Advertencias

Leve noncon
Arya en celo
Zoro HDP que se aprovecha
Arya Omega en celo
Zoro Alfa en celo
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Sistema de salvación de amor

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Zoro miró la pantalla semitraslucida frente a él mientras Arya estaba acostada pacíficamente sobre su pecho. La pantalla seguía mostrando (04/12), por lo que tenía la ligera sospecha de que una de esas lágrimas le pertenecía a él, para que siguiera conservando sus recuerdos mientras que, en teoría, solo le quedaba dos lágrimas (o una o 0, ¿Quién sabía con tan traicionero sistema) que sería distribuida aleatoriamente entre los tres integrantes de la tripulación que quedan sin "conocer", Franky, Brook y Jinbe, también posiblemente Yamato y Vivi fue descartada ya que ella no recordó incluso hasta el final de toda su travesía en Arabasta.

Pero tampoco podía descartar que le diera una de esas lágrimas a sus aliados, como por ejemplo a Torao.

El sistema podía llegar a ser extremadamente cruel, estaba seguro de que hiciera lo que hiciera, el sistema jamás le daría la última gota de lágrimas a Arya, incluso si el bastardo se hace llamar así mismo sistema de salvación al amor.

Ese bastardo hijo de puta...

En fin, Zoro cerró la interface del sistema y abrazó a su amada mientras se acostaba de lado, pegándola más contra su cuerpo e inhalando el suave aroma fresco que desprendía la mujer. Ni dulce, ni amargo, un aroma perfecto para él, fresco y sereno, con un ligero olor a aflicción, preocupación y miedo.

Dentro de poco, él podría asegurarse de quitar esos desagradables aromas, solo tenía que esperar un poco más, solo un poquitito.

Sinceramente, Zoro se tuvo que contener mucho a sí mismo para no arremeter contra el almirante cuando congeló completamente a su amada, él estuvo a un milímetro de cordura de activar ese maldito modo del sistema y asegurarse de matar al hombre, pero tenía prioridades antes que una venganza ridícula que le traería más mal que bien, por lo que reteniendo sus ansias asesinas, él cargó rápidamente a Arya en sus brazos, con delicadeza y cuidado antes de correr al barco casi obligando a Chopper que lo siguiera.

Realmente no estaba al tanto de lo que pudieron haber conversado Luffy y el marine, pero no podría importarle menos mientras ayudaba al pequeño reno a descongelar suavemente a su amada, sin importarle un carajo de que toda su ropa estuviera mojada o que su piel se quemara por el intenso frio que tenía Arya al ser una estatua de hielo en sus brazos.

Fue estresante, molesto y sintió más que desesperación al ver el paso del tiempo sin que Arya mejorara, pero cuando ella se descongeló completamente, simplemente no pudo soltarla más que para cambiarse de ropa por órdenes de Chopper para que no enfermara a Arya con su bajo sistema inmune y su extremadamente pobre resistencia al frío y él abrazándola todo mojado.

Luego de eso, Zoro estuvo día y noche abrazando a la mujer mientras estaba completamente cubierto de mantas a pesar del calor abrazador que hiciera dentro de la habitación, él no se alejaría de Arya, no cuando su cuerpo seguía tan frío y cuando aún podía ver el maldito hielo formándose en la piel de la mujer, incluso si solo eran alucinaciones suyas por el miedo y paranoia de perderla, él no la soltaría hasta que abriera esos hermosos ojos fucsia que amaba tanto.

Cuando Arya despertó, sintió que tuvo el mejor y el peor sueño de su vida, su cuerpo se sentía mejor que nunca y su sueño fue el más reparador que ha tenido en años, pero su mente estaba aturdida y angustiada, solo podía sentir un frío entumecedor y silenciosos gritos del pasado llamando a alguien que no recuerda que es o quién es, todo demasiado confuso como para recordar su sueño.

Solo quería ser abrazada y dormir en cálidos brazos que la protejan del mundo...

Claro, no esperaba que apenas abriera sus ojos, una mirada oscura la observara con preocupación antes de sumergirse en un atrevido y desesperado beso que la tomó por sorpresa y con la guardia baja.

