Oneshot N°18 Robbie Kay "Starbucks Boy"
Amaba ir a Starbucks todas las mañanas y la razón era el chico que atendía.
El rubio de ojos verdes y bonita sonrisa que me atendió desde el primer día logró robarse mi corazón.
Aún recuerdo el día en que lo conocí como si hubiese sido ayer...
-¡Buen día!-saludé al chico desinteresadamente, solo quería mi café para poder irme.
-¡Bienvenida a Starbucks! ¿Qué desea ordenar?-percibí un ligero acento inglés, eso hizo que levantará la mirada del celular para mirarlo, era atractivo.
-ah... yo...-mi lengua pareció trabarse por un segundo-quería un mocaccino, por favor.
-enseguida-anotó algo-¿Me dirías tu nombre?-sonrió
-T/n-murmuré absorta en su belleza
- serían diez dólares-le pasé el billete-en un minuto la llamaremos.
-¡Gracias!
Me hice aun lado y regresé con un poco de torpeza, mi atención al celular, ya ni recordaba lo que estaba haciendo.
Cuando por fin logré reaunudar mis acciones, escuché que me llamaban, una chica me tendió el café .
Di la vuelta para salir, llevando el café a mis labios pero algo me detuvo, además de mi nombre había una pequeña frase
"Todo lo que quiero, eres tú" ~Robbie~
Volteé encontrando al chico Robbie con su mirada puesta en mi, no pude evitar sonrojarme y regalarle una pequeña sonrisa, antes de irme.
Desde ese día voy todos los días sin falta al Starbucks.
Hoy era uno de esos días por lo que al llegar salí del auto, lo cerré y luego de ponerle el seguro entre al local.
Todos estaban un poco alterados, supuse que era día de inspección donde el jefe venía a dar una visita.
-¡Hola Robbie!-me acerqué al rubio, este solo me miró despectivamente.-¿Está todo bien?
-no, resulta que la chica que me gusta -¿Qué fue lo que dijo? Había quedado sin habla-es hija de mi jefe y nunca me lo dijo.
-lo siento, no creí que fuera importante-me encogí de hombros
-pues lo es-murmuró limpiando el sector de la barra que solía usar.-¿Vienes por el Mocaccino?
-como siempre-respondí un poco dolida
-¡Dylan!-le gritó a su compañero-¿La atiendes por mi?
-¡Claro!-sonrió acercándose-¿Moccacino?-todos aquí me conocían bien.
No sabía que responder, no podía creer lo que Robbie había hecho.
-¿Sabes que? No te preocupes, no me apetece nada-fui hasta la cajera que era mi amiga, Lidia.
-¿Qué pasó con el güero?-si, es Mexicana y si también hablo español.
-no lo sé-lo miramos con disimulo-creo que se entero de mi secretito-me acomodé el cabello
-ah... eso-torció la boca-pos....
-¿Qué?-me crucé de brazos
-en parte es mi culpa, estábamos hablando y sin querer mencioné ese pequeño detalle.
-¡No puede ser! ¿Sabías que le gusto?-Levanté ambas cejas
-T/n ¡Eso es genial!-exclamó feliz
-¿No escuchaste cuando dije que estaba enojado conmigo?
-¿Crees que este enojado?-se apoyó en la barra
-¿Sabes? Aún guardo el vaso que me dió el día que nos conocimos-sonreír-suelo pasar siempre por su lado recordando aquel momento.
-¿Por qué no le dijiste quién eras?
-porque soy una idiota-me reprimí-y porque temía que me viera de forma diferente.
-no iba a cambiar mi forma de verte-escuché su voz detrás de mi-¿Cómo se te ocurre algo así?
-lo siento ¿Cuántas veces debo disculparme para que vuelvas a hablarme?-me volteé para verlo
-quizás un par de veces más-sonrió juguetón
-¡Deja de hacerte el de rogar!-reí
-me gusta jugar así contigo-admitió
-¿Me perdonas entonces?
-deja que lo piense-se pasó una mano por el cabello.
-¿Enserio?-se encogió de hombros y se fue a atender
-¡Es peor que una chica!-dijo Lidia riendo levemente
-¡Dios! Me va a matar-suspiré-¡Dylan!
-¿Sí?-el rubio giró a verme
-¿Me preparas un Mocha frapuccino?
-enseguida-se puso a preparar la bebida
Volteé hacia donde estaba Robbie, atendiendo todo simpático no parecía estar sufriendo como yo.
-¡Aquí tienes!-me pasó el frapuccino
-Gracias Dyl-le pasé un billete de diez
-¿Sabes que no tienes que pagar, no?
-pero quiero hacerlo-insistí
-oye, si quieres novio yo puedo serlo-sonrió pícaro
-¡Oh! Vete ya, anda-reímos
-olvidé que solo tienes ojos para el inglesito-se burló
-¡Dylan!
Luego de un rato decidí que era hora de irme, desde ese día dejé de ir al menos por unos días, pero no lo soporte y regresé.
-¡Buenos días Dylan!-me fui hasta el rubio
-¿Te enteraste lo de Robbie?-me pasó un mocaccino.
-¿Qué?-lo busqué pero no lo encontré-¿Dónde está?
-renunció, lo siento.
-¡No! ¿Por qué?-unas lágrimas se acumularon en mis ojos
-encontró un mejor trabajo-se puso a ordenar el mostrador
-am, creo que debo irme-me despedí y caminé hasta la puerta, antes de llegar sentí unos brazos abrazando mi cintura por detrás
-te olvidas de algo-bajé la mirada, mi mocaccino estaba en sus manos y tenía un mensaje
"¿Serías mi starbucks Girl?" ~Starbucks Boy~
-¿Qué significa esto?
-¿Tú que crees?-me giró lentamente-¿Aceptas?
-si, claro que si-sonreí abrazando su cuello, acortamos la distancia sintiendo nuestros labios cada vez más cerca
-¡Vuelve a trabajar Robbie!-escuchamos la voz de Dylan detrás-te dije que te daba veinte minutos.
-¡Espera!-nos separamos-¿Estaba todo arreglado?
-claro-respondió el ojiverde-¿No pensaste que te dejaría ir o si?
-la verdad es que si-sonreí avergonzada
-lamento haberte hecho sentir mal, me sentí un idiota cuando dejaste de venir-admitió
-la idiota fui yo.
-ambos, en verdad-reímos
-¿Van a besarse o me dejaran esperando?-giré para ver al rubio
-tú ponte a trabajar que no te pago para esto-dije divertida
-tú ni siquiera me pagas-me sacó la lengua en broma
-¿Quieren dejar de molestar?-esa fue Lidia-¿Y tú?-miró a Robbie-¡Besala idiota!
-no lo sé-murmuró juntado nuestras frentes-¿Es lo que quieres?-acarició mi mejilla
-me encantaría-sentí sus labios sobre los míos en un hermoso beso dulce y delicado
-te quiero mucho Starbucks Girl
-y yo a ti Starbucks boy
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