No te marchitez(MxAl)
Este es una especie e Oneshot.
De Minos x Albafica, espero y si les guste.
(Es para aquellos que les gusta esta parejita).
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Era una mañana tan tranquila en el santuario.
Albafica era el único aislado de todos en su propio templo, acomodaba los rosales de aquel hermoso y esplendoroso jardín. Las visitas siempre eran rápidas puesto el peliceleste las corría, siempre diciendo que morirían por pasar tiempo o cerca de él.
Las guerras habían terminado y la nueva vida era lo mejor, en cambio, había alguien más que a pesar de no presentarse veía con ensoñación a ese peliceleste.
Una noche lo tomaría por sorpresa lo haría ver lo mucho que lo apreciaba y lo tanto que lo amaba.
Puesto desde la guerra santa había visto como había sido rechazado por el santo de Cáncer, para el peliceleste le había provocado ciertos dolor, pero ahora le valía, tenia pensando en seguir con su grandes labores como un dorado de Athena y jamas entregarse al amor.
-Pobre de mi rosa, pronto, pronto podre demostrarte lo mucho que te he apreciado -hablo.
El peliblanco dio un salto desapareciendo de aquel lugar.
[...]
Athena había reunido a sus dorados en el templo principal, había dado un mensaje de la presencia de los dioses entre ellos Hades, eso había sorprendido a todos, ¿ya tan pronto se aliaría?
Albafica sintió algo raro en su pecho, puesto recordó a aquel espectro que le había provocado severos problemas y verlo de nuevo no le parecía agradable.
-Descuiden, esto será sencillo, la diosa Serafina y Hades van a venir aqui -hablo la muchacha.
-Bueno nosotros solamente nos preocupamos Athena -hablo Shion quien dio un paso al frente -Hemos estado en batallas y volver a revivir y saber que hará eso no podemos... -interrumpido.
-Tranquilo Shion, la señorita Athena sabe lo que hace -hablo Saga quien estaba a lado fe su hermano Hakurei.
Athena quedó en silencio detono una sonrisa y dio un ultimo aviso.
-Así que no se preocupen ustedes vayan a descansar y esperen a los recién llegados -hablo la muchacha con una sonrisa.
Los dorados afirmaron y se dirigieron a sus templos.
Albafica era el ultimo de la orden, no le molestaba en si, mas que podía hacer, solamente pasarían por su templo ¿no? Nadie se quedaría ahí ¿no? Se adentro a su templo, acomodo los últimos ramilletes de flores, aquellos que estaban en floreros y se dirigió a la cocina por un vaso de agua.
Mañana le seria difícil estar tranquilo...
[...]
Era ya era de mañana y tarde, Albafica había limpiado un poco, aunque aun no se sentía de todo seguro, solamente se limito a seguir acomodando un poco sus rosales, el Cid había ido a su templo de visita mas el peliceleste lo hecho diciendo que no era necesario su presencia.
Era normal, puesto el joven de piscis se preocupaba por sus amigos y compañeros de armas.
Los dioses comenzaron, había llegado Serafina quien era seguido por dos de sus generales marino, uno de ellos sonreía gusto, mientras el otro iba en silencio.
Albafica había descubierto que aquel general que sonreía animado había provocado algunos estragos en Escorpio y Acuario, ya que reconocía bien que se trataba de Unity. Mas eso le valió poca cosa, ya que al tener al dios de los muertos le había hecho sentir más que nada nervioso.
Estaba en la entrada de su templo cuando noto la presencia del dios, detrás de el iban los dos dioses gemelos y seguido de uno de los jueces.
Los seres del inframundo, pasaron tranquilos sin ninguna disputa o algo, era raro ver solamente a Radamanthys sabiendo que el grupo del infierno llevaba a tres dioses.
La tarde se había llevado acabo en el recinto principal, los dioses se habían encerrado a discutir, mientras sus santos y llegados disfrutaban mucho, en el coliseo Unity seguía burlándose de Escorpio, mientras que Acuario guardaba silencio mientras que leía, la presencia de Albafica era algo de sorpresa mas los dorados estaban al pendiente de los visitantes.
-¡YA CALLATE ANIMAL! -Exclamo Kardia ya harto. -¡SI TANTO QUIERES A DEGEL TE LO REGALO Y YA! -Soltó de golpeo furioso mientras se alejaba del grupo.
Esto sorprendió a los demás dorados, sobre todo a Degel quien había quedado sorprendido.
