16
Se mantenían en silencio pero Jungkook ya no podía más , necesitaba decirlo todo mientras su valentía aún estaba corriendo por sus venas.
—Me siento mal, siento como si estuviera traicionando a mi amigo pero...al final lo que siento por tí es más fuerte que eso. Haerin...quiero intentarlo, quiero amarte sin sentir miedo pero no hare nada hasta que tú estés lista, puedes darme una respuesta ahora o dentro de días ,solo quería que supieras lo hay en mi corazón.
Ella lo miraba intensamente, al final parecía que ambos se sentían igual.
"DongYoung...siento algo por Jungkook...y tengo tanto miedo"
Sin decir nada ella se acercó acunando su rostro entre sus pequeñas manos. Sus orbes se conectaron logrando ver mutuamente como sus sentimientos eran sinceros, lentamente ella se puso de puntillas y suavemente dejo sus labios sobre los suyos cerrando sus ojos al tener contacto con aquella parte suave de su rostro.
Jungkook al sentir su roce, subio su manos a su cintura tirando de ella para acercarla más a su cuerpo y poder unirse por completo.
Un beso tierno y significativo para ambos.
Al separarse Jungkook dejo su frente encima de la se ella aún con sus ojos cerrados.
—Este....es nuestro primer día.
Soltó en un susurró casi como si se tratara de un secreto que solo ellos podían saber.
—Nuestro primer día...
Ella repitió sus palabras sin poder creerlo aún, había dado un paso arriesgado pero lo había pensado bien y quería ser un poco egoísta y tener al menos ese cariño antes de que todo se saliera de control, quería sentirse amada por una segunda vez.
"DongYoung.... perdóname"
(...)
Al llegar a casa todo se sentía nuevo, casi como si no llevarán viviendo juntos ya un largo rato.
Jungkook corrió a la cocina prendiendo la estufa y preguntando que era lo que quería comer, dió opciones para al final dejar que ella eligiera.
—¿Podemos pedir algo?
—¡Oh!... Ehhh si claro.
Era tan nuevo todos esos sentimientos que su emoción era expuesta queriendo complacer con la más mínima cosas a la mujer que ahora carga a su hijo mientras él trataba de quedarse dormido.
Jungkook se acercó cauteloso y sin preguntar le tomo a DaeMin entre sus brazos —Ve a cambiarte, yo me encargo.
—N-no está bien yo...
—Solo será un momento, anda ve.
Ella acepto desapareciendo por el pasillo —DaeMin...al fin pude decírselo.
Le hablo suavemente tratando de arrullar lo con su voz viendo como él iba quedando se dormido.
Para cuándo Haerin llegó de nuevo, Jungkook estaba sentado y DaeMin dormía entre sus brazos.
Haerin no podía no sentir algo por él, todo que Jungkook significaba la ponía nerviosa y le enternecia el hecho de saber que su hijo se sentia tan cómodo con él que se dejaba mecer hasta que el sueño lo vencía.
Él crecería en buenos brazos, en un lugar seguro y con alguien que lo amaría como sus padres lo habrían hecho.
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