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Capitulo 1

"Las sonrisas
ya no significan nada"

10 de diciembre, 2023...."El día en que todo cambio"

Soñar ya no es un propósito, vivir tampoco. La felicidad es un objetivo, pero más posible es llegar a la luna en autobús, que alcanzarla.

Es increíble como la forma de pensar de las personas cambian, con tan solo unas palabras en pocos minutos.

-Asi es, señorita Kang, usted tiene un tumor-volvio a decir el doctor y Hyelin cerró sus ojos fuertemente sin poder creerlo.

No sabía si estar en shock o lanzarse a llorar. Todo ya estaba acabado.

-¿Que tan grave puede llegar a ser?-preguntó con la esperanza de que alguna respuesta positiva procediera del doctor.

-No hay solución, sin siquiera operarse-contesto el doctor con la mirada en la mesa. Era muy difícil dar este tipo de noticia para el y todos los médicos

-¿Cuanto tiempo me queda de vida?-preguntó desesperada. El miedo y la frustración la estaba consumiendo por completo

-Aproximadamente un año. Si se hace la operacion, podrá aplazarlo a 1 año y medio, pero le advierto como persona, que estas operaciones son las más caras que hay en el país. Lo siento mucho señorita-lamentó el neurólogo

-Esta bien, gracias por informarme-sonrió débilmente-y no se preocupe...yo...le avisaré si hay algo nuevo-se levantó de su asiento asiento tratando de parecer fuerte pero al borde de la quiebra.

Corrió por los pasillos como loca, mientras trataba de contener las lágrimas.

Dentro de un año iba a morir y para rematar, ni siquiera tenia suficiente dinero para pagar esa operación.

¿Que pasaría ahora?

¿Cómo se supone que sería el rumbo de su vida si dentro de un año ya no estaría en este mundo?

¿Y sus planes? ¿Sus deseos?

Todo ya estaba arruinado. Millones de sueños que fueron desplazados y un dolor tan fuerte para un alma tan joven, que apenas empezaba a vivir en este mundo

>¿Que hago ahora?<

Se pregunto así misma mientras iba en el autobús sentada, con sus manos en movimientos bruscos y nerviosos, mirando hacia la ventana, pensando en una solución temporal.

Bueno, aún a Hyelin le queda un año, pero....¿Que es un año? Solo 12 meses, 365 días, comparado con todo lo que quería lograr, exacto, no significaba nada.

Una chica solitaria, que lo dejo todo cuando era pequeña y llegó a Seúl a hacer una nueva vida.

¿Ya su tiempo se acaba tan rápido? ¿Así, de la nada?

Ni siquiera tenía a quien contarle sus preocupaciones, sus padres habían fallecido, no tenía hermanos, ¿amigos? Ridículo

¿Quien estaría con una chica tan extraña que solo le interesa su trabajo?

Nadie.

La mente de Hye estaba inundada de pensamientos negativos y neutros

Quien sabe, tal vez sería bueno morir ya que nadie lo notará, no es como si su vida fuera tan interesante para preocuparse tanto.

Pero...¿Y que tal todo lo que había dejado en segundo plano? ¿Y las cosas que quería hacer antes de pasar al otro mundo?

Definitivamente Hyelin debía hacerlo. Pero, no en Seul

Allí no. Esa ciudad estaba llena de malos recuerdos y mucha miseria.

La única forma de ser feliz por última vez era marchandose de allí.

¿A dónde? Por supuesto que a Daegu. Allí podia rehacer su vida aunque no durar mucho, pero quería volver a dónde alguna vez fue feliz. Al hogar de sus padres.

¿Que podría salir mal?
Tenía aún la casa con sus llaves, no era muy moderna, pero estaba en buen estado y vacia, perfecta para vivir allí el resto de su vida.

Que cualquiera diría para siempre

Pero ese resto, si que era muy poco.

*******

Después de horas largas, llorando, sin apoyo emocional, Hyelin decidió levantarse de su cama y pensar en una solución más alternativa, que la ayudara a estar mejor.

A fin de cuentas, si moriría pronto, debería estar disfrutando cada minuto de su vida y no estar perdiendo el tiempo en este tipo de cosas.

Fue entonces que ella empezó a trabajar en función de su viaje.