-Vaya eso no lo vi venir -hablo Albafica quien había presenciado todo.
-Ni que lo digas -hablo El Cid.
-Eso si me gusto a menos Escorpio sabe lo que hizo -Hablo Wyverns quien estaba sentando en las gradas con una sonrisa.
-Deberías guardar silencio espectro -Hablo Degel con frialdad.
-Vamos Degel sabes que ese griego enfermo no tendrá nada bueno -hablo Unity con una sonrisa.
Aquello ya estaba subiendo de tono, Albafica no sabia que hacer en efecto, mas se giro hacia Radamanthys quien pronto estaba rodeado por los otros dos jueces. Optando así por irse y dejando a los presentes pelear.
Subía por las escalinatas, quería descansar, había trabajado toda la mañana acomodado los rosales y limpiando el templo y una vez que llegó al templo de Escorpio pudo escuchar una voz, voz que reconoció al instante.
-Alba -llamo.
-Sabes que no me gusta que me llames así, espectro -hablo secamente.
-¿Por que huyes del destino? -pregunro. -Sabes bien que nosotros... -interrumpido.
-Nunca va a ver un nosotros Minos, eso fue cosas de niños, nos enfrentamos en batalla y ahora porque mi diosa haga una alianza no quiere decir que yo me vaya a enamorar de ti -hablo fríamente.
-Deberias, nuestro destino siempre sera el mismo, estamos unidos en todas las situaciones -hablo.
-Pues no, no aceptaré nada de ti -hablo y siguió su camino.
Término por detenerse debido que reñía enfrente al espectro, detonaba una sonrisa tranquila y aunque Albafica demostraba otro rostro aquel no cesaba.
-Alba, no tengo la culpa que te hayan rechazado, dejarme ayudarte a ser feliz se que puedo hacer que tu no te me marchitez -hablo quien pronto acaricio la mejilla del peliceleste.
Aquello había sorprendido al peliceleste, golpeó levemente la mano del albino y lo miro molesto.
-No confundas la situación... -replico.
-No, tu no confundas la situación, porque yo he sentido algo por ti y tu nunca me aceptaste ahora que lo hago de la manera mas cordial me vas a rechazar... -hablo -Solo porque no soy como Cáncer -finalizo.
Aquello hizo que Albafica le alzara la mano pero había sido detenida por Minos quien al sujetarla lo atrajo a su cuerpo, un beso duradero se hizo presente, Minos paso una de sus brazos a la espalda del peliceleste atrayendo mas a su cuerpo. Mientras su beso seguía en acorde Albafica quedo estático por aquello, aun así no se movía en absoluto.
Cuando finalizó el beso, Minos se separo, noto la cara de sorpresa del piscis y simplemente y a duras penas hablo.
-Eres... Un... Idiota -susurro.
Aquello había dejado sorprendido al albino, Albafica siguió su camino aunque no quedo a gusto el espectro, quien pronto se hecho sobre el derribándolo.
-Alba... ¿Por que me sigues rechazando? -preguntó suplicante. -Dime ¿que hice para que me odiaras? -volvió a preguntas.
-Me mentiste, dijiste que me amabas de verdad pero descubrí que me mentías cuando te vi hablar con Lune, sabia que ese sujeto... -hablo con tristeza quien pronto giro su vista hacia otro lado.
-¿Lune? Sabes bien que Lune es un simple subordinado nada que ver nunca tuve un encuentro con él, el día en que estuve cerca era porque había espías cerca y se me hacia extraño... Porque eras tu -hablo.
-Quitate, no quiero ver con nadie -hablo.
-Albafica, te amo demasiado y sin importar que me odies haré todo lo posible para hacerte feliz y me aceptes -habló el albino quien después de darle un beso en la frente se levanto y se alejo.
-Titiritero... ¿Realmente dices la verdad? -preguntó el peliceleste quien aun no se levantaba del suelo.
-¿Quieres seguir cerca de mi? -pregunto con burla.
-¡No me refería a eso! -dijo, mientras estaba sonrojado.
-Entonces es... -habló con una sonrisa.
-Nada me voy a mi templo -hablo quien se ponía de pie.
Minos bufo molesto tal parecía que aun no estaba a su merced, no entendía porque iba detrás de ese santo, si ni siquiera lo veía como un aliado ahora, Aiacos y Radamanthys se burlaban por tener amor a aquel hombre que ni siquiera le hacia caso, mas no perdía mucho aquellas llamadas esperanzas.
