First date
—¡Al fin hacemos una pijamada! —chilló Shuhua con emoción desde la cama de Yuqi. Estaba sentada como una niña, vistiendo un tierno pijama color lila.
Yuqi se carcajeó fuertemente. Tuvo que apoyarse de la cómoda para no caerse. La cara de Shuhua era todo un meme.
—¡No te rías, es serio! —chilló otra vez en voz alta—. Que te pasas más tiempo con Soyeon que conmigo últimamente... —balbuceó haciendo un puchero.
Yuqi siguió carcajeándose. Entre carcajadas intentaba hablar, pero le era difícil.
Antes de que Shuhua fuera a decir otra cosa, la mamá de Yuqi entró a la habitación por el ruido que tenían formado las jóvenes.
—Buenas noches, jovencitas —saludó con tono gentil. La mujer estaba asomada por la puerta.
Yuqi siguió carcajeándose mientra intentaba saludarla.
—Buenas noches, señora Song —dijo Shuhua con voz formal.
Desde la puerta, la madre sonreía divertida mientras veía a su hija todavía carcajeándose.
—La están pasando bien, ¿no? —preguntó por su hija.
—¡Es que ella se ríe de lo que digo! —exclamó exaltada Shuhua, señalando a Yuqi como culpable en el atroz crimen que cometía: reírse.
—¡Basta, Shuhua, me duele el estómago de tanto reírme!
La señora Song soltó una risita al ver la cara de Shuhua.
—Shuhua, es que Yuqi se ríe de tu cara. Pones una cara muy graciosa.
Shuhua se avergonzó.
Después de tanto reírse, Yuqi logró con dificultad levantarse. Caminó hasta la cama tambaleándose. Se tiró en la cama, mientras se acomodaba agarró con fuerza su peluche. Era una jirafa, sus manchas tenían forma de corazón.
—¿Sucedió algo, mamá? —preguntó Yuqi con la voz ronca. Se aclaró la garganta después de preguntarle.
—Vine a ver cómo estaban y decirles que recuerden que aquí hay más personas. Si hablan muy alto, las pueden despertar.
Ambas se taparon la boca mientras se reían por lo bajo. Que traviesas.
—Perdón, mamá. No te preocupes, no haremos más ruido.
—Sí, perdón señora Song —se disculpó Shuhua detrás de Yuqi.
La señora les soltó una sonrisa gentil y les deseó que tuvieran una bonita noche. Aunque esta noche iba a ser larga para ambas.
Cuando la puerta se cerró, Shuhua golpeó de momento con la almohada a Yuqi.
—Por reírte de mi carita preciosa.
Yuqi le golpeó la frente con sus dedos.
—Tonta celosa.
Shuhua se sonrojó y miró para otro lado. Yuqi sonríe al ver su reacción.
—Sabes que yo nunca te dejaría por Soyeon. Las atiendo a los dos por igual.
La taiwanesa rodó los ojos. Eso no era verdad.
—Okey —se acuesta —. ¿Qué hacemos hoy?
La castaña se quedó pensando hasta que recordó que tenía una película romántica sin ver todavía.
—Los otros días encontré una película que no he visto, ¿quieres verla?
—¿Es romántica? —preguntó Shuhua.
Yuqi responde con un gesto de su cabeza.
—¿Cómo se llama?
Le dice que no sabe, así que se levanta de la cama y va a su escritorio a ver. Se demora en darle la respuesta, su escritorio estaba algo regado. Lleno de libretas y libros abiertos.
Después de revisar en una de las gavetas, la encuentra.
—Aquí está —anuncia—. Se llama «Arquitectura 101».
—Bueno, no la he visto. Procura que me guste —amenaza Shuhua con la almohada. Que miedo...
Yuqi pone la boca en forma de beso.
—Pero, yo ni siquiera la he visto.
—Dame acá para leer de qué va —se levanta con su arma peligrosa. Yuqi le da el disco.
