08
Ese día estaba en su memoria, él se presentaría en su hogar, Yeji le había dado su dirección y estaba dispuesta a incluso decirle dónde asistía su hijo para encontrarse la, ella misma se lo había dicho, tiempo después de que iniciarán su relación ella se lo confesó.
Ahora justo en ese momento era que juro no decirle nada más a ella, no sabía si era de confiar.
Iban saliendo del trabajo cuando ella la detuvo —Estaba pensando...¿Quieres ir por un helado?
Su mirada estaba vacía pero un destello de nerviosismo salía.
—No, lo siento, tengo algo que hacer.
Se dió la vuelta tratando de alejarse buscando aquel carro, más Yeji la detuvo.
—Haerin...¿Que pasa?
Su agarré estaba volviendo se más fuerte.
—Nada...¿Debería de ocurrir algo?
—Solo...haz estado muy rara.
—No, estoy perfectamente, de hecho me ido bastante bien y estoy segura de que algún día sabrás por qué.
—¿Estás saliendo con alguien?
—...mmh—se quedó en silencio mirando hacia la nada cuando a lo lejos vió el auto acercarse, sin poder evitarlo sonrió sintiendo ese alivio recorrerla—Podria decirse ....que sí.
Aún que no era verdad, ni si quiera se le acercaba a la realidad.
—¿Y Ross?
Haerin volteó a verla está vez más seria —Parece que estás muy interesada en Ross...podrías salir tu con él, te lo dije no estoy interesada en salir con él.
Yeji la miró y después centro su vista en el auto, lo vio salir con ese porte elegante e intimidante.
—¿Jeon Jungkook?¿Es en serio?
Haerin sonrió mientras se acercaba un poco a ella—¿No lo crees posible? Es un hombre muy guapo y tiene una labia que logra convencer a cualquiera...y antes de que digas aquello que dirás, si solo es para un rato...creeme que lo voy a aprovechar al máximo.
—Esta no eres tú...
—La gente cambia y bueno...tengo una buena razón para que así sea. Ahora sí me disculpas debo con ese sexy hombre.
Se alejó sin volver a verla y se encamino hasta Jungkook, quien solo la miraba a ella.
—¿Todo bien?
—No...
Le abrió la puerta y la hizo entrar para después rodear el carro y subir .
—¿Que sucedió?
—Estoy....sospechando de ella.
—¿Quieres contarme?
—...primero quiero descubrir si es verdad lo que pienso, no quiero...perderme.
—De acuerdo, entonces vamos por tu hijo.
(...)
Su casa era enorme, a pesar de ser un apartamento el lugar realmente no lo parecía.
Haerin con DaeMin en sus brazos solo podía permanecer parada sin saber a dónde ir o donde dejar su maleta sin arruinar lo pulcro que estaba.
—Deja tus cosas ahí y toma asiento, estás en tu casa.
Hablo pasando por su lado directo a la cocina, ella podía verlo pues todo el lugar era abierto, su gran espalda ocupaba una gran parte de su vista.
—¿Tienes sueño mi amor?
Ella le pregunto viendo como él pequeño cabeceaba, así que se levantó para mecerlo mientras cantaba susurrando una canción de cuna, aquello fue visto por Jungkook.
Ella no lo sabía, no sabía nada pero ese momento le hizo regresar al inicio, Jungkook iría por todo esa vez.
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