¡Ah! Ese hombre de nuevo, ¡Él iba a ser su muerte!

Arya hizo un puchero mientras le servían sopa y Zoro prácticamente la había arrastrado en una bolita de mantas para luego abrazarla por detrás, sentándola en su regazo y dándole de comer como a un bebé, todo mientras ambos estaban abrazados por la larga y gruesa manta que los rodeaba.

Solo quería dormir un poco más y ser abrazada, ¡No quería ser obligada a comer y que le dieran comida como a un bebé! Pero bueno, no podía negar que tenía un poco de hambre y que tal vez, encontrara muy romántico la conducta suave, cariñosa y atenta del hombre de servirle comida en la boca, acunándola entre sus fuertes brazos y protegiéndola del frío con esa manta.

En fin, días en donde el hombre no la dejó sola ni a luz ni a sombra, llegaron a Water 7, en donde ella se planeaba despedir luego de darles regalos a cada uno de los piratas... o eso pensaba hasta que Robin-ssi fue secuestrada por el gobierno mundial y toda una serie de eventos sucedieron hasta hacerla conocer a alguien del clan de su padre que utilizaba la contraparte de Gungnir, solo para perder miserablemente y que sus recuerdos sean vistos por su oponente y por su mate, el cual ya había terminado su pelea con facilidad y le había ido a echar una mano... claro, si es que no estuviera choqueado y conmocionado por lo que vio.

Luego todo pasó muy rápido y había vuelto a ser secuestrada por el grupo de piratas, el cual consiguió un nuevo barco luego de secuestrar al carpintero de Enies Lobby, el cual les dio una habitación separada del resto a ella y a Zoro-ssi. Sinceramente, Arya no entendía porqué lo hizo, pero no le desagradó la idea de tener una habitación para ella sola en vez de tener que compartirla y, posiblemente, herir a alguien en el proceso....

Claro, lo que no esperaba era que apenas unos meses de su cambio de subgénero, desarrollara su primer celo como omega.

—Z-zoro-ssi... n-no... por favor, no... ¡Ah! —gimió ligeramente Arya mientras retrocedía hacia el respaldo de la cama.

Su cuerpo se sentía tan caliente, sabía que tenía toda la cara roja por un sonrojo masivo, también era consciente de que estaba expulsando feromonas de apareamiento como una represa rota y, sobre todo, sabía que tal vez estaba excitada mientras miraba al hombre acercarse lentamente hacia ella con una mirada depredadora en su rostro, todo mientras se desabrochaba el cinturón del pantalón y lentamente se bajaba los pantalones luego de que su camisa y Haramaki hubieran sido descartados hace mucho.

Arya sentía como su centro pulsaba casi dolorosamente, sus muslos se rosaban entre sí buscando una fricción dolorosamente placentera y su cuerpo picaba por ser tocado y poseído por el poderoso Alfa que se acercaba a pasos lentos hacia ella.

Ella era consciente de que el hombre se estaba perdiendo en la lujuria de sus feromonas, también sabía que su resistencia bien podría ser inútil, todas sus fuerzas bajaron drásticamente mientras estaba en este horrible celo, se sentía enferma, mareada y su omega interior no paraba de gritarle que abriera las piernas y estirara su cuello para poder ser marcada por el alfa.

Sinceramente, era denigrante.

Era simplemente demasiado humillante que alguien como ella, que siempre había sido considerada una alfa se hubiera convertido en omega y no es porque encontrara el subgénero de omega como algo malo, sino que encontraba humillante que toda su fuerza se redujera drásticamente mientras su resistencia parecía casi volverse inútil, en especial porque su propia mente era lo que la estaba traicionando, intentando empujarla hacia abajo y dejarla solo como una bola de lujuria y feromonas andante.

—¡N-no! —chilló la omega mientras uno de sus pies era tomado por las fuertes, grandes y ásperas manos del hombre, el cual con delicadeza empezó a arrastrarla hacia él, todo mientras depositaba suaves besos y mordidas desde el inicio de su pie hasta sus rodillas, las cuales puso sobre sus anchos hombros.

