Amor NO tóxico [RxV]
Hola, hice esto como seña de mis atrasados capítulos, etc. A decir verdad, es un capítulo normal, pienso yo, espero les guste el Rada x Valentine porque es lo único que tengo. Así que disfruten.
Pareja: Radamanthys x Valentine de Harpia.
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Valentine siempre había sido una persona muy buena, no era cruel con nadie y ni siquiera se metía a pelear. Era amables con todos, tenía una personalidad tan amistosas que muchos pasaban tiempo con él.
Valentine jamás creyo tener una relación con un chico de su mismo instituto, puesto debido que solamente estaba feliz, por la amistad no había más.
Pero, alguien más comenzó a darse cuenta de cosas.
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Una mañana de verano, Valentine llego al instituto, se despidió de su novio, aquel chico mayor que el, por tres o más años, el menor camino en dirección a su clase, no logró a saludar ni nada. Solo llego a su mesa que compartía con Radamanthys, un Inglés que tenía poco de a verse transferido y que aún así Valentine le había tomado tanta confianza.
— Ahora tu, ¿por qué no me saludas?
— Eh... bueno... Hola.
Dijo finalmente una vez que tomó asiento en su silla, su mirada bajo rotundamente.
— No comprendo porque usas camisas de mangas largas, pero supongo que es algo que sufras de frío, aunque, no hace frío.
— Si, la verdad es que tengo frío.
— Vaya, es impresionante. Yo que pensaba invitarte a un helado en el parque que está cercano aquí.
— ¡Me encantaría! Quiero decir... no puedo.
Aquella respuesta animada, era normal, muy común, pero lo que siguió fue otra.
— ¿Que sucede? ¿Pasa algo?
— Había olvidado que saldré con mi novio.
— Vaya, que dilema.
— Si. Supongo.
Radamanthys ya no menciono nada, era evidente que algo sucedía con su compañero, siempre lo había visto feliz, haciendo bromas pequeñas y saliendo, pero, desde que comenzó a salir con ese chico, todo eso, desapareció.
— Si llegas a cambiar de opinión estaré con Minos y Aiacos en casa. Tu eres bienvenido también.
— Si, ¿será porque mis padres trabajan para ti?
— Nunca dije eso.
El Inglés sacó su libreta y comenzó a poner atención, muy poco usual de su parte. Valentine quedo en silencio, a pesar de a ver sacado su libreta, no anotaba nada. Un recordaba lo sucedido anoche. No mentiría, le dolían sus brazos, pero era algo ¿normal?
Una vez en la hora de descanso, Valentine se aproximó al dúo. Aiacos y Minos, ambos se habían quedado en el salón de clase. Ambos conversaban animados, pero guardaron silencio al tener la presencia de Valentine.
— ¿Que sucede Valentine?
— ¿Te podemos ayudar?
El dúo preguntó con calma, esperando una respuesta. Y efectivamente la obtuvieron.
— Supongo, ustedes son pareja ¿cierto? Aunque me digan que no, se les nota. Solamente quiero pedir un consejo.
El dúo observó atento, primero fue entre ellos, pero aún así siguieron la mirada al muchacho de cabellos rosados.
— Es que... no sé cómo hacer para que...
El móvil de Valentine sonó, respondió, su voz tembló y pronto suplico que en momento estaría ahí. Colgó y se disculpó de los chicos pudiendo así salir del salón, no sin antes chocar con Radamanthys, quien lo miro alterado y lleno de miedo.
— Valentine...
— Lo siento Radamanthys, debo irme...
Solo dijo con voz temblorosa y salió huyendo.
Radamanthys entró, encontrándose al dúo, quien prontamente preguntó.
— ¿Le hicieron algo?
— No, el vino a preguntar algo.
— Pero creo que su novio le marcó y se puso tan asustado.
— Demasiado.
El dúo respondía de manera continua, aunque Radamanthys necesitaba descubrir que estaba pasando, tal vez los padres le dieran algo, sino, los obligarían a mencionarlo.
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Radamanthys llegó a casa, camino calmado hasta la sala, la gran casona es de sus padres, su esfuerzo y trabajo, habían conseguido tal vivienda, Radamsnthys obtuvo muchos privilegios en cambio, el hacia todo lo posible por hacer sentir orgullosos a sus padres.
