y no murió, sólo se convirtió y se quedó vagando por el lugar.

—Que mal por el.

Tweek también tomó todo lo que puedo y lo guardo en su mochila. Y cuando no vieron nada más útil que llevar salieron de la tienda para regresar.

Ya empezaba a atardecer y la tormenta de nieve se volvía cada vez más fuerte. Al llegar a su respectiva base, un enorme teatro abandonado, pero lo suficientemente seguro lo primero que vieron fue a varios de sus compañeros parados afuera.

—Hey chicos ¿cómo les fue? — pregunto un chico de cabello castaño llamado clyde.

—Conseguimos más municiones y armas — ínformo craig.

—Genial, aunque pienso que se tardaron más de lo necesario ¿acaso aprovecharon para darse algo de calor a solas? Jeje — bromeó con una sonrisa burlona, mientras bebe y token los veían sin decir nada. Ya era común escuchar las estúpidas insinuaciones de clyde, que más daba si estos dos se revolcaban a sus espaldas, no era más que un metiche.

Tweek se avergonzo de inmediato y ni siquiera supo que responder, mientras que craig en cambio le sacó el dedo de en medio e hizo una expresión de fastidio.

—Saldremos a patrullar la zona — dijo token cambiándo el tema — bebe vio a alguien infiltrandose en la plaza, ya está muerto pero sospechamos que lo enviaron para vigilarnos.

—Si, lo mejor será encontrar al resto y eliminarlos para que no nos causen molestias — terminó de decir bebe.

—Que mierda, iremos con ustedes — dijo craig decidido y tweek asintio de igual forma.

—No, ustedes dos quedense aquí cuidando la base — ordenó Kenny, quien caminaba hacia ellos y había escuchado la conversación — nosotros nos haremos cargo de esos bastardos.

—Tsk ¿seguro de que no necesitarán más ayuda?

—Si tucker, ahora vayan adentro, nosotros ya nos vamos — aseguró el inmortal con una sonrisa confiada.

—Ugh tengan cuidado — les dijo tweek al verlos subir al camión.

—No te preocupes tweeky ¡Diviértanse! — se despidió bebe al subir junto a los otros al camión.

Cuando ya todos estaban listos kenny empezó a conducir y el vehículo se fue alejando hasta perderse de vista.

Craig observo detenidamente el camino por donde se habían ido y después suspiro, dándose la vuelta y caminando hacia la base junto con tweek.

Uno de los lugares preferídos de craig era la sala abandonada del teatro, en donde habían varios sofás cómodos para descansar y nadie venía a molestarlo cuando quería estar sólo. Ahora este se encontraba recostada en el sofá más grande y veía el techo en silencio, a veces nos podía dejar de pensar en el viejo de su padre y los días que pasaron juntos, aunque el nunca le demostró que lo quería y simplemente se hacía el que no le importaba, cinco años después de su pérdida aún seguía lamentando su muerte.

—¿Estás bien? —escuchó la voz de su compañero y miro hacia la puerta, tweek estaba de pie y cruzado de brazos, también se veía algo preocupado.

—Si... Lo estoy.

—¿Estás molestó porque Kenny no te dejó ir a patrullar?

—No... Y me da igual si se los comen los infectados, son unos idiotas — fingió indiferencia y después bufo — Supongo que el "inmortal" sabe lo que hace, al igual que esos tontos.

Tweek sonrio un poco al escucharlo y luego se acerco más.

—Creo que Kenny es un buen líder — opino tweek pensando en el nombrado, craig sólo miró el techo sin decir nada — digo, todas sus estrategias nos han servido de mucho hasta ahora y si no fuera por el no se en donde rayos estaría yo ahora.

—...

—Seguramente en medio de un bosque... Sólo, hambriento y desarmado, Ngh o muerto — pensó sintiendo un escalofrío en su espalda.

—Si... Llevan un buen tiempo juntos ¿eh? Que afortunado eres de haberlo encontrado — dijo esto último en tono desinteresado.

—... Le debo mucho, es por eso que lo admiro tanto — sonrio levemente.

—Yo... Bueno, no puedo negar que el inmortal es una buena persona — admitió con pesar mientras se incorporaba y quedaba sentado en el sofá — me recibió en su equipo y confío en mi cuando estaba totalmente sólo... — bajo su mirada un momento.

El rubio tomó asiento y al igual que este subió los pies al sofá, quedando así frente a frente.

—Sólo lo respeto... Pero tampoco creo que sea la gran cosa.

—Suenas celoso.

—¿Celoso? Pff ¿por qué lo estaría?

—No lose... Quizás porque todos creen que Kenny es genial, fuerte... Y guapo.

—... Mm si claro, y eso último ¿no lo pensaras solamente tu? — sospecho mirándolo a los ojos.

—No voy a mentirte... Si pienso que es muy guapo — confesó sonriendo.

—Ah, entonces te gusta — levanto una ceja y se inclino un poco hacia el.

Tweek sólo rio y lo miró detenidamente mientras se acercaba más a su rostro.