Arya sollozó ligeramente sintiendo las caricias refrescantes en su cuerpo, todo se sentía demasiado bien e intensificado, sentía como su centro goteaba como si se hubiera hecho pis encima y la hacía sentirse mortificada, en especial cuando el hombre empezó a olfatearle esa zona antes de rasgar sus bragas y sumergir su rostro entre sus piernas.

—P-por favor no... —jadeó Arya sintiendo como la cálida lengua lamía dulcemente todos los lugares correctos para hacerla sentir como si se fuera a orinar, sintiendo la presión arremolinarse en su estómago bajo, las lágrimas en su rostro solo caían con más intensidad.

—Vamos bebé, córrete para mí —murmuró el hombre mientras insertaba uno de sus dedos en el dulce agujero de su amada antes de que Arya jadeara fuertemente y se estremeciera, corriéndose en la boca del hombre que sorbió felizmente sus jugos—. Eres tan deliciosa... pobre bebé, de ahora en adelante me aseguraré de que tengas muchos orgasmos.

—P-por favor... n-no más —sollozó Arya con el rostro sonrojado.

—Pero bebé, ¿De qué hablas? Esto es solo el comienzo, te he esperado por tantos años —gimió el hombre mirando el rostro sonrojado de Arya antes de volver a sumergirse en su dulce flor—. Amo tu exquisito sabor, adoro tus lindas expresiones faciales, la forma en que tu cuerpo reacciona al mío, como mi dulce y linda omega está tan necesitada de mi hace que mi polla se hinche y se contraiga mientras mi nudo crece.

El hombre soltó un ligero gemido sintiendo como sus dedos eran apretados por esas tiernas paredes nuevamente, entonces agregó otro dedo mientras seguía lamiendo y murmurando.

—Amo tu refrescante aroma, la forma en que meneas tu delicioso trasero al caminar, como sus anchas caderas bailan al son de tu caminar, tus dulces muslos contrayéndose para dar una patada fuerte en entrenamientos o peleas, como tus largas y sexys piernas son hermosas cubiertas por esas excitantes medias que delinean tus muslos o como tu piel desnuda brilla bajo el sol de una manera tan tentadora y provocativa.

Arya gimió entre sus sollozos, sintiendo como sus paredes se tensaban nuevamente y soltaba todo su "orgasmo" nuevamente en el rostro del hombre.

—Bebé, mi dulce y tierna bebé, te voy a follar hasta el punto que olvidarás tu nombre, olvidarás todo que no sea mi polla entre tus jugosos muslos, solo pensaras en mí y yo veré como tu linda y delgada barriguita se hincha dolorosamente amplia cargando a mis pequeños engendros, no pararé de follarte hasta que tengas a mis hijos, oh bebé, serás una linda madre, quiero verte paseando por el barco desfilando una gran y pesada barriga hinchada hasta el borde con mis hijos, quiero ver como tus pequeños y dulces pechos se hinchan llevando pesada leche entre ellos.

Zoro gimió, jadeó y gruñó mientras hablaba, sin detenerse en ningún momento hasta que Arya se corrió por tercera y cuarta vez, quedando totalmente aturdida y cansada.

—Parece que mi bebé está lo suficientemente estirada y húmeda —gimió roncamente el hombre contra el oído de la mujer, la cual le miró aturdida antes de sentir como de un fuerte empujón, algo la atravesaba y sus ojos se volvían a llevar de lágrimas.

—N-no... n-no... eso, eso no va a caber, por favor, n-no —gimió aterrorizada Arya mirando como la polla del hombre deformaba ligeramente su abdomen y como lentamente él intentaba adentrar el nudo también en su interior.

—Shh... bebé, no estés tan alterada, mira como tu cuerpo me acepta completamente —murmuró el hombre besando dulcemente las lágrimas de la mujer mientras se adentraba aún más en el interior de la Omega, gimiendo en el proceso y observando como el bulto en el estómago de su pareja se agrandaba.