Tiempo después conoció a los padres de Valentine. La madre era su nana, desde muy pequeño y su padre el chófer. Siempre haciendo su trabajo, jamás habían dado quejas o tenidos problemas.
El Inglés recuerda perfectamente el primer día que conoció al chico, era su último grado antes de entrar a secundaria, estaba seguro que posiblemente lo dejarían en un instituto muy diferente, pero en esos momentos el chico parecía tímido, miedo y sumiso.
Era evidente. Creyendo que haciendo algo malo, sus padres serían echados.
Que error, eso provocó una risilla, que a los pocos después fue escuchada por su nana, quien se percató de su presencia.
— Nana... lamento si he asustado.
— Descuida, ¿le sirvo?
— Si, por favor.
El rubio siguió a la mujer, esta era su oprotunidad.
Una vez en la mesa, Radamanthys miro la comisa, sonrió debido que era su platillo favorito, aunque antes de comer, pregunto lo que tanto le atormentaba.
— Nana, ¿ha sucedido algo con Valentine?
Esto sorprendió a la mujer, quien ya salía del comedor.
— No, señor... bueno, he estado notando muy extraño a mi niño.
— ¿En qué sentido?
— Últimamente no come y en algunos casos, me ha tocado verlo lastimado de sus brazos, dice que es por que se a golpeado solo, pero.
— Entiendo.
— ¿Tu sabes algo? ¿Sabe si el anda en malos pasos?
— No, no lo sé. Tal vez necesito hablar con él.
— Espero puedas, el no habla conmigo desde hace tiempo.
Radamanthys afirmó y con aquello comio.
Otro día. Estaban en hora de descanso, Valentine estaba por irse, el era de los últimos en salir, por ende caminaba calmado hasta la puerta, pero fue detenido, en la puerta se encontraba Radamanthys, quien dio unos cuantos pasos, haciendo que el chico hiciera lo mismo, pero hacia atrás, su estado estaba temeroso, puesto tenia miedo de llegar tarde.
— Valentine ¿por qué usas esa camisa? No hace frío.
— Es que...
El chico tenía una camisa de mangas largas y cuello algo.
— Vamos Valentine, no me mientas, ¿a que le tienes miedo?
— A nadie.
— Entonces dime, ¿Por qué tienes la camisa esa?
El móvil sonó, haciendo preocupar al chico de cabellos rosados.
— Radamanthys, déjame ir, necesito ir a mi novio. Sino, el me buscara.
— Descuida, en la entrada están Minos y Aiacos. Así que no creo que pase.
— ¿Por qué haces esto?
— Porque me preocupo por ti y todos lo que te rodean. Ahora... ¿que sucede?
— Nada, estas cómo mi madre. Piensa que hago algo malo, pero no, solamente estoy saliendo con alguien que le gusto y viceversa.
— No, no es cierto.
— ¡Si es cierto!
Eso enojo al Inglés, quien rápidamente tomó de la muñeca al chico, provocando que este se expresara de dolor, cosa que Radamanthys entendió.
— Él...
— No, el solo lo hace por amor y porque me he equivocado.
— Valentine, abre los ojos por favor, eso es ridículo, como alguien puede golpearte...
— Porque me ama.
— Aiacos siempre me dice que el amor no se trata de golpes. Inclusive Minos me lo recalca, pero ¿por qué te dejas? Tu no te dejabas de nadie...
— Él...
— ¡Con que ahí estabas! Burlándose de mi como un cualquiera, recuerda que tienes a alguien estupido.
El muchacho que era más alto que Radamanthys camino hasta Valentine, le tomó la mano con fuerza, haciendo una queja, sus ojos temía y el Inglés ni podía soportar..
— ¡Hey!Esta hablando conmigo hijo de puta.
— El no necesita habla con escorias como tu, ahora esfumarse.
— Si, hazlo, Radamanthys, no quiero que salgas lastimado.
— Pero...
— Por favor.
Radamanthys miro esa sonrisa llena de tristeza, se sentía como un verdadero idiota dejar que ese sujeto se lo llevara, una vez que quedo solo, el dúo entró.
— Lamento eso.
— ¿Que sucedió?
— Tenia a más, no pudimos detenerlo.
Guardo silencio, pensando en un método, tal vez durante las clases hablaría con él, de alguna u otra forma.
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Otro día, el inglés llegó, el chico no llegaba, le parecía extraño, puesto siempre llegaba temprano, pero no estaba ahí, fue hasta en la tarde, que su madre le pregunto que había sucedido.