Yeh al tener el disco en sus manos, busca la sipnosis: «Es una película romántica surcoreana del año 2012, escrita y dirigida por Lee Yong-ju. Cuenta la historia de dos alumnos que se conocen en una clase de arquitectura introductoria y se enamoran. Quince años más tarde, la chica sigue las pistas para encontrar a su primer amor y que él le ayude a construir la casa de sus sueños.»
—Suena interesante —comenta mientras sigue leyendo los artistas que participan.
Yuqi se sintió orgullosa de su elección.
—Pero antes me tienes que contar algo —exige la de larga caballera azabache.
—¿Qué cosa?
Deja el disco y pone sus manos en su cadera. La mira de forma interesante.
—Tu primera cita con Soyeon, no me la has contado. Ha pasado rato y pues, si yo tuviera una cita con mi amada Soojin. Fueras la primera en saber como fue.
—¿Ah, sí? —la mira desafiante. No le creía.
—Sí, a pesar de que mi amada Soojin es lo más hermoso y sensual que hay en el mundo. Te apuesto que nuestra cita sería fenomenal —comenta orgullosa de ese suceso que no ha pasado todavía—. En la playa tomadas de la mano, dándonos besitos y jugando con el agua. Vamos, cuenta. Yo sé que tu cita no fue tan bonita como la mía, pero no te preocupes.
—Ni siquiera has...
Shuhua la interrumpe con una tos fingida.
—Ay, me atraganto —tose, otra vez.
Le golpea la espalda aún sabiendo que era mentira. Que buena actriz sería la taiwanesa, ¿no lo creen?
—Bueno, te cuento —dijo en un suspiro.
Shuhua se pone feliz y va a la cama a sentarse a escucharla.
Hace dos meses, la recién formada pareja tuvieron una cita. Soyeon fue quien la propuso y eligió el lugar.
Hace poco habían abierto un centro recreativo lleno de máquinas y juegos. Tal vez, no es el mejor lugar para una cita pero su bolsillo no podía pagar un restaurante lujoso. Pero eso a la menor no le importó, mientras estuviera con ella todo estaba bien.
Fue con Yuqi un fin de semana de febrero, exactamente el sábado ocho de febrero.
Fueron al centro recreativo después de horario de almuerzo. Cuando llegaron, el centro estaba algo lleno pero eso no fue impidemento para pasarla bien.
El centro era grande así que se pusieron por todo eso. Habían hasta tiendas. Ahí fue donde la rubia compró el hermoso anillo que Yuqi tiene puesto. Lo más bello que tenía aparte de la mariposa, es el sentimiento con que ella se lo regaló.
Después de pasear por todas las tiendas fueron a comer algo. Comieron crepes porque Yuqi a lo lejos había visto un puesto que vendía crepes.
Los crepes estuvieron deliciosos, Yuqi se devoró el de ella muy rápido. Soyeon se sorprendió porque ella a penas iba por la mitad. Esto provocó que Soyeon se burlara de Yuqi, pero era en buena onda. Gracias a eso, Jeon se ganó unos cuantos besos al final de la discusión.
En otra vuelta que dieron, se encontraron con las máquinas y juegos. Jugaron a todos los posibles, el que más le gustó fue el de baile. Ahí Jeon demostró todo su talento, igual que Song.
Como último llegaron a la máquina de peluches, en la que Soyeon insistió mucho en un peluche muy chulo de un león y que no lograría pero su novia sí. Tal peluche sería el regalo de San Valentín para su novia.
Regresaron a casa después de esto. Soyeon la acompañó hasta su casa.
Antes de separarse, conversaron un poco de cómo pasaron el día, unos besos y te amo.
—Y así fue —agrega Yuqi después de haberle contado a su amiga. Sus mejillas estaban sonrojadas.
Su amiga estaba embobecida y con rubor en sus mejillas.
—Que bonito —balbuceó abrazando la almohada.
Yuqi sonrió e igual, se sonrojó aún más. Sin duda alguna esa había sido una cita muy bonita y agradable.
—Pero mi cita fue más romántica, hasta hubo calentón —dijo con todo sus ánimos y de forma atrevida.
Song golpea con su peluche que lo tenía en sus piernas a Yeh.
—Que descarada, Shu.
Espero que les haya gustado, ¡hasta mayo!
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