No iba ser la única vez que haría eso.
[...]
Había despertado, estaba mas que tranquilo, el peliceleste se ducho y alistó para dedicarse a la jardinería de sus rosales.
-Bien, la soledad es bueno para mi -hablo Alba.
-Eres muy aburrido en ese aspecto Alba-Chan -hablo un albino.
-¡Mino! ¡¿que haces aquí?! -preguntó con sorpresa.
-Solo vine a verte, ¿quieres ayuda? -pregunto.
-No, no necesito tu ayuda ahora fuera... -hablo molesto.
-Que mal humor andas solamente acepta mi salida, digo, pronto me voy y regresaré a mi puesto... -interrumpido.
-Mencionas a Lune y juro que seré violenta contigo -hablo.
-Entonces si me quieres ¿verdad? -preguntó.
-No, nunca -hablo.
-Entonces me voy con Lune -dijo dándole la espalda.
Albafica se molesto mas y lo tomo del hombro, lo giro y lo tomo del cuello dándole un beso al albino.
-Ahora vete -dijo Albafica una vez que término de darle el beso.
Minos sonrió mas siguió quedándose ahí, aunque a final de cuenta el peliceleste no se negó a correrlo, al contrario, recibía las miradas de Minos, mas ni se molestaba en absoluto.
Así quedo durante todo el día, tal parecía que Albafica le agradaba la presencia del espectro.
-¿Podemos ir al pueblo? -pregunto.
-No -respondio el celeste.
-Bueno entonces me voy con Aiacos -dijo el albino quien se puso de pie.
-¡Nada de eso! -exclamo quien lo jalo del cuello de aquella camisa.
-Entonces ¿iras? -preguntó.
-Esta bien vamos -hablo.
Minos sonrió le gustaba ver al peliceleste celoso, sabia que aquel santo tenía sentimiento hacia su persona a pesar de no demostrarlo muy seguido pero como deleitarse con aquel rostro hermoso, verlo todos los días escondiendo su tristeza entre sus rosales, conocía bien el secreto de su rechazo, mas no le impidió seguir intentado.
[...]
En el rodorio que quedaba mas allá del santuario, Albafica iba en silencio, mientras recibía miles de "Bla, bla, bla" de parte de Minos, varios pueblerinos veían sorprendido, puesto habían reconocido a ambos aunque no descartaban que pudieran ser enemigos o novios.
-Minos, quieres callarte -hablo el peliceleste.
-Perdona me, pero debía decirte, aparte pienso que eres agradable -hablo el albino.
Aquello hizo ego en Albafica, aquella especie de cumplido no era malicioso como en otras veces, en cambio se sintió tan honesto. Se giro hacia Minos quien detonaba una sonrisa cálida, sus ojos avellanas detonaban una sensación de tranquilidad.
-Gracias, supongo -habló el dorado.
-De nada, bien gustas algo ¿helado? ¿Comida? -pregunto.
-No, nada, estoy bien así -hablo tranquilo.
Siguieron su caminata, Albafica comenzaba a entenderlo, si se molestaba cuando el espectro mencionaba a alguien mas que no fuera el, mas el albino varias veces le decía lo hermoso que de veía, astuto, creativo y de todos.
Cosa que le hizo una tristeza al recordar los motivos del rechazo de Manigoldo.
<<Lo siento Alba, pero no eres de mi tipo, eres algo... Solitario y yo no quiero estar solo todo el tiempo.>>
Eso lo entristeció, mas la mano del albino le levanto la visto una sonrisa se había dibujado en su rostro.
-Alba... Te amo demasiado -revelo.
-.... -silencio.
Cosa que el menor comenzó a derramar lágrimas. Comenzó a llorar y se aferro a los brazos del albino, no le importó nada a su alrededor. Solo siguió aferrado al espectro.
Así quedaron así, Minos sabia que Albafica estaba comenzando a caer en depresión, su soledad era la única opción que tenia para alejarse de todo el dolor.
Aquel abrazo duró mucho...
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Bien ¿que les pareció?
Aunque parece que no tiene final ¿verdad? Pues aun no termina, mas adelante abra mas suspenso. Por el momento queda así, tal vez haga uno nuevo que ustedes nunca han leído.
[Odysseus x Ecarlate]
De hecho ya esta en proceso. :3
Gracias por leer.
L@s quiero
😘💕✨
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