
Modelo y Profesor [Alde x Dita]
Les dejo un oneshot.
Alguien me lo pidió así que se lo entregó, espero y le guste.
Pareja: Aldebaran x Afrodita
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Afrodita es muy famoso, hoy en su trabajo le habian encargado a menos tomarse una foto con un grupo de niños, para dar comienzo a lo que seria la nueva seccion de ropa casual, esa ropa que puede verse mejor junto a pequeños niños, Afrodita no es tan fanatico de los pequeños, pero aun asi hace su esfuerzo como excelente modelo y muy hermoso sujeto, hace de todo para no tener enfrentamientos con los pequeños.
Y en efecto, la ultima vez que estuvo asi, fue hace un año, en esa misma temporada, los niños eran un completo caos, no hacian caso, los profesores de ese entonces, hacian todo lo posible, Afrodita termino con su cabello entre dulce y pintura, sin contar que varios niños jalaban su cabello, preguntando siempre, ¿por que lo tenia muy largo si era un niño? todo eso era lo mismo y lo habia hartado mucho, ahora, no sabia con que alimañas le tocaria.
Era evidente que su amigo, Angelo le habia hecho la vida de cuadritos al trabajar con ese tipo de secciones, pero era una buena paga y horarios pequeños debido a los nenes. Pero era tedioso en hacerlo. Finalmente llego el momento, camino hasta el set, en donde posiblemente ya habria destrozos, ya parecia escuchar al director de ese momento quejarse por los cientos y cientos de dinero que estaba perdiendo, debido a los niños.
Al abrir la puerta se llevo una enorme sorpresa, todo estaba normal, parecia que no habia niños, creyo que habia algo raro, que no habria niños o algo por el estilo, pero no, los miro ahi sentandos jugando o dibujando cosas en hojas de papel, le parecia tan extraño.
— No te parece magnifico.
Angelo llego mirando todo, el hombre de cabellos azul oscuro sonreia, puesto el tambien se imaginaba que el set estaria hecho un caos.
— ¿Donde estan los diablillos?
— Son ellos, aunque tu no lo creas.
— ¿Como? Pero si no han hecho alboroto.
— ¡Por eso! Me sorprende verlos ahi sin hacer mucho escandalo.
— ¿Como paso esto?
— Shura consiguio la mejor escuela en donde los niños son obedientes y en efecto, gano este grupito.
— Voy a felicitar a la profesora por tan buen trabajo.
— Pero no es una profesora, es un profesor, el cuida de los pequeños y sabe como bien de su trabajo.
Afrodita miro confundido, aun asi camino por el set, hasta que logro ver al hombre desconocido, habia algunas madres que lo apoyaban y conversaban con el profesor, mientras su niños seguian ahi, el hombre era mucho mas alto que la mayoria de los hombres del set, su rostro no era hermoso, pero tenia ciertos gestos que le parecieron adorables a Afrodita.
Dejo de pensar en aquello y recibio las ordenes del director.
Los niños alzaron su mirada, cuando el profesor le dijo que ya comenzarian, que tenian que salir de ahi, los niños con cierta dificultad tomaban sus cosas, unos los hechaban a su mochila otros en la mano y finalmente dejaron el lugar colorido para que el joven modelo se colocara en el centro.
Aldebaran se sentia emocionado, los niños no comprendian bien que estaba pasando, pero si le gustaba la idea de dar una vuelta, era la primera vez en mucho tiempo que salian del edificio del preescolar, sin contar que las madres que la acompañaban veia con emocion al modelo, lo conocian a la perfeccion.
— Es muy lindo el modelo.
— Si es el mejor de todos profesor, nadie ha podido superar esa belleza.
— Bueno...
Aldeberan se encogió de hombros, desconocia en absoluto al modelo y eso pudo detectarlo Afrodita quien lo miro con molestia, aun asi lo ignoro, no todos sabian de su existencia, pero por el motivo de que posiblemente haya sido porque no usaba un móvil o algo por el estilo.
Los niños iban pasando, haciendo las cosas como los mayores le decian, Aldebaran se encontraba muy tranquilo, levantando el pulgar a los pequeños que se sentian nerviosos o temerosos de hacer algo malo, pero al ver a su profesor eso le daba animos, inclusive sus madres estaban ahi para apoyarlos.