Un viaje que cambiaría el resto de su vida, por muy poco que esté fuera

*****

Habían pasado dos días después de la noticia infernal que Hyelin había decidido

Durante este tiempo, la mencionada decidió abandonar su trabajo. Su jefe y demás personas estaban extrañados

¿Quien renuncia a su empleo en estos tiempos? Exacto, nadie.

Recogió su maleta, echo todo tipo de ropas, accesorios y demás.

Busco dentro de su closet, algo que no podía faltar y era el diario de su madre, ese que ella hizo cuando era más joven y se lo dedico a su hija.

"Recuerda siempre, leer esto cuando no te sientas bien con nada, con este cuaderno podrás sentirme más cerca. Te amo Hye"

Decía la vieja nota pegada en la portada del diario. Hyelin había estado muy ocupada con su vida para leerlo, y realmente necesitaba guardar eso para la ocasión ideal.

Y en estos momentos, se dió cuenta que había Sido una gran idea, porque ahora, ella lo necesitaba más que a nada.

Horas transcurrieron después del duro empaque para el viaje.
No faltaba nada para salir por última vez de ese apartamento solitario, ya que realmente nunca más volvería.

Además de vivir sus últimas días donde nació, quería visitar a sus padres y contarles lo pronto que los vería, aunque eso le doliera por dentro.

"¡Que más da!" Se dijo "Todos debemos morir alguna vez, este es mi momento"

Lo peor de ser una persona solitaria, es que al no tener con quien pasar tu tiempo, te quedabas envuelto en tus propios pensamientos y..

No hay peor enemigo que tú mente, porque esa conoce todas tus debilidades y ataca, sin piedad.

Mierda. Ella estaba harta de que ese asunto resonará en su cabeza, pero era totalmente imposible, ya que ni siquiera tenía con quién desahogarse y eso era más complicado.

Nunca se había dado cuenta lo horrible que era estar solo.

Puede que en algunos momentos eso te traiga paz

Pero realmente, aunque no quieras y no desees, tener a alguien a tu lado, facilita y disminuye la carga del dolor

Hyelin realmente necesitaba a alguien

Y eso era lo peor de todo.

No tenía a quien.

Luego de montarse en el autobús, coloco sus audífonos en sus orejas y su almohadilla para recostar su cabeza. Sería un viaje largo, pero necesario

Escuchar música la ayudo un poco, pero aún así estaba siendo atacada por sus pensamientos negativos

Gracias a la suerte, logro quedarse dormida. Era en estos momentos la mejor opción para un corazón dolido.

********

Las calles de Daegu estaban totalmente desoladas y frías.

No era lo mismo que la ciudad de Seúl, porque allí había más movimiento en sonido, gente y ambiente.

Sin embargo, tal vez eso era mucha paz para Hyelin.

Ver a las personas juntas, acompañadas, o por lo menos a tantas, era un poco triste, ya que ella por más que lo necesitaba, no las tenía.

Después de salir de la residencia de los viajes, agarro sus maletas y camino hasta donde pudo pedir un taxi.

Su viejo apartamento quedaba algo lejos, por eso mismo decidió ir a allá en un auto.

Minutos transcurrió mientras veía todo con añoranza.

Tantos recuerdos de cuando era pequeña pasaban por su mente. Tenía ganas de volver a vivirlos, pero realmente ya no quedaba nada y aún así, prefería hacerse daño regresando a su vieja ciudad.

Luego de pagarle al taxista y este se marchara, Hyelin quedó frente a su apartamento de dos plantas.

Si, era una casa propia, construida por el mismísimo esfuerzo de sus padres, y eso la convertía en algo especial.

Tal vez no tuvo la mejor infancia, pero si, antes de que eso sucediera, todo era muy bonito junto a su familia.

Aún conservaba las llaves, luego de abrir la puerta sintió ese aire. Entro a la casa y sonrió, cosa que hace más de una semana no hacía.

Si, lo hizo. Porque estaba de nuevo en su hogar.

La casa estaba diferente, pero era algo normal. Ella se había ido hace mucho tiempo y de seguro alguien la había cuidado y cambiado.

Dejo sus cosas en el sillón y subió hacia la que era antes su habitación.

Sintió un aire de nostalgia y se tiró en la cama. Sonrió tranquila, oliendo todo, que se notaba ligeramente limpio.