—A-ah... a-ah... —gimió Arya rasguñando ligeramente los hombros del espadachín el cual sonrió dulcemente mientras besaba la barbilla hasta los labios entreabiertos de la mujer.

—Estás hecha para mí y yo para ti, es imposible que nuestros cuerpos no se acepten —gimió ligeramente Zoro contra el oído de la mujer—. Eres tan buena chica, tan buena —gimió el hombre ligeramente ido mientras balanceaba sus caderas.

Arya se sintió abrumada, se sentía tan llena, como si lo que faltaba en su cuerpo finalmente estuviera completándola, su Omega interior aullaba de felicidad mientras ella solo podía estar impotente ante su cuerpo e instintos, derramando ligeras lágrimas mientras sentía como una de las pesadas manos del hombre agarraba uno de sus pechos y su boca tomaba el otro chupando su seno.

Eran mates, entendía que esto debía suceder en algún punto, sabía que si no era él quien se abalanzaba hacia ella, sería ella quien se abalanzaría hacia él, pero, aun así, no quería que un hombre tan bueno y cariñoso se involucrara con una mujer fatal como ella, mucho menos quería contaminarlo con su maldad.

Él era tan dulce, bondadoso, cariñoso, fuerte y dedicado, ¿Cómo podría estar con ella? Una mujer traicionera que mató a cientos de miles de personas, alguien que es extremadamente egoísta, solo es una máquina de manipulación y asesinato, alguien que solo vive de las guerras y las desgracias, ella... ella no se merecía a tan dulce alfa.

—Maldición bebé, no voy a parar hasta que estés embarazada de mis cachorros —gruñó el hombre jadeando ligeramente mientras su cuerpo sudaba y tenía los ojos cerrados.

Estaba tan cerca, joder, tan cerca, sentía como su pene se hinchaba con su semen, como su nudo se enganchaba en las lindas paredes de su amada y como la sangre se le subía a la cabeza mientras volteaba a la mujer apoyándola en sus cuatro extremidades y mordía ferozmente su nuca, sintiendo como su semen llenaba las paredes de su mujer.

Arya miró borrosamente el respaldo de la cama entre sus lágrimas, ¿Por qué él debió enamorarse de ella? No, ¿Por qué él debió ser su mate? Zoro-ssi era tan buena persona y, sin embargo, se encontraba allí desperdiciando su valioso semen en alguien como ella, ahí se encontraba él, alagándola y diciéndole cosas bonitas, todo mientras recorría su cuerpo como si fuera el mejor cuerpo del mundo, como si no le importara que sus pechos sean pequeños o que su trasero sea demasiado grande en comparación con su busto.

Un sollozo escapó de sus labios sintiendo como él la marcaba definitivamente como su pareja, podía sentir como los dientes del hombre atravesaban la piel de su nuca, como su saliva entraba en contacto con su sangre, como se producía el lazo entre ambos, como el nudo en su interior se reforzaba y como él seguía acariciando su cuerpo con mimo, asegurándose de atender bien a sus pechos.

Zoro se relamió los labios manchados de sangre para luego lamer ligeramente la herida en la nuca de Arya, observando embelesado como la herida se sanaba a simple vista.

Era simplemente tan mágico el factor de regeneración de su Arya.

Minutos pasaron hasta que por fin bajó el nudo del alfa, Arya estaba cansada, totalmente agotada de llorar, correrse y sentir el peso del nudo en su cuerpo, junto con el peso se estar marcada por su, ahora, Alfa.

Lentamente, Arya empezó a cerrar sus ojos hasta que sintió como nuevamente su interior era asaltado y abrió sus ojos sorprendida mientras el hombre seguía penetrándola una y otra vez, llegando cada vez más y más profundo, haciendo que sintiera como el semen en su interior se agitaba y revolvía ante las brutales embestidas.

Llenándola hasta que no pudo evitar que el semen llegara directamente a su útero y se derramara por sus muslos.