— ¿Como?
— Mi niño, se peleó con alguien más esta muy mal, tiene muchos golpe en su rostro.
Eso ya era el como.
— Nana, ¿puedo ir a ver a Valentine?
— Si, le daría compañía.
— Gracias.
Radamanthys simplemente afirmo, mencionó que eso era parte de una buena amistad, que los amigos no se dejaban abajo en cualquier circunstancia.
Finalmente llego a la casa, era un departamento, era pequeño comparado con su hogar, pero no importaba el llamo a la puerta, obteniendo de respuesta al muchacho, quien rápidamente cerró la puerta.
— Valentine, abre me.
No obtenía respuesta, había silencio ahí adentro. Aunque pronto la puerta se abrió de nuevo. El rubio entendió y entró, cuando estuvieron adentro el muchacho que ahora tenía una mascarilla y una sudadera que cubria la mitad de su cuerpo y teniendo un gorro tomo asiento.
— Valentine, quítate eso.
— Es que vienes de afuera puedes tener gérmenes y no quiero...
— Tu madre me dijo lo que sucedió, ¿por que le has mentido? Dile que andas con alguien que te golpea. Así como me hicistes saber.
— No puedo.
— ¡Quitate eso! Que quiero ver tu rostro.
— No, estoy bien así.
— Valentine.
Se aproximo hasta el, quitándole la mascarilla y dejando ver un labio partido y un ojo semi morado.
Radamanthys se molestó, sentia enojo, furia. Estaba seguro que mañana mandaría muy lejos a ese tipo.
— No hagas nada ¿vale? Tuve la culpa por llegar tarde, tu no tuviste nada que ver.
La sonrisa fue notoria, aún estaba triste y eso estaba muy presente en el mayor.
— Valentine, me da miedo que un día de estos tu no vayas a la escuela, esto es pequeño, para él, pero esto es horrible. No entiendo como llegastes a querer a alguien así.
— No lo quiero, intento quererlo.
— ¿Por qué?
— Porque me gustas tu, se que me odiara después de esto, pero sabia que yo no te gustaría, veías mucho a la señorita pandora, cuando iba a tu casa, no podía hacer nada, solo soy el hijo de dos trabajadores comparado con la señorita. Así que para no provocar molestias termine teniendo una relación con Gordon, pero no sabia que el era así.
El muchacho bajó su vista, ocultando su vergüenza y dolor, solamente esperaba el rechazo, que era lo más notorio que sucedería.
Aún así unos brazos pasaron por sus hombros, era cálido, era diferente a lo que sentía, sin embargo, ningún de los dos hablo en ningún momento.
Siguieron así por breves momentos, hasta que finalmente se separaron. Radamanthys lo miro, se veía serio muy normal en el. Valentine lo miro por segundos para bajar su vista.
— No respondas a nadie, mucho menos a Gordon.
Fue todo lo que dijo el Inglés, quie se despidió y dejó al muchacho solo de nueva cuenta. Sintiendo la soledad que invadía su casa y que lo torturaba.
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Aiacos caminaba a casa de Valentine, el profesor le había ordenado llevarle los deberes, no le molestaba en absoluto, puesto lo vería, supuestamente el muchacho de cabellos rosados estaba muy mal de salud y esta seria la oportunidad para comentar todo lo sucedido.
Cuando llego fue recibido por el, Valentine lo jalo hacia el interior, Aiacos se habia sorprendido, puesto nunca nadie se había preocupado de esa manera, pero dejó el tema de lado para hablar.
— Vaya golpe, creo que en ves de enfermo es golpeado. Je je je.
— Supongo, ¿cómo está Radamanthys?
— Ese inútil, metiéndose en problemas como siempre.
Se encogió de hombros como si se tratara de una broma.
— ¿Como?
— Rada y Minos se ingeniaron para provocar los destrozos, me dijeron que no me metiera porque querían hacer el tormento y así pudiera decirte... que puedes estar seguro.
Aquello hizo sorprender al de cabellos rosados.
— ¿Que dices?
— Radamanthys y Minos hicieron que Gordon dijera la verdad, que golpeaba, varias veces se negó, hasta que finalmente lo hizo, aunque lo termino diciendo enfrente del director. Que esta tomando cartas en el asunto.
— ¿Por qué hizo eso?