¿Será que alguien viene a limpiar de vez en cuando? Se pregunto a si misma pero luego le resto importancia.

De todos modos, ya se enteraría.

Y si, Hyelin estaba tan casada y extrañaba todo, que volvió a quedarse dormida.

*******

Dos horas habían pasado luego se la siesta de nuestra querida Hye.

Unos ruidos eran los causantes de su despertar nuevamente.

Se asusto levemente y decidió investigar. Por esa misma razón, sus piernas se estiraron y se levantó de la cama algo preocupada, haciendo que terminara fuera de esa habitación.

Bajo de las escaleras pensando en que podría estar pasando, pero su mente asustada no la dejaba tranquila.

Cuando estuvo en en antepenultimo salón, casi grita cuando ve a un hombre vestido de negro y con una gorra dentro de su sala.

¡Es un ladrón! -se dijo asustada

Aún no podía hacer nada, porque ella no era estúpida. Este tipo de personas siempre estaban preparadas, por eso espero buscar cualquier cosa para pegarle.

¿Y como tenía seguridad de que era un ladrón? No sabía, pero la vestimenta e incluso había algo relevante que llevaba consigo.

Un saco enorme con varias cajas.

¡Por supuesto que lo era!

Hyelin observo atenta como tuvo el descaro de husmear en su refrigerador y agarrar una mandarina para comérsela.

¿Es que acaso allí había comida?

El llamado ladrón, estuvo allí y luego dejo salir un largo suspiro para quedarse parado quiero mientras comía una mandarina.

La vieja botella vacía que estaba a unos pasos de Hyelin le hizo tener una idea de lo que podía hacer.

No, ¿y si se muere? Quedaría yo como una criminal y no quiere morir en la cárcel, no mejor no, ese no podía ser el futuro de Hyelin.

La vieja madera de la mesa, estaba algo rota, sin darse cuenta la levanto con cuidado y con pequeños pasos, Hye se fue acercando al hombre.

Estaba algo asustada por cómo saldría, pero no podía seguir permitiendo que un delincuente estuviese en su casa.

No.

Cuando Hyelin estuvo a punto de golpearlo, el hombre se giró, mirándola confundida y ella asustada.

Aún así, ella no dudo en abalansarce, sin embargo, el hombre, que definitivamente no lo era, sostuvo su mano con fuerza y no la dejo golpearla.

-Sueltame maldito, imbécil. Te denunciaré con la policía por estar en dónde no debes-dijo tratando de zafarce de su agarre.

-¿Estas bromeando? ¿Policía? Quien debería hacer eso soy yo. ¡Ibas a golpearme! De hecho, lo quieres hacer.

-Claro si estás robando

-No estoy robando-dijo-quien lo está haciendo eres tu, que no tengo una maldita idea de cómo entraste a mi casa.

Los ojos de Hyelin se abrieron con asombro y finalmente soltó lo que tenía en la mano y se debilitó, logrando que el chico la soltará a ella también.

-¿Dijiste t-tu casa?-la confusión era algo que más resultaba en estos momentos en la voz y nosotros de Hyelin.

-No, dije que estás en mi terrotio.¡Claro que dije que en mi casa, niñita!

-!No soy una niñita!-exclamo enfadada-Como soy una persona civilizada y altamente responsable, te preguntaré como fue que llegaste aquí y dices que es "tu casa"?-coloco dos manos alrededor de su cintura señalando lo que aún no entendía.

-¿Quieres que te enseñe los documentos donde señala correctamente con firmas inclusive que está casa fue comprada por mi?-le pregunto ahora volviendo a comer de su mandarina-No tengo idea de quién seas, pero tampoco pienso quedarme de brazos cruzados, ya que este lugar está totalmente asegurado.¿ Ahora, explícame. Cómo demonios pudiste entrar?

-¿Pues como un ser humano entra, no crees?-dijo obvia-por la puerta, es lo que puedo decir.

-Ya veo...-miro a otro lado-¿y las llaves? Porque yo también las tenía y no había copias, que yo sepa.

Hyelin estaba tan confundida como ese extraño que ella acababa de conocer. Aun no sabía siquiera su nombre, pero estaba odiando el hecho de que su casa había sido comprada por el sin su consentimiento

-Bueno, ya diste tu explicación, ¿no? Ahora daré la mía.

