Odysseus x Death Toll
A petición de _Sae707. Tal vez no respondí tu comentario, pero de esta manera fue que respondí.
Espero y te guste. 😊
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Death toll nunca creyó en que cambiar le haría un bien y eso le hacía sentir orgullosos, sus colegas le respetaban así como el lo hacía con todos, sin embargo lo que le hizo sentirse tan seguro de si, fueron esas palabras que el décimo tercer santo dorado le dijo, a tal punto de creer que el podría conseguir todo.
Comparado con los demás no era tan bello, era destacaba y quería ser mejor que nunca.
Tras ser revivido, agradeció a su diosa, incluso tanto así que fue lleno de gracia tras escuchar que su misma diosa lo tomaba como una buen amigo, cosa que le emociono, tanto fue su sorpresa que creia que estaba soñando.
— Señorita Athena, le agradezco que tenga tanta confianza en este humilde servidor incluso se siente honrado saber que en un futuro no lejano sus caballeros la protegerán en todo momento.
— No tienes que agradecerme, han hecho un excelente trabajo, incluso Odysseus ha aceptado su culpa y ahora camina como uno de nosotros.
— Si, el siempre tuvo compasión por todos, el solo quiso lo mejor ¿No?
— Así es, pero su manera de pedirlo fue demasiado, pero ahora eso ha quedado en el pasado, ¿No es así, Odysseus?
Tras decir aquello, Death Toll se sintió un poco avergonzado, sus mejillas estaba ruborizadas, a pesar de esta hincado enfrente a su diosa bajo su vista esperando no ser visto por el caballero de ofiuco.
— Claro señorita Athena, he visto que el mal en la tierra siempre llega a perder ante su presencia, más con todos los santos que la rodean.
Odysseus hablo con educación, aún así sus ojos que por unos momentos se ocultaron fue para ver a ese cuarto custodio que jamás movió un músculo, en cambio, Escorpio y Gestalt hicieron reverencia, cosa que Odysseus no hizo tan cosa.
— Me alegro, de ahora en adelante el santuario y la tierra han quedado en paz...
Con esa simple frase el cuarto custodio termino por ponerse de pie y de manera sería pidió a su diosa salir, no podía soportar ningún minuto más ahí. Así que de manera apresurada y excusándose de hacer guardia salió de ahí.
Odysseus no sé atrevió a seguirlo con la mirada pero sabía que estaba huyendo de algo, conocía muy bien a ese dorado, era muy llamativo queriendo tener toda la atención necesaria, pero ahora estaba más quieto...
[...]
Cardinale se encontraba en el templo de cáncer, estaba escuchando a su compañero que parecía tener una tremenda crisis, ya que no podía creer que su corazón latiera por alguien, en un principio Cardinale podría mandarlo a la quitan fregada, de no ser que era la primera vez que no hablaba de el, que buscaba miles de manera de verse bien para alguien incluso si era posible ser una persona tan tranquila, sería y si era posible astuta.
— Deberías ser tu mismo, todos en el santuario te conocemos como alguien tan llamativo, no puedes cambiar por alguien...
— Pero... Pero... Le gustan las personas serias... Aparte, siento que me vería bien si soy sería ¿No?
— No... No lo creo, eres una persona divertida a tu manera, no deberías porque avergonzarte.
— Pero... Me sentiré estúpido...
— Pensé que no te avergonzabas por eso, pero he visto que te da vergüenza tu personalidad...
— ¡Waaaah! ¡No sé que pensar! Y todo es por tu culpa...
Death Toll se quejo, solo para aferrarse en un abrazo, cosa que Cardinale solo demostró una amistad, dándole afecto de una manera más amistosa.
— Tranquilo, todo saldrá bien, solo tienes que ser tu mismo...
— Trataré... Aunque no se si pueda me pongo muy nervioso...
— Entonces no lo hagas... Piensa como tú siempre lo has hecho y punto.
Cardinale siempre lo apoyaba no había días en que no estaba ese santo de pescado en el templo de cáncer y siempre había esas típicas conversación que llegaba a punto de causar gracia y buen ambiente entre ambos, pero esa vez el ambiente se tenso, cuando de un momento a otro Death Toll quedó en silencio, esto confundió tanto a Cardinale, ya que solo el custodio del templo podía sentir los cosmos de otros que quisieran pasar por su templo.
Y a pesar de estar en una zona privada no habría problema en absoluto, ya que es un aliado y se trataba de Odysseus.
— ¿Toll?
— Es... Odysseus...
— ¿Y? ¿Solo pasará no?
— N-no lo sé... No se movió más...
Dijo, ya que momentos después de la llegada de Odysseus, pido seguir ese cosmos hasta mitad del templo, quedando a medio pasillo, sin hacer nada y solo de pie.
— Deberías preguntarle que es lo que quiere...
— No... El solo se irá...
Digo, estaba vez restándole importancia, aunque había algo que le decía todo lo contrario y es que una parte de el estaba al pendiente de las acciones de Odysseus.
— Iré yo, no puedo verte así, a menos te ayudaré a ver qué necesita de ti...
— N-No... Espera, parece que ya se va...
Dijo, cuando pudo sentir como Odysseus se marchaba de manera tranquila saliendo de ese templo, tal parecía que iba al pueblo.
Cardinale solo se limito a negar, parecía que Death Toll no quería enfrentarse a Odysseus o tal vez era aquella persona que llamaba tanto la atención de Death, a tal punto de querer ser una persona tan seria.