Afrodita habia visto varias veces al sujeto, cada gesto que hacia a los pequeños le hacia sentir extraño, como si fuera todo para el, eso comenzaba a ponerlo nervioso a decir verdad, trataba de no mirar al frente, pero debido a la situacion debia hacerlo, la camara estaba enfrente, varias veces el camarógrafo tuvo que tomar la misma fotografía, ya que el modelo salia con un leve rubor en las mejillas eso daba mala fama a lo que estaban haciendo.
Despues de unas horas de tomar fotografías, finalmente llego un descanso, Afrodita tomo agua y miro al profesor que se encontraba a lo lejos con su grupo, estaban las madres detras de los pequeños, era evidente que era una especie de profesor o director. Algo asi.
Se puso de pie y camino hasta el hombre, pudiendo obtener las miradas de las mujeres quien rapidamente pidieron el autografo, en cambio el mayor simplemente siguio cuidado a los pequeños, con la intension que no se perdieran o hicieran algo malo.
Los niños jamas hicieron un destrozoso estaban muy tranquilos, mirando a sus madres o señoras quien estaban emocionadas por el modelo, que a final de cuenta recibieron un autografo.
— Bien niños, vamos al comedor que se encuentra afuera, antes de que comencemos de nuevo.
Los niños formaron fila, aunque pronto fue detenido por el modelo.
— ¿Podemos hablar?
— Lo lamento, sera en otra ocasion.
Solo dijo, regresando al cuidado de los pequeños que se encontraban caminando como si se trataran de un soldaditos, una vez afuera, sacaron los almuerzos, Aldeberan fue reprochado por las madres debido a lo que habia hecho, como podia ser cruel con ese modelo, sin embargo el hombre simplemente se encogio de hombros, no lo conocia, no sentia emociones por conocerlo, solo por ser una estrella, simplemente era como cualquier otro.
Las madres, simplemente golpearon su rostro en face palm, realmente no podian creer que el profesor, fuera de esas personas que nisiquiera el internet pueden ver.
Estaba tranquilo platicando con sus niños, contandoles algo muy bonito que los pequeños quedaban embobados, hasta que fue interrumpido. Miro de quien se trataba, estaba por proseguir pero las madres lo detuvieron y lo dirigieron hacia la persona, posiblemente tendria el número de aquel modelo y finalmente conocerían de cerca al modelo y eso emocionaban mucho a las madres.
— Perdón si te he interrumpido, pero he venido a felicitarle por tener un grupo muy bien portado.
— Si, bueno, que puedo decir.
— Sabes eres el primero que no reacciona de manera explosiva cuando me ve, no pides autografos o una foto como las madres de los niños.
— No soy de interesarme en lo fisico, no soy quien para juzgar, pero tampoco me gusta tomar algo, soy una persona que muchos dirian horrendo. Pero no me molesta hoy en dia.
— Pero no eres molesto, cuidas muy bien a un grupo de niños, inclusive te dejan a mas niños sabiendo que eres un hombre asi.
El modelo llevo su mano al mas alto, quien toco con delicadeza el rostro.
— No pienso que eres feo, realmente me agradas mucho.
— No imagine esto.
— Lo se, nadie lo puede pensar hasta que pasa.
Afrodita sonrio con ternura.
— Te gustaria aceptar una salida conmigo, podemos ir aun restaurante pequeño para poder hablar tranquilos.
— No lo se... tengo que cuidar a los niños...
— Descuida, puede ser cuando estes en descanso, no me preocupa en absoluto que dia caiga, puedo cancelar todo por ti.
Aquello le sorprendio, inclusive hasta el mismo modelo, que nunca habia cancelado ninguna sección, hasta esos momentos.
— Supongo que el fin de semana tengo libre, ¿te apetece un sabado?
— ¡Excelente!
Aldebaran miro confuso la emoción del chico, sin embargo el modelo simplemente lo abrazo, pasando sus brazos por sus costillas, para pronto separarse.
— Te voy a llamar, asi que pasame tu número.