-Espero que sea legal.

-Creeme que es muy legal-le espeto totalmente segura-primero que nada, me llamo Kang Hyelin y viví en esta casa desde que nací.

-Ya veo, señorita Kang-paso sus manos por su cabello sonando loas sarcástico posible-destacando el hecho de que usted se ha presentado, se puede decir, que me llamo Min Yoongi, claro, si su mente es capaz de asimilar que existo y no soy un holograma.

-Eso solo lo sabes tu-dijo con gracia-Siguiendo lo que estaba hace unos minutos explicándole, Min-resalto su nombre con amargura en su voz. No estaba comoda con el-Tengo muchas pruebas de que vivo en esta casa, así no lo quieras aceptar, Min.

Hyelin estaba molesta por lo que había sucedido, pero debía admitir que ese apellido le gustaba mucho, así que le llamaría así durante el tiempo que hablara con el.

-De acuerdo. Fingire como que te creo-se encogió de hombros con su tono irónico y seguido de eso, camino por la cocina para preparar un jugo.

-¿Como que "fingiras"?-rechisto sin poder creerlo.

¿Acaso Min estaba pasándose de idiota?

-Puede que está haya Sido tu casa de la infancia y toda esa mierda, no es como si me interesará algo de eso-preparo la máquina-y no debiste tener esas llaves, pero está bien. Las cambiaré tal vez mañana-dijo con tranquilidad -solo quería dejarte en claro, Kang...-esta vez Min se le acercó un poco-que como esta casa ha Sido comprada por mi, debes irte por dónde mismo viniste y dejarme en paz con mi vida.

-Se nota que tú vida es más aburrida que la mía-miro a las alrededores.

Y no mentia. Puede que la casa esté limpia, si. Pero realmente las pinturas se notaban que eran de más de un siglo, por así mismo, ya que realmente estaban como mismo ella las dejo al irse.

No habían fotos, tampoco cuadros, la cocina no tenía decoración de ningún tipo y menos organización.

La ropa estaba tirada por algunos rincones de la casa y las botellas de Soju y vino no bastaban.

-Eso a ti no te incumbe-murmuro serio pero molesto-y tu tienes cara de que no has dormido por un montón de días,¿sabes lo que eso significa? Que tus ojeras se te ven horribles

-Es mi cara, no la tuya-replico entre dientes

-Ya, pero yo soy quien tiene que mirar tu cara de bruja. Además, no puedes juzgar mi vida, cuando de seguro la tuya está hecha más mierda que nunca-rio-¿ver una chica en estos días con esa vestimenta? Imposible. Solo tiene que ser que sufrió un mal de esos de amores, Ash, cuánto asco.

-No fue un mal de amores así como dices y tampoco te importa

-¿Acaso dije que me importa?-Min río divertido y bebió de su jugo-ten, de seguro estás deshidratada, si tienes ojeras, no dudo en que no has ni bebido nada en días

-Al menos eres gentil-dijo agarrando el vaso mientras lo miraba de reojo-digo, gracias-exagero un poco el tono de su voz a uno más áspero.

-No soy gentil y tampoco quiero que gradezcas. Lo estoy haciendo para no tener un cadáver en mi casa.

-De todos modos voy a morir-dijo mirando hacia otro lado y cuando vio la expresión confundida de Yoongi, se dió cuenta de lo que había dicho-es decir, todos vamos a morir, ¿no?

-Si, por suerte-Yoongi andaba desanimado y últimamente quería morirse-la muerte es mi mejor amiga-dijo lo último, haciendo a Hyelin prácticamente ahogarse con el jugo en su garganta

-¿Disculpa?-interrogo. ¿Cómo era posible que alguien tan joven como el dijera eso?

-¿He dicho algo malo?-cuestiono encogido de hombros-No me considero una persona que le gusta la vida, siendote sincero, estoy muy ansioso por morir, no sé cómo, pero será el mejor día que lo haga, creeme. Y tampoco se por que estoy diciéndote esto-su confusión se hacía mayor.

Ni el mismo sabía por qué se empezaba a sentir cómodo hablando con ella, cuando apenas la había conocido hace unos minutos.

Hyelin realmente tenía ganas de decirle. "Yo voy a morir y no quiero" o..."desearía regalarte mi tumor para que murieras tu y cumplirás tu deseo" pero realmente solo pudo pronunciar unas simples palabras.