— Será porque te quiere mucho, pero no lo admite. Que se preocupa por ti, teme que te pase algo peor, lo más seguro es de que expulsen al chico.
— Pero... ¿Que hay de pandora?
— Pandora lo dejo por alguien, es un chico de un instituto diferente. Y a pesar de eso, no tienen problemas están muy bien siendo amigos.
Valentine quedo sorprendido, demasiado, sin embargo, ¿qué pasaría ahora? No sé atrevería dar la cara, a menos no por el momento.
Con el pasar de los días, Valentine tomó una decisión, presentarse en casa de Radamanthys, sabia de antemano que se llevaría un reclamo de parte de la madre del chico, aún así tenía el valor y en manos llevaba las tareas para el chico.
Fue recibido por su madre, quien le dedico una sonrisa, puesto a pesar de tener ese labio ya casi sanado, demostraba lo lindo que era.
— Puedes pasar, la señora está ocupada, aún así le voy a notificar.
Los padres del chico eran muy estricto, aún así sabían en donde había buen corazón, pero a decir verdad, los padres conocían muy bien a ese chiquillo.
Valentine camino de manera calmada, conocia muy bien la habitación del chico y una vez estuvo enfrente de la puerta tocó. Si tenía miedo de recibir un puñetazo o que la puerta se cerrara en su cara, pero se llevó una sorpresa. Cuando la puerta se abrió y pronto los brazos de su amigo lo apresaron.
Tirando aquellos apuntes de tareas y cosas por el estilo.
— Radamanthys.
Susurro, haciendo que el rubio se alejara y lo mirara con un sonrojo, lo invito a su habitación en donde un silencio incómodo fue el que reinó.
— He venido a dejarte las tareas, los profesores dicen que aunque estés suspendido, debes ponerte al corriente.
— Gracias.
Fue todo lo que se mencionó, tomando una serie de hojas. El muchacho estaba por irse, pero la duda lo inundó.
— Rada... ¿por qué tuvistes la pelea?
— ¿Eh? Bueno...
No sabia que responder, bajo su vista llena de pena. El rubio tenía muy claro todo, sin embargo estaba muy avergonzado, aún no admitía que sintiera algo por ese chico, por si, lo quería y mucho, pero no había manera de demostrarle lo mucho que lo amaba, su manera de ser le era imposible.
— Solamente porque se metió conmigo, es todo.
— El pudo a verte herido.
— Pero no lo hizo, así que descuida, el ya no va a molestarte.
Radamanthys se dio la espalda caminando al escritorio, Valentine estaba por marcharse, pero decidió acercarse y darle un pequeño beso en los labios. El rubio lo miró con sorpresa y poco a poco sus mejillas se tiñeron de rosado, logrando provocar que el Inglés girara su vista hacia otro lado.
— Aiacos me conto todo. Muchas gracias.
El mayor reclamo por lo bajo, aún así giró su vista encarando al menor. Quien pronto recibió un beso en los labios por error, quien provocó el sonrojo de ambos.
— Bueno, será mejor que me vaya...
— Si, quiero decir ¡No! Puedes quedarte, a ayudarme, no creo que pueda hacerlo solo.
Valentine miro aquello, era una oportunidad increíble. Para hablar, afirmó y se aproximó al chico, quien no pasó mucho antes de que Radamanthys hablara.
— Me gustas muchos, se que es poco y que mereces mucho, pero me gustas.
Era todo, para que Valentine mirara al chico, lo conocía bien, el no sería capaz de decir un "Te amo" pero era capaz de darle mucho amor, seña de eso habían sido los antiguos juguetes que tenía el Inglés.
— Yo también te amo mucho.
El rubio quedó en silencio, una risilla y un sonrojo, fue notoria, logrando sentir las emociones que jamás había sentido hace mucho tiempo. Paso su mano, tocando esa mejilla rosada del muchacho, pasando su pulgar con suavidad en aquella herida casi sana y beso con delicadeza, un beso tierno y sutil.
Unieron sus frentes y seguía acariciando aquella mejilla. Entre susurro lo dijo.
— Te amo mucho.
Valentine se sintió feliz, era capaz de dar mucho, para recibir amor, recibir halagos y eso Radamanthys lo conocía muy bien, por ende estaba feliz de lograr lo que quería, ese chiquillo, lo quería con él, para siempre.
-Fin.
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