Aldebaran dio el número y a los pocos minutos recibio el primer mensaje, era un "Hola" seguido de un emoji de una carita dando un besito. Aldebara simplemente le dirigio el hola sin ninguna carita y eso emocionó al modelo que lo dejo y se fue.
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Cuando regresaron a sus clases normales y cada madre obtuvo lo que queria se emocionaron al saber que el profesor ya tenia el número del modelo, sin embargo no sabrian si obtendría un nuevo autógrafo de este.
Realmente si estaban felices, sin embargo estaban confundidas ¿por qué al profesor?
Un día común, Aldebaran estaba haciendo sus deberes, bueno, lo que haría para el inicio de semana con sus niños, estaba tan concentrado que recibió un mensaje, no había escuchado el tono de sonido, así que siguió en lo suyo, hasta que comenzó a sonar.
Camino hasta el que estaba del otro lado de la mesa y respondió, obtuvo un reclamo y un buen saludo, cosa que en breves momentos el más alto simplemente se sorprendió, habia olvidado la comida.
Afirmo y se dio una ducha rápida, su ropa era elegante y causal y salió directo a un restaurante al centro de la ciudad, no sabía cómo sería le costaría un poco la situación, ya que sentía que tendría las cámaras encima.
Se llevó una enorme sorpresa al mirar al modelo de pie, mirando a todos lados y de manera elegante. El más alto sintió un poco de nervios, cosa que nunca había sentido anteriormente. Se aproximó al modelo y saludó de manera casual, la tarde estaba llegando, era claro que ambos no habían acordado una horas específica.
— Vamos hay que tomar una mesa y seguimos nuestra conversación.
Tomo de la muñeca y lo llevó al interior, en donde tomaron asiento en una mesa para dos, el peliceleste preguntaba de manera calmada y coqueta, en cambio el más alto simplemente afirmaba, era aburrido. Afrodita parecía interesante tener a un sujeto ahí.
— Vaya, me gustaría intentar dar clases junto contigo, pero debido a mi trabajo me es imposible. He visto como tienes a los pequeños, es muy bonito.
— Gracias, supongo.
— Lo bueno que te quieren, yo también te comienzo que querer y mucho.
— ¿Como?
— Vamos Alde, no pienses que solamente quiero verte como un amigo, eres lindo a pesar de que digan todo lo contrario, aparte, eres muy atento.
Aldebaran se alejó un poco. Dejando de sentir más manos del peliceleste.
— Solamente cenar ¿cierto? Ya que tengo que regresar pronto a casa.
— ¿Tenias pensando otra cosa? Vaya que picanton eres.
El modelo parecía feliz con el más alto, en cambio, Aldebaran estaba un tanto preocupado.
La cena pasó calmada, entre coqueteos y algunas conversaciones de tema muy serios, cosa que Aldebaran pensó que se quitaría de encima al peliceleste, pero no, el modelo estaba más atento que nada y no podía entender en absoluto el motivo.
Después de aquella cena y de que el modelo dejara al profesor en casa, el modelo estaba emocionado, sentia mariposas en el estómago, era bueno para ser cierto, pero, se había enamorado. Ese profesor lo había cautivado, con su manera de ser, no era como esos sujetos que fingía ser alguien para obtener su atención o esas mujeres que fingía ser elegantes y más virgen, que eso o tenían, todo era así.
Llegar a casa y enviar un mensaje tierno al profesor era lo único que mantenía vivo, a pesar de recibir una respuesta algo seca, era evidente que estaba contento. Y esa noche movió a sus contactos. El inicio ee semana estaría con su querido profesor.
-
Llego el Lunes, Aldebaran caminaba con carpetas y algunas cartulinas que pegaría en la pared del aula.
Abrio la puerta y dejo todo en el escritorio, mientras caminaba a la puerta y recibía a cada pequeño, quien corría rápidamente a los juguetes.
Ya estaban todos listos, estaba por cerrar la puerta, nadie faltaba y los pequeños estaban en sus sillitas, pero fue detenido, alguien detuvo el cierre de la puerta, Aldebaran no comprendía hasta que miro al modelo, vestido de manera casual, bueno, a su manera, unos pantalones de mezclilla, tenis, una camisa de botones que estaban a mitad de los brazos y su cabello estaba sujetado en una coleta alta.
