Hybrid
Algo esponjoso y suave rozaba su nariz continuamente. A pesar de estar dormida, le provocaba cosquillas que le hacían reír escandalosamente.
Quería seguir durmiendo, pero la curiosidad era persistente. Cuando abrió los ojos, se encontró con eso que era esponjoso y suave en su cara.
—¿Qué es esto? —preguntó en voz alta, intentando quitárselo de la cara.
—Mi cola, Yuqi —alguien respondió. La voz le era tan familiar, tan cercana—. ¿No reconoces la suavidad de mi cola?
—¿Qué? —no había entendido eso de «mi cola». ¿A quién conocía ella que tuviera una cola aparte de algunos animales?
—Sí, Yuqi, mi cola —la cara de puchero de Soyeon había aparecido de momento.
Abrió los ojos de par en par por el asombro.
— ¡Soyeon!—gritó su nombre a los cuatro vientos, levantándose de la cama, golpeándose la frente con la de su novia... ¿con orejas de gato?
—¡Auch! —chilló la rubia.
—¡Perdón, perdón, perdón, Yeonie!
Soyeon se fue a la esquina de la cama y se encogió. Parecía una bolita peluda. De momento le habían entrado ganas de abrazarla todo el día.
—Me dolió mucho, Yu... dolió mucho —balbuceó de forma adorable.
Ahora que Yuqi la observa bien, su novia estaba más bajita de lo que ella era y tenía dos orejas del mismo color de su cabello. Esto estaba siendo muy raro, pero Soyeon se veía tan tierna.
Yuqi no podía negarse a las cosas tiernas.
—Ay no, pequeñita, no llores —se salió entre de las sábanas y fue gateando hasta ella. La abrazó y le dió un besito en la cabeza—. Ahora te voy a curar, ¿okey?
La gatita estuvo de acuerdo.
—Sana, sana, culito de rana. Sino sana hoy, sanará mañana —cantó con voz melodiosa Yuqi, mientras tocaba de forma delicada su frente—. ¿Me dejas darle un besito a tu frente? Es para que se cure más rápido.
La miró encantada. Yuqi depositó un beso sonoro en su frente.
—Listo, ya estás curada —dijo mostrando alegría por el «milagro» que había sucedido.
Sonrió mostrando alivio. Como agradecimiento, se lanzó abrazarla con tanto amor que la tiró de vuelta a la cama.
—Te quiero, Yu —dijo de forma dulce.
Yuqi se sonrojó, es que, la situación era tan extraña pero esa Soyeon que la estaba abrazando era monísima.
—Yo también te quiero mucho, Yeonie—cerró sus ojos y disfrutó de la suavidad de su pelaje por todo el cuerpo, sus bigotes largos descansaban en sus antebrazos y el felino rostro de su novia, en su pecho escuchando el sonido de su corazón.
Dios, Song estaba deseando quedarse así con toda la vida. Jeon era la mejor novia que podía desear, como ella es, es perfecta; pero, ¿Soyeon como un gatito? Era más perfecto aún. Siempre quiso tener un gatito por lo adorable y callados que los veía, pero en su casa no se lo permitían, sólo perros...
Pero ahora tenía dos en uno: una novia que se desvivía por ella y una gatita muy tierna, que también se desvivía por ella.
—Esto se siente tan bien. Espero que no sea un sueño porque no quiero despertar —confesó.
—Pero en algún momento tendrás que despertar, ¿no? —cuestionó la voz de una mujer madura que también me era familiar.
Yuqi se aferró más a su felina novia.
—Después, tengo todo el día para abrazar a Soyeon —contestó disfrutando del olor a lavanda que tenía—. Tengo que decir que amo como hueles.
En la habitación se sentían pasos por aquí y por allá. Las gavetas siendo abiertas y cerradas.
—Es de lavanda, huele muy fresco. El detergente es económico y muy bueno. Lo probé en tu juego de sábanas y uno que otro peluche que tienes.
Yuqi se sintió confundida, ¿por qué su mamá le hablaba de detergente, si ella se refería a como olía Soyeon? ¿Su mamá también estaba en su sueño?
Abrió los ojos para comprobar...
Efectivamente, había sido un sueño. Lo peludo y suave era un peluche de un gato que le había relegado Shuhua cuando se hicieron amigas.
Se puso triste, quería de vuelta a su gatita.
—Mamá —la llamó con voz triste, haciendo su boca un puchero.
—¿Sí, mi niña? —respondió a su llamado con voz cariñosa. Estaba doblando la ropa recién lavado en la cómoda.
—¿Podemos tener un gato?
Sabía lo que le iba a decir.
—No, sabes que tu padre se pone a estornudar. Es alérgico.
Se desánimo.
—Sí me dijeras un perro, tal vez estaría bien. Para tu padre estar estornudando todo el día es fatal.
Bueno, los perros son juguetones y hacen compañía. Además ellos también son lindos y tiernos.
—¿Un perro con mucho pelo puede ser? Si tengo un perro, quiero que sea de pelaje esponjoso.
Espero que les haya gustado, ¡hasta septiembre!
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