Cardinale solo nego, demostró una sonrisa pequeña, una clara seña que sería una oportunidad para el santo de cáncer, porque siendo sinceros el jamás había tenido una relación, debido que muchos lo tomaban como una persona fea y de poco gusto.
Pero ahora podría ser diferente.
[...]
Varios días después y de que había ido visitar en ese tiempo a su amigo en cáncer todo parecía ir bien, aunque pudo notar a detalle ciertas cosas, una de ellas fue en la reunión que la diosa dió, logrando ver el interés en la mirada de Odysseus hacia un despistado cáncer quien intentaba olvidarse de esa sensación extraña. Cardinale pudo darse cuenta de que Toll ya había llamado la atención de la gran serpiente, por ende intento demostrar algo de emoción y ver qué acciones pasaban.
Se acercó lo suficiente intentando obsercad a su "rival" aunque en esta ocasión solo era para jugar.
— ¿Estamos listos? Es noche de pijamada.
— ¡Cierto! Lo había olvidado, que mala suerte no he ido a buscar revistas de moda Cardinale.
— No te preocupes...
Quiso decir algo más, pero sentía una sensación tan extraña, sentía su cuerpo pesado, estaba claro, era Odysseus y en efecto, estw se veía tan tenebroso, tanto así que incluso su expresión demostraba algo de odio.
— Cardinale de Piscis, podrías ayudar a Shijima de Virgo, creo que anda coqueteando con Kaiser de Leo...
Aquello lo hizo de una manera tan seria a tal punto de ser fría sus palabras, Cardinale solo afirmó y de manera rápida se fue, no por el hecho de los santos sino de esa opresión que sentía y era uno de sus ranros movimiento.
Los segundos pasado y Odysseus noto el silencio. Cosa que el décimo tercer santo noto.
— Te has quedado callado, he interrumpido algo con Cardinale.
— ¿E-eh? ¡No! No, no...
— Últimamente he visto que me estás evitando, hice algo malo para que no quieras hablarme.
Acercó su rostro al de cáncer, haciendo que este alejara la mirada, mientras sentía un poco de vergüenza y hacia sus mejillas sonrojar.
— N-No digas tonterías... Es solo que...
— ¿Es solo que?
Repitió, aunque aquello no fue respondido y solo obtuvo a un Death Toll huyendo de aquella reunión. Odysseus se enfado consigo mismo y de manera sigilosa y sin llamar la atención fue a buscar a Death Toll.
Death toll comenzó descender, quería encerrarse en su templo, entender porque se sentía así, porque tenía sentimientos por una persona tan hermosa, sabía bien que no era tan hermosa, pero realmente el valía la pena para tener algo así, a un hombre que era esculpido por los mismos dioses.
No era hermoso eso lo tenía claro, sabía que nunca tendría un amor, pero el si tendría un amor secreto, pero su amor secreto, este amor secreto, era verdadero, porque las acciones de Odysseus cada vez eran más notorias y habían confundí aún más al pelirrojo.
— Era lo que quería... Pero porque me siento confundió...
Susurro, ya que en un principio quería la atención de todos, pero no pensó llamar la atención de ese hombre, finalmente se detuvo en su templo, estaba por encerrarse en la zona privada del templo, de no ser o no una mano que detuvo la puerta, impidiendo que huyera más.
— ¿Por que te alejas más?
Aquello le hizo erizar la piel, ya que la voz del mayor la escucho en su oído, en su nuca podía sentir la respiración de este en cambio la mano libre de este comenzó a rodead la cintura del pelirrojo haciendo que Death Toll comenzará a temblar.
— No tengas miedo, parece que no me conoces, hemos hablado muchas veces, incluso cuando era más joven... Ahora eres un adulto y no deberías temerme...
Aquellas palabras las decía de una manera seductora, era evidente que esa sensación extraña era provocada por el mismo Odysseus.
— Death Toll, has sido una persona tan fiel al seguir a la diosa Athena, tu orgullo por tener tu apariencia y tu forma de ser a llamado tanto mi atención que no solo quiero algo amistoso contigo.
Bajo su manoz solo para abrazarlo, dejando caer su cabeza en el hombro. Mientras intentaba pensar bien las cosas.
— Lamento si te asusté, tenía miedo de muchas cosas, de que tú actitud se fuera y eso lo noté con los siguientes días que los reviví con ayuda de la diosa Athena...
— No juegues así... También tengo sentimientos...
Lo dijo de manera tranquila, aunque Odysseus sonaba tan serio que era imposible saber si era una mentira o no.
— Death Toll, dame la oportunidad de ser algo más que tu amigo, si tú no estás cómodo, dime...
Esa propuesta hizo que el pelirrojo se alejara, lo mirada con cierta confusión y terror. Y es que una propuesta así, jamás la escucharía, sería el que lo dijera, pero aún así, no sería capaz de obtener un si...
De nuevo dudo, estaba un tanto avergonzado, bajo su vista mientras intentaba pensar en una respuesta...
— Lamento a verte incomodado...
— No lo hicistes, solo que... Necesito pensar mejor las cosas... Hay cosas que no entiendo y que son confusas aún para mí...
Hablo en un tono tranquilo y a la vez serio, ya que no esperaba una propuesta así, dejaba que su mente le hiciera confundir, ya que su corazón le pedía a gritos que lo aceptará y su mente le decía que todo aquello podría ser una mentira una farsa, el no era tan hermoso para llamar la atención de una persona así, incluso todo ese orgullo que alguna vez tuvo por lo que era había desaparecido, en cuestión de días y todo por el actuar de ese santo de Ofiuco.
[¿Continuara?]
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