— ¿Que hace aquí?
— Trabajaré contigo a menos unos días, he pedido permiso.
Entro de manera orgulloso, dejando su pequeña bolsa sobre el escritorio y teniendo la mirada de los niños.
— Hola niños, yo soy su nuevo tutor, soy Afrodita, pueden decirme Dita y no se vale agarrar mi cabello.
Los niños miraban confusos, hasta que un pequeño levanto la mano.
— ¿Por qué un niño tiene cabello largo? Parece niña.
Afrodita explicó, pero los pequeños siguieron sin entender.
— Niños no es necesario, cada quien tiene gustos, por favor comencemos.
— Si, ¿qué harás?
— Le enseñaré las vocales. Después harán una figura con macarrones.
— ¡Oh! ¿Puedo también hacer la figura de macarrones?
— Supongo que si.
Ese día Afrodita se sentía como un niño, hacia destrozos y hacia cualquier cosita, en cambio, el profesor estaba tenso, ya que tener a Afrodita ahí no era buena idea, sus niños se estaban descontrolado.
Fue a otro día, lo mismo ocurrió, y fue ahí donde Dita se dio cuenta de su error. Por ese motivo haría todo lo posible por mejorar. Ayudar al profesor a impartir su clase y hacer productivo su estancia ahí.
Otro día, Aldebaran pensaba que no tendría su clase, aún así llevaba su trabajo, cosa que le enseñaría a los pequeños, y efectivamente. Tomo asiento y miro atento, fue ahí cuando se percató que Afrodita ayudaba a los pequeños.
Entre los dos impartieron la clase. Era tan extraño, el modelo había cambiado, ya no parecía un niño, sino un adulto que lo ayudaba a cuidar de la clase, daba indicaciones y explicaba pequeños temas que el sabía. Aldebaran se sintió muy aliviado, veía atento al modelo, percatándose que este demostraba una especie de amor maternal a los pequeños, era complicado de explicar pero sentia la felicidad.
Esa vez ambos estaban almorzando juntos, Aldebaran estaba en silencio y Afrodita también, era extraño, sabiendo que era un hiperactivo modelo hablador. Halagado su belleza y la de Aldebaran.
— ¿Sucede algo? Has estado muy callado.
— Bueno, me di cuenta que hice mal, por eso trato de remediar. Aparte estoy aquí, para conocerte.
— No importa, has hecho un excelente trabajo, eres un buen compañero.
— Tu no sientes lo mismo que yo, quiero decir, no sientes mariposas en el estómago.
— ¿Por qué debería?
— Yo siento eso, porque me he enamorado, no se como lo hicistes pero me has enamorado.
— Ya entiendo.
No sabia que responder. Estaba sorprendido, aún así miro al chico quien bajo su vista, estaba algo decaído.
Aldebaran comenzó aguardar todo en su mochila, acaricio la cabeza del modelo y camino a la puerta, en donde reviso que sus niños regresarán a clase. Dita por su parte se sintió avergonzado, sus mejillas se habían teñido de rosa, aún así se preparó para ayudar al mayor en su clase.
La salida fue calmada, los niños se iban junto a sus madres y cuando el modelo estaba por irse, ya que eran los últimos en salir, Aldebaran lo detuvo.
— Me agradó mucho tu estadía aquí, espero verlo más seguido.
— Descuida podrás...
Fue silenciado. Los labios del profesor se posaron sobre los del modelo, haciéndole sorprender y ruborizarse, quien al poco rato aceptó h rápidamente llego sus manos hasta los hombros, poniéndose de puntita al no alcanzar al sujeto. Aldebaran estaba nervioso y ese beso le había quitado toda aquella valentía, más al saber que el modelo lo besa ahora. Cuando se separaron, Aldebaran acaricio la mejilla y de paso su cabeza.
— Te invito a mi casa a hacer trabajos y ver películas.
— Que precio tan razonable, li acepto.
Dicho y hecho, ambos salieron del salón, una vez afuera, Afrodita abrazo el brazo del más alto, pudiendo así sentirse a gusto y con una amplia sonrisa.
Nunca se imagino encontrar el amor de su vida en un profesor de preescolar.
-Fin
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