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Situación Caótica

Thanatos se encontraba disfrutando de un día soleado, las ninfas disfrutaban de la melodía de la lira que el dios de la muerte tocaba con delicadeza. Sin embargo, todo aquella zona de pa, y armonía desapareció, puesto la presencia de una ninfa, encargada de limpiar el templo del dios del sueño, llegó apresurada.

Estaba agitada y miraba horrizada las posibilidades del que dios de la muerte le castigará.

— Señor, señor...

— ¿Eh? ¿Cómo te atreves...

— Señor, su hermano, la señorita Ker pide su presencia.

La mención de su hermano, seguido de su hermana, le hizo detener su reclamo y de manera rápida corrió hacia el templo principal, en dónde se encontró a la diosa quien disfrutaba, aunque aquella felicidad se esfumó tan rápido.

— Th-Thanatos que alegría verte, ¿a qué se debe ti visista?

— ¿Dónde esta Hypnos?

— ¿Eh? Está en su habitación, lo espero...

— Es raro que tú vengas aquí, que has hecho Ker.

Ker queda en silencio, hasta que mira a la ninfa que se esconde detrás del dios de la muerte.

— Has sido maldita ninfa. Voy a matarte.

La ninfa se esconde, sabía bien que Ker era caprichosa y asesina, sin embargo Thanatos le quitó aquella idea, haciendo que la diosa le dejara pasar por aquel atrevimiento. Sin embargo la discusión siguio entre los dioses.

— ¿Dónde está Hypnos?

— Sencillo. Ahí...

Ker señala con fastidio hacia cierto lugar, ahí se encontraba un niño de cabellos dorados, largo y su piel clara, a pesar de darle la espada el pequeño niño demostraba algo de miedo. Thanatos miro con una ceja alzada, para luego dirigir la vista hasta Ker.

— Deja de jugar, sabes que a mí no me gusta estás cosas.

— Estoy siendo sería, él es Hypnos. Nuestro adorado y exquisto hermano~

La diosa hablo con excitación, haciendo molestar al gemelo de cabellos platinado. A Thanatos no le gustaba que la diosa Ker se acercará a su hermano, sabía las intenciones de ella hacia su hermano, sabía que Hypnos era reservado, sabía en absoluto que Hypnos no era de esas personas que caían tan fácil.

— Cállate, debería darte vergüenza.

— Claro, así como tú, no me dejas disfrutar a mi querido hermano, no dejas que este conmigo, tienes miedo que te lo quite.

La sonrisa desafiante de la chica hizo molestar aún más al dios de la muerte, quería matarla, sin embargo no tenía el valor suficiente.

Estaba por responderle, pero había sido detenido, la repentina voz suave de un pequeño ser les llamo, Hypnos se encontraba enfrente, sosteniendo el ropaje que alguna vez usaba sin problema. Su atuendo era demasiado grande para él.

— ¿Por qué discuten?

La pregunta no obtuvo respuesta, puesto ambos adultos solamente se sonrojaron ante la atenta mirada y esos grandes ojos dorados, haciendo que ambos quitarán la mirada, sobre todo cuando notaron el pequeño cuerpo.

— Señor, señorita, si me permiten puedo ir a ayudar a cambiar al pequeño señor Hypnos.

La ninfa hablo, rompiendo la tensión, cosa que Thanatos afirmó, en cambio Ker estaba por detenerla, pero Thanatos se lo impidió.

_

Thanatos le reclamo. Pidió explicaciones, sin embargo la chica no dijo mucho, cosa que hacía enfurecer aún más al dios de la muerte.

— Tienes que decir, sino le avisare al señor Hades acerca de tu incompetencia. Recuerda que Hypnos es el consejero principal de Hades.

— Pensé que tú también era consejero.

— Si, consejero de guerra, así que deja de hacer tontería y regresa a Hypnos ¡YA!