-No sabes lo que dices-farfullo mirando al suelo.

-Persona-se refirió a ella así de un modo sarcástico. Yoongi no era carismático y no se llevabs bien con absolutamente nadie-dejeme decirle que tengo suficiente edad para saber las cosas en mi vida como funcionan. Así que está más que claro que se lo que estoy diciendo.

-Ni te preocupes. Son....solo cosas mías-susurro con tristeza en su voz.

El mundo era demasiado injusto. Le daba la felicidad a los pobres sin posibilidades, pero a los ricos se lo daba todo a cambio de mucha soledad y pésima vida.

Y así seguía el rol del universo. Una chica que iba a cumplir sus mismísimos sueños o superar su vida, capaz de lograr algo, iba a morir en un año. Mientras que un chico melancólico y con ganas de morirse, estaba vivo y quién sabe con cuánta salud.

Esto era increíble.

Hyelin realmente no quería que nadie lo supiera, mucho menos que ese chico tan frío pero interesante por su excesivo sarcasmo, le tuviera lastima o...quien sabe si envidia por lo que le sucedería.

-Yo...trataré de irme de aquí, lo antes posible. No te preocupes-empezo a caminar pero Min la detuvo

-Espera...creo que tú eres quien tiene la llave de esa habitación, entonces-le dijo con claridad en sus palabras. O algo así.

-¿Que? ¿Podrías explicarte mejor?-cuestiono Hyelin confundida por las palabras extrañas de Min.

-Hay una habitación en el ático, que no tengo la llave y pregunté y me dijeron que eso solo lo poseian los antiguos propietarios que murieron. También me dijeron que quedaba uno pero no vivía aquí y tampoco volverían, por esa razón está casa es completamente mía o, completamente tuya-bajo su cabeza

-¿Sabias perfectamente y aún así me ibas a sacar de aquí?-Hyelin no pude estar más indignada-¿y ahora solo me quieres para que abra la habitación de allá abajo? Eres un imbécil-le dijo con desagrado

-¡No te lo tomes así!¿ Que tal si hacemos un trato? Tu te quedas aquí por el tiempo que tú desees y yo te aguantaré....supongo, claro, si no muero-rio-estiy dispuesto a soportar tu irritante voz

-Claro, eres un interesado y encima me echas en cara que tengo una molesta voz,¿ no?

-Tomatelo como quieras. El punto es que te dejare estar aquí, porque no quiero problemas legales y estoy segura que estás sin hogar, aunque de una y otra forma este es tu hogar, supongo...

-Mejor me voy-Hyelin hizo el intento de marcharse pero Min la detuvo

-¡No! Por favor, es que yo....a mí me dijeron que ese ático guarda muchas cosas de música y yo...amo la música-rogo un poco triste

-Pero quieres morir. ¿A qué viene la música?-la confusión seguía en la cabeza de Hye y en la dura y ardua explicación de Min.

-Yo...¿sabes? Soy una persona algo extraña. Lo sé, así me defino. Pero no me quiero suicidar, así quiera morir en algún momento. Pero la música es mi última esperanza y si logro tener éxito....tal vez tenga un mejor concepto de la vida.

-Sigo sin entender

-¡Ash, eres tan! ....olvídalo-suspiro y volvió a hablar-lo que quiero decir es que necesito ver qué hay allá adentro, claro si tú me dejas, sería como un pequeño trato entre los dos.

¿Que más podía hacer Hyelin?
Moriría en unos 12 meses o menos, y si el tenía la posibilidad de recuperar sus esperanzas y cumplir sus sueños, ella no haría que se fueran al vacio, cuando si tenía oportunidades. Así que... acepto, porque a fin de cuentas ella viviria allí y no sucedería nada malo.

Bueno, eso es lo que parecía.

-Esta bien, acepto el trato-asintio con su cabeza mientras que se acomodaba en una de las sillas-Esta es tu casa y también mía. Y si, te daré las llaves.

Hacía mucho tiempo que Yoongi no sonreía, y finalmente, lo hizo.

Algo bueno estaba sucediendo en mucho tiempo y eso significaba un avance para la vida de el.

Ellos vivirían juntos de ahora en adelante y muchas cosas sucederían.

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