Zoro estiró su cuerpo sintiéndose como nuevo, cada musculo se sentía como si hubieran rejuvenecido, entonces sintió un molesto dolor en su cuello, por lo que se lo tocó rápidamente encontrando sangre en él, así que rápidamente observó a su costado encontrándose con Arya durmiendo tranquilamente y la revisó de arriba abajo, solo encontrando... semen... mucho, mucho semen y una cantidad casi infinita de marcas que muy probablemente, por no decir que es cien por ciento seguro, fueron hechas por él.

Confundido, el espadachín fue al espejo mirando como la sangre manchaba parte de su pecho y arqueó su ceja al ver que su "herida" en realidad era una mordedura de colmillos afilados y peligrosos directamente en sus glándulas secretoras de feromonas, entonces soltó una pequeña risita antes de ir a lavarse toda la sangre y luego irle a pedir a Chopper que le diera algunas vendas.

¿Así que Arya lo marcó, eh?

Que feliz estaba, ahora tenía una excusa válida como para secuestrarla e impedirle seguir con el jueguito de "rescatar a su hermano".

Cuando Arya se despertó, sintió como si hubiera luchado muchas batallas particularmente buenas, por lo que se sentía relajada, pero con un poco de incomodidad en toda su mitad inferior, así que rápidamente investigó su situación, encontrándose con una cantidad exuberante de líquido pegajoso y blanco junto con una cantidad anormal de "heridas y moretones", pero quizás lo que más le bajó la presión fue ver las mordidas en su cuerpo, solo para voltearse a su lado y ver como un hombre peliverde roncaba felizmente con una venda en su cuello abrazándola por la cintura.

Horrorizada, Arya se tocó el cuello buscando algo que indicara que había sido marcada, solo que para cuando se tocó la nuca, casi desmayarse.

Arya no podía creer lo descuidada que fue, pensar que se dejaría llevar por su celo y terminaría marcando al otro hombre como suyo no podía hacerla dejar de pensar que quizás le arruinó la vida porque ahora él estaría involucrado en sus problemas y, además, era extremadamente imposible no quedarse embarazada con todo el semen que hay en su cuerpo, en especial cuando hizo una verificación rápida de su estado sexual y tal como sospechaba, había una gran cantidad en su interior.

Ella estuvo a punto de sollozar.

Si, quería un buen esposo, si, quería una linda familia y experimentar estar embarazada y tener sus propios hijos, ¡Pero no cuando ni siquiera a rescatado a su hermano menor! Al menos no hasta que ella sea completamente libre y sin preocupaciones.

¡Sin amenazas que pudieran arrebatarle la vida a su pareja y familia!

Arya ni siquiera sintió cuando las manos del hombre recorrieron su cintura y muslos, no fue hasta que estuvo presionada contra la cama nuevamente que se dio cuenta del estado despierto del hombre, solo para que él pusiera uno de sus muslos sobre su ancho hombro y la penetrara nuevamente, haciéndola gemir aturdida y conmocionada.

Media hora después, Arya estaría cojeando al baño si no fuera porque el hombre felizmente le estaba dando un baño, acariciando aquí y allá mientras la limpiaba, solo para repetir lo de la mañana, haciendo que estuviera otra media hora más anudada a él.

Cuando llegaron al comedor, Sanji justamente les sirvió una comida abundante sin siquiera preguntar nada sobre como Arya estaba siendo cargada y sus piernas temblaban o el hecho de que Zoro tuviera una venda en el cuello, el rubio había aceptado hace mucho tiempo que esos dos eran una pareja, en especial cuando el desastroso marimo jamás volvió a ser el mismo de la muerte de Arya y cuando él (Sanji) mucho menos quisiera algo con ella cuando la veía como a una inocente y dulce hermana menor... que estaba siendo corrompida por ese marimo apestoso al cual quería doblarle el cuello de una patada.

Pero eso no iba al tema.

En fin, Sanji ya había aceptado todo esto de la parejita y lo había comprendido aún mejor cuando entendió en el tipo de mundo en el que vivían ahora, una especie de paraíso de lujuria y sexo, junto con la facilidad de poder encontrar a "tu pareja destinada" con respecto solo al aroma que desprendiera y si tu "otro yo" tomaba el control de tus acciones y te señalaba claramente a tu pareja.

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