— No puedo, a menos no de cómo revetirlo, le di un poco de poción que me dió Artemisa, dijo que funcionaba para rejuvenecer la piel, quise probarlo en mi, pero mejor se lo di a Hypnos, el es lindo en todos los sentidos tan tentador y capaz de hacerlo mio~

— ¡Ker!

— Bueno, bueno, buscaré una manera aunque me tomara tiempo, tendré que preguntarle a Artemisa como funciona su poción.

— Date prisa, sino quieres ser tu la que esté en una poción muy mal.

— Está bien, por el momento te dejare el camino libre, para que enamores a nuestro hermano, se que no has obtenido su corazoncito, ya que te haya rechazado seguiré yo.

La chica fue directa, sabía de los oscuros sentimientos de su hermano hacia Hypnos y sin embargo no se sentía celosa, simplemente adoraba ver cómo el dios de la muerte, iba a sufrir tras recibir el rechazo, en cambio, ella, sabía que ganaría, por sus grandes dotes físicos.

Thanatos vio salir a la mujer, dió un suspiro cansando, realmente no le gustaba la idea de tener a un pequeño Hypnos, debido que Hades era estricto si se trataba de sus consejeros más leales.

Sin embargo pediría al señor del Inframundo un poco de ausencia.

— Hermano...

El llamado fue notoria, haciendo que el platinado se girará y se encontrara con ese pequeño niño. Ya vestido de manera elegante, la mujer hizo reverencia y salió, dejando a ambos dioses solos.

— ¿Dónde está nuestra hermana Ker? Quiero jugar con ella.

— No, no deberías jugar con Ker en estos momentos.

— ¿Por qué? ¿Está castigada?

— No, está loca.

— ¿Loca?

— Olvídalo. ¿Sabes que pasó antes de esto?

— No, solamente recuerdo que me prometistes que me ayudarías, que yo sería tu asistente de para poder conseguir almas.

— ¿Eh?

Thanatos miro a Hypnos, quien pronto sonrió, Thanatos recordó perfectamente ese día, día en que ambos vivían en una cueva, antes de servir al dios del Inframundo. El había prometido a Hypnos ayudarle con sus habilidades, puesto el rubio aún no tenía conocimiento de los suyos.

— Yo quiero ser como tú, quiero tener cosmos y usarlo para el bien.

— Pero...

— Yo sé bien que mi hermano es hábil, aunque... ¿Por que eres más grande? Eres un señor grande...

Thanatos solamente lo miro con tristeza y es que el recuerdo era tan vivido, ya que ese día, había perdido todo contacto con Hypnos, el rubio había dejado de hablarle, puesto por un error había lastimado al pequeño niño.

— Hypnos...

— Vamos a la entrada de la cueva y enséñame. Quiero aprender.

El niño tomo la mano del mayor, jalando con suma fuerza, aunque Thanatos no notaba la diferencia. Fue guiado hasta la salida, en dónde Hypnos miro asombrado, viendo el lindo y brillante paisaje que se encontraba ahora.

— ¿Dónde estamos?

— Estamos en los campos Elíseos. Territorio del dios del Inframundo, el señor Hades.

— ¿Señor Hades? ¡Que bien! Le sirvo al señor Hades, hemos hecho cosas buenas ¿Cierto?

— ... Supongo....

— Que bueno, eso me alegra.

Vamos hermano, enséñame.

El niño jalo una vez más al mayor, llevándolo hasta los jardines, Thanatos no tenía planeado decirle o enseñarle, puesto sabía que Hypnos no aprendía de esta manera, Hypnos no era un guerrero, su fuerza se liberaba desde su mente, no de sus músculos como era él.

— Hermano, ¿No me vas a enseñar?

— Hypnos, no puedo hacerlo, como dioses, debes aprender por ti mismo.

— Pero... Pero quiero ser como tú, quiero ser fuerte, como mi hermano, siempre lo he querido.

Thanatos comprendía, había sabido que su hermano había tenido gran aprecio e inclusive había sabido tenía cierto toque de adoración como ningún otro.

— No quiero que pienses eso, de hecho deberías buscar tu propio cosmos.

— Pero...