—... Me gusta, pero no de la forma que crees. Lo veo más como un amigo — le aclaro.

—¿En serío?

—Por supuesto, además... — se atrevió a acercarse un poco más — pienso que tu eres mucho más guapo... — claramente se le insinuó y craig no se alejo en ningún momento, solo aprecio esos  intensos ojos azules y luego sus labios, los cuales estaban cada vez más cerca y entreabiertos.

—...

—...

Y craig no pudo contenerse más.

En un rápido movimiento le sujeto las mejillas al rubio y corto la poca distancia que les quedaba, se adueñó de sus labios en un ardiente beso y tweek no se resistió, sólo llevó sus manos hasta el cuello de este y lo acaricio mientras le correspondía con el mismo deseo.

Afuera la tormenta empeoraba, y podía verse a través de la ventana de esa sala, sin embargo a ninguno de estos le importo, no era la primera vez que había una tormenta así, y en ese momento sólo les interesaba seguir acariciando la piel desnuda del otro, besarla y sentir su calor.

Y así continuaron por un largo rato más... Todas sus prendas se encontraban tiradas en el suelo y los leves gemidos de tweek junto la agitada respiración de craig podían escucharse por toda la sala, eso más el sonido de sus pieles chocar una y otra vez, unas más fuertes que otras.

Cerca de estos había una pequeña chimenea encendida y mantenía la sala a una temperatura más o menos cálida. Lo que acababan de hacer sin embargo les brindó un calor bastante confortable y cómodo.

Craig estaba sentado y tenía la mirada gacha, luego echo un vistazo a su mano aún herida, a causa de una De un disparo que había recibido hace unos días y suspiro, en eso sintió cómo tweek lo abrazaba desde atrás y al mismo tiempo le daba un suave beso en el cuello.

—Nhn... Fue increíble — le dijo el rubio besando su hombro desnudo. Lo había disfrutado demasiado para ser su primera vez.

—... Si, lo fue — sonrio levemente.

—¿Cómo sigue tu herida? — pregunto sin dejar de abrazarlo y viendo de reojo su mano.

—A veces me jode en el momento de disparar, pero ya me acostumbrare.

—Ngh, deberías seguir descansado hasta que mejore.

—No es necesario, aún puedo disparar.

—Que necio eres — dejo de abrazarlo y después se recosto en el sofá, soltando un gran suspiro y sonriendo.

—Tu también — lo míro.

—Ajá si...

—...

—... ¿Ya habías estado con alguien antes, craig?

—... No, sólo contigo ¿y tu?

Tweek solto una pequeña risa y lo miró.

—También fue mi primera vez...

—No parecía dolerte.

—Jeje si dolió, pero vamos, ya he soportado disparos y cosas peores... Este dolor no fue nada, al contrario... Fue puro placer — sonrio gustoso.

—Jum, ya veo.

—Craig... No creo que los chicos regresen hoy. La tormenta empeora... — miro de reojo la ventana a lo lejos.

—Siempre regresan días después haya o no haya tormenta.

—Si, es verdad.

—Estaremos un buen tiempo aquí solos.

—Ngh si... — levantándose, el chico se inclino hasta el otro con una sonrisita y beso su mejilla y cuello, haciéndolo jadear.

—Tweek... Acabo de ponerme los pantalones.

—No te cuesta nada bajartelos, es más... Yo te haré el favor — Dijo el rubio para después bajar del sofá y quedar de rodillas frente a este, acercándose a su entrepierna y bajandole el cierre mientras lo veía a los ojos. Craig lo miraba atento y no se opuso, solo le permitió hacer lo que quisiera con su intimidad y le sujeto la cabeza, enredando sus dedos en esos rubios cabellos y acariciandolo.

—Lo haces increíble... — comentó agitado al sentir su cálido aliento y lengua.

—Nhn... Te quiero... — confesó el rubio para después comenzar a chupar.

—Y yo a ti bebé...

Todos sus sentimientos salieron a flote esa noche y se demostraron lo mucho que se querían y deseaban. No sólo sentían atracción sexual el uno por el otro, sentían que tenían un vínculo muy especial desde el día que se conocieron, y ahora querían protegerse hasta con su propia vida.

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Al día siguiente la tormenta se había calmado, soló pequeños copos de nieve caían lentamente desde arriba y craig vigilaba en el techo de la base junto el rubio.

—Tweek, mira hacia allá — le habló y el rubio se acercó hacia el, viendo atentamente hacia unos árboles lejos, en donde notaron a un pequeño grupo de personas.

—Enemigos...

—Podemos con ellos, preparate — dijo serio y apuntando con su arma.

—Si.

Tweek también se posicionó y esperaron ahí a que se acercaran más a su base, no sabían exactamente a qué escuadrón pertenecía pero les daba igual, estaban en territorio ajeno y no les dejaron poner ni un pie en su casa.

Continúara...

Nota: en realidad no sé si la continúe solo pensé en este au y quise expresarlo en palabras. Todo depende de mi inspiración cómo siempre.