Trato de decir el pequeño niño, sin embargo no tenía nada que decir, solo el silencio.

— Hypnos, vamos a descansar un poco, hay que disfrutar, sabes que siempre estuvimos en la cueva.

— Hermano, se que soy pequeño todavía, tu re unistes a Hades y cuando yo crezca haré lo mismo ambos seres guerreros de Hades ¿Cierto?

— Consejeros...

— ¡WOW! ¿En serio?

— Si.

El niño disfruto, el aire fresco y el sol, el pequeño se sentía tranquilo, disfrutando todo lo que rodeaba, desde que era joven siempre veía oscuridad total, la cueva había sido su único refugio, su madre se iba todas las noches y durante el día era completamente distante. Hypnos solamente había tenido a Thanatos y a su hermana, sin embargo está última le provocaba miedo.

Para Thanatos le era algo complicado, una, por el simple hecho de verlo como un pequeño niño, un niño indefenso y sin cosmos, le era imposible creer que su tonta hermana haya provocado esto. Por otro lado, le hacía sentir calma, era como si fuera algo bueno, como si se escribirá una vez más los sucesos, aquellos tiempo de oscuridad para los gemelos, en dónde por enseñarle su cosmos fue un error enorme.

Hypnos miro a su hermano, la sonrisa era inocente, el platinado miro con asombro, hacia años que había dejado de ver aquella sonrisa y ahora todos esos recuerdos se volvían al presente.

— Hermano, ¿Cuando vamos a ver al maestro Hades?

La voz suave del pequeño fue notada, se había acercado lo suficiente al mayor, Thanatos por su parte no sabía que responder, por el simple hecho de que Hades no estaba enterado de aquel problema.

— Supongo que pronto, el se encuentra ocupado.

— Entiendo, liderar un dominio es muy trabajoso. Espero poder ayudarle cuando obtenga mi cosmos. Espero ser como mi hermano.

Thanatos suspiro, viendo a su hermano aún disfrutar del paisaje, cortando flores y siendo adorado por las ninfas.

Para la tarde, ambos habían terminado su almuerzo, Thanatos solamente le queda irse, dejar a su hermano dormir un poco, sin embargo, este último se negaba en absoluto.

— No te vayas.

— ¿Eh? Te voy a dejar dormir.

— Tengo miedo de quedarme solo.

Thanatos recordó aquello, a Hypnos le aterraba la oscuridad, le aterraba el miedo a quedarse solo en todos lados, sobre todo cuando el sitio no era visible a los ojos dorados. Thanatos afirmó, tomo asiento a su lado y prosiguió a quedarse con el, contándole pequeñas cositas, el niño había tomado la mano del mayor, a manera que no huyera de aquel lugar.

Pero a final de cuenta, no se dió cuenta.

_

Thanatos había salido, estaba afuera del templo de su hermano, estaba un tanto molesto consigo mismo, puesto casi provocaba una tontería enorme.

Sin embargo, no iba a mentir que cuando era pequeño lo hacía, pero ahora, no debía hacerlo, no quería provocar una tontería tan irracional.

— ¡Hermano!~

La voz de Ker se escuchó a la lejanía, demostrando que ya había obtenido la poción o revertir aquel poción.

— Ya lo tienes, ¿No? Porque te ordene que sino regresabas con algo para revertir tu... Estupidez no te apareciera.

— ¡Uh! Hay que malo eres~ Para que veas, si lo he traído. Pero Artemisa dijo otro detalle.

— ¿Cómo que?

— Una vez bebiendo esto, regresará a ser como antes, no recordara nada, así que puedo tomar un poquito de ventaja.

— ¿Eh?

Ker camino hasta el templo, dispuesta a darle sus más sentidos emociones al pequeño, sin embargo Thanatos la detuvo.

— Déjate de estupideces Ker. Los dos sabemos que a Hypnos no le agradas.

— Ni tu tampoco, ¿crees que no me doy cuenta? Tantas veces que sufres por él, que cuidas de él y ni siquiera te mira. Ha ha ha~

— Lo sé y todo fue por tu culpa hace años. Así que deja de ser egoísta.

— ¿YO? ¡Pero si eres tú, el que tiene a Hypnos aquí! No eres capaz de dejarlo ir al Inframundo, ¿Y sabes por qué? Temes que nuestro hermanito se enamore de otro ser viviente o no muerto, ya sea espectro, alma o yo~

Thanatos lo miro con odio, no le gustaba el hecho de que se metería, que dijera tonterías en absoluto.

— Deberías callarte, no sabes nada. Para que estés creyendo esas ideas estúpidas.

— ¡Entonces dime hermano! ¡Dime porque lo tienes aquí y no haya!

— ....

— Lo sabía, ahora... Déjame ver a mi adorado y lindo hermano.

Ker camino hasta la puerta, era la ganadora de aquel encuentro, sin embargo, Thanatos no se lo iba a permitir, no le.iba a permitir el paso y como si de una guerra se tratase alejo a su hermana del templo.

— ¡¿En serio?! ¡Sabes bien que soy muy violenta en la guerra hermano!

El encuentro era eminente, sabía que obtendria un reclamo de su maestro, sin embargo seguía atacando con furia.  Ker parecía divertirse esquivando cada movimiento y ataque, hasta que finalmente llegó hasta puerta principal.

Thanatos no de lo iba a permitir, no iba a dejar que Ker pusiera sus manos en un niño, mucho menos si era Hypnos. Por ende lanzo su ataque, Ker abrió la puerta, su sonrisa fue notoria, sin embargo el ataque se avecinaba hasta que Thanatos se dió cuenta, Ker había esquivado y el dios se percató de aquel pequeño niño.

Sus ojos palidecieron y de manera rápida a menos intento ganarle a su propio ataque, pero fue imposible.

El estruendo fue notorio, la cortina de humo se espacio por todo el lugar, Thanatos estaba aterrado, sus manos temblaban, corrió como pudo hasta la zona, en cambio, Ker estaba sonriente, riendo como nunca algo lejos.

— Hypnos....¡Hypnos!

El llamado no obtenía respuesta, el corazón de Thanatos se estaba quebrando a casa segundo, aunque alguien más estuvo presente.

— Se-Señor...

Thanatos logro ver la silueta del gobernante, retrocedió temiendo ser castigo, en cambio, Ker paro de reír, viendo aterrada.

— ¿Cómo se atreven a destruir mis campos...?

— Señor lamento eso... Yo...

— ¿Atacar a uno de mis consejeros?

— Maestro Hades solo fue...

— ¿E interrumpir mi sueño?

Ker y Thanatos estaba aterrados, sabía a la perfección que serían cruelmente castigado por la gran falta de respeto. Thanatos logro ver a su hermano, se encontraba detrás del azabache, viendo con miedo a él, Thanatos se sintió mal, recordando que el había sido el causante de todo.

— Ustedes dos hablaré a sola. Una ninfa se encargará de él.

Dicho esto, las órdenes se dieron, dejando muy claro la situación.

_

Thanatos se encontraba mal herido, su cuerpo le dolía, sin embargo debía seguir con su dolor por un tiempo, Ker le había entregado la poción a Hades, con la intención de bajar su condena, sin embargo aquello no sucedió.

Mientras Ker estaba en el Inframundo, Thanatos estaba en los campos Elíseos, tocando la lira de manera calmada. Tenía una orden de no hablar con Hypnos a menos lo que le quedaba de vida.

Las ninfas estaban en silencio, escuchan con calma el sonido de la lira.

A lo lejos se encontraba Hypnos, quien miraba a su hermano y a pesar de a ver regresado a la normalidad, el sabía todo lo sucedido, debido que el dios del Inframundo le contó todo.

Sabia del castigo, sin embargo tuvo el valor para acercarse hasta él y tratar a menos sacarle una sonrisa. Una ve que la lira dejo de tocar, Hypnos se acercó, quería hablar con él.

— Thanatos, yo qui....

No concluyó, puesto Thanatos solamente se puso de pie y se marchó. Su expresión era neutral y para Hypnos eso era algo tan extraño que le provocaba sufrimiento.

Para Thanatos, había hecho ¿Bien? Puesto las leyes de Hades se debían cumplir, aparte, tenía miedo de volver a provocar otra tontería.

En el pasado, había sido el causante de que su hermano fuera herido, de que finalmente pudiera revelar su cosmos, ese cosmos tan insual, el sueño. Y todo por discutir con su hermana, ahora eso mismo ocurría, pero está vez había sido salvado por Hades. Tenía miedo de que sucediera por ese motivo solamente quería esconderse, alejarse de él si era posible.

_

Thanatos se quejo, sus heridas aún no sanaban después de todo, seguían apareciendo en su espalda, aún su castigo no era levantado, recibiría las heridas debido comportamiento.

— Maldición....

Susurró al sentir el dolor en su piel. Debía seguir, no iba a revelarse por el castigo, no quería tener más problemas, sin embargo una sonrisa pequeña surgió en su rostro, tras recordar la linda sonrisa de su hermano, esa viva sonrisa llena de emociones inocentes, su pecho dolió ante los recuerdos ¿y ahora...?

— Que estúpido...

Susurró para si mismo..

El silencio era notorio, pero repentinamente sintió un toque, una persona de encontraba curando las heridas, el sonido no salía, solo las pequeñas quejas del dios de la muerte.

— Deja ahí, no quiero que ninguna ninf...

Guardo silencio, al ver de quién se trataba, su hermano. Estaba ahí, con un pequeño tarro de ungüento.

— Quiero ayudarte, como pago, ya sabes por lo que hicistes por mi.

Thanatos no dijo nada, se puso de pie y camino hasta un pequeño close en dónde saco su atuendo, iba a cubrir sus heridas, pero fue detenido.

— Se que estás castigado, pero a menos déjame ayudarte.

La expresión del gemelo fue notoria, Thanatos alejo la mirada, negándose rotundamente.

— ¿Por qué?

Las respuestas no salían.

— ¡Dime!

El gemelo se colocó enfrente del platinado, viendo los ojos de este. Viendo con desespero una respuesta propia.

Thanatos solamente lo miro, termino por aceptar, así sería más sencillo. Hypnos sintió paz, sin embargo no dejaría ir tan fácil a su hermano. Comenzó a curar, colocando ungüento y siguió con las vendas, el platinado estaba por irse, pero se sorprendió cuando los brazos de su hermano lo envolvieron.

— Perdón por todo lo que he hecho. Se que no debí, pero tenía curiosidad. Siempre he querido ser como tú, siempre he sentido....

No sabía si debía decirlo, temia que su hermano no sintiera lo mismo.

— Es mejor alejarnos, me iré al Inframundo, señor Hades te necesita aquí.

Hypnos quedó perplejo, su abrazo perdió fuerza y poco a poco vio a su hermano ponerse su atuendo e irse.

_

Thanatos no estaba satisfecho, pero queria pasar lejos de su hermano, sabía bien, que en un momento a otro terminará haciendo las cosas mal, desobediendo las órdenes de Hades y causando más que un castigo. Por ese motivo, era mejor irse al Inframundo.

Thanatos partió esa misma tarde, el Inframundo era caos, como de costumbre, se la llevaba en Guidecca, mientras que Ker rondaba por todo el dominio, ambos no se dirigían palabra alguna debido a las órdenes de Hades, los jueces solían ir a verlo de vez en cuando, con la intencion de saber las nuevas leyes del dios.

Esa nueva vida era algo bueno, Thanatos no se sentía tan extraño y aquello era lo mejor. Haciendo que todos sus sentidos se calmaran.

Sabia bien que Hypnos saldría de esta, era fuerte y capaz de superar cualquier adversidad. Por eso el también debía ser así..

Pero ambos no pueden sobrevivir separados.

Fin